Updated Jun 8, 2012, 1:50 PM
Jun 8, 2012, 1:50 PM
Jun 8, 2012, 1:33 PM
Updated Jun 8, 2012, 1:23 PM
Jun 8, 2012, 1:23 PM
May 25, 2012, 3:57 PM
May 25, 2012, 3:34 PM
Los Dos Trompetazos de Jesús que Anunciarán Nuestra Partida
Por Fernando Castro-Chavez
Comencé este estudio cuando conversaba con mi cuñado Keith Duncan hace un par de años, pero lo dejé hasta ahora que Charo Quesada me preguntó acerca ello. Si primeramente comenzamos dejando que la Palabra de Dios se exprese a sí misma, vemos directamente en el contexto de las Escrituras, ¡que existirán dos trompetazos anunciando el arrebatamiento de los cristianos renacidos!:
1) El primer o inicial trompetazo dentro de este contexto levantará a los que murieron y que volverán a vivir en sus cuerpos inmortales espiritualmente energizados, y
2) El segundo y final trompetazo para este contexto, es el que transformará a los cristianos que aún estén vivos en seres inmortales espiritualmente energizados.
Veamos el primer trompetazo en el levantamiento de los creyentes renacidos que fallecieron al momento del arrebatamiento:
1 Tes. 4:16 “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.”
Nótese que este primer trompetazo se da en el contexto específico de los creyentes que ya estén muertos y que serán levantados. Aquí se nos dice que Jesucristo ordenará primero a gran voz, con toda autoridad (su voz de mando, como aquella con la que resucitó a Lázaro), pero también que, con la finalidad de que sea escuchada al mismo tiempo por todo el planeta tierra, ha de ser una voz sobrenatural con toda la autoridad espiritual, que Jesucristo mismo, siendo hoy un ser espiritual poderoso y el segundo en poder después de Dios, ya tiene y usará plenamente en aquel momento (su voz de Arcángel), ¡para poder levantar simultáneamente a los renacidos muertos por todo el mundo!.
Aquí, el tercer y último elemento será el sonido de aquella trompeta sobrenatural, única y especial que Dios le ha otorgado a Jesucristo para dicho evento específico, capaz también de ser escuchada al mismo tiempo por todos aquellos que al escucharla se levantarán por todo el planeta. Por ejemplo: Jesús dirá con su voz normal de Señor: ¡Levántense!, luego repetirá esa orden con su voz sobrenatural de Arcángel, siendo Jesucristo el líder espiritual o cabeza de los miembros de su Cuerpo, que en ese momento serán como sus ángeles bajo su comando directo de Arcángel, y luego dará un primer toque de trompeta, el cual será claramente escuchado por los creyentes que estarán levantándose de entre los muertos, subiendo o volando ellos de inmediato hasta el lugar donde Jesucristo se encuentre en ese momento (como siguiendo el sonido).
Este primer trompetazo los transformará en incorruptibles, y alzará a aquellos creyentes que ya estaban muertos, hasta la altura de las nubes en donde Cristo los recibirá, y todos ellos juntos con Jesús esperarán al resto de los renacidos que estén vivos y que escucharán el segundo trompetazo…
Ese segundo o final trompetazo se nos dice en el contexto de aquellos cristianos renacidos que estén vivos, no muertos, al momento en que Jesucristo venga a llevarnos con él, de ahí que es un trompetazo diferente al especificado en Tesalonicenses:
1 Cor. 15:51 “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 15:52a en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta…”
Si nos detenemos aquí para pensar un poquito en el contexto, Pablo está revelando un tremendo secreto, y lo está haciendo de la forma en que Dios le pidió que lo hiciera, como para hacernos pensar seriamente; lo que Pablo nos dice es que no todos los creyentes cristianos renacidos van a estar muertos al momento del llamamiento de lo alto, pero que también aquellos que estén vivos, como el resto de los creyentes ya levantados para ese momento, van a ser transformados súbitamente a la final trompeta (este es el segundo trompetazo, el cual transformará a los creyentes que estén vivos, y por lo tanto mortales, en inmortales).
Luego el versículo continúa, explicando lo que ya sabemos de la primera trompeta:
1 Cor. 15:52b “…porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.”
Si los que viven no precederán a los que durmieron, y si aquellos renacidos que estaban muertos son los que van a reunirse primero con Cristo, y luego, en segundo lugar los creyentes vivos (y esos quisiéramos ser), en una diferencia en tiempo muy breve, es de esperarse que el trompetazo que transformará y elevará a los cristianos que estén vivos (“despiertos”, para usar la figura divina), sea un diferente, segundo o final trompetazo. Si de nuevo nos enfocamos en la Escritura relacionada, la elipsis que completa el sentido quedará de la siguiente manera:
1 Cor. 15:52b “…porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, [y se tocará la trompeta de nuevo para los renacidos vivos] y nosotros seremos transformados.”
Si ahora juntamos las Escrituras que hemos visto, esto quedaría así: Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero, porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles; ahora, el secreto revelado a Pablo es que no todos los cristianos van a estar muertos al momento de la venida de Jesucristo por nosotros, sino que también los creyentes que estén vivos serán transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, ¡a la final trompeta!. Y todos juntos, partiremos de este planeta, ¡para estar por siempre con el Señor!
Mi papá Manuel Castro me recordó que eso que va a suceder se asemeja a lo que sucedió en Sodoma y Gomorra, en donde aprendemos que Dios no puede permitir que la destrucción global se desencadene mientras aún haya santos sobre la tierra. Desde luego, nuestro caso es mucho más poderoso que el de Lot, ya que ahora tenemos espíritu santo como simiente dentro de nosotros, por lo que con uno sólo de nosotros que quedara (¡que gracias a Dios no será el caso!), sería suficiente para detener a todas esas huestes espirituales de maldad que tan sólo esperan nuestra partida para desatarse con toda su furia. En ese mismo instante en el que los creyentes renacidos hayamos salido de aquí (como en cuanto Lot y sus hijas se apartaron de Sodoma y Gomorra), en ese mismo instante el Anticristo y sus huestes de maldad se apoderarán de la tierra para devastarla por completo, proceso que les llevará 7 años…
Finalmente, quien mejor aclara estas cosas en este caso específico es Finis Jennings Dake, quien nos dice que esta trompeta de Dios para levantar a los renacidos suena dos veces (1 Tes. 4:16 y 1 Cor. 15:51-52), y que no es la misma que la séptima trompeta del Apocalipsis 8:13, 10:7, 11:15-19 - 15:4… Algunas de las notables diferencias son las siguientes:
1) La trompeta para los renacidos ocurre al momento de nuestro arrebatamiento, es una trompeta de esperanza llamada “la trompeta de Dios”, tocada por Jesucristo, anunciando un evento que ocurrirá en un instante, en un abrir y cerrar de ojos. Esta es una trompeta que se toca 2 veces para la bendición, transformación y reunión de una humanidad renacida antes de la semana 70 de Daniel (el período de los 7 años en los que reinará el Anticristo), y por lo tanto, antes de que los 7 sellos se abran, y antes de que otras 7 trompetas sean tocadas por 7 ángeles.
2) La séptima trompeta del Apocalipsis, en cambio (dice Dake), ocurre a la mitad de los 7 años del reinado del Anticristo, después de que los 7 sellos ya han sido abiertos, y las 6 primeras trompetas han sido tocadas por 6 ángeles distintos, y la toca un séptimo ángel (nótese que a esa ni siquiera la tocará un arcángel), anunciando múltiples eventos que durarán un período de tiempo de unos 3.5 años, en los que 7 cálices de ira serán derramados sobre la tierra, no para reunir creyentes sino para juzgar a una humanidad perdida. Esta es la trompeta número 7 que se tocará para la maldición y ruina de una perversa humanidad.
Después de todo esto, de las 2 trompetas o trompetazos de bendición del arrebatamiento, y de las 7 trompetas o trompetazos de maldición del Apocalipsis, viene otro trompetazo con el que Jesucristo va a reunir a los habitantes de todas las naciones de la tierra que sobrevivieron a la batalla de Armagedón (con nuestra ayuda), y los va a juzgar en función específica de cómo trataron a los que creyeron en Jesús durante el tiempo del Apocalipsis, para decidir si les concede la entrada a la Ciudad de su Reino de los Mil años (las ovejas), o no (las cabras):
Mt. 24:31 “Y él mandará a sus ángeles [¡nosotros!] con una gran trompeta, para que reúnan a sus escogidos de los cuatro puntos cardinales, desde un extremo del cielo hasta el otro.”
El contexto de este décimo trompetazo, que viene después de los 2 de nuestra partida y de los 7 del Apocalipsis, y que también reúne a seres humanos de buen corazón, lo desarrolla Jesús en Mt. 25:31-46, que es la parte final de la clase profética que les dio a sus discípulos, comenzando en el capítulo 24 de Mateo, a partir de una pregunta que ellos le hicieran…
Updated Oct 26, 2020, 11:18 AM
May 2, 2012, 8:38 AM
The Two Sounds of Trumpet by Jesus Announcing Our Departure
Por Fernando Castro-Chavez
I started this study when I was taking with my brother-in-law Keith Duncan a couple of years ago, but I did stop it until now when Charo Quesada asked me about it. If we start by first allowing the Word of God to speak by itself we see directly in the context of the Scriptures, that there will be two sounds of trumpet announcing the taking-up of the born again Christians! :
1) The initial or first sound of trumpet within this context will raise alive those that died and that will live again in their immortal bodies spiritually energized, and
2) The second and final or last sound of trumpet for this context, is the one that will transform the living Christians still alive, in immortal beings spiritually energized.
Let’s see the first sound of trumpet in the rising up of the born again believers that died at the moment of the rapture:
1 Thess. 4:16 “For the Lord himself will descend from heaven with a loud command, with the voice of the archangel, and with the sound of the trumpet of God, and the dead in Christ will rise first.”
Please, notice that this first sound of trumpet is given in the specific context of the believers that are already dead and that will be raised to life. Here we learn that Jesus Christ will order first with a great voice, with all authority (his leader shout, like that one with which he raised Lazarus), but also that, with the purpose to be Heard at the same time all over the planet earth, has to be a supernatural voice with all the spiritual authority, which Jesus Christ himself, being today a powerful spiritual being and the second in power after God, already has and will use fully in that moment (his voice of Archangel), to be able to raise simultaneously alive all the once death born-again believers all over the world!.
Here, the third or last element will be the sound of that supernatural trumpet, unique and special that God has given to Jesus Christ for that specific event, also capable to be heard at the same time for all those that when hearing it will rise-up through the planet. For example: Jesus will say with his normal voice of Lord: Wake up!, then he will repeat this order with his supernatural voice of Archangel, being Jesus Christ the spiritual leader or head of the members of his Body, that at that moment will be like his angels under his direct commando of Archangel, and then he will give a first sound of trumpet, which will be clearly listened by the believers that will be waking up from among the death, raising up or flying immediately to the place where Jesus Christ will be at that moment (as if following the sound).
This first sound of trumpet will transform them into incorruptible, and will elevate alive those believers that were already dead, to the heights in the clouds where Christ will receive them, and all with Jesus will wait for the rest of the born again that will be alive and that will hear the second sound of trumpet.
This second or final sound of trumpet is told to us in the context of those born again Christians still alive, not dead, at the moment in which Jesus Christ will came to take us with him, and for that reason it is a different sound of trumpet from the one specified in Thessalonians:
1 Cor. 15:51-52a “Behold!, I tell you a sacred secret: we will not all sleep, but we will all be changed. In a moment, in the twinkling of an eye, at the last trumpet...”
If we stop here to think a Little about the context, Paul is revealing a tremendous secret, and he is doing it in the way that God requested him to do it, as if to seriously make us think; what Paul is telling us is that not all the born again Christian believers are going to be dead at the moment of the call from above, but that also those that are going to be still alive, like the rest of the believers already awaken to life at that moment, will be suddenly transformed at the final trumpet (this is the second sound of trumpet, which will transform the believers that will be alive, hence mortal, into immortal).
Then the verse continues, explaining what we already know related to the first trumpet:
1 Cor. 15:52b “…for the trumpet will sound, and the dead will be raised incorruptible, and we will be changed.”
If the ones alive will not precede those that fell asleep, and if those born again that were dead are the first ones that are going to be with Christ, and then, in second place the living believers (and those we wish to be), in a very brief difference in time, it is to be expected that the trumpet sound that will transform and will elevate the Christians alive (“awake”, to use the divine figure), will be a different, second or final sound of trumpet. If we again are focused in the related Scripture, the ellipsis completing the sense will be in the same way:
1 Cor. 15:52b “…for the trumpet will sound, and the dead will be raised incorruptible, and [the trumpet will sound again, the last, second or final trumpet sound within the time and context of the rapture, or “the last trumpet” for the living born again] we will be changed”
If we now put together the Scriptures that we have seen, this would look like:
Fort he Lord himself with voice of authority, with voice of Archangel, and with trumpet of God, will descend from heaven; and the dead in Christ will be risen first, for the trumpet shall sound, and the dead will be resurrected incorruptible; and now, the secret revealed to Paul is that not all the Christians are going to be dead at the moment of the coming of Jesus Christ for us, but also the living believers will be transformed, in a moment, in a blink of an eye, at the final trumpet!.
And all together, will depart from this planet, to be always with the Lord!
My father Manuel Castro reminded me that this that is going to happen resembles what happened in Sodom and Gomorrah, where we learn that God can not allow the global destruction to be unleashed while there still are saints over the earth. OF course, our case is way far more powerful than that of Lot, because now we have holy spirit as a seed within ourselves, and that’s why even only one of us left (that thanks God will not be the case!), will be sufficient to stop all those spiritual hosts of wickedness that are only awaiting our departure to unleash all their fury. In the very same instant in which all the born again believers will go out of here (like when Lot and his daughters left Sodom and Gomorrah), at that very instant the Antichrist and his hosts of evil will take over the earth to completely devastate it, a process that will take them 7 years…
Finally, who best clarifies these things in this specific case is Finis Jennings Dake, who tells us that this trumpet from God to rise the born again ones sounds two times (1 Thess. 4:16 and 1 Cor. 15:51-52), and that this one is not the same as the seventh trumpet of the Apocalypse 8:13, 10:7, 11:15-19 - 15:4… Some of the notable differences are the next ones:
1) The trumpet for the born again happens at the moment of our rapture, is a trumpet of hope called “the trumpet of God”, played by Jesus Christ, announcing an event that will happen in an instant, in the twinkling of an eye. This will be a trumpet that is played 2 times for the blessing, transformation and gathering of a born again humanity before the 70th week of Daniel (the period of 7 years in which the Antichrist will reign), hence, before the opening of the 7 seals, and before other 7 trumpets could be played by 7 different angels.
2) The seventh trumpet of the Apocalypse, on the other hand (Dake says), occurs at the middle of the 7 years of the reign of the Antichrist, after the 7 seals have already been opened, and the 6 first trumpets have been played by 6 different angels, and it is played by a seventh angel (notice that will not even be played by an Archangel), announcing multiple events that will last a period of time of some 3.5 years, in which the 7 chalices of wrath will be poured over the earth, not to gather believers but to judge a lost humanity. This is the trumpet number 7 to be played for the curse and ruin of a perverse humanity.
After all of this, after the two trumpets or trumpet sounds for blessing in the rapture, and of the seven trumpets or cursing trumpet sounds of the Apocalypse, another sound of trumpet is coming with which Jesus Christ is going to gather the inhabitants of all the nations over the earth that survived the battle of Armageddon (with our help), and will judge them in specific function of how they treated those who believed in Jesus during the time of the Apocalypse, to decide if he grants them entry to the City of his Kingdom of the Thousand years (the sheep), or not (the goats):
Mt. 24:31 “And he will send forth his angels [us!] with a loud trumpet blast, and they will gather together his chosen ones from the four winds, from the ends of the heavens to the ends of it.”
The context of this tenth trumpet sound, that is coming after the 2 of our rapture and of the 7 of the Apocalypse, and that also gathers human beings of good heart, is developed by Jesus in Mt. 25:31-46, which is the final part of the prophetic class that he gave to his disciples, starting in the chapter 24 of Matthew, from a question they asked to him…
Updated Oct 26, 2020, 11:18 AM
May 2, 2012, 8:32 AM
El Contraste Entre Una Inmortalidad Biológica Vulnerable y La Inmortalidad Espiritual Perfecta
Por Fernando Castro-Chavez
Un punto Bíblico que me intriga bastante es aquel de las diferencias entre una inmortalidad material o biológica como la que tenían Adán y Eva antes de la caída, que era semejante a la que tenía Jesucristo.
Jesús estaba en igualdad de términos biológicos con Adán y Eva antes de que éstos cayeran. De hecho, era un requisito legal el que tuviera una sangre sin mancha como la de Adán, perfección genética corriendo por las venas de Jesús, para que éste último tuviera el derecho legal de reclamar y de recuperar todo lo que aquellos habían perdido. Este es el breve estudio que hasta ahora he sido capaz de realizar, orando para que otros santos creyentes lo expandan, según la luz con la que el Dios mismo alumbre vuestro entendimiento.
Hablo de inmortalidad natural o biológica porque las Santas Escrituras nos dicen lo siguiente:
1 Cor. 15:21 “Porque por cuanto la muerte entró por un hombre [Adán], también por un hombre [Jesús] la resurrección de los muertos.”
Rom. 5:12 “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre [Adán], y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.“
Desde luego que Adán y Eva perdieron el espíritu santo, pero su inmortalidad antes de que entrara la muerte se limitaba al plano biológico, ya que Adán y Eva aún no habían comido del árbol de la vida, el cual les hubiera permitido tener una inmortalidad espiritual bajo un estado permanente o eterno de pecado, sin posibilidad alguna de redención, como el de Satanás mismo. Dios nos lo explica así:
Gn. 3:22-24 “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén... y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.”
Dios platicó con sus huestes espirituales, y concluyó que querubines serían los encargados de cuidar el acceso al árbol de la vida inmortal espiritual, ya que Adán y Eva, y su toda descendencia, deberían de quedar excluidos de comerlo hasta que la redención por manos de otro hombre, que sabemos que fue Jesucristo, nuestra simiente prometida, hubiese sido completada. Por lo que Adán y Eva, después de cientos de años de vida y de procreación, murieron debido a su desobediencia y a su alta traición, habiendo contaminado su torrente sanguíneo, es decir, su genoma, con los genes recesivos de la muerte, que se transmiten solamente por medio del esperma, la célula reproductiva activa portadora de la vida (determinante del sexo, y posiblemente del tipo de sangre), y con movimiento propio.
Jesucristo, como Adán antes de su caída, tenía también esa inmortalidad biológica o natural:
Mt. 27:4a “…Yo he pecado entregando sangre inocente…”
Heb. 4:15 “Porque no tenemos un sumo sacerdote [Jesús] que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.”
Jesús, teniendo todos sus genes dominantes perfectos debido a la creación especial de Dios de los cromosomas paternos que penetraron en el óvulo de María complementando a los maternos (50/50), y estando por tanto en condiciones biológicas semejantes a las de Adán para reclamar plenamente todo lo que Adán había perdido, habiendo entonces Dios, su padre, creado el complemento idóneo a los genes aportados por María, hizo de Jesús un ser biológicamente inmortal, y como todos nosotros, con libre voluntad; sin embargo, Jesucristo murió cuando casi toda su sangre había sido derramada. Esto nos permite observar que la inmortalidad biológica es vulnerable, y que Dios así la había diseñado para atrapar a Satanás en sus artimañas. Dios produjo un árbol separado que contuviera los componentes necesarios para que el ser humano pudiera obtener la inmortalidad espiritual: el árbol de la vida. Al final de la Biblia, Dios nos dice que también va a haber, no sólo un huerto de la vida, sino también aguas de la vida, las que se ofrecerán libremente a todo habitante que viva fuera del Reino sin Final, para que por libre albedrío pueda pasar del estado inmortal biológico, al inmortal espiritual:
Ap. 21:6 “Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.”
Ap. 22:17 “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”
Ap. 22:1 “Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.
22:2 En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.
22:3 Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán”
Nótese que dice que afuera del Reino sin Final aún habrá necesidad de sanidad; sin embargo, ya no habrá maldición alguna, por tanto humanos, animales y plantas de nuevo serán perfectos, como Dios los quería al principio: no más dolores de parto, no mas trabajos agobiantes, no más veneno de serpientes, no más cardos y espinos, no más instintos destructivos entre animales…
Pero, volviendo al tema que nos ocupa, descubrimos que una vez que la sangre de un ser biológicamente inmortal como lo era Jesús, se derramaba casi por completo, esto traía la muerte. Por lógica, con cualquier otra cosa malsana causante de una destrucción biológica extrema, esa inmortalidad biológica se podría perder, ya que se limitaba a las condiciones ideales de obediencia dentro del paraíso.
Jn. 19:34 “Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.”
Pero, al obedecer voluntariamente hasta la muerte, el perfecto ser humano Jesucristo, ¡obtuvo, después de tres días y tres noches, el premio de la inmortalidad espiritual!, inmortalidad con la que fue capaz de controlar por completo su plano biológico, ya que él decidía cómo desplazarse en un instante de un lugar a otro, y donde presentarse, aún estando a puertas cerradas sus discípulos, y si quería podía comer y beber, y tocar y ser tocado... Veamos algunas de esas cosas en el andar de nuestro Jesús resucitado:
Rom. 1:4 “…declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos”
Jn. 20:17 “Jesús le dijo [a María Magdalena]: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.”
El mismo día de su resurrección Jesucristo fue capaz de desplazarse hasta el lugar mismo donde mora Dios, más allá del universo y de las aguas que lo rodean, para mostrar que él era el primer fruto de la resurrección, y de regresar a animar a un par de humildes discípulos de los que un nombre conservamos (Cleofas, Lc. 24:18):
Lc. 24:30-31 “Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. ”
Jesucristo desapareció de la vista de estos dos discípulos (tan importantes para él los pequeños como los “grandes”), y fue a presentarse delante los ángeles caídos que estaban presos por haber tratado muchos años antes de evitar su venida; “Miren, aquí estoy, a pesar de todo he vencido, ¡y vivo para siempre!”.
1 Pe. 3:18-19 “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó [ekeruksen, proclamó su victoria] a los espíritus encarcelados [corruptores del genoma humano y/o causantes del diluvio]”
Y de allí se desplazó para entrar al lugar en donde sus discípulos estaban a puertas cerradas, sin necesidad de abrir las puertas, como si hubiese atravesado las paredes o descendido, para alentarlos:
Jn. 20:19 “Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.”
Solamente once de sus Apóstoles originales estaban allí; el que faltaba era Tomás. Algo poco sabido es que Judas Iscariote también estaba allí, de hecho estuvo vivo durante los cuarenta días que el Jesús resucitado anduvo sobre la tierra, es por eso que Jesús mismo no tuvo necesidad de nombrar al reemplazo de Judas. En otra ocasión Tomás ya estaba allí, y no les había creído a los demás:
Jn. 20:27 “Luego [Jesús] dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.”
Jesús resucitado incluso preparó comida para sus discípulos, cansados de trabajar en la pesca:
Jn. 21:12-13 “Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor. Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio...”
Una y otra vez se confirma que ¡sus discípulos comieron y bebieron con él después de su resurrección!
Hch. 10:40-41 “A éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase; no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos.”
1 Cor. 15:6 “Después [Jesús] apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen”, etc…
Entonces, debido a que el poder espiritual es superior y controla a la materia, ahora el cuerpo resucitado de Jesucristo, y por extensión el que nosotros vamos a tener, ya no dependerá de la sangre para su sobrevivencia, ni de las limitaciones del cuerpo físico, ya que un ser inmortal espiritual, por lógica, es capaz de reconstruir o de regenerar cualquier herida que mortales malvados pudieran infligirle, por severa que ésta fuera; esto mismo nos lo demostró Jesucristo con su resurrección…
Estas observaciones preliminares nos permiten concluir que en el Reino Sin Final de Dios y de Jesucristo, si nos enfocamos solamente al interior de la Santa y Nueva Jerusalén que descenderá del cielo, allí solamente morarán seres espiritualmente inmortales, capaces de hacer todo aquello que Jesucristo hizo durante los 40 días que anduvo resucitado sobre la tierra y más, su ejemplo es lo que será el estándar de perfección en el futuro. En cambio, todos aquellos viviendo fuera de ese Reino Sin Fin, tendrán una inmortalidad biológica vulnerable semejante a la que tuvieron Adán y Eva antes de su caída, semejante también a la de Jesucristo cuando anduvo sobre la tierra antes de derramar su sangre por nosotros, antes de su resurrección. La transición de una inmortalidad biológica vulnerable a una inmortalidad espiritual perfecta se llevará a cabo solamente por el libre albedrío de cada uno de los moradores del futuro viviendo fuera de ese Reino, y de sus descendientes. Este escenario nos ayuda a entender un poco más porqué habrá murallas formadas por 12 piedras preciosas gigantescas, y porqué es necesario que 12 ángeles cuiden el acceso de sus 12 puertas hechas de esas perlas gigantescas cosechadas en el mar exterior del universo, , ¡solamente accesibles a los seres biológicamente inmortales que quieran aceptar y obedecer a Dios, ganándose el derecho a comer del árbol de la vida espiritual eterna!
Ap. 21:3 “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
21:4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
21:5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.”
Dios renovará todas las cosas que ya conocemos, y traerá del cielo las aquí descritas que no conocemos. Y ésta es la renovación más importante para nosotros, la que directamente nos concierne:
Fil. 3:20 “Mas nuestra ciudadanía [politeuma, sede de gobierno] está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;
3:21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra [el cuerpo biológico mortal vulnerable que ahora tenemos], para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya [el cuerpo espiritual inmortal perfecto, con pleno control sobre el plano biológico que ahora tenemos], por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.” ¡AMÉN!
Updated Oct 26, 2020, 11:18 AM
May 1, 2012, 8:11 AM
The Contrast between a Vulnerable Biological Immortality and a Perfect Spiritual Immortality
Por Fernando Castro-Chavez
A very intriguing Biblical point is that of the differences between a material or biological immortality such as that of Adam and Eve before the fall, which was similar to that that Jesus Christ had.
Jesus was in biological terms similar to Adam and Eve before the fall of these two. Indeed, it was a legal requisite for him to have a non contaminated blood such as that of Adam, a genetic perfection running through his veins, in order for Jesus to have the legal right to reclaim and to recover all that the couple had lost. This is the brief study that thus far I have been able to complete, praying that other believing saints could expand it, according to the light with which God himself enlightens your understanding.
I speak of natural or biological immortality because the Holy Scriptures are telling us the next:
1 Cor. 15:21 “For since by man [Adam] came death, by man [Jesus] came also resurrection of the dead.”
Rom. 5:12 “So then, just as through one man [Adam] sin entered into the world and death through sin, and so death came to all men for all sinned.“
Of course Adam and Eve lost holy spirit, but their immortality before the entrance of death was limited to the biological field, because Adam and Eve had not eaten yet of the tree of life, which had permitted them to have a spiritual immortality under a state of permanent or eternal sin, without any possibility of redemption, such as the one of Satan himself. God explains this to us in the next terms:
Gn. 3:22-24 “And the LORD God said, "Behold, the man has become as one of Us, to know good and evil. And now, lest he put forth his hand and take also of the tree of life, and eat and live for ever"-- therefore the LORD God sent him forth from the Garden of Eden to till the ground from whence he was taken. So He drove out the man; and He placed at the east of the Garden of Eden cherubims and a flaming sword which turned every way, to keep the way of the tree of life.”
God did talk with his spiritual hosts, and concluded that cherubims will be the ones in charge to take care of the access to the tree of immortal spiritual life, because Adam and Eve, and all their descendants, should be excluded from eating it until the redemption by the hands of another man, that we know it was Jesus Christ, our promised seed, had been completed. Because Adam and Eve, after hundreds of years and of procreation, died because of their disobedience and their high treason, having contaminated their blood stream, that is, their genome, with the recessive genes of death, only transmitted through the sperm, the active reproductive cell carrier of life (sex determinant, and possibly the blood type), and with autonomous movement.
Jesus Christ, like Adam before his fall, also had such biological or natural immortality:
Mt. 27:4a “…“I have sinned by betraying innocent blood.”…”
Heb. 4:15 “For we do not have a high priest who is not able to be touched with the feeling of our infirmities, but one who has been tempted in every way just as we are, yet without sin.”
Jesus, having all his perfect dominant genes due to the special creation of God of the paternal chromosomes that penetrated in the ovule of Mary complementing the maternal (50/50), and being, hence, in biological conditions similar to those of Adam to fully reclaim all that Adam had lost, having then God, his father, created the perfect complement to the genes provided by Mary, which did Jesus a being biologically immortal, and like all of us, with free will; however, Jesus Christ died when almost all his blood had been shed. This allows us to observe that the biologically immortal is vulnerable, and that God designed it as such to trap Satan in his tricks. God produced a separated tree having the necessary components in order for the human being to be able to obtain the spiritual immortality: the tree of life. At the end of the Bible, God is telling us that it is going to be, not only the Garden of life, but also the waters of life, the ones that will be freely offered to every inhabitant living outside of the Kingdom with No End, in order that for free will could be able to pass from the immortal biological state, to the spiritual immortal:
Rev. 21:6 “And he said to me, “It is done. I am the Alpha and the Omega, the beginning and the end. I will give to the one who thirsts a drink from the spring of the water of life freely.”
Rev. 22:17 “And the Spirit and the bride say, “Come.” And he who hears, let him say, “Come.” And he who is thirsty, let him come; he who wants to, let him freely take of the water of life.”
Rev. 22:1-3 “And he showed me a river of water of life, bright as crystal, proceeding out of the throne of God and of the Lamb, in the middle of the street. And on this side of the river and on that side was the tree of life, bearing twelve manner of fruit, yielding its fruit every month, and the leaves of the tree were for the healing of the nations. And there will be no curse any more, and the throne of God and of the Lamb will be in it, and his servants will serve him”
Please notice that it says that outside of the Endless Kingdom it will still be need of healing; however, there will be no more curse, and for that reason humans, animals and plants again will be perfect, as God wanted them in the beginning: no more labor pains, no more exhausting work, no more venom of snakes, no more thorns and thistles, no more destructive instincts between animals…
But, back to the main topic, we discover that once the blood of a biologically immortal being such as Jesus, was almost completely shed, this brought dead. And by logic, with any other thing unhealthy thing causing an extreme biological destruction, such biological immortality was possible to be lost, because it was limited to the ideal conditions of paradise.
Jn. 19:34 “But one of the soldiers pierced his side with a spear, and immediately blood and water came out.”
But, because of his wiling obedience to death, Jesus Christ, the perfect human, did obtain, after those three days and three nights, the reward of the spiritual immortality!, immortality with which he was capable to completely control his biological sphere, because now he was able to decide how to move in an instant from one place to another, and where to appear, even when his disciples were at closed doors, and if he wanted he was capable to eat and drink, and to touch and be touched... Let’s see some of those things in the walk of our resurrected Jesus:
Rom. 1:4 “…who was declared to be the Son-of-God-in-power (in respect to the spirit of holiness) by his resurrection from among the dead: Jesus Christ our Lord”
Jn. 20:17 “Jesus says to her [Mary Magdalene], “Stop clinging to me, for I have not yet ascended to the Father. But go to my brothers and say to them, ‘I ascend to my Father and your Father, and my God and your God.’”
The same day of his resurrection Jesus Christ was capable to fly to the very same day where God dwells, beyond the universe and of the waters surrounding it, to demonstrate that he was the first fruit of the resurrection, and to return to encourage a pair of humble disciples of which we have one name (Cleopas, Lc. 24:18):
Lc. 24:30-31 “And it came to pass, when he had reclined to eat with them, he took the bread and blessed it, and breaking it, he gave to them. And their eyes were opened, and they knew him, and he vanished out of their sight.”
Jesus Christ disappeared of the sight of these two disciples (equally important to him the little ones and the “big”), and he went to present himself facing the fallen angels that were imprisoned for having tried many years before to prevent his coming; “Look, I am here, against all your deeds, I have overcome, and I live forever!”.
1 Pe. 3:18-19 “For Christ also suffered for sins once, the righteous for the unrighteous, that he might bring us to God, being put to death in the flesh, but made alive in the spirit, in which also he went and heralded his victory to the spirits in prison [the corrupters of the human genome and/or flood makers]”
And from there he went to enter the place where his disciples were at closed doors, without the need to open the doors, as if he had gone through the walls or descended, to encourage them:
Jn. 20:19 “Now when it was evening on that day, the first day of the week, and when the doors were shut where the disciples were for fear of the Jews, Jesus came and stood in the midst, and says to them, “Peace be to you.“”
Only eleven of his original Apostles were there; the one missing was Thomas. Something little known is that Judas Iscariot also was there, as a matter of fact he was still alive during the forty days when the resurrected Jesus walked over the earth, is for this reason that Jesus himself had no need to name the replacement of Judas. In another occasion Thomas was already there, and he did not believe the others:
Jn. 20:27 “Then he [Jesus] says to Thomas, “Reach your finger here, and see my hands, and reach your hand here, and put it into my side, and do not be unbelieving, but believing!””
The resurrected Jesus even prepared food for his disciples, tired by working in fishing:
Jn. 21:12-13 “Jesus says to them, “Come, have breakfast.” And none of the disciples dared inquire of him, “Who are you?” knowing that it was the Lord. Jesus comes and takes the bread and gives some to them, and did the same with the fish.”
Time and again it is confirmed that: his disciples did eat and drink with him after his resurrection!
Acts. 10:40-41 “God raised him up the third day, and granted that he should be seen, not by all the people, but by witnesses who were chosen beforehand by God, even to us who ate and drank with him after he rose out from among the dead.”
1 Cor. 15:6 “Then he [Jesus] appeared to more than five hundred brothers at once (of whom the greater part remain until now, but some have fallen asleep”, etc…
Then, because the spiritual power is superior and controls matter, now the resurrected body of Jesus Christ, and by extension the one that we are going to have, will not depend of blood for its survival, nor of the limitations of the physical body, because in immortal spiritual being, for logic, is capable to reconstruct or regenerate any wound that evil mortals could inflict to him, by severe that it was; this was demonstrated to us by Jesus Christ with his resurrection…
These preliminary observations allows us to conclude that in the Everlasting Kingdom of God and of Jesus Christ, if we are focused only inside the Holy and New Jerusalem that will descend from heaven, there will only dwell immortal spiritual beings, capable to do all those things that Jesus Christ did during the 40 days that he walked resurrected on the earth and more, his example is what will be the standard of perfection in the future. In contrast, all those living outside that Kingdom Without End, will have a vulnerable biological immortality similar to that that Adam and Eve had before their fall, similar also to that of Jesus Christ when he walked on earth before shedding his blood for us, before his resurrection.
The transition from a vulnerable biological immortality to a perfect spiritual immortality will occur only by the free will of each one of the inhabitants of the future dwelling outside of such Kingdom, and their descendants. This scenario help us to understand a Little bit more why there will be walls made by 12 gigantic precious stones, and why it is necessary that 12 angels be guarding the access of its 12 doors made by those gigantic pearls harvested in the ocean which exists outside the universe, only accessible for those biological immortals willing to accept and obey God, earning the right to eat of the three of eternal spiritual life!
Rev. 21:3-5 “And I heard a great voice out of the throne saying, “Behold!, the tabernacle of God is with men, and he shall dwell with them, and they will be his people, and God himself will be with them, and be their God, and he will wipe away every tear from their eyes, and death will be no more, neither will there be mourning, nor crying, nor pain, any more; the former things have passed away.” And he who sits on the throne said, “Behold!, I make all things new.” And he says, “Write, for these words are faithful and true.”
God will renew all the things that we know, and will bring from heaven the ones described here that we still don’t know. And this is the most important renewal for us, which directly concerns us:
Phil. 3:20-21 “For our citizenship [politeuma, seat of government] is in heaven, from where also we wait for a Savior, the Lord Jesus Christ, who will transform our lowly body [the mortal vulnerable biological body that we have now] to be like his glorious body [the immortal perfect spiritual body, with full control over the biological sphere that we have now], by the exertion of the power that he has, even to subject all things to himself. AMEN!
Updated Oct 26, 2020, 11:18 AM
May 1, 2012, 8:05 AM
The Remnant (introduction)
By Fernando Castro-Chavez
The exclusive Christian salvation takes us to heaven rescuing us from the Apocalypse, but God wants that: 1 Cor. 10:31b-33 “…whatever you do, do all to the glory of God. Give no offense, either to the Jews or to the Greeks or to the church of God, just as I also please all men in all things, not seeking my own profit, but the profit of many, that they may be saved.”
God, very especially and lovingly is interested in the well-being and respect, not only of the Christians, here called “the Church of God”, but also in the non-Christian Jews and Gentiles. The purpose of this respect and love for the ones outside is, according to God, “that they may be saved”. The first-fruits of course are we the born-again Christians, the only ones with the promise to visit the Heavens of God.
However, with the purpose of salvation in sight, in Col. 4:5-6 Paul reminds the leaders to “walk in wisdom toward those who are outside, redeeming the time. Let your speech always be with grace, seasoned with salt, that you may know how you ought to answer each one.”
My eight year nephew taught me that God, very lovingly, even today protects and preserves for salvation, not only Gentiles that are honest with themselves, but also the Jews, even when these two groups still reject Christ; almost incredible, not?
Even when the born-again Christians are also the only ones with the promise to be out of the Apocalyptic chaos, God is showing to us His plan and His heart in Rom. 2:14-16 “for when Gentiles, who do not have the law, by nature do the things in the law, these, although not having the law, are a law to themselves, who show the work of the law written in their hearts, their conscience also bearing witness, and between themselves their thoughts accusing or else excusing them in the day when God will judge the secrets of men by Jesus Christ, according to my gospel.”
Then, we see that when God asks us not to put stumbling blocks, deceptions or traps to Gentiles and to the Jews of today, it is because they, those without any opportunity to know the Bible, or Jesus, or even if they knew about it only accepted a little part, they are going to have their own way of salvation according to their hearts, their consciences, and their thoughts.
And in relation to the Jews that still reject Christ, it is surprising to realize that even to them, God freely loves. Why be surprised about it, if this is the nature of God? Rom. 11:5 “…Even so then, at this present time there is a [Jew] remnant according to the election of grace.”
This indicates that they are also going to have their salvation’s way; remember that Jesus declared something that should temper any supremacist feeling in Mt. 12:31-32 ““Therefore I say to you, every sin and blasphemy will be forgiven men, but the blasphemy against the Spirit will not be forgiven men. Anyone who speaks a word against the Son of Man, it will be forgiven him; but whoever speaks against the Holy Spirit, it will not be forgiven him, either in this age or in the age to come.”
Updated Oct 26, 2020, 11:18 AM
Apr 10, 2012, 7:48 AM
El Remanente (introducción)
El Remanente (introducción)
Por Fernando Castro-Chavez
La exclusiva salvación cristiana nos lleva al cielo y nos libra del Apocalipsis, pero Dios quiere: 1 Cor. 10:31b-33 “…hacedlo todo para la gloria de Dios. No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios; como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.”
Dios, muy especial y amorosamente se interesa en el bienestar y en el respeto, no solamente de los cristianos, aquí llamados “la Iglesia de Dios”, sino también en los no cristianos judíos y gentiles. El propósito de este respeto y amor para con los de afuera, según Dios, es “para que sean salvos”. Las primicias, desde luego somos los cristianos renacidos, únicos con la promesa de visitar el cielo de Dios.
Sin embargo, con el propósito de la salvación en la mira, a los líderes Pablo les recuerda en Col. 4:5-6 “Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.”
Mi sobrino de ocho años me enseñó que Dios, muy amorosamente, aún ahora protege y preserva para salvación, no solamente a gentiles que son honestos consigo mismos, sino también a judíos, aún cuando estos dos grupos rechacen a Cristo. ¿Casi increíble, no?
Aún cuando los creyentes cristianos renacidos son también los únicos con promesa de ser librados del caos del Apocalipsis, Dios nos hace ver Su plan y Su corazón: Rom. 2:14-16 “Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.”
Entonces, vemos que cuando Dios nos pide no poner tropiezo, engaño o trampas a los gentiles y a los judíos de hoy, es porque ellos, los que no tuvieron oportunidad alguna de conocer a la Biblia, o a Jesús, o aunque supieron de ella, sólo aceptaron una pequeña parte, van a tener su propia forma de salvación conforme a sus corazones, a sus conciencias, y a sus razonamientos.
Y en relación con los judíos que aún rechazan a Cristo, sorprende el darnos cuenta que aún a ellos, Dios los ama gratuitamente. ¿Por qué extrañarnos de ello, si ésta es la naturaleza de Dios? Rom. 11:5 “… aun en este tiempo ha quedado un remanente [judío] escogido por gracia.”
Esto indica que ellos también tendrán su forma de salvación; recordemos que Jesús dijo algo que por sí sólo debería de templar cualquier ánimo supremacista: Mt. 12:31-32 “Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero”...
Updated Oct 26, 2020, 11:18 AM
Apr 3, 2012, 8:40 AM
Eventos Importantes para Entender Nuestra Esperanza
Cronograma simplificado para su estudio personal del plan sin final para el ser humano por parte de Dios (2 Pe. 3:13).
http://fdocc.ucoz.com/graphical.pdf ,
http://fdocc.ucoz.com/graphical.docx
1. El Jardín del Edén. El Paraíso original (Gn. 1:26-3:24; año 4,000 A.C.; del que Adán y Eva son expulsados) en los segundos cielos y la segunda tierra (2 Pe. 3:7,10,12). [Nota: En el principio (ó 0), antes del Jardín de Edén, existieron los primeros cielos y la primera tierra (Gn. 1:1), los que, bajo la rebelión de Lucifer, quien se convirtió en Satanás (Is. 14:12-17, Ez. 28:12-19), quedaron anegados en agua, con la muerte de los dinosaurios y de todo ser que respiraba (2 Pe. 3:5-6, Gn. 1:1-2); Dios, con su Palabra, reordenó la creación en 6 días (Gn. 1:3-2:3), estableciendo los segundos cielos y tierra que hoy existen].
2. El Antiguo Testamento. Dios se comunica primero con gentiles (Adán, Enoc, Noé (con quien Dios hace pacto, Gn. 9:8-17, después del diluvio, Gn. 7:12-8:14, año 2,300 A.C.), Abraham (con quien Dios hace pacto, Gn. 15:7-21, 17:9-14), Isaac), y luego, después del origen de la nación de Israel a partir de Jacob (hijo de Isaac), tanto con judíos (Dios entrega la ley a Moisés, Éx. 20, Dt. 5, año 1,450 A.C.) como con gentiles. Dios confirma con Israel su viejo pacto (Ex. 24:5-8), el cual era temporal (Heb. 8:6-13, 9:11-15).
3. La Primera Venida de Jesucristo. Jesús nació, creció, ministró, fue crucificado, para ser resucitado de entre los muertos (su historia es narrada principalmente en los Cuatro Evangelios: Mt., Mr., Lc., Jn.)
4. El Día de Pentecostés. Este evento (Hch. 2) inicia la Iglesia Cristiana (28 D.C.). A partir de aquí, los que creen, sean judíos o gentiles, se convierten en “un nuevo hombre” en Cristo (Ef. 2:8-3:13, Col. 1:26-27).
5. La Iglesia Cristiana. Aquí nos encontramos nosotros los creyentes renacidos, viviendo dentro de la Administración de la Gracia de Dios, la Administración del Secreto (Misterio) Revelado (Ef. 3:2,9).
6. El Arrebatamiento. La Iglesia Cristiana es arrebatada de la tierra (los cristianos muertos son levantados a la vida, los cristianos que estén vivos serán transformados), y se reúne con Cristo en el aire (Cristo no desciende a la tierra) y vive en los cielos durante los 7 años de la Tribulación (1 Cor. 15:51-54, 1 Tes. 4:13-18, 2 Tes. 2). Los cristianos salvos serán juzgados en el Tribunal (Bema) de Cristo. Con la Iglesia Cristiana desaparecida, judíos y gentiles quedan sobre la tierra y Dios se relaciona con ellos como entidades separadas de la forma que lo hizo en el Antiguo Testamento y en los Evangelios (Ap. 7, etc.)
7. La Tribulación. Este es el periodo de intensos problemas del que frecuentemente se habla en el Antiguo Testamento, descrito en detalle en el Apocalipsis (Ap. 6:1-19:21), que termina con La Aparición:
8. La Segunda Venida de Cristo a la tierra y la batalla de Armagedón. Jesucristo Rey desciende a la tierra con sus ejércitos (nosotros, los miembros de su cuerpo, y sus ángeles, Miguel, Gabriel, y sus huestes), y pelea la batalla de Armagedón, la que termina la Tribulación. Cristo reconquista la tierra para Dios, y la Bestia y el Falso Profeta son arrojados al lago de fuego (Ap. 14:17-20, 16:16, 19:11-21); Satán es encadenado por mil años (Ap. 20:1-3), en el lugar obscuro de los ángeles desobedientes (Judas 6-7).
9. La Primera Resurrección, también llamada la Resurrección de los Justos (Ap. 20:4-6). Todos los justos que murieron fuera de la Iglesia de Cristo (creyentes del A.T., gentiles de buena conciencia) o durante la Tribulación (creyentes del Apocalipsis), son levantados de entre los muertos y juzgados. También en este momento se lleva a cabo “el juicio de las ovejas y de las cabras” (Mt. 25), donde aquellos sobrevivientes de la Tribulación que son juzgados justos, se les permite la entrada al Reino del Milenio (que dura mil años) de Cristo, mientras que aquellos que son juzgados injustos, son dejados fuera del Reino de Jesús.
10. El Reino del Milenio. Aquí, toda profecía del A.T. dada a la naturaleza, y a gentiles y judíos, se cumplen (Ap. 20:4-9, Gn. 17:8, Zac. 6:12-13, Ez. 40:1-44:31, 47:14-48:29, Is. 2.3, 11:1-16, 62:1-7, 65:17-25, Rom. 8:19-23, incluyendo el nuevo pacto prometido a Israel (Jer. 31:31-34)…), el paraíso restaurado.
11. Satán es desatado. Durante este corto período de tiempo (Ap. 20:3), Satán engañará a las naciones del mundo, las cuales intentarán destruir al Reino de Cristo y al Jerusalén de Jesús (Ap. 20:7-9).
12. La Batalla Final. Pero Dios protegerá a Jesús y a los suyos mandando fuego del cielo que matará a los enemigos de Dios (las cabras, Mt. 25:31-46, también llamados “cizaña”, Mt. 13:24-30). Satán es arrojado al mismo lago de fuego de la Bestia y del falso Profeta (Ap. 20:9-10). Esta batalla es tan devastadora que los cielos y la tierra que existen ahora (los segundos) serán dramáticamente destruidos y alterados debido al fuego (2 Pe. 3:7,10,12), dando lugar a los Nuevos Cielos y a la Nueva Tierra (los terceros).
13. La Segunda Resurrección, también llamada la Resurrección de los Injustos, y el Juicio del Trono Blanco. Los injustos de todas las edades serán levantados para escuchar su destino: la muerte segunda, por lo que terminarán en la nada (Ap. 20:11-15, 21:8). Aquellos justos que murieron durante el Reino de los Mil Años serán levantados y juzgados, los salvos por gracia (gentiles, Ap. 21:6, 24, 22:17) o por obras (judíos, Ap. 21:7, 22:14) podrán entrar y salir del Reino Sin Final, mientras que el resto seguirán viviendo afuera (Ap. 21:27, 22:11,15), de ahí la necesidad de muros y de ángeles cuidando las compuertas de acceso (Ap. 21:12,14,15,17-21), y el proveer sanidad humanitaria para con los de afuera (Ap. 22:2).
14. El Reino sin Final. Se establece el Nuevo Cielo y la Nueva Tierra (los terceros, 2 Cor. 12:2-5, 2 Pe. 3:13). Dios desciende del cielo con su Santa Ciudad, la Santa y Nueva Jerusalén, para establecer Su Reino sobre la tierra, y para Él vivir por siempre sobre ella, ¡este Reino de Dios permanecerá para siempre! Su sempiterno colaborador y Co-regidor será el Cristo, nuestra cabeza (Ap. 21:1-22:21), con su cuerpo…
Notas: Crédito: Imagen e información tomada de: Schoenheit, J.W. Appendix A. Events Important to Understanding the Hope (p. 179). In: The Christian's Hope: The Anchor of the Soul. Christian Educational Services. 2004. 287 p. http://www.truthortradition.com/book7/ , información expandida por Fernando Castro-Chavez (01/17/2012).
Agradecimientos a Maribel, Juan Carlos, Hazael, Joaquin, Celis, Nestor, Alfonso, Virginia, Charo, E.E., etc. por su interés, motivo de la presente traducción expandida.
Updated Oct 26, 2020, 11:05 AM
Jan 17, 2012, 5:28 PM
The Bible and Our Eternity
“The city has no need of the sun, nor of the moon, to shine upon it, for the glory of God has illuminated it, and its lamp is the Lamb” (Rev. 21:23).
God is coming to dwell on the earth!
His city will be a city of light, His light!
All His children will be there, including Jesus, the Lamp!
http://fdocc.ucoz.com/fdocc-eternity.doc , http://fdocc.ucoz.com/fdocc-eternity.pdf
The Bible and Our Eternity,
You Forever!
By Fernando Castro-Chavez
“Christ has been raised out from among the dead, the firstfruits of those who have fallen asleep. For since by man came death, by man came also the resurrection of the dead. For just as in Adam all die, so also in Christ all will be made alive. But each in his own order: Christ the firstfruits, then those who are Christ’s, at his coming” (1 Cor. 15:20-23).
Imagine this, you are a scientist, a molecular biologist, and you are sleeping and dreaming that Jesus Christ is giving you a scientific explication, explaining you how it is necessary that your whole body be changed from being oxygen fed, like today, to being spirit fed, in order for you to do your trip with him to the great and holy city where God dwells, he said that these current soul life, our blood running through our whole body, can not endure the traveling because of the lack of oxygen in the outer space… among other things, that a transformation is in place! Well, that happened to me, I had that dream, and I since then I decided to study more and more fervently and carefully all things related to the hope. I wish my specialty to be on the hope. Then my research project ended, basically I went out of job. I noticed there the importance of the hope in our lives. The hope is our helmet, our spiritual “bullet-proof” helmet preventing us from putting a bullet on our heads when everything apparently goes wrong in the world, on our world. Then the hope is our anchor, it is our piercing anchor grounded right at the feet of the innermost current dwelling of God, the place holy of holies of his heavenly abode. That’s why in my most recent testimony in the midst of the assembly, I witnessed that God, through His written Word, had showed to me that the anchor He gave us, our hope, the anchor of our souls, is pointing upward!
Right now, Satan is very extremely jealous that God and Jesus Christ already outsmarted all of his plans, so he is going to try to deceive the humanity of the future by faking the genuine miracles performed by Jesus and by God, the fake “resurrection” of the Antichrist is going to be achieved by full demonic possession of his body three days after his killing. The other thing that Satan is going to try, at the Apocalypse, to fake the most amazing and wonderful thing that God has ever given to the believing humanity; in the same way that God provides now part of his own nature at the moment of any human believing for his new birth [Rom. 10:9], the Antichrist, through the mark of the beast, is going to attempt to do so…
George N. H. Peters (1825-1909) wrote that Jesus “represents the Second Advent as an event whose time of occurrence is unknown, and hence, in view of this, insists upon a constant daily attitude of watchfulness, lest it come in our day… so as to influence us to regard it imminent, something impending… Hence, we cannot possibly err, when we adopt his exact language, and press it upon ourselves and others as a warning.” And his apostles did the same… “for we see them assume the position commanded by the Master, and we desire to imitate their example” (in : “The Imminency of the Second Advent” http://theocratickingdom.info/Studies/Imminency1.html ).
What gives sense to all our belief is the resurrection of Jesus Christ; without this, we have nothing! Because he was resurrected, we also are going to live again when he will come for us, because we are the members of his body of immortal siblings and eternal collaborators. Jesus Christ walked resurrected over this earth during forty days in whose he did teach, cook, eat, and moved very fast from one place to another, etc. This was his example of the glory awaiting us, a demonstration of what we are going to be able to do in our immortal bodies when we will walk among the mortals in this earth.
Our understanding of John 14:6 according to the context is amazing:
“Jesus says to him [to his weak in belief apostle Thomas], “I am the way, and the truth, and the life. No one comes [erjetai, a literal approach] to the Father except through me” (Jn. 14:6).
Nobody tomorrow or the day after tomorrow goes to the intimate place where God dwells, but only through Jesus. The earlier context says:
“Do not let your heart be troubled. Continue to trust in God and continue to trust in me. In my Father’s house are many places to live. If it were not so, I would have told you, for I go to prepare a place for you. And if I go and prepare a place for you, I will come again, and will receive you to myself, that where I am, you may be also. And where I go, you know the way” (Jn. 14:1-4).
Jesus Christ is the door for the access of the Hebrew to the earthly Kingdom that will be restored in the thousand years, and later it was revealed to Paul that Christ Jesus is also the only access to heaven for the Christian born again believer of today. So Jesus is busy today, preparing space for everyone that accepts Jesus as Lord, believing that God raised him from among the death!
Some Scriptures that mention our hope are the next ones:
“Christ Jesus our hope” (1 Tim. 1:1b), “the promise of the life that is in Christ Jesus” (2 Tim. 1:1b), “in hope of eternal [aionion] life in the Age to come, which God, who never lies, promised before the times of the Ages [kronon aionion, times eternal]” (Tit. 1:2). To the collaborators of Paul, the first thing that he reminds them is the hope, the promise of the eternal life that is in Christ Jesus, which God, who never lies, promised from the beginning. So, a great amount of details related to this promise now extended to us by grace are available in the Old Testament!
God designed the plan of salvation, while Jesus Christ obeyed and executed the plan of salvation. Our salvation includes an eternal [aionion] or “Age-abiding glory” (2 Tim. 2:10b)! “We became heirs according to the hope of eternal [aionion] life [in the Age to come]” (Tit. 3:7b).
“Remembering before our God and Father your work prompted by faith, and labor prompted by love, and patience prompted by hope, in our Lord Jesus Christ” (1 Thess. 1:2-3). Here, the example of the Thessalonians is that they acted in the three things that we have now: “faith, hope, love, these three, and the greatest of these is love” (1 Cor. 13:13). However, the hope filled them with patience! A similar formula we read in a second place: “We heard of your faith in Christ Jesus, and of the love that you have for all the holy ones because of the hope that is being stored up for you in the heavens” (Col. 1:4-5a). Here we learn that our hope is stored in a totally secure place: the heavens! And, of course, we are going to be there in the heights during at least our first seven years after our reunion with Christ. “Not being moved away from the hope of the Good News that you heard” (Col. 1:23b). The “Good News”, the “Gospel” for our age of grace that we are living today is the hope, that we are going to live forever with our Lord Jesus Christ! And “is Christ in you, the hope of glory”! (Col. 1:27b). Because we have the spiritual nature of Christ in us, we have the glorious hope of eternal life, filled with joy, no more tears and no more death!
“We desire that each one of you show the same diligence to have the full assurance of the hope until the end, so that you may not become sluggish, but imitators of those who through faith and longsuffering inherit the promises” (Heb. 6:11-12). We need to be diligent to study everything you can about the hope, which is our “full assurance”, because believing such information and remaining in patience, we will be able to convince ourselves that we certainly are the inheritors of “the promises”, the full inheritance of Christ and of the other believers, because we all, the born again, are joint-heirs.
“Christ is faithful as a son over his house, whose house we are if we hold fast our boldness, and the hope of which we boast, firm to the end” (Heb. 3:6). We are not only the body of Christ, we are his house, with instruments and tools for honor (silverware) and other tools for a less desirable honor (toilet). We need to be bold and confident in the hope we have, remaining “firm to the end”. “We boast in the hope of the glory of God” (Rom. 5:2b). We proudly proclaim our hope, which is “the glory of God” for us. God is glorified by finally fulfilling His initial plan of a saved life for His children, for His own, and we share in full the glory of the victory of Jesus Christ and all that it entails. “Hope does not disappoint us” (Rom. 5:5a). Everything else in life may be disappointing, however, the hope promised to us by God and confirmed by Christ, that will never disappoint us!
“That which remains has permanent glory! Therefore, having such a hope, we use great boldness of speech” (2 Cor. 3:11b-12). Our hope is our eternal life, something “which remains”, something with a “permanent glory”. With a hope like this, we learn to be completely confident in what we say. And again, part of this hope that we have includes: “a building [an individual, perfect body for each one of us] from God, a house not made with hands, Age-abiding [eternal], in the heavens” (2 Cor. 5:1b), also called “our habitation that is from heaven” (2 Cor. 5:2b), “that what is mortal may be swallowed up by life” (2 Cor. 5:4b), God is who “prepared us for this very thing, who gave to us the spirit as a deposit, guaranteeing what is to come” (2 Cor. 5:5).
“God, intending to show more convincingly to the heirs of the promise the unchangeableness of his purpose, guaranteed it with an oath, in order that by two unchangeable things, in each of which it is impossible for God to lie, we may have strong encouragement, we who have found refuge in laying hold of the hope set before us. We have this hope as an anchor for the soul, both sure and steadfast, and extending into the inner part of the veil, where, as a forerunner, Jesus entered for us, having become a high priest forever, after the order of Melchizedek” (Heb. 6:17b-20). In Abraham, our father in belief, God made an oath with us or to us or for us, to encourage us. Here we see that the hope is our refuge, the ever present hope that is in front of our noses. This hope of us is an anchor for our souls, sure and steadfast, which penetrates into the most intimate places of God’s dwelling, where Christ Jesus is right now, at the right side of God, being Jesus the perfect mediator of humankind! The humans of today and the humans of the New Earth; the anchor is the tool that allows that the boat of our life remains stable independently of the circumstances, preventing our life to be shaken and tossed from one side to another.
“There is a bringing in of a better hope, through which we draw near to God” (Heb. 7:19b). We have that better hope brought by Jesus, better than the one brought by the Law of Moses. With the hope that we have now, “we draw near to God”! And how close is that? As close as Jesus Christ being at the right side of God, the place were we all, born again believers, are going to be, according to the heart and the Word of God.
“The eager anticipation of creation is waiting expectantly for the revealing of the children of God, (for the creation was subjected to futility, not willingly, but because of the one who subjected it) in hope that the creation itself will also be freed from the bondage of corruption into the freedom of the glory of the children of God” (Rom. 8:19-21). Once we receive our inheritance, starting with our eternal life, that will have universal beneficial consequences, not only for us, but for the rest of creation. I think, for example, in the angels that they don’t know a lot of things related to our salvation, so even today we teach to them about it, with our words, with our actions, with the building up of the body of Christ: “into which things angels desire to look” (1 Pe. 1:12b), “to the intent that now, to the rulers and the authorities [angels] in the heavenly places, might be made known, through the congregation [which is us], the many sided wisdom of God, according to the Age-abiding purpose which he [God] purposed in Christ Jesus our Lord, in whom we have boldness and access in confidence [to God] through our faith in him [Jesus]” (Ef. 3:10-11), “the revelation of the sacred secret that has been kept silent for long ages past” (Rom. 16:25b).
“We were saved, though only in the hope. But hope that is seen is not hope, for who hopes for what he sees? But if we hope for what we do not see, then we wait expectantly for it with patience” (Rom. 8:24-25). “As to the hope—rejoicing”! (Rom. 12:12a). Our hope is reason to rejoice! Is something that we do not see now, but “with patience”, “we wait expectantly” for it.
“Whatever was written previously was written for our learning, that through patience and through the encouragement of the scriptures we might have hope” (Rom. 15:4). Things that were written for our learning in the past, for example in the Old Testament and in the times of Jesus, because of the rejection of Israel as a nation of their Savior and King Jesus Christ, by the extension of the grace of God to us, and related to the hope, also apply to us (although in very superior levels)! How do I, a former gentile according to the Old Testament classification, know that? Because of the context of the same chapter, let´s read: “In him [in Jesus] the Gentiles will hope [wrote Isaiah in the O.T.]. Now may the God of hope fill you with all joy and peace as you continue to believe, so that you may abound in hope by the power of holy spirit” (Rom 15:12b-13). God want us to abound in hope, in our understanding of the hope, this is, and in our believing of that. One of the things that the power of holy spirit provides is abundance of knowledge related to the hope, is like the holy spirit being the magnet attracting the iron particles of the hope written through all the Scriptures! God is called “the God of hope”. The hope He is giving us fills us with all joy and peace! As it is written:
“Righteousness is by faith, so that it may be according to grace, to the end that the promise may be certain for all the seed, not only to those of the law, but also to those who share the faith of Abraham—who is the father of us all, just as it is written, I have made you a father of many nations—in the presence of Him whom he believed, that is, God, who gives life to the dead and calls into existence the things that do not exist” (Rom. 4:16-17). We are descendants of Abraham in belief! The promise that God did to Abraham regarding the inheritance of “the promised land” is now given to us in him! “The righteous shall inherit the land, and dwell in it forever” (Ps. 37:29) Are we, the born again ones just? Definitely! Are we the inheritors of the earth? Absolutely! We are the genuine owners of it! “In Christ Jesus the blessing of Abraham might come to the Gentiles, in order that we might receive the promise of the spirit through faith” (Gal. 3:14b). “Why the law then? It was added because of transgressions, until the seed should come to whom the promise has been made, having been put in place through angels by the hand of a mediator” (Gal. 3:19), “so that the promise might be given by faith in Jesus Christ unto those who believe” (Gal. 3:22b). And we are “those who believe”, the recipients of the promise initially given to Abraham! “If you are Christ’s, then are you Abraham’s seed, heirs according to promise” (Gal. 3:29), “you, brothers, as Isaac was, are children of promise” (Gal. 4:28).
“Through the Good News the Gentiles are co-heirs, and fellowmembers of the body, and fellowpartakers of the promise in Christ Jesus”! (Eph. 3:6).
“When you heard the word of truth, the Good News of your salvation—in whom [Jesus Christ], having also believed, you were sealed with the promised holy spirit, which is a deposit guaranteeing our inheritance, until the redemption of God’s own property, to the praise of his glory” (Eph. 1:13b-14).
“For as many as are the promises of God, in him is the “Yes,” therefore, through him is the “Amen!,” to the glory of God through us. Now he who establishes us with you in union with Christ, and anointed us, is God, who also sealed us, and put the spirit in our hearts as a deposit, guaranteeing what is to come” (2 Cor. 1:20-22). God established the body of Christ, God anointed us as He anointed Christ, we now have the same spirit of God. God also sealed us together and put His spirit in us as a deposit, “guaranteeing” our hope and all that “is to come”.
Jesus said: “I have other sheep [we know that now these are the gentiles, and in the future it will include the good angels!] that are not of this fold. I must bring them also, and they will hear my voice. And there will be one flock with one shepherd [now the body of Christ, but in the future, the everlasting Kingdom]” (Jn. 10:16). And why do I say “but in the future”?, because of the amazing statement present in Ephesians:
“[God] made known to us the sacred secret of his will, according to his good pleasure which he purposed in him, Christ, until an administration of the fullness of the times, to head up all things in Christ, the things in the heavens [angels], and the things on the earth [humans]. In him, I say, in whom also we were assigned a portion, having been marked out beforehand according to the purpose of the one working all things according to the plan of his will” (Eph. 1:9-11).
“Who is our hope, or joy, or crown of boasting before our Lord Jesus at his coming? Is it not you? For you are our glory and joy” (1 Thess. 2:19-20). At the second coming of our Lord Jesus, he will raise up all his Church, all the ones that believed in him since Pentecost, and this clearly indicates that we all are going to be able to recognize each other, and we will be thankful with those that did lead us to salvation and those that persevered shepherding us and educating us in the Word of God.
“The rest of mankind, who have no hope” (1 Thess. 4:13b). We have a hope, a secured hope clearly described in the next verses of the same chapter: “through Jesus, God will bring from the grave those who have fallen asleep in him” (1 Thess. 4:14b), “then we [born again believers] who are alive, who are left, will be caught up together with them in the clouds” (1 Thess. 4:17a). But we also have a more remote or distant hope also clearly described in the Bible, and is our joy to share this hope with others, so our eternity is more or less delineated by God in His Word. We put on us “for a helmet, the hope of salvation” (1 Thess. 5:8b), this is the same helmet described as part of the armor of God in Ephesians (Eph. 6:17a). So the hope keep our head protected, filled with patience, to don’t lose it!
“Our Lord Jesus Christ himself, and God our Father who loved us and by grace gave us eternal [aionion, Age-abiding] encouragement and good hope” (2 Thess. 2:16b). The comfort or encouragement that both of them, Jesus Christ and God provide us, is eternal, and is good, because it relates to our hope!
“You were at that time without Christ, excluded from the citizenship of Israel, and strangers from the covenants of the promise, having no hope and without God in the world” (Eph. 2:12). This verse is very profound in that it says that today we are not excluded from the citizenship of the heavenly or real Israel, “our citizenship is in heaven, from where also we wait for a Savior, the Lord Jesus Christ, who [Jesus] will transform our lowly body to be like his glorious body, by the exertion of the power that he has, even to subject all things to himself” (Phil. 3:20-21), “for neither circumcision nor uncircumcision is anything, but a new creation is everything. And as many as will keep in line with this standard, peace be upon them, and mercy, even upon the Israel of God” (Gal. 6:15-16), which will be in full operation in the millennium of the Kingdom of Jesus Christ, and which has absolutely nothing to do with the current State of ‘Israel’. This means that just because of our new birth, we are citizens of the real Israel, and now we are included in the “covenants of the promise”!, with a clear and distinctive hope and with an amazing God. So, we better start studying those “covenants of the promise” seen in the Old Testament that now apply to us!
“There is one body and one spirit, even as also you were called in one hope of your calling” (Eph. 4:4). This “one body” is the body of Christ of whom all the born again believers belong, the “one spirit” is the divine nature that we receive when we received Jesus as our living Lord, and the “one hope” is the hope of our eternal life and every minute and amazing detail included in the Bible describing it.
“Let what you heard from the beginning abide in you. If what you heard from the beginning abides in you, you also will abide in the Son and in the Father. And this is the promise that he promised us, eternal [aionion, Age-abiding] life in the Age” (1 Jn. 2:24-25). “Beloved, we are children of God now, and what we will be has not yet been revealed [manifested]. We know that when it is revealed [manifested] we will be like him [Jesus Christ], because we will see him [Jesus Christ] just as he [Jesus Christ] is. And everyone who has this hope fixed on Him purifies himself, even as that One is pure” (1 Jn. 3:2-3).
“Blessed be the God and Father of our Lord Jesus Christ, who according to his great mercy has given us new birth into a living hope by means of the resurrection of Jesus Christ out from among the dead, to an inheritance incorruptible and undefiled and unfading, kept in heaven for you, who by the power of God are being guarded through faith for a salvation that is ready to be revealed in the last time” (1 Pe. 1:3-5). Our hope is not dead, it is “a living hope” that we do good to know in the more detail as it is possible to be known today.
“He [Jesus] was foreknown before the foundation of the world, but was revealed in these last times for your sake, who through him are believers in God, who raised him out from among the dead and gave him glory so that your faith and hope are in God” (1 Pe. 1:20-21). Our hope and belief are in God, not in men.
“Sanctify Christ, the Lord, in your hearts, being ready always to give an answer to everyone who asks you for a reason concerning the hope that is in you, yet do it with meekness and respect, having a good conscience...” (1 Pe. 3:15-16a). We need to have the details of our hope at the tip of our tongue, to express it “with meekness and respect”, and also with “a good conscience”, so we need to know, not being puffed up by our knowledge of it and of its greatness.
We have seen already the great simplicity to prophecy once the good instruction and/or example and the Word of God and the gift of holy spirit dwell within ourselves. This holy spirit, the spiritual nature of Christ in us, is the restrainer! “You know what is now holding him [the son of destruction] back, so that he may be revealed when his time comes [at the Apocalypse]. For the mystery of lawlessness is already at work, only there is one [the body of Christ] now holding things back until taken out of the way [at our collective gathering together to him]” (2 Thess. 2:6-7).
All these antecedents seemed to me necessary to precede what by necessity will be a prophetic chapter mostly based on prophecy related to the future. Again, this is just the little part that I have been allowed to perceive leaving the doors wide open for continuous marvels and wonders still be revealed to any one reading these words.
“Since we have now been declared righteous by his blood, much more surely then we will be saved from the wrath through him” (Rom. 5:9), “and to wait for his Son from the heavens, whom he raised out from the dead, even Jesus, our Deliverer from the coming wrath” (1 Tes. 1:10), “for God did not appoint us to wrath, but to obtain salvation through our Lord Jesus Christ” (1 Tes. 5:9). Again, in these Scriptures we confirm that something is completely established by God when repeated three times, furthermore, we corroborate that the totality of the grace administration is protected and encouraged with these words of hope.
I was aware of the greatness of the second coming of Christ Jesus to save, to take away his Church, his body, the born-again believers, just before the catastrophe of the Apocalypse (of which we read in the book of Revelation, Daniel, etc.) I knew what 1 Corinthians and 1 and 2 Thessalonians told us about that:
1) Jesus Christ is coming to our blue heaven to resurrect and rise up all his brothers and sisters: “this corruptible must put on incorruption, and this mortal must put on immortality” (1 Cor. 15:53); those believers who died [corruptible] right since the day of Pentecost until that moment will rise first, then the rest of believers alive [mortals] at the time of his coming, “for a meeting with the Lord in the air, and in this manner we will always be with the Lord” (1 Thess. 4:17b). This is the one commonly known as “the rapture”. We will be with Jesus Christ and with God dwelling in heaven for some seven years; and after:
2) Jesus Christ is coming with us to defeat the Antichrist and his hosts and to establish his first earthly Kingdom that will last a thousand years. At the same time of his coming with us, Satan will be chained for the same thousand years in the prison of darkness, “that he should deceive the nations no more, until the thousand years should be finished, after this he must be loosed for a little time” (Rev. 20:3b).
In the free anonymous book in Google books “Heaven not our home but the renovated earth the eternal abode of the redeemed saints” (1878) we read: “The saints, crowned with glory, honour, and immortality, will reign with him [Christ] for ever over the renovated earth”. It was until that moment that I realized the great importance of the forty days that Jesus Christ walked among his disciples after his resurrection. Jesus was the living demonstration of the destiny of the born again believers on earth!
First of all it is very important to understand what happens when a person dies. Being the Bible a spiritual book revealed by God, it should include information on such an important subject, and it does, because when somebody dies, “his breath goeth forth, he returneth to his earth; In that very day his thoughts perish” (Ps. 146:4, ASV); “in death there is no remembrance of You; In the grave who will give You thanks?” (Ps. 6:5); “You are deeply concerned when one of your loyal people faces death” (Ps. 116:15, CEV); and that for the born again believer: “the last enemy to be abolished is death” (1 Cor. 15:26).
Furthermore, the believers of the Old Testament were promised to be raised from the death to enter immediately into the promised Kingdom, for example: “you shall rest [die], and will arise [resurrect] to your inheritance [the Kingdom] at the end of the days” (Dan. 12:13b), “He [God] raises the poor out of the dust [death], and lifts the needy out of the ash heap [death], that He may seat him with princes [at the Kingdom] —With the princes of His people [at the Kingdom]” (Ps. 113:7-8; 1 Sam. 2:8), “He [God] brings down to the grave [death] and brings up [resurrection]” (1 Sam. 2:6b). So, according to the Bible, the death of the believer of all times is like a sleep, because there will be an awakening, a brining up to live forever.
For the people that dies time stops and also their thoughts, until the moment of their resurrection. For them, their death is the immediate moment of their reunion with Christ; but not so for the ones that are still alive, because for them, time and thoughts are still running. That’s why death is an enemy for the believer, because it stops him from continuing preaching the wonders of God, living for God and contributing in the growth of the body of Christ, and it is also an enemy for God because it stops the believer from communicating with Him, from worshiping Him, is one member of the body that stops his activities within that body of Christ, until being raised again.
The millennium or thousand years of the Kingdom of Christ over the earth is only like the little tasting of a bigger thing, of what is still about to come once Satan is released for its last rounds, to be finally casted into the lake of fire, to allow for the definitive New Heavens and New Earth to be settled in forever. All the unfulfilled prophecies to Israel will be fulfilled in the millennium, but after that, a totally new and higher reality will be established by God Himself returning, such as in Genesis, we could see him walk and live on earth.
Of E. W. Bullinger I did learn the beautiful symmetry of the Bible: that the same God designing the symmetric patters of a leaf is the same revealing His Word and His master plan for the history of the universe. If I apply those principles, plus other inspired observations of holy men and women through the ages, those that helped me to open my own eyes, the next is what I am able to see thus far, and all this is only in part:
In Genesis we see Cherubims and the revolving sword of fire preventing Adam and Eve to return to Paradise or Eden to eat from the fruit of the three of life while at the end of Revelation we see that 12 angels at the 12 gates of the city of God that descended from heaven are preventing the people from the outside of the holy city, to enter into it, unless being worthy. Now, the fact that there is one angel per gate, representing each gate one of the tribes of Israel, each angel is going to be in the midst of the always open gates, like a porter in a soccer game, clearly indicates, at least to me, that outside of this City of gold and precious stones, there will continue being, by their free will, some humans that will be deeply evil, and robbers, cheaters, whoremongers, ambitious, depraved, witch-crafters, liars, warlocks, those seeking pleasures against nature, those developing religion based on their own lusts and passions, etc., etc. But also new generations of good people, seeking for answers, and willing to accept the free and immediate offering of Christ and of his God.
Also, in the Genesis we read the names of the four arms or branches of the river that went out of the Paradise (Euphrates, Hiddekel, Pison, Gihon), while at the end of Revelation we see inside the Holy City four arms of water emerging from a common point at the center of the holy city, from the Throne where God himself and His son Jesus Christ rule; one branch of that river of living waters emerged to the north, another to the south, another to the east, and another to the west. Whoever who willingly and freely drinks of those waters, will immediately receive immortality. And of course, the fruit of the tree of life from Genesis has its expanded parallel in the orchard of threes of life at both sides of each branch of the river of living waters. Again, to eat freely from the fruit of life will provide eternal life immediately to anyone living outside of the Divine City. It makes sense that living waters feed the roots of the trees that produce the living fruit during the whole year.
The kings of the whole earth living outside of that city of grandeur will bring their best gifts to the doors of the beloved City.
Another particular detail revealed in connection with this orchard of life is that the leaves of these trees spreading all over the city of Christ, traveling from the center of its four cardinal points, are for the healing of the nations! This again makes me think that outside of this city that descended from heaven, there will continue for ever and ever, generation after generation, a humanity with the free will to receive healing, which means that outside that perfect city, will still continue pain and suffering and the free will to end with all of that through believing and freely accepting the invitation of God and of His son, not only for a temporary physical healing, but also to eat and drink immortality.
The special interest of God through all times, first to paradise or Eden, then to the Promised land for His people, and then for a place where His own holy city will be able to comfortably descend from heaven, indicates to me than all through the ages, these are the different descriptions of one and the same piece of land where finally justice will be established, and inside which, and only inside death will exist no more, and that only from the holy city will be possible to travel through all the universe (remember the stairway to heaven that Jacob saw from that place with angels flowing through it, and the army of angels ascending and descending over the son of man).
Outside of the luminous and rich City of the Divine there will be no more ocean, so all the deepest places of the current Pacific and Atlantic oceans, etc., will be inhabitable for humans and their animals. Apparently, only fresh and drinking water will be available through rivers and lakes in the outside of the City of wonders of the New Earth. Maybe the sun and the moon will continue to exist, I don’t know, but evidently, the light emanating from the inside of the bright City of the Saints will be seen throughout the rest of the earth. The fact that the theory of probability and statistics indicate that a logical and possible scenario will be that at any given time of the eternal future, of a presence of at least a 50% of humans potentially willing to accept, by their free will, their immediate salvation and immortality (being our desire their number to be higher), which also indicates that the earth, under such future conditions perfectly planned by God, will never experience a problem of overpopulation.
"I heard a great voice out of the throne saying, “Behold!, the tabernacle of God is with men, and he shall dwell with them, and they will be his people, and God himself will be with them, and be their God, and he will wipe away every tear from their eyes, and death will be no more, neither will there be mourning, nor crying, nor pain, any more; the former things have passed away.” And he who sits on the throne said, “Behold!, I make all things new.” And he says, “Write, for these words are faithful and true”" (Rev. 21:3-5), and this was prophesied since the Old Testament: “I [God] will set My tabernacle among you, and My soul shall not abhor you. I will walk among you and be your God, and you shall be My people” (Lev. 26:11-12)!.
“Those who have been called may receive the promise of the eternal [aionion] inheritance in the Age to come” (Heb. 9:15b). “Let us hold fast the confession of our hope without wavering, for he [God] who promised is faithful” (Heb. 10:23), “you have need of patience, that, having done the will of God, you may receive the promise. For in just a little while (How little! How little!), the Coming One will come, and will not delay” (Heb. 10:36-37).
I wish to quote at least twelve points of some Scriptures after we understood that:
“We will always be with the Lord” (1 Thess. 4:17b):
1) First of all “our citizenship is in heaven, from where also we wait for a Savior, the Lord Jesus Christ, who will transform our lowly body to be like his glorious body, by the exertion of the power that he has, even to subject all things to himself” (Phil. 3:20-21). Jesus promises to provide us with a body “like his glorious body”. We will have a perfect immortal body fueled by the spirit exactly the same as the body that Christ Jesus now has! That’s why we will be able to reach every distance, every place at the reach of Christ because “our citizenship is in heaven”. Now, “to be [our body] like his [Jesus] glorious body” includes to “have flesh and bones, as you see me [Jesus] having”! (Lk. 24:39b), but with control over matter as “he vanished out of their sight” (Lk. 24:31b), and was able to cross through solid matter because “when the doors were shut where the disciples were for fear of the Jews, Jesus came and stood in the midst”, and again “Jesus comes, the doors being shut, and stood in the midst” (Jn. 20:19b,26b), with a much better facial and physical features in our visible appearance, because “he [Jesus] appeared to two of them in another form [en hetera morphe]” (Mk. 16:12a).
Our new body will be: “raised in incorruption”, and “in glory”, and “in power”, and “raised a spiritual body” (1 Cor. 15:42b,50b,52b, 43b, 44b), “a life-giving spirit”, “of heaven”, “heavenly” (1 Cor. 15:45b, 47b,48b,49b), “we will all be changed”!; “for this corruptible must put on incorruption, and this mortal must put on immortality” (1 Cor. 15:51b,52c, 53). Right here we see that both the dead believers and the living believers of that time will be fully transformed! “Through Jesus, God will bring from the grave those who have fallen asleep in him” (1 Thess. 4:14b), “the dead in Christ will rise first. Then we [any born again believers] who are alive [at the time of his coming for us], who are left, will be caught up together with them in the clouds, for a meeting with the Lord in the air, and in this manner we will always be with the Lord. So then, encourage one another with these words”! (1 Thess. 4:16b-18). These are certainly very encouraging words! This is “the coming of our Lord Jesus Christ and our gathering together to him” (2 Thess. 2:1b), the most amazing event to-date for us! And that is possible because “he [Jesus] was taken up and a cloud received him out of their [the twelve apostles] sight (Acts 1:9b), Jesus “was taken up from you into heaven”, but “shall so come in like manner as you [apostles] saw him going into heaven” (Acts 1:11b). Meanwhile we are restraining the arrival of the Antichrist, “you know what [the gift of holy spirit] is now holding him back”!, “there is one [the nature of Christ in us, the body of Christ] now holding things back until taken out of the way” (2 Thess. 2:6a,7b). And after that “the Lord Jesus will kill [that Antichrist] with the spirit from his mouth, and bring to nothing his operations by the glorious appearance of his coming”, “the revelation of the Lord Jesus from heaven, with his powerful angels” (2 Thess. 2:8b, 1:7a), and we will be those powerful angels of Jesus! “Now we see in a mirror, darkly, but then face to face. Now I know in part, but then will I know fully even as also I was fully known” (1 Cor. 13:12).
2) Peter said that “heaven must receive [Christ Jesus] until the times of restoration of all things, about which God spoke by the mouth of his holy prophets that have been from of old” (Acts. 3:21). So, we are going to be there with him in heaven, “until the times of restoration of all things”! We understand that our stay in heaven is going to be a period of seven years, to descend then to earth to defeat the antichrist and his hosts, and for the imprisonment of Satan in darkness for a thousand years. After these years, Satan goes out again for his final defeat, to be cast in the lake of fire. Then God himself with His Holy City, the New Jerusalem, will descend from heaven to establish his abode among men, and we will still be here on earth, helping Jesus Christ, and then helping God in the government of the planet and its citizens.
3) “The LORD said to my Lord, “Sit at My right hand, till I make your enemies your footstool”” (Ps. 110:1). God said to Jesus: “Sit at My right hand, till I make your enemies your footstool”, and if we are going to be always with Jesus, we are going to be at the right hand of God while the full destructions of the Apocalypse are completed, then at the final point of it, at the end of it, we will descend with him. Things that apparently exist in the heaven where God dwells are, not only the throne of God, but gigantic pearls, produced maybe in that exterior sea that surrounds the universe, twelve of them will be sculpted in heaven with the twelve names of the twelve tribes of the sons of Israel to produce the great arches of Access of the City of God which will descend from heaven (Rev. 21:12, 21), precious stones, twelve of them, huge, will form the foundations of the walls of that City that is coming from heaven, with the names of the twelve apostles of Jesus sculpted over them (Rev. 21:19-20,14), jasper, and gold pure and very fine, transparent, with which the heavenly City will be formed and its streets (Rev. 21:19,18,21), white linen, not only fine but very fine, sufficient as to be able to dress all the immortal saints and all the angels from heaven (Rev. 19:14), and also the best and most beautiful white horses (Rev. 19:11,14,19,21), etc., etc. Logics will indicate that every good thing that can be done on earth today will be done there, only perfected, best and better, and here too when that very holy Celestial City be posed over our New Earth of the future. The tabernacle of Israel and its Temple in Jerusalem, and other things, were the shadows of things that existed in the heaven of those days, and the same can be said of the provisional Temple of the future seen by Ezekiel, within the Kingdom of the thousand years of Jesus over the earth.
4) “And I saw the heavens opened, and behold, a white horse, and he who sat on it called Faithful and True, and in righteousness he judges and makes war… And the armies that are in heaven followed him upon white horses, clothed in fine linen, white and pure” (Rev. 19:11, 14), “and to you who are being afflicted to grant relief along with us at the revelation of the Lord Jesus from heaven, with his powerful angels, in flaming fire” (2 Thess. 1:7-8a). This rider on a white horse is Christ Jesus and we will be “the armies that are in heaven”, and each one of us also “followed him upon white horses, clothed in fine linen, white and pure”, we are going to receive that relief, when we are also revealed from heaven, because we are going to be “his powerful angels, in flaming fire”!. Remember that Jesus told us that the resurrected ones will be “like angels in heaven” (Mt. 22:30b; Mr. 12:25b).
5) “The sign of the Son of Man will appear in heaven, and then all the tribes of the earth will mourn, and they will see the Son of Man coming on the clouds of heaven with power and great glory. And he will send forth his angels with a loud trumpet blast, and they will gather together his chosen ones from the four winds, from the ends of the heavens to the ends of it” (Mt. 24:30-31). If Jesus is coming, we are coming also with him! Also, “with power and great glory” we are going to help him to “gather together his chosen ones from the four winds”, which includes the Hebrews and gentiles of all times until that time, that were outside of the body of Christ but that nonetheless believed in his coming and/or were good according to their consciences (Rom. 2:14-16)! With this context we can see that also the good ones alive at that time will be gathered by us to enter into the Kingdom of Jesus Christ: “So also will be the coming of the Son of Man. Then two men will be in the field; one is taken, and one is left. [“In that night there will be two men on one bed; the one will be taken, and the other will be left” (Lk. 17:34b).] Two women are grinding with a hand mill; one is taken, and one is left. Therefore, watch, for you do not know on what day your Lord comes” (Mt. 24:39b-42). This is easily understood by remembering in the context that we “will gather together his chosen ones”. Some of ‘the good sheep’ entering the Kingdom of Jesus will still be mortal, because “the child shall die one hundred years old” (Is. 65:20c), but they will also be raised to live forever.
6) “When the Son of Man comes in his glory, and all the angels with him, then he will sit on his glorious throne. And all the nations will be gathered before him, and he will separate them one from another, as the shepherd separates the sheep from the goats. And he will put the sheep on his right, but the goats on the left. Then the King will say to the ones on his right, ‘Come, you who have been blessed by my Father, inherit the kingdom that has been prepared for you from the foundation of the world... Then he will also say to the ones on the left hand, ‘Depart from me, you cursed, into the fire of the Age, which has been prepared for the Slanderer and his angels... And these will go away into punishment in the Age to come; but the righteous into life in the Age to come” (Mt. 25:31-46). The arduous work in which “all the nations will be gathered before him”, I think will be done with our help, and with the help of the rest of the angels. The order of Jesus given to the bad ones, to the “cursed” ones to “depart from” him, I think that does not include their immediate destruction, because they, and many of their descendants, will be consumed with “fire and sulfur from heaven” (Lk. 17:29-30), “and fire came down out of heaven and devoured them” (Rev. 20:9b) after the thousand years, at the same time that Satan will be finally casted out to the lake of fire, because they were completely deceived by Satan. These bad humans will experience the second death, to be left, after informed of their fate and because of the evil choices of their free will, with absolutely no option of resurrection. And we have the certainty that all the global evils over the earth, after Satan is casted to the lake of fire, “will never ever happen again” (Mt. 24:21b). Yahoo!
7) “The prince [Jesus] shall have a section on one side and the other of the holy district and the city’s property” (Ez. 45:7, 48:21)... “Moreover, apart from the possession of the Levites and the possession of the city which are in the midst of what belongs to the prince [Jesus], the area between the border of Judah and the border of Benjamin shall belong to the prince [Jesus]” (Ez. 48:22). We will be right there with Jesus, also enjoying as joint-heirs all of his properties on earth!
8) One of the missions of Jesus in the thousand years of his Kingdom will be to be the legal religious and political leader of humanity, “Yes, he [Jesus] shall build the temple of the LORD. He shall bear the glory, and shall sit and rule on His throne; so he shall be a priest on his throne, and the counsel of peace shall be between them both” (Zech. 6:13). The Temple of God will be rebuilt by Jesus Christ in his thousand year Kingdom. For his first Ministry we read: “The LORD has sworn and will not relent, “You are a priest forever according to the order of Melchizedek”” (Ps. 110:4). If he is going to fulfill this spiritual role over humanity, and we are going to be always with him, don’t you think that we are going to share with him on this assignment as well? Peter says to the born-again believers that they are like Christ, “chosen and precious in the sight of God, you also, as living stones, are built up into a spiritual house, to be a holy priesthood, to offer up spiritual sacrifices, acceptable to God through Jesus Christ... you are a chosen people, a royal priesthood, a holy nation, a people for God’s own possession, that you may proclaim the glorious attributes of him who called you out of darkness into his marvelous light” (1 Pe. 2:5,9)! If we are fellowscitizens and coparticipants of all the promises that God did to Israel for the precious blod shed by Christ, ¡this also applies to us! ¡Amen!
After the thousand years, finally the everlasting Kingdom of God and of Christ is going to be established for ever: “they [God and Christ] will reign for ever and ever” (Rev. 22:5b). “To him [Jesus] was given dominion and glory and a kingdom, that all peoples, nations, and languages should serve him. His dominion is an everlasting dominion, which shall not pass away, and his kingdom the one which shall not be destroyed” (Dan. 7:14), Jesus will submit all the enemies of God and then he himself will offer all his victory to God, for God to be the highest power on earth and of the universe: “then comes the end, when he [Jesus] delivers the kingdom to God, even the Father”, “when all things have been subjected to him [Jesus], then the Son [Jesus] will subject himself [Jesus] to him [God] who subjected all things to him [Jesus], that God may be all in all” (1 Cor. 15:24a,28). God is and always has been and will be greater than Jesus: “the Father [God] is greater than I [Jesus]” (Jn. 14:28b).
9) From the authority of Jesus we read: “To him [Jesus] shall be the obedience of the people” (Gn. 49:10d). Jesus finally will be the King of kings and Lord of lords within his millennial Kingdom, and we are going to be with him! “He shall have dominion also from sea to sea, and from the river to the ends of the earth” (Ps. 72:8). Such dominion “from sea to sea” and “from the river to the ends of the earth” will certainly need a team of trustworthy helpers: us! The nations are going to be obedient to him, and certainly we are going to be helping on this for the obedience of the nations. “The kingdom of the world is become the kingdom of our Lord, and of his Christ, and he will reign for ever and ever” (Rev. 11:15b). And we with him will “reign for ever and ever.” This eternal Kingdom of Christ, of which he will always be in charge: “shall never be destroyed”, and “it shall stand forever” (Dn. 2:44). We surely are the ones that are going to help Jesus organize the godly environment of the thousand years of his Kingdom, as we read that: “we will also reign with him [Jesus]”! (2 Tim. 2:12). In the Kingdom of Jesus of the thousand years there will be a Temple in Jerusalem built by him, however, in the everlasting Kingdom of God and of Jesus, there will be no temple at all because they both are going to dwell there: “and I saw no sanctuary in it, for the Lord God the Almighty, and the Lamb, are its sanctuary” (Rev. 21:22). The Lamb is Jesus, of whom we are body and with whom we will be forever.
10) Jesus will be also a just judge and “I saw thrones, and they sat on them, and judgment was committed to them” (Rev. 20:4a), “the Son of Man is about to come with his angels in the glory of his Father, and then will he repay each person according to what he has done” (Mt. 16:27), We, saved now by grace, are going to be those “his angels” who are going to constantly judge the rest of humanity according to their deeds! “He [Jesus] shall judge between the nations, and rebuke many people; they shall beat their swords into plowshares, and their spears into pruning hooks; nation shall not lift up sword against nation, neither shall they learn war anymore” (Is. 2:4), we are going to collaborate in the transformation of war instruments into agricultural instruments, “with righteousness he [Jesus] shall judge the poor, and decide with equity for the meek of the earth” (Is. 11:4a). “A king [Jesus] will reign in righteousness, and princes will rule with justice” (Is. 32:1), “my arms will judge the peoples; the coastlands will wait upon me, and on my arm they will trust” (Is. 51:5b), “a King [Jesus] shall reign and prosper, and execute judgment and righteousness in the earth” (Jer. 23:5b, 33:15b). “The Father does not judge anyone, but he has given all judgment to the Son [Jesus]” (Jn. 5:22), so Jesus Christ is going to do all the judging, and certainly the members of his body, us, are going to be doing something to help.
Jesus himself, after his resurrection, went to proclaim his victory to the spirits that are chained inside prisons of darkness, the ones that attempted to prevent the coming of Christ through the corruption of the human genome. We are going to rule and to judge the earth and also those angels. Jesus Christ is the head of the angels, “having become as much better than the angels as the name he has inherited is more excellent than theirs” (Heb. 1:4) and, because we are members of his body and joint-heirs with him, we are also above the angels, “heirs of God and co-heirs with Christ” (Rom. 8:17b).
“He [God] has set a day in which he is about to justly judge the inhabited world by the man whom he has appointed [Jesus], having given proof to all people by raising him out from among the dead” (Acts. 17:31). “Or do you not know that the holy ones will judge the world? And if the world is judged by you, are you incompetent to judge the trivial cases? Do you not know that we will judge angels? How much more, then, things that pertain to this life?” (1 Cor. 6:2-3). “Angels that did not keep their own domain, but left their proper habitation, he has kept in everlasting bonds under darkness for the judgment of the great Day” (Jude 6), “God did not spare angels when they sinned, but threw them down into Tartarus, the dungeon, and committed them to chains of gloomy darkness to be kept until the judgment” (2 Pe. 2:4), “[Christ was] made alive in the spirit, in which also he went and heralded his victory to the spirits in prison” (1 Pe. 3:19). Once more, we can see here that for three times it is repeated, leaving completely established, the fact that angels or spirits are bound, in prison waiting with all certainty “the judgment of the great Day”, that maybe will be included in the judgment that we are going to execute from the thrones described in Ap. 20:4a.
11) Because we are going to be kings and queens with Christ in his coming Kingdom, some of the Crowns [Stephanos] that we are going to enjoy to show our authority, are:
a) “Blessed is the man who endures temptation, for when he has been approved he will receive the crown of life, which the Lord promised to those who love him” (James 1:12), if we really love our Lord Jesus, we will endure any temptation for him, with not giving up nor giving in; Jesus is the one that promised this “crown of life” to any human (including the born again believers) that loves him and stands for him in the midst of temptation, being the biggest temptation the prospect of death, as it will happen to the future and late believers in the days of the Apocalypse (book of Revelation): “be faithful to death [tardy believers at Smyrna], and I will give you the crown of life” (Rev. 2:10b). I thank God that we, the born again believers, are not going to be there to suffer at such extremes! But it is wonderful to me to realize that this “crown of life” is promised to anyone at any time endures for Christ!, for example, to the latter believers at Philadelphia, Jesus told them something slightly different and more mild: “Because you kept the word of my patience, I also will keep you from the hour of trial, that hour which is to come upon the whole inhabited world, to test those who dwell upon the earth. I come quickly. Hold fast that which you have, so that no one takes your crown” (Rev. 3:10-11), these late believers are going to be more protected than the ones at Smyrna because these ones at Philadelphia “kept the word”! These believers will also receive “the crown of life” (as that was the last crown mentioned in context), and they, like us, even when they are going to exist in the future but not now, by the spirit of prophecy, they are teaching us that the most that we keep the full integrity of the Word of God, the more protected we are of dangers and tribulations!
b) “Shepherd the flock of God which is among you, exercising oversight, not out of compulsion, but willingly, as God would have you do it, and not for dishonorable gain, but eagerly, not lording it over those allotted to you, but being examples to the flock. And when the Chief Shepherd [Jesus] appears, you will receive the crown of glory that does not fade away” (1 Pe. 5:2-4), this crown of glory is for some of us more committed to the service of others, those of us that by our free will decided to be pastors or good shepherds of the body of believers, “being examples”, so that Jesus will give you “the crown of glory that does not fade away”! A permanent crown that does not age or gets old!
c) “What is man [you and me], that you are mindful of him? Or the Son of Man [Jesus Christ], that you visit him? You made him [you and me and Jesus before his/ours spiritual indwelling resurrection] lower than the angels for a little while [before his/ours spiritual transformation]. You crowned him [Jesus Christ and us at his coming] with glory and honor, and set him [Jesus Christ our head and us, his body, at his coming] over the works of your hands. You put all things in subjection under his feet [the head and the body of Christ, the first-fruits of His will]” (Heb. 2:6b-8a); here, by the spirit of apostleship, the divine writer declared that another Old Testament prophecy, a song written and arranged by David (Ps. 8:4-6), also applies to us! And that we are adding to our future crown of glory, also “the crown of honor”, and now “we see Jesus, who for a little while was made lower than angels, (now having been crowned with glory and honor because of the suffering of death), in order that by the grace of God he should taste death in place of everyone” (Heb. 2:9).
“And the God of peace will crush the Adversary under your feet [of all the born again believers since the day of Pentecost to the day in which Jesus Christ will come to take away his Church, the members of his body, to heaven] swiftly” (Rom. 16:20a).
d) “Everyone who is competing in the games exercises self-control in all things. Now they do it to receive a corruptible crown, but we an incorruptible” (1 Cor. 9:25), we will receive an incorruptible crown if we had “self-control in all things”!
e) “Who is our hope, or joy, or crown of boasting before our Lord Jesus at his coming? Is it not you?” (1 Thess. 2:19), “my brothers beloved and longed for, my joy and crown, so stand fast in the Lord, my beloved” (Phil. 4:1). Are you very happy when somebody that you did talk the Word of God takes a bold stand for Christ? Are they really your beloved? Well, we will receive another “crown of joy” and/or a “crown of boasting” for winning and loving new believers for Christ!
f) “I have fought the good fight, I have finished the race, I have kept the faith. In the future there is laid up for me the crown of righteousness, which the Lord, the righteous judge, will give to me at that day, and not to me only, but also to all those who have loved his appearing” (2 Tim. 4:7-8), Paul revealed to his closest collaborator at the time, Timothy, to proclaim to the rest of the believers that Christ is going to give “the crown of righteousness”, “to all those who have loved his appearing”! To all of us keeping the love for his return, loving our hope, which is the right thing to do, all of us will receive this amazing crown!, etc.
12) “The tabernacle of God is with men, and he shall dwell with them, and they will be his people, and God himself will be with them, and be their God” (Rev. 21:3b). God Himself is going to dwell on the New Earth with humanity! The New Jerusalem will be descending from heaven with God in it to dwell in earth forever! God´s arrival is amazing, while Jesus Christ and his own are living on the New Earth (where there will be as well “great and high” mountains): “and he carried me away in spirit to a mountain great and high, and showed me the holy city Jerusalem, coming down out of heaven from God” (Rev. 21:10), “and I saw the holy city, New Jerusalem, coming down out of heaven from God” (Rev. 21:2), “I [Jesus] will write upon him [the overcomer in the days of Revelation, told to the future congregation in Philadelphia] the name of my God, and the name of the city of my God (the New Jerusalem, which comes down out of heaven from my God), and my [Jesus, the Lamb] own new name” (Rev. 3:12b). Again for three times we have the complete certainty that God is coming to live forever on the New Earth! And also that: “the city has no need of the sun, nor of the moon, to shine upon it, for the glory of God has illuminated it, and its lamp is the Lamb [Jesus]” (Rev. 21:23), and if we are going to be always with Jesus, we are going to be right there, at the center of the Holy City of God that descends from heaven!
After this, the only thing left is to remind the holy ones of this time, that this is only a little taste, and to ask God in the same way as the saints of the first century did ask:
“The eyes of your heart having been enlightened in order that you may know what is the hope of his [God’s] calling, what is the riches of the glory of his [God’s] inheritance in the holy ones” (Eph. 1:18b). Paul asks God to reveal directly to us additional details related to our hope! Among other things, we need to be real experts in the hope, and in the knowledge of our inheritance, which include “riches” and “glory”, which are attributes we will share with Christ himself and with the rest of the born-again ones.
Updated Oct 22, 2020, 4:44 PM
Dec 6, 2011, 6:56 PM
La Biblia y Nuestra Eternidad
"La ciudad no tiene necesidad de que el sol y la luna brillen en ella, porque la ilumina la gloria de Dios y el Cordero es su lámpara” (Ap. 21:23).
¡Dios se viene a morar sobre la tierra!
¡Su ciudad será una ciudad de luz, Su luz!
¡Todos sus hijos estarán aquí, incluyendo Jesús, Su lámpara!
http://fdocc.ucoz.com/fdocc-eternidad.doc , http://fdocc.ucoz.com/fdocc-eternidad.pdf
La Biblia y Nuestra Eternidad,
¡Tú por siempre!
Por Fernando Castro-Chavez
“Cristo ha resucitado de entre los muertos, como primicias de los que murieron; porque así como la muerte vino por medio de un solo hombre, también por medio de un solo hombre vino la resurrección de los muertos. Pues así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: en primer lugar, Cristo; y después, cuando Cristo venga, los que son de él” (1 Cor. 15:20-23).
Imagina esto: tú eres un científico, un biólogo molecular, y estás durmiendo y soñando que Jesucristo te está dando una explicación científica, explicándote como es que es necesario que tu cuerpo entero sea cambiado, que de ser alimentado por oxígeno como ahora, va a ser alimentado por espíritu, con la finalidad de que puedas llevar a cabo tu viaje con él hacia la gran y santa ciudad donde habita Dios, el dijo que esta vida de alma actual, nuestra sangre corriendo a través de todo nuestro cuerpo, no puede aguantar el viaje debido a la carencia de oxígeno en el espacio exterior … entre otras cosas, ¡que es necesario que se lleve a cabo una transformación! Bueno, pues eso me sucedió a mí, yo tuve ese sueño, y desde entonces decidí estudiar más y más ferviente y cuidadosamente todas las cosas relacionadas con la esperanza. Yo quisiera que mi especialidad fuera en la esperanza. Mi proyecto de investigación terminó, básicamente dejé de tener trabajo. Entonces note la importancia de la esperanza en nuestras vidas. La esperanza es nuestro yelmo, nuestro casco, nuestro “anti-balas” espiritual que impide que pongamos una bala en nuestra cabeza cuando aparentemente todo va mal en el mundo, ¡en nuestro mundo! Entonces la esperanza es nuestra ancla, es nuestra propia ancla penetrante enterrada justo a los pies del más íntimo lugar donde hoy mora Dios, el lugar santísimo de su habitación celestial. Es por eso que en mi más reciente testimonio en medio de la congregación, yo testifiqué que Dios, mediante Su Palabra escrita, me había mostrado que el ancla que Él nos dio, nuestra esperanza, el ancla de nuestras almas, ¡está apuntando hacia arriba!
Justo ahora, Satán está muy extremadamente celoso de que Dios y Jesucristo ya han probado ser más inteligentes por encima de todos sus planes, así de que él va a tratar de engañar a la humanidad del futuro mediante falsificar los milagros genuinos llevados a cabo por Jesús y por Dios, la falsa “resurrección” del Anticristo se va a llevar a cabo mediante una posesión demoníaca completa de su cuerpo tres días después de su asesinato. La otra cosa que Satán va a tratar, en el Apocalipsis, de falsificar es la más asombrosa y maravillosa cosa que Dios le ha dado a la humanidad creyente; en la misma forma que Dios proporciona ahora parte de su propia naturaleza al momento de que cualquier humano cree para su nuevo nacimiento [Rom. 10:9], el Anticristo, mediante la marca de la bestia, va a intentar hacer eso…
George N. H. Peters (1825-1909) escribió que Jesús “representa el Segundo Advenimiento como un evento cuyo tiempo en el que sucederá es desconocido, y por lo tanto, en vista de esto, insiste en una constante actitud diaria de vigilancia, en caso que suceda en nuestros días… como para influir en nosotros para que lo consideremos inminente, algo muy próximo… De forma tal, que no haya posibilidad de que fallemos, cuando adoptamos su exacto lenguaje, y lo asimilamos concienzudamente y lo damos a conocer a otros como una amonestación”. Y sus apóstoles hicieron lo mismo… “porque los vemos asumir la posición que les fue mandada por el Maestro, y deseamos imitar su ejemplo” (en: “La Inminencia del Segundo Advenimiento” http://theocratickingdom.info/Studies/Imminency1.html ).
Lo que le da sentido a toda nuestra creencia es la resurrección de Jesucristo; sin esto, ¡nosotros no somos nada! Ya que él fue resucitado, nosotros también vamos a vivir de nuevo cuando él venga por nosotros, ya que somos los miembros de su cuerpo de hermanos inmortales y colaboradores eternos. Jesucristo caminó resucitado sobre esta tierra durante cuarenta días en los que enseñó, cocinó, comió, y se movió muy rápido de un lugar a otro, etc. Este fue su ejemplo de la gloria que nos espera, una demostración de lo que vamos a ser capaces de hacer en nuestros cuerpos inmortales cuando caminemos entre los mortales en esta tierra.
Nuestro entendimiento de Juan 14:6 conforme al contexto es sorprendente:
“Jesús le dijo [a su incrédulo apóstol Tomás]: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene [erjetai, un acercamiento literal] al Padre, sino por mí”” (Jn. 14:6).
Nadie mañana o pasado mañana va al íntimo lugar donde mora Dios, sino que solamente mediante Jesús. El previo contexto dice:
“No se turbe su corazón. Ustedes creen en Dios; crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchos aposentos. Si así no fuera, ya les hubiera dicho. Así que voy a preparar lugar para ustedes. Y si me voy y les preparo lugar, vendré otra vez, y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, también ustedes estén. Y ustedes saben a dónde voy, y saben el camino” (Jn. 14:1-4).
Jesucristo es la puerta de acceso para el hebreo al Reino terrenal que será restaurado en los mil años, y posteriormente se le reveló a Pablo que Cristo Jesús también es el único acceso al cielo para el creyente renacido cristiano del día de hoy. Así que ¡Jesús está ocupado hoy, preparando espacio para todos y cada uno de los que aceptan a Jesús como Señor, creyendo que Dios le levantó de entre los muertos!
Algunas Escrituras que mencionan nuestra esperanza son las siguientes:
“Jesucristo, que es nuestra esperanza” (1 Tim. 1:1b), “la promesa de la vida que es en Cristo Jesús” (2 Tim. 1:1b), “en la esperanza de la vida eterna [aionion, la vida sin final en la era venidera], la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos [kronon aionion, tiempos eternos]” (Tit. 1:2). A los colaboradores de Pablo, lo primero que les recuerda es la esperanza, la promesa de la vida eterna que se encuentra en Cristo Jesús, la cual Dios, quien nunca miente, prometió desde el principio. Por lo tanto, una gran cantidad de detalles relacionados con esta promesa que ahora se nos extiende a nosotros por gracia ¡se encuentran disponibles en el Antiguo Testamento!
Dios diseñó el plan de salvación y Jesucristo obedeció y llevó a cabo el plan de salvación. “La salvación que es en Cristo Jesús” incluye “gloria eterna [aionion, sin final]” (2 Tim. 2:10b)! Somos “herederos conforme a la esperanza de la vida eterna [aionion, vida permanente en la Era venidera]” (Tit. 3:7b).
“Acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo” (1 Tes. 1:2-3). Aquí, el ejemplo de los Tesalonicenses es que ellos actuaron en las tres cosas que ahora tenemos: “la fe, la esperanza y el amor. Pero el más importante de todos es el amor” (1 Cor. 13:13). Sin embargo, ¡la esperanza los llenó de paciencia! Vemos una fórmula similar en otro sitio: “Hemos recibido noticias de la fe de ustedes en Cristo Jesús, y del amor que tienen por todos los santos, a causa de la esperanza que en los cielos les está reservada” (Col. 1:4-5a). Aquí aprendemos que nuestra esperanza se encuentra almacenada en un lugar completamente seguro: ¡los cielos! Y, desde luego, vamos a estar allí en las Alturas durante al menos nuestros primeros siete años después de nuestra reunión con Cristo. “Inamovibles en la esperanza del evangelio que han recibido” (Col. 1:23b). Las “Buenas Noticias”, el “Evangelio” para nuestra era de gracia que estamos viviendo ahora es la esperanza, ¡que vamos a vivir para siempre con nuestro Señor Jesucristo! Y que ¡“es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria”! (Col. 1:27b). Ya que tenemos la naturaleza espiritual de Cristo en nosotros, tenemos la gloriosa esperanza de la vida eterna, estamos llenos de gozo, ¡no más lágrimas y no más muerte!
“Deseamos que cada uno de ustedes muestre el mismo entusiasmo hasta el fin, para la plena certeza de su esperanza y para que no se hagan perezosos, sino que sigan el ejemplo de quienes por medio de la fe y la paciencia heredan las promesas” (Heb. 6:11-12). Necesitamos ser diligentes para estudiar todo lo que podamos acerca de la esperanza, la cual es nuestra plena certeza, ya que creyendo en esta información y permaneciendo en la paciencia, seremos capaces de convencernos de que ciertamente somos los herederos de las promesas, de la plena herencia de Cristo y de los otros creyentes, ya que todos los renacidos somos coherederos.
“Cristo, en cambio, como hijo es fiel sobre su casa, que somos nosotros, si mantenemos la confianza firme hasta el fin y nos gloriamos en la esperanza” (Heb. 3:6). No solamente somos el cuerpo de Cristo, somos su casa, con instrumentos y herramientas para honor (cubiertos de mesa) y otras herramientas para un honor menos deseable (sanitario). Necesitamos ser audaces y confiados en la esperanza que tenemos, permaneciendo firmes “hasta el fin”. “Nos regocijamos en la esperanza de la gloria de Dios” (Rom. 5:2b). Con todo orgullo anunciamos nuestra esperanza, la cual es “la gloria de Dios” para nosotros. Dios es glorificado al cumplir finalmente con Su plan inicial de una vida salva para Sus hijos, para los Suyos, y nosotros compartimos plenamente la gloria de la victoria de Jesucristo y todo lo que ella implica. “Esta esperanza no nos defrauda” (Rom. 5:5a). Todo lo demás en la vida pudiera ser decepcionante, sin embargo, la esperanza prometida a nosotros por Dios y confirmada por Cristo, ¡esa jamás nos va a decepcionar!
“Si lo perecedero era glorioso, mucho más glorioso será lo permanente. Por lo tanto, como nosotros tenemos tal esperanza, actuamos con plena libertad” (2 Cor. 3:11b-12). Nuestra esperanza es nuestra vida eterna, algo que permanece, algo con una “permanente gloria”. Con una esperanza como esta, aprendemos a estar completamente confiados en lo que decimos. Y de nuevo, parte de esta esperanza que tenemos incluye que “en los cielos tenemos de Dios un edificio [un cuerpo perfecto e individual para cada uno de nosotros], una casa eterna, la cual no fue hecha por manos humanas” (2 Cor. 5:1b), también llamada “nuestra casa celestial” (2 Cor. 5:2b), “para que lo mortal sea absorbido por la vida” (2 Cor. 5:4b), “Dios es quien nos hizo para este fin, y quien nos dio su espíritu en garantía de lo que habremos de recibir” (2 Cor. 5:5).
“Dios, queriendo demostrar claramente a los herederos de la promesa que sus propósitos no cambian, les hizo un juramento, para que por estas dos cosas que no cambian, y en las que Dios no puede mentir, tengamos un sólido consuelo los que buscamos refugio y nos aferramos a la esperanza que se nos ha propuesto. Esta esperanza mantiene nuestra alma firme y segura, como un ancla, y penetra hasta detrás del velo, donde Jesús, nuestro precursor, entró por nosotros y llegó a ser sumo sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec” (Heb. 6:17b-20). En Abraham, nuestro padre en la creencia, Dios hizo un juramento con nosotros, a nosotros, o para nosotros, para animarnos. Aquí vemos que la esperanza es nuestro refugio, la siempre presente esperanza que se encuentra frente a nuestras narices. Nuestra esperanza es un ancla para nuestras almas, segura y firme, que penetra hasta los sitios más íntimos de la habitación de Dios, donde Cristo Jesús se encuentra ahora mismo, al lado derecho de Dios, ¡siendo Jesús el perfecto mediador de la humanidad! Los humanos de ahora y los humanos de la Nueva Tierra; el ancla es aquello que permite que el navío de nuestra vida se mantenga estable independientemente de las circunstancias, evitando que nuestra vida sea sacudida y arrojada de un lado a otro.
“Tenemos una esperanza mejor, por la cual nos acercamos a Dios” (Heb. 7:19b). Tenemos esa mejor esperanza traída por Jesús, mejor que la que trajo la ley de Moisés. Con la esperanza que hoy tenemos, “nos acercamos a Dios”! ¿Y qué tan cerca es eso? Tan cerca como Jesucristo estando a la diestra de Dios, el lugar donde todos nosotros, creyentes renacidos, vamos a estar, conforme al corazón y a la Palabra de Dios.
“La creación aguarda con gran impaciencia la manifestación de los hijos de Dios (porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza), pero todavía tiene esperanza, pues también la creación misma será liberada de la esclavitud de corrupción, para así alcanzar la libertad gloriosa de los hijos de Dios” (Rom. 8:19-21). Una vez que recibamos nuestra herencia, comenzando con nuestra vida eterna, eso tendrá consecuencias universales benéficas, no solamente para nosotros, sino también para el resto de la creación. Pienso, por ejemplo, en los ángeles que ignoran una gran cantidad de cosas relacionadas con nuestra salvación, que aún ahora les enseñamos nosotros acerca de esto, con nuestras palabras, con nuestras acciones, con la edificación del cuerpo de Cristo: “éstas son cosas que aun los ángeles quisieran contemplar” (1 Pe. 1:12b), “para dar a conocer ahora, por medio de la iglesia [que somos nosotros], su [de Dios] multiforme sabiduría a los principados y poderes [ángeles] en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que [Dios] llevó a cabo por medio de Cristo Jesús nuestro Señor, en quien tenemos seguridad y confiado acceso [a Dios] por medio de la fe en él [Jesús]” (Ef. 3:10-11), “la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos” (Rom. 16:25b).
“En esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; ya que lo que alguno ve, ¿para qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos” (Rom. 8:24-25). ¡“Gocémonos en la esperanza”! (Rom. 12:12a). ¡Nuestra esperanza es razón de regocijo! Es algo que no vemos ahora, pero que “con paciencia lo aguardamos”.
“Las cosas que se escribieron antes, se escribieron para nuestra enseñanza, a fin de que tengamos esperanza por medio de la paciencia y la consolación de las Escrituras” (Rom. 15:4). Éstas son cosas que fueron escritas para nuestro aprendizaje en el pasado, por ejemplo en el Antiguo Testamento y en los tiempos de Jesús, ya que debido al rechazo de Israel como nación a su Salvador y Rey Jesucristo, por la extensión de la gracia de Dios a nosotros, y relacionada con la esperanza, ¡que también aplican a nosotros (aunque a niveles muy superiores)! ¿Cómo es que yo, previamente gentil conforme a la clasificación del Antiguo Testamento, sé que esto es así? Debido al contexto del mismo capítulo, leamos: “Los gentiles esperarán en él [en Jesús, escribió Isaías en el A.T.] Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo” (Rom 15:12b-13). Dios desea que abundemos en esperanza, en nuestro entendimiento de la esperanza, esto es, y en nuestra creencia en ella. Una de las cosas que el poder de espíritu santo proporciona es abundancia de conocimiento relacionado con la esperanza, es como si el espíritu santo fuera el magneto ¡atrayendo las partículas del hierro de la esperanza escritas a través de todas las Escrituras! A Dios se le llama “el Dios de esperanza”. ¡La esperanza que Él nos da nos llena de todo gozo y paz! Como está escrito:
“La promesa se recibe por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia, tanto para los que son de la ley como para los que son de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros. Como está escrito: “Te he puesto por padre de muchas naciones”. Y lo es delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no existen, como si existieran” (Rom. 4:16-17). ¡Somos descendientes de Abraham en la creencia! La promesa que Dios hizo a Abraham referente a la herencia de “la tierra prometida” ¡ahora nos es dada a nosotros en él! “Los justos heredarán la tierra y para siempre vivirán en ella” (Sal. 37:29). ¿Acaso somos justos los renacidos? ¡Definitivamente! ¿Somos herederos de la tierra? ¡Absolutamente! ¡Somos los genuinos dueños de ella! “Que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzara a los gentiles, a fin de que por la fe recibiéramos la promesa del espíritu” (Gál. 3:14b). “¿para qué sirve la ley? Pues fue añadida por causa de las transgresiones, hasta que viniera la simiente, a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en manos de un mediador” (Gál. 3:19), “para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuera dada a los creyentes” (Gál. 3:22b). Y nosotros somos “los creyentes”, ¡los beneficiarios de la promesa inicialmente dada a Abraham! “Si ustedes son de Cristo, ciertamente son linaje de Abrahán y, según la promesa, herederos” (Gál. 3:29), “hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa” (Gál. 4:28).
¡“Por medio del evangelio, los no judíos son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús”! (Ef. 3:6).
“Ustedes, luego de haber oído la palabra de verdad, que es el evangelio que los lleva a la salvación, y luego de haber creído en él [Jesucristo], fueron sellados con espíritu santo de la promesa, que es la garantía de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida [por Dios], para alabanza de su gloria” (Ef. 1:13b-14).
“Porque todas las promesas de Dios en él son “Sí”. Por eso, por medio de él también nosotros decimos “Amén”, para la gloria de Dios. Y es Dios el que nos confirma con ustedes en Cristo, y es Dios el que nos ha ungido, y es Dios el que también nos ha marcado con su sello, y el que, como garantía [arrabona, arras], ha puesto al espíritu en nuestros corazones” (2 Cor. 1:21-22). Dios estableció el cuerpo de Cristo, Dios nos ungió como Él ungió a Cristo, ahora tenemos el mismo espíritu de Dios. Dios también nos selló y puso Su espíritu en nosotros como un depósito, “como garantía” de nuestra esperanza y de todo lo que “está por venir”.
Jesús dijo: “También tengo otras ovejas [sabemos que ahora son los gentiles, ¡y que en el futuro se incluirá a los buenos ángeles!], que no son de este redil; también a aquéllas debo traer, y oirán mi voz, y habrá un rebaño y un pastor [ahora el cuerpo de Cristo, pero en el futuro, el Reino sin final]” (Jn. 10:16). ¿Y porqué digo que en el futuro?, debido a la sorprendente declaración presente en Efesios:
“[Dios] nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, para que cuando llegara el tiempo señalado reuniera todas las cosas en Cristo, tanto las que están en los cielos [ángeles], como las que están en la tierra [humanos]. En él asimismo participamos de la herencia, pues fuimos predestinados conforme a los planes del que todo lo hace según el designio de su voluntad” (Ef. 1:9-11).
“¿Cuál es nuestra esperanza o gozo delante de nuestro Señor Jesucristo? ¿De qué corona puedo vanagloriarme cuando él venga, si no es de ustedes? Porque son ustedes el motivo de nuestro orgullo y de nuestro gozo” (1 Tes. 2:19-20). A la segunda venida de nuestro Señor Jesús, él levantará a toda su Iglesia, todos los que creyeron en él desde Pentecostés, y esto claramente indica que vamos a ser capaces de reconocernos unos a otros, y estaremos agradecidos con aquellos que nos encaminaron a la salvación y aquellos que perseveraron pastoreándonos y educándonos en la Palabra de Dios.
“Los [del mundo] que no tienen esperanza” (1 Tes. 4:13b). Tenemos la esperanza, una esperanza asegurada claramente descrita en los siguientes versos del mismo capítulo: “Dios levantará con Jesús a los que murieron en él” (1 Tes. 4:14b), “luego nosotros [creyentes renacidos], los que aún vivamos y hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes” (1 Tes. 4:17a). Pero también tenemos una más remota o distante esperanza también claramente descrita en la Biblia, y es nuestro gozo el compartir esta esperanza con otros, de tal forma que nuestra eternidad está más o menos delineada por Dios en Su Palabra. Nos ponemos “como casco [yelmo] la esperanza de la salvación” (1 Tes. 5:8b), este es el mismo yelmo que se describe como parte de la armadura de Dios en Efesios (Ef. 6:17a). Así de que la esperanza mantiene a nuestra cabeza protegida, llena de paciencia, ¡para no perderla!
“Nuestro Señor Jesucristo mismo, y nuestro Dios y Padre, que nos amó y nos dio consuelo eterno [aionion, sin final] y buena esperanza por gracia” (2 Tes. 2:16b). El Consuelo o aliento que ambos, Jesucristo y Dios nos proporcionan, es eterno, y es bueno, ¡ya que se relaciona con nuestra esperanza!
“En aquel tiempo ustedes estaban sin Cristo, vivían alejados de la ciudadanía de Israel y eran ajenos a los pactos de la promesa; vivían en este mundo sin Dios y sin esperanza” (Ef. 2:12). Este versículo es bastante profundo porque dice que ahora nosotros no estamos excluidos de la ciudadanía del celestial o verdadero Israel, “nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; él [Jesús] transformará el cuerpo de nuestra humillación, para que sea semejante al cuerpo de su gloria, por el poder con el que puede también sujetar a sí mismo todas las cosas” (Fil. 3:20-21), “en Cristo Jesús nada valen la circuncisión ni la incircuncisión, sino una nueva creación. Y a todos los que anden conforme a esta regla, que la paz y la misericordia sean con ellos, y con el Israel de Dios” (Gál. 6:15-16), el cual estará en plena operación en el milenio del Reino de Jesucristo, y que no tiene absolutamente nada que ver con el actual estado de ‘Israel’. Esto significa que simplemente debido a nuestro nuevo nacimiento, nosotros somos ciudadanos del verdadero Israel, ¡y ahora nosotros estamos incluidos en los “pactos de la promesa”!, con una clara y característica esperanza y con un sorprendente Dios. Así que, ¡es mejor que comencemos a estudiar esos “pactos de la promesa” que se ven en el Antiguo Testamento y que ahora aplican a nosotros!
“Así como ustedes fueron llamados a una sola esperanza, hay también un cuerpo y un espíritu” (Ef. 4:4). Este “un sólo cuerpo” es el cuerpo de Cristo al que todos los creyentes renacidos pertenecen, el “un sólo espíritu” es la naturaleza divina que recibimos cuando recibimos a Jesús como nuestro Señor viviente, y la “una sola esperanza” es la esperanza de nuestra vida eterna y todo pequeño y sorprendente detalle que se incluye en la Biblia para describirla.
“Que permanezca en ustedes lo que han oído desde el principio. Si lo que han oído desde el principio permanece en ustedes, también ustedes permanecerán en el Hijo y en el Padre. Y ésta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna [aionion, sin final]” (1 Jn. 2:24-25). “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado [revelado] lo que hemos de ser. Pero sabemos que, cuando él se manifieste [cuando él se revele], seremos semejantes a él [Jesucristo] porque lo veremos [a Jesucristo] tal como él [Jesucristo] es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro” (1 Jn. 3:2-3).
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por su gran misericordia y mediante la resurrección de Jesucristo nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, para que recibamos una herencia incorruptible, incontaminada e imperecedera. Esta herencia les está reservada en los cielos a ustedes, que por medio de la fe son protegidos por el poder de Dios, para que alcancen la salvación, lista ya para manifestarse cuando llegue el momento final” (1 Pe. 1:3-5). Nuestra esperanza no está muerta, es “una esperanza viva” que hacemos bien en conocer con el mayor detalle que es posible que sea conocida hoy.
“[Jesús] ya había sido destinado [conocido de antemano] desde antes de que Dios creara el mundo, pero que se manifestó en estos últimos tiempos por amor a ustedes. Por él ustedes creen en Dios, que fue quien lo resucitó de los muertos y lo ha glorificado, para que ustedes tengan puesta su fe y su esperanza en Dios” (1 Pe. 1:20-21). Nuestra esperanza y creencia están puestas en Dios, no en hombres.
“Honren en su corazón a Cristo, como Señor, y manténganse siempre listos para defenderse, con mansedumbre y respeto, ante aquellos que les pidan explicarles la esperanza que hay en ustedes. Tengan una buena conciencia...” (1 Pe. 3:15-16a). Necesitamos tener los detalles de nuestra esperanza en la punta de nuestra lengua, para expresarla “con mansedumbre y respeto”, así como con “una buena conciencia”, por lo que necesitamos saber, sin ser inflados por nuestro conocimiento de ella y de su grandeza.
Ya hemos visto la gran sencillez de la profecía una vez que la buena instrucción y/o el ejemplo y la Palabra de Dios y el don de espíritu santo moran dentro de nosotros. Este santo espíritu, la naturaleza espiritual de Cristo en nosotros, ¡es “el re-frenador”! “Y ahora ustedes saben bien qué es lo que lo detiene [al hijo de destrucción], a fin de que a su debido tiempo [en el Apocalipsis] se manifieste. Porque el misterio de la iniquidad ya está en acción, sólo que en este momento hay quien lo detiene [el cuerpo de Cristo], hasta que él a su vez sea quitado de en medio [al momento de nuestra colectiva reunión con él]” (2 Tes. 2:6-7).
Todos estos antecedentes me parece que eran necesarios para preceder a lo que por necesidad será un capítulo profético basado principalmente en profecía respecto al futuro. De nuevo, esta es solamente una parte pequeña de lo que se me ha permitido percibir dejando las puertas abiertas de par en par para que continuas maravillas y prodigios sigan siendo reveladas a cada uno de los que leen estas palabras.
“Con mucha más razón, habiendo sido ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira” (Rom. 5:9), “y esperar de los cielos a Jesús, su Hijo, a quien Dios resucitó de los muertos, y que es quien nos libra de la ira venidera” (1 Tes. 1:10), “Dios no nos ha puesto para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tes. 5:9). De nuevo con estas escrituras confirmamos que algo queda completamente establecido por Dios al ser repetido por tres veces, además, comprobamos que la totalidad de la administración de la gracia está protegida y es alentada con estas palabras de esperanza.
Yo ya sabía acerca de la grandeza de la segunda venida de Cristo Jesús a salvar, a llevarse a su Iglesia, su cuerpo, los creyentes renacidos, justo antes de la catástrofe del Apocalipsis (del que leemos en el libro de Revelación (Apocalipsis), Daniel, etc.) Yo sabía lo que 1 Cor., y 1 y 2 de Tes. nos decían acerca de eso:
1) Jesucristo viene a nuestro cielo azul a resucitar y a levantar a todos sus hermanos y hermanas: “Porque es necesario que lo corruptible se vista de incorrupción, y lo mortal se vista de inmortalidad” (1 Cor. 15:53); aquellos creyentes que murieron [corruptibles] justo desde el día de Pentecostés se levantarán primero, luego el resto de los creyentes que estén vivos [mortales] al momento de su venida, “para recibir en el aire al Señor, y así estaremos con el Señor siempre” (1 Tes. 4:17b). Este es el comúnmente conocido como “el rapto”. Estaremos con Jesucristo y con Dios morando en el cielo por unos siete años; y luego:
2) Jesucristo viene con nosotros para derrotar al Anticristo y sus ejércitos y a establecer su primer reino terrenal que durará mil años. Al mismo tiempo de su venida con nosotros, Satán será encadenado durante esos mil años en la prisión de tinieblas, “para que no volviera a engañar a las naciones hasta el cabo de los mil años. Después de esto es necesario que se le suelte por un poco de tiempo” (Ap. 20:3b).
En el gratuito libro anónimo en Google books “Heaven not our home but the renovated earth the eternal abode of the redeemed saints” (1878) leemos: “Los santos, coronados con gloria, honor, e inmortalidad, reinarán con él [Cristo] para siempre sobre la tierra renovada”. No fue sino hasta ese momento que me di cuenta de la gran importancia de los 40 días que Jesús caminó entre sus discípulos después de su resurrección. ¡Jesús fue la demostración viviente del destino de los creyentes renacidos sobre la tierra!
Primero que nada es muy importante entender que es lo que pasa cuando una persona muere. Siendo la Biblia el libro espiritual revelado por Dios, ha de incluir información sobre ese importante tema, y lo hace, ya que cuando alguien muere, “el día que mueren, vuelven a la tierra,
y en ese mismo día perecen sus pensamientos” (Sal. 146:4); “en la muerte, no hay memoria de ti;
en el sepulcro no hay quien te alabe” (Sal. 6:5); “Mucho le cuesta al Señor ver morir a los que lo aman” (Sal. 116:15, DHH); y que para el creyente renacido: “el último enemigo que será destruido es la muerte” (1 Cor. 15:26).
Además, a los creyentes del Antiguo Testamento se les prometió que serían levantados de la muerte para entrar inmediatamente en el Reino prometido, por ejemplo: “y reposarás [morirás], y te levantarás [resucitarás] para recibir tu heredad [el Reino] al fin de los días” (Dan. 12:13b), “El Señor levanta de la nada [la muerte] al pobre, y saca del muladar [la muerte] al pordiosero, para darles a los dos un lugar entre los príncipes [en el Reino], entre los gobernantes de su pueblo [en el Reino]” (Sal. 113:7-8; 1 Sam. 2:8), “[Dios] nos lleva al sepulcro [muerte], y nos rescata de él [resurrección]” (1 Sam. 2:6b). Así de que, de acuerdo con la Biblia, la muerte del creyente de todos los tiempos es como un dormir, ya que habrá un levantamiento, un traer a la vida para siempre.
Para la gente que muere el tiempo se detiene y también sus pensamientos, hasta el momento de su resurrección. Para ellos, su muerte es el momento inmediato de su reunión con Cristo; sin embargo este no es el caso para aquellos que aún siguen vivos, porque para ellos, el tiempo y los pensamientos siguen su marcha. Es por eso que la muerte es un enemigo del creyente, porque le detiene de continuar predicando las maravillas de Dios, viviendo para Dios y contribuyendo en el crecimiento de cuerpo de Cristo, y es también un enemigo de Dios debido a que detiene al creyente de comunicarse con Él, de adorarle a Él, es un miembro del cuerpo que detiene sus actividades dentro de ese cuerpo de Cristo, hasta que sea levantado de nuevo.
El milenio o mil años del Reino de Cristo sobre la tierra es solamente como la pequeña probada o catada de algo mayor, de lo que aún está por venir una vez que Satán es liberado para sus últimas rondas, para ser finalmente arrojado al lago de fuego, para permitir que los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra sean establecidos para siempre. Todas las profecías no cumplidas para Israel serán cumplidas en el milenio, pero después de eso, una completamente nueva y superior realidad será establecida por Dios mismo regresando, para que como en Génesis, lo veamos caminar y vivir en la tierra.
De E. W. Bullinger aprendí la hermosa simetría de la Biblia: que el mismo Dios que ha diseñado los patrones simétricos de una hoja vegetal es el mismo que ha revelado Su Palabra y Su plan maestro para la historia del universo. Si aplico esos principios, más otras observaciones inspiradas de santos hombres y mujeres a través de las edades, los que me ayudaron a abrir mis ojos, lo siguiente es lo que soy capaz de percibir hasta ahora, y todo esto es solamente “en parte”:
En Génesis vemos querubines y a la espada de fuego revoloteando para prevenir que Adán y Eva regresaran al Paraíso o Edén a comer del fruto del árbol de la vida mientras que al final del Apocalipsis vemos que 12 ángeles en las 12 puertas de acceso a la ciudad de Dios que descendió del cielo están impidiéndole a la gente de afuera de la santa ciudad, a entrar a ella, al menos que sean dignos. Ahora, el hecho de que hay un ángel por puerta, cada puerta representando una de las tribus de Israel, cada ángel va a estar al centro de las puertas siempre abiertas, como un portero en un partido de soccer, claramente indica, al menos a mí, que fuera de esta ciudad de oro y piedras preciosas continuará habiendo, por su libre voluntad, algunos humanos que serán profundamente malos, y rateros, engañadores, fornicarios, ambiciosos, depravados, brujos, mentirosos, aquellos buscando placeres en contra de la naturaleza, aquellos desarrollando religión basados en sus propios deseos y pasiones, etc., etc. Pero también nuevas generaciones de gente buena, buscando respuestas, y estando dispuestas a aceptar la gratuita e inmediata oferta de Cristo y de su Dios.
También, en Génesis leemos los nombres de los cuatro brazos del río que salía del Paraíso (Eufrates, Hidekel, Pisón, Gihón), mientras que al final del Apocalipsis vemos dentro de la Santa Ciudad cuatro brazos de agua emergiendo de un punto común al centro de la santa ciudad, a partir del Trono donde Dios mismo y Su hijo Jesucristo rigen; un brazo de ese río de aguas vivas brotará hacia el norte, otro hacia el sur, otro al este y otro al oeste. Quien voluntaria y libremente beba de esas aguas, inmediatamente recibirá inmortalidad. Y desde luego, el fruto del árbol de la vida del Génesis tiene su paralelo expandido en el huerto de árboles de vida a ambos lados de cada brazo del río de las aguas vivas. De nuevo, el comer libremente del fruto de vida proporcionará vida eterna de inmediato a cualquiera viviendo fuera de la ciudad divina. Tiene sentido que las aguas vivas alimentan las raíces de los árboles que producen el fruto de vida durante todo el año.
Los reyes de toda la tierra que vivan fuera de esa ciudad de esplendor traerán sus mejores regalos a las puertas de la amada ciudad.
Otro detalle en particular revelado en conexión con este huerto de vida es que las hojas de estos árboles que se extienden por toda la ciudad de Cristo, viajando a partir del centro de sus cuatro puntos cardinales, ¡son para la sanidad de las naciones! Esto de nuevo me hace pensar que fuera de esta ciudad que descendió del cielo, continuará por siempre jamás, generación tras generación, una humanidad con la libre voluntad de recibir sanidad, lo que significa que fuera de esa ciudad perfecta, continuará habiendo dolor y sufrimiento y que la libre voluntad para terminar con todo eso es mediante la creencia y el aceptar libremente la invitación de Dios y de Su hijo, no solamente para sanidad física temporal, sino también para beber y comer inmortalidad.
El interés especial de Dios a través de todos los tiempos, primero por el paraíso o Edén, luego por la tierra Prometida para Su gente, y luego por el lugar donde Su propia ciudad santa será capaz de descender confortablemente desde el cielo, me indica que a través de todas las edades, éstas han sido diferentes descripciones de uno y el mismo pedazo de tierra donde finalmente la justicia será establecida, y dentro de la cual, y solamente dentro de ella, la muerte no existirá jamás, y que solamente a partir de la ciudad santa se podrá viajar a través de todo el universo (recordemos la escalera al cielo que vio Jacob desde ese lugar con ángeles fluyendo de ella, así como el ejército de ángeles ascendiendo y descendiendo sobre el hijo del hombre).
Fuera de la rica y luminosa Ciudad de lo Divino no habrá más océano, así de que todos los más profundos lugares de los actuales océanos Pacífico y Atlántico, etc., serán habitables por humanos y sus animales. Aparentemente, solamente agua fresca y potable estará disponible mediante ríos y lagos en el exterior de la Ciudad de maravillas de la Nueva Tierra. Tal vez el sol y la luna continuarán existiendo, no sé, pero evidentemente, la luz emanando desde el interior de la luminosa Ciudad de los Santos será vista a través del resto de la tierra. El hecho de que la teoría de la probabilidad y la estadística indica que un escenario lógico y posible será que en cualquier momento del futuro eterno, habrá una presencia de al menos un 50% de humanos potencialmente dispuestos a aceptar, por su libre voluntad, su salvación e inmortalidad inmediata (siendo nuestro deseo que su número sea más alto), lo que también indica que la tierra, bajo tales condiciones futuras perfectamente planeadas por Dios, nunca experimentará un problema de sobrepoblación.
"Oí que desde el trono salía una potente voz, la cual decía: “Aquí está el tabernáculo de Dios con los hombres. Él vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Dios enjugará las lágrimas de los ojos de ellos, y ya no habrá muerte, ni más llanto, ni lamento ni dolor; porque las primeras cosas habrán dejado de existir”. El que estaba sentado en el trono dijo: “Mira, yo hago nuevas todas las cosas”. Y me dijo: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas”" (Ap. 21:3-5), ¡y esto estaba profetizado desde el Antiguo Testamento: “Yo [Dios] estableceré mi residencia en medio de ustedes, y no los rechazaré. Andaré entre ustedes, y yo seré su Dios, y ustedes serán mi gente” (Lev. 26:11-12)!
“Que los llamados reciban la promesa de la herencia eterna [aionion, en la Era venidera]” (Heb. 9:15b). “Mantengamos firme y sin fluctuar la esperanza que profesamos, porque fiel es el [Dios] que prometió” (Heb. 10:23), “lo que ustedes necesitan es tener paciencia; para que, una vez que hayan hecho la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido darnos. "Porque dentro de muy poco tiempo el que ha de venir, vendrá y no tardará" (Heb. 10:36-37).
Quisiera citar al menos doce puntos de algunas Escrituras después de que entendemos que:
“Estaremos siempre con el Señor” (1 Tes. 4:17b):
1) Primero que nada “nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; él transformará el cuerpo de nuestra humillación, para que sea semejante al cuerpo de su gloria, por el poder con el que puede también sujetar a sí mismo todas las cosas” (Fil. 3:20-21). Jesús prometió equiparnos con un cuerpo “semejante al cuerpo de su gloria”. ¡Vamos a tener un perfecto cuerpo inmortal energizado por el espíritu como el cuerpo que Cristo Jesús tiene ahora! Es por eso que vamos a ser capaces de alcanzar toda distancia, todo lugar al alcance de Cristo porque “nuestra ciudadanía está en los cielos”. Ahora, “para que [nuestro cuerpo] sea semejante al cuerpo de su [Jesús] gloria” incluye tener carne y huesos, ¡“como pueden ver que yo [Jesús] los tengo”! (Lc. 24:39b), pero con control sobre la materia ya que “él desapareció de su vista” (Lc. 24:31b), y fue capaz de cruzar a través de la materia sólida ya que “los discípulos estaban reunidos a puerta cerrada en un lugar, por miedo a los judíos. En eso llegó Jesús, se puso en medio”, y de nuevo “estando las puertas cerradas, Jesús llegó, se puso en medio de ellos” (Jn. 20:19b,26b), con mucho mejor rasgos faciales y físicos en nuestra apariencia visible, ya que “Jesús se apareció, en otra forma [en hetera morphe], a dos de ellos” (Mc. 16:12a).
Nuestro nuevo cuerpo será: “levantado en incorrupción” (1 Cor. 15:42b,50b,52b), y “en gloria” y “en poder”, y “se levantará un cuerpo espiritual” (1 Cor. 15:43b, 44b), “un espíritu que da vida”, “del cielo”, “celestial” (1 Cor. 15:45b, 47b,48b,49b), ¡“todos seremos transformados”! (1 Cor. 15:51b,52c); “porque es necesario que lo corruptible se vista de incorrupción, y lo mortal se vista de inmortalidad” (1 Cor. 15:53). ¡Justo aquí vemos que tanto los creyentes muertos y los creyentes que vivan en ese tiempo serán completamente transformados! “Dios levantará con Jesús a los que murieron en él” (1 Tes. 4:14b), ¡“los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros [cualquier creyente renacido], los que aún vivamos y hayamos quedado [al momento de su venida por nosotros], seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes, para recibir en el aire al Señor, y así estaremos con el Señor siempre. Por lo tanto, anímense unos a otros con estas palabras”! (1 Tes. 4:16b-18). ¡Éstas ciertamente que son palabras muy alentadoras! Esta es “la venida de nuestro Señor Jesucristo y nuestra reunión con él” (2 Tes. 2:1b), ¡el más sorprendente evento hasta la fecha para nosotros! Y esto es posible ya que a Jesús sus apóstoles “lo vieron elevarse y ser recibido por una nube, que lo ocultó de sus ojos” (Hch. 1:9b), el Jesús “que ustedes [los apóstoles] han visto irse al cielo”, “vendrá de la misma manera que lo vieron desaparecer” (Hch. 1:11b). Mientras tanto estamos frenando la llegada del Anticristo, ¡“ustedes saben bien qué es lo que lo detiene [el don del santo espíritu]”!, “hay quien [la naturaleza de Cristo en nosotros, el cuerpo de Cristo] lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio” (2 Tes. 2:6a,7b). Y después de eso “el Señor [Jesús] matará [a ese Anticristo] con el espíritu de su boca y destruirá [desactivará sus operaciones] con el resplandor de su venida”, “cuando el Señor Jesús se manifieste [sea revelado] desde el cielo con sus poderosos ángeles” (2 Tes. 2:8b, 1:7a), ¡y nosotros seremos esos poderosos ángeles de Jesús! “Ahora vemos con opacidad, como a través de un espejo, pero en aquel día veremos cara a cara; ahora conozco en parte, pero en aquel día conoceré tal y como soy conocido” (1 Cor. 13:12).
2) Pedro dijo que “es necesario que el cielo reciba a Jesús hasta el momento en que todas las cosas sean restauradas, lo cual Dios ya ha anunciado desde los tiempo antiguos por medio de sus santos profetas” (Hch. 3:21). Así que, ¡vamos a estar allá en el cielo con él, “hasta el momento en que todas las cosas sean restauradas”! Entendemos que nuestra estancia en el cielo va a ser un periodo de siete años, para entonces descender a la tierra a desafiar al anticristo y sus ejércitos, y para el apresamiento de Satán en obscuridad durante mil años. Después de estos años, Satán sale de nuevo para su derrota final, para ser arrojado en el lago de fuego. Entonces Dios mismo con Su Santa Ciudad, la Nueva Jerusalén, descenderá del cielo para establecer su morada entre los hombres, y nosotros seguiremos aquí sobre la tierra, ayudando a Jesucristo, y entonces ayudando a Dios en el gobierno del planeta y sus ciudadanos.
3) “Palabra del Señor a mi señor: "Siéntate a mi derecha, hasta que yo ponga a tus enemigos por estrado de tus pies"” (Sal. 110:1). Dios le dijo a Jesús: “Siéntate a la derecha de mi trono
hasta que yo derrote a tus enemigos” (TLA), y si nosotros vamos a estar siempre con Jesús, nosotros vamos a estar a la diestra de Dios mientras las destrucciones totales del Apocalipsis son completadas, entonces, al punto final, cuando eso termine, descenderemos con él. Cosas que aparentemente existen en el cielo donde mora Dios son, no solamente el trono de Dios, sino perlas gigantescas, producidas tal vez en ese mar exterior que rodea al universo, doce de las cuales van a ser esculpidas en el cielo con los doce nombres de las doce tribus de los hijos de Israel para dar lugar a los grandes arcos de acceso a la Ciudad de Dios que descenderá del cielo (Ap. 21:12, 21), piedras preciosas, doce de ellas, gigantescas, formarán los cimientos de los muros de esa Ciudad que se viene del cielo, con los nombres de los doce apóstoles de Jesús esculpidos sobre ellas (Ap. 21:19-20,14), jaspe, y oro puro finísimo, transparente, del que estará formada la Ciudad celestial y sus calles (Ap. 21:19,18,21), lino blanco, no solamente fino sino finísimo, suficiente como para vestir a todos los santos inmortales y a los ángeles del cielo (Ap. 19:14), así como los mejores y más hermosos caballos blancos (Ap. 19:11,14,19,21), etc., etc. La lógica indicaría que todo lo bueno que se puede hacer hoy en la tierra se podrá hacer allá, solamente que perfeccionado, más y mejor, y aquí también, cuando esa santísima Ciudad Celestial se pose sobre nuestra Nueva Tierra del futuro. El tabernáculo de Israel y su Templo en Jerusalén, y otras cosas, eran la sombra de cosas que existían en el cielo de aquel entonces, y lo mismo se pudiera decir del Templo provisional del futuro observado por Ezequiel, dentro del Reino de los mil años de Jesús sobre la tierra.
4) “Entonces vi que el cielo se había abierto, y que allí aparecía un caballo blanco. El nombre del que lo montaba es Fiel y Verdadero, el que juzga y pelea con justicia… Iba seguido de los ejércitos celestiales, que montaban caballos blancos y vestían lino finísimo, blanco y limpio” (Ap. 19:11, 14), “y al mismo tiempo darles un descanso a ustedes, los que sufren, lo mismo que a nosotros, cuando el Señor Jesús se manifieste desde el cielo con sus poderosos ángeles, entre llamas de fuego” (2 Tes. 1:7-8a). Este jinete sobre un caballo blanco es Cristo Jesús y nosotros seremos “los ejércitos celestiales”, y cada uno de nosotros también le seguía montando “caballos blancos” y vistiendo “lino finísimo, blanco y limpio”, nosotros vamos a recibir ese descanso, cuando también seamos revelados desde el cielo, porque nosotros vamos a ser ¡“sus poderosos ángeles, entre llamas de fuego”! Recordemos que Jesús nos dijo que los resucitados serían “como los ángeles que están en los cielos” (Mt. 22:30b; Mr. 12:25b).
5) “Aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre, y todas las tribus de la tierra se lamentarán, y verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo, con gran poder y gloria. Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y de los cuatro vientos, desde un extremo al otro del cielo, ellos juntarán a sus elegidos” (Mt. 24:30-31). Si Jesús viene, ¡nosotros también venimos con él! También, “con gran poder y gloria” vamos a ayudarle a juntar “a sus elegidos” “desde un extremo al otro del cielo”, lo que incluye a los hebreos y gentiles de todos los tiempos hasta ese momento, que estaban fuera del cuerpo de Cristo pero que sin embargo ¡creyeron en su venida y/o fueron buenos conforme a sus conciencias (Rom. 2:14-16)! Con este contexto podemos ver que también los buenos que estén vivos en ese momento serán reunidos por nosotros para entrar dentro del Reino de Jesucristo: “Así será también la venida del Hijo del Hombre. Entonces, estarán dos en el campo, y uno de ellos será tomado, y el otro será dejado. [“esa noche, si dos están en una cama, uno de ellos será tomado, y el otro será dejado” (Lc. 17:34b).] Dos mujeres estarán en el molino, y una de ellas será tomada, y la otra será dejada. Por tanto, estén atentos, porque no saben a qué hora va a venir su Señor” (Mt. 24:39b-42). Esto es fácilmente entendido mediante recordar en el contexto de que nosotros reuniremos “a sus elegidos”. Algunas de ‘las buenas ovejas’ entrando en el Reino de Jesús aún serán mortales, ya que “los niños morirán a los cien años de vida” (Is. 65:20c), pero serán también levantados para vivir por siempre.
6) “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, se sentará en su trono de gloria, y todas las naciones serán reunidas ante él. Entonces él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda, y entonces el Rey dirá a los de su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre, y hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo… Entonces dirá también a los de la izquierda: “¡Apártense de mí, malditos! ¡Vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles! …Entonces éstos irán al castigo eterno [castigo en la era venidera], y los justos irán a la vida eterna [vida en la era venidera]” (Mt. 25:31-46). El arduo trabajo en el que “todas las naciones serán reunidas ante él”, yo pienso que será llevado a cabo con nuestra ayuda, y con la ayuda del resto de los ángeles. La orden de Jesús dada a los malvados, a los “malditos” es “¡apártense de mí!”, yo pienso que esto no incluye su destrucción inmediata, ya que ellos, y muchos de sus descendientes, serán consumidos con “fuego y azufre” que “llovió del cielo” (Lc. 17:29-30), “del cielo cayó fuego y los consumió” (Ap. 20:9b) después de los mil años, al mismo tiempo que Satán será finalmente arrojado al lago de fuego, ya que ellos fueron completamente engañados por Satán. Estos malos humanos experimentarán la muerte segunda, para ser abandonados, después de haber sido informados de su destino y debido a las malas decisiones de su libre voluntad, con absolutamente no opción de resurrección. Y tenemos la certeza de que toda la maldad global sobre la tierra, después de que Satán es arrojado al lago de fuego, “no la habrá jamás” (Mt. 24:21b). ¡Yahoo!
7) “La porción correspondiente al príncipe [Jesús] estará a uno y otro lado del terreno apartado para el santuario” (Ez. 45:7, 48:21)... “la porción del príncipe [Jesús] será la comprendida a partir de la porción de los levitas y la porción de la ciudad, entre el límite de Judá y el límite de Benjamín” (Ez. 48:22). Vamos a estar juntamente con Jesús, ¡disfrutando también como coherederos de todas sus propiedades sobre la tierra!
8) Una de las misiones de Jesús en los mil años de su Reino será la de ser el legal líder religioso y político de la humanidad, “sí, él [Jesús] reedificará el templo del SEÑOR, y él llevará gloria y se sentará y gobernará en su trono. Será sacerdote sobre su trono y habrá consejo de paz entre los dos oficios” (Zac. 6:13, LBLA, NBLH, NTV, RVA, etc.) El Templo de Dios será reedificado por Jesucristo en su Reino de los mil años. Para su primer Ministerio leemos: “El Señor lo ha prometido, y no va a cambiar de parecer: "Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec"” (Sal. 110:4). Si él va a cumplir esta función espiritual sobre la humanidad, y nosotros vamos a estar siempre con él, ¿no crees que nosotros vamos a compartir con él también esta asignación? Pedro dice que los creyentes renacidos son como Cristo, quien es el precioso elegido, ¡“ustedes también, como piedras vivas, sean edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepte por medio de Jesucristo... ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncien los hechos maravillosos de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pe. 2:5,9)! Si somos conciudadanos y copartícipes de todas las promesas que Dios le hizo a Israel por la sangre preciosa que Cristo derramó, ¡esto también aplica a nosotros! ¡Amén!
Después de los mil años, finalmente el Reino sin final de Dios y de Cristo va a ser establecido para siempre: “Y reinarán [Dios y Cristo] por los siglos de los siglos” (Ap. 22:5b). “Y se le dio el dominio [a Jesús], la gloria y el reino, para que todos los pueblos y naciones y lenguas le sirvieran. Y su dominio es eterno y nunca tendrá fin, y su reino jamás será destruido” (Dan. 7:14), Jesús va a someter a todos los enemigos de Dios y entonces él mismo va a ofrecer toda su victoria a Dios, para que Dios sea el más alto poder sobre la tierra y del universo: “entonces vendrá el fin, cuando él [Jesús] entregue el reino al Dios y Padre”, “pero una vez que todas las cosas queden sujetas a él [Jesús], entonces el Hijo mismo [Jesús] quedará sujeto al [Dios] que puso todas las cosas debajo de sus pies [de Jesús], para que Dios sea el todo en todos” (1 Cor. 15:24a,28). Dios es y siempre ha sido y será mayor que Jesús: “el Padre [Dios] es mayor que yo [Jesús]” (Jn. 14:28b).
9) De la autoridad de Jesús leemos que a él será “dada la obediencia de los pueblos” (Gn. 49:10d, LBLA). Jesús finalmente será el Rey de reyes y Señor de señores dentro de su Reino del milenio, ¡y nosotros vamos a estar con él! “Y dominará de mar á mar, Y desde el río hasta los cabos de la tierra” (Sal. 72:8, RVA). Tal dominio “de mar a mar” y “desde el río hasta los límites de la tierra” ciertamente que necesitará un equipo de ayudantes confiables: ¡nosotros! Las naciones van a serle obedientes a él, y ciertamente nosotros vamos a estar ayudando en esto para la obediencia de las naciones. “Los reinos del mundo han llegado a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos” (Ap. 11:15b). Y nosotros con él reinaremos “por los siglos de los siglos”. Este Reino eterno de Cristo, del que él siempre estará en control: “jamás será destruido”, y “permanecerá para siempre” (Dn. 2:44). Nosotros ciertamente somos los que vamos a ayudar a Jesús a organizar el ambiente de “devoción” de los mil años de su reino, como leemos que: ¡“también reinaremos con él [Jesús]”! (2 Tim. 2:12). En el Reino de Jesús de los mil años habrá un Templo en Jerusalén edificado por él, sin embargo, en el Reino sin final de Dios y de Jesús, no habrá templo ya que ambos va a morar allí: “No vi en ella ningún templo, porque su templo son el Señor y Dios Todopoderoso, y el Cordero” (Ap. 21:22). El Cordero es Jesús, de quien somos cuerpo y con quien estaremos por siempre.
10) Jesús también va a ser un justo juez y “vi entonces unos tronos, y sobre ellos estaban sentados los que recibieron la autoridad para juzgar” (Ap. 20:4a), “el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras” (Mt. 16:27), ¡nosotros, salvos hoy por gracia, vamos a ser esos “sus ángeles” que vamos a juzgar constantemente al resto de la humanidad según sus obras! “Él [Jesús] juzgará entre las naciones, y dictará sentencia a muchos pueblos. Y ellos convertirán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces. Ninguna nación levantará la espada contra otra nación, ni se entrenarán más para hacer la guerra” (Is. 2:4), vamos a colaborar en la transformación de los instrumentos de guerra en instrumentos agrícolas, “[Jesús] juzgará con justicia a los pobres y resolverá con equidad a favor de los mansos de la tierra” (Is. 11:4a, RVR1995). “Va a surgir un rey [Jesús] que hará justicia, y los príncipes presidirán en el juicio” (Is. 32:1), “mis brazos juzgarán a los pueblos, pues los habitantes de la costa esperan en mí, y en mi brazo han puesto su esperanza” (Is. 51:5b), “[Jesús] será un rey justo, que practicará la justicia y el derecho en la tierra” (Jer. 23:5b, 33:15b). “el Padre no juzga a nadie, sino que todo el juicio se lo ha dado al Hijo [Jesús]” (Jn. 5:22), así de que Jesucristo va a llevar a cabo todo este juzgar, y ciertamente los miembros de su cuerpo, nosotros, vamos a estar haciendo algo para ayudar.
Jesús mismo, después de su resurrección, fue a proclamar su victoria a los espíritus que estaban encadenados en prisiones de obscuridad, aquellos que intentaron evitar la venida de Cristo mediante la corrupción del genoma humano. Vamos regir y a juzgar la tierra y también a esos ángeles. Jesucristo es la cabeza de los ángeles, “y ha llegado a ser superior a los ángeles, pues ha recibido un nombre más sublime que el de ellos” (Heb. 1:4) y, debido a que somos los miembros de su cuerpo y coherederos con él, nosotros también vamos a ser superiores a los ángeles, “herederos de Dios y coherederos con Cristo” (Rom. 8:17b).
“Él [Dios] ha establecido un día en que, por medio de aquel varón [Jesús] que escogió y que resucitó de los muertos, juzgará al mundo con justicia” (Hch. 17:31). “¿Acaso no saben ustedes que los santos juzgarán al mundo? Y si son ustedes quienes han de juzgar al mundo, ¿acaso les es poca cosa juzgar casos muy pequeños? ¿No saben ustedes que nosotros juzgaremos a los ángeles? ¡Pues con más razón los asuntos de esta vida!” (1 Cor. 6:2-3), “incluso a los ángeles que no cuidaron su dignidad, sino que abandonaron su propia mansión, los ha retenido para siempre en prisiones oscuras, para el juicio del gran día” (Judas 6), “es un hecho que Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los arrojó al Tártaro y los lanzó a oscuras prisiones, donde se les vigila para llevarlos a juicio” (2 Pe. 2:4), “en el espíritu también, [Jesús] fue y proclamó [su victoria] a los espíritus encarcelados” (1 Pe. 3:19). Una vez más, aquí vemos que por tres veces se repite, dejando completamente establecido, el hecho de que ángeles o espíritus se encuentran encarcelados, apresados esperando con toda certeza “el juicio del gran día”, que tal vez incluya al juicio que llevaremos a cabo, el de los tronos descritos en Ap. 20:4a.
11) Ya que nosotros vamos a ser reyes y reinas con Cristo en su Reino que viene, algunas de las Coronas [Stephanos] que vamos a disfrutar para mostrar nuestra autoridad, son:
a) “Bienaventurado el hombre que persevera bajo la tentación, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman” (Stgo. 1:12), si realmente amamos a nuestro Señor Jesús, aguantaremos cualquier tentación por él, sin darnos por vencidos ni ceder; Jesús es el que prometió esta “corona de la vida” a cualquier humano (incluyendo a los creyentes renacidos) que le ama y se mantiene firme por él en medio de la tentación, siendo la más grande tentación el prospecto de muerte, como sucederá en el futuro a creyentes tardíos en los días del Apocalipsis: “sé [creyentes postreros de Esmirna] fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida” (Ap. 2:10b). ¡Le agradezco a Dios que nosotros, los creyentes renacidos, no vamos a estar allí para sufrir tales extremos! Pero me es maravilloso el darme cuenta que ¡ésta “corona de la vida” le ha sido prometida a cualquiera que en cualquier tiempo resiste para Cristo!, por ejemplo, a los últimos creyentes de Filadelfia, Jesús les dijo algo ligeramente diferente y más suave: “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero para probar a los que habitan sobre la tierra. Vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona” (Ap. 3:10-11), estos creyentes postreros van a estar más protegidos que los de Esmirna ¡ya que éstos en Filadelfia han conservado o “preservado la palabra”! Éstos creyentes también recibirán “la corona de la vida” (ya que esa fue la última corona mencionada en contexto), y ellos, como nosotros, aun cuando ellos van a existir en el futuro pero no ahora, por el espíritu de profecía, ellos nos están enseñando que ¡lo más que perseveremos en la integridad completa de la Palabra de Dios, lo más protegidos que vamos a estar de los peligros y tribulaciones!
b) “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca [Jesús] el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria” (1 Pe. 5:2-4), ésta corona de gloria es para aquellos de nosotros más comprometidos al servicio de otros, aquellos de nosotros que por nuestra libre voluntad decidimos ser pastores o buenos apacentadores del cuerpo de creyentes, “siendo ejemplos”, de tal forma que Jesús nos dará “la corona incorruptible [¡que no se desvanece!] de gloria”! ¡Una corona permanente que no se oxida o envejece!
c) "¿Qué es el hombre [tú y yo], para que te acuerdes de él, o el hijo del hombre [Jesucristo], para que lo tengas en cuenta? Lo hiciste [a ti y a mí y a Jesús antes de su/nuestra transformación espiritual] un poco menor que los ángeles; lo coronaste [a Jesucristo] de gloria y de honra, y lo pusiste [a Jesucristo nuestra cabeza y a nosotros, su cuerpo, a su venida] sobre las obras de tus manos; todo lo sujetaste debajo de sus pies [de la cabeza y del cuerpo de Jesucristo, los primeros frutos de su voluntad]" (Heb. 2:6b-8a); aquí, por el espíritu de apostolado, el escritor divino declaró que otra profecía del Antiguo Testamento, una canción escrita y musicalizada por David (Sal. 8:4-6), ¡también se aplica a nosotros! Y que estamos añadiendo a nuestra futura corona de gloria, también “la corona de honra [de honor]”, y ahora “lo que sí vemos es que Jesús, que fue hecho un poco menor que los ángeles, está ahora coronado de gloria y de honra, a causa de la muerte que sufrió. Dios, en su bondad, quiso que Jesús experimentara la muerte para el bien de todos” (Heb. 2:9).
Y “muy pronto el Dios de paz aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes [de todos los creyentes renacidos desde el día de Pentecostés hasta el día en que Jesucristo venga a llevarse a su Iglesia, los miembros de su cuerpo, al cielo]” (Rom. 16:20a).
d) “Todos los que luchan, se abstienen de todo [tienen auto-control en todas las cosas]. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible; pero nosotros, para recibir una corona incorruptible” (1 Cor. 9:25), ¡nosotros vamos a recibir una corona incorruptible si tuvimos “auto-control en todas las cosas”!
e) “¿Cuál es nuestra esperanza o gozo delante de nuestro Señor Jesucristo? ¿De qué corona puedo sentirme satisfecho cuando él venga, si no es de ustedes?” (1 Tes. 2:19), “hermanos míos, amados y deseados, gozo y corona mía, ¡manténganse firmes en el Señor, amados!” (Fil. 4:1). ¿Te alegras mucho cuando alguien a quien le hablaste la Palabra de Dios toma una posición firme para Cristo? ¿Son ellos realmente amados por ti? Bueno, ¡pues recibiremos una “corona de gozo” y/o una “corona de satisfacción” por ganar y amar a los nuevos creyentes para Cristo!
f) “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, que en aquel día me dará el Señor, el juez justo; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida” (2 Tim. 4:7).
Updated Oct 22, 2020, 4:44 PM
Dec 6, 2011, 6:51 PM
Versos acerca de que "Dios se viene a vivir para siempre sobre la Nueva Tierra"
Dios se viene a vivir para siempre sobre la Nueva Tierra
Versos de armazón para el próximo capítulo de Fernando Castro-Chavez
* 1 Tes. 4:17
Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
Rom. 5:9
Con mucha más razón, habiendo sido ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira
* 1 Tes. 1:10
y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
2 Tes. 1:7
mientras que a vosotros, los que sois atribulados, daros reposo junto con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder
* Ap. 19:14
Los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, lo seguían en caballos blancos.
* 1 Cor. 6:2-3
¿No sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar asuntos tan pequeños? ¿No sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?
Ap. 20:4a
Vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar.
Jd. 6
Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propio hogar, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día.
Ap. 21:10
Me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto y me mostró la gran ciudad, la santa Jerusalén, que descendía del cielo de parte de Dios.
* Ap. 21:23
La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su lumbrera.
Updated Oct 22, 2020, 4:44 PM
Dec 2, 2011, 8:27 AM
Verses on "God is coming to live forever on the New Earth"
God is coming to live forever on the New Earth
Backbone verses for the next chapter by Fernando Castro-Chavez
* 1 Thess. 4:17
Then we which are alive and remain shall be caught up together with them in the clouds, to meet the Lord in the air: and so shall we ever be with the Lord.
Rom. 5:9
Much more then, being now justified by his blood, we shall be saved from THE wrath through him.
* 1 Thess. 1:10
And to wait for his Son from heaven, whom he raised from the dead, even Jesus, which delivered us from the wrath to come.
2 Thess. 1:7
And to you who are troubled rest with us, when the Lord Jesus shall be revealed from heaven with his mighty angels.
* Rev. 19:14
And the armies which were in heaven followed him upon white horses, clothed in fine linen, white and clean.
* 1 Cor. 6:2-3
Do ye not know that the saints shall judge the world? and if the world shall be judged by you, are ye unworthy to judge the smallest matters? Know ye not that we shall judge angels? how much more things that pertain to this life?
Rev. 20:4a
And I saw thrones, and they sat upon them, and judgment was given unto them…
Jd. 6
And the angels which kept not their first estate, but left their own habitation, he hath reserved in everlasting chains under darkness unto the judgment of the great day.
Rev. 21:10
And he carried me away in the spirit to a great and high mountain, and shewed me that great city, the holy Jerusalem, descending out of heaven from God
* Rev. 21:23
And the city had no need of the sun, neither of the moon, to shine in it: for the glory of God did lighten it, and the Lamb is the light thereof.
Updated Oct 22, 2020, 4:44 PM
Dec 2, 2011, 8:22 AM
Bible and the Spiritual Education, The School of Prophets
http://fdocc.ucoz.com/fdocc-education.doc , http://fdocc.ucoz.com/fdocc-education.pdf
By Fernando Castro-Chavez
“Train up a child in the way he should go, And when he is old he will not depart from it” (Pr. 22:6), “O God, You have taught me from my youth; and to this day I declare Your wondrous works” (Ps. 71:17), “I have more understanding than all my teachers, for Your testimonies are my meditation” (Ps. 119:99)...
How many parents want the best education for their children? How many teachers should be providing the best education for their students? What about God and His perfect prototype for humanity? Jesus Christ is our prototype, the perfect teacher. First of all we need to acknowledge the natural limits of our rational brain and the solution of this provided by God through the completed sacrifice of His son Jesus Christ: The nine tools of the manifestation and the fruit with nine attributes of the gift of holy spirit.
The student of God’s Word needs to earnestly desire to understand God and His spiritual gift; as Proverbs says: “if you receive my words… incline your ear to wisdom, and apply your heart to understanding… if you cry out for discernment… If you seek her as silver… as for hidden treasures; Then you will… find the knowledge of God”! “Then you will understand righteousness and justice, Equity and every good path” (Pr. 2:1-5, 9).
The great educator Joseph Lancaster, the first one “to show how, with the Bible as the sole text-book, the schoolmaster could teach the many great truths on which Christians are agreed… whereby the children of all denominations may, with perfect impartiality, be brought up together in the fear [the deep esteem] of the Lord and the knowledge of His Word”[1], wrote in his great 1805 book “Improvements in Education”: “We look to the Holy Scriptures as dictated and written by Divine inspiration... Timothy knew the Scriptures from a child; and it would be well for this nation if all those of the rising generation herein, had been trained from their childhood in this blessed knowledge” and that “when obedience to the Divine precepts keeps pace with knowledge, in the mind of any man, that man is a Christian; and when the fruits of Christianity are produced, that man is a disciple of our Blessed Lord.”
Jesus Christ said: “Keep asking, and it will be given you; keep seeking, and you will find; keep knocking, and it will be opened to you”, “If you then, being evil, know how to give good gifts to your children, how much more will your heavenly Father give holy spirit to those who ask him?”” (Lk. 11:9, 13). The “good things” of the parallel passage (Mt. 7:11) coming from God, are His gift of “holy spirit to those who ask”!
Jesus enjoyed saying the most with the least words as possible, for example, when he compressed the most important laws of the Old Testament: “Whatever you want people to do to you, so also do the same to them, for this is the Law and the Prophets” (Mt. 7:12), ““Love the Lord your God with all your heart, and with all your soul, and with all your mind [, and with all your strength (Mr. 12:30)]. This is the greatest and first commandment. And the second is like it: Love your neighbor as yourself. On these two commandments the whole Law hangs, and also the prophets”” (Mt. 22:37-40).
Let’s search in the Old Testament for the first systematic teacher of prophecy: Samuel; within his school, prophecy increased tremendously. Samuel’s teacher Eli was a watered-down man spiritually; however, it was Eli with all his imperfections the one that understood, at the third time, that God was calling his apprentice Samuel, and told him to answer thus: ‘Speak, LORD, for your servant hears’ (1 Sam. 3:9)!
Samuel realized the tremendous lack of instruction in relation to how to recognize and proclaim God, His Word, and His Revelation. In the books of Samuel we learn twice about his “group of prophets”:
1) “You will meet a group of prophets coming down from the high place with a stringed instrument, a tambourine, a flute, and a harp before them; and they will be prophesying” (1 Sam 10:5b). Here we learn the importance of a group to obtain confidence, learning by example of the more experienced, and of the use of musical instruments for inspiration; mentioned are the stringed ones, the percussive, and the wind instruments, and of their talking (declaim), and/or of singing at the rhythm of the music as a way to help proclaiming the Word of God, and to receive His Revelation! The next passage tells us of the vital role of Samuel as founder and promoter of the school of prophets:
2) “When they saw the group of prophets prophesying, and Samuel standing as leader over them, the spirit of God came upon the messengers of Saul, and they also prophesied” (1 Sam. 19:20). Samuel was the founder and leader of that group of prophets, being David, the anointed King, one of its members. The spiritual power of the group, with their musical instruments, and their experience practicing prophecy, was so influential that the messengers sent by the evil King Saul to seize David, started themselves also to prophesy! This indicates that anyone with the proper instruction and/or environment is capable to prophesy. This is as simple as possible. Saul sent then two other sets of messengers, and all of them prophesied also! (1 Sam. 19:21). If three groups of not so good men with no previous experience were able to prophesy inspired and guided by the example of the prophets and of the spirit of God that they manifested, this indicates that certainly is very simple to be able to manifest prophecy once the instruction and/or example, and the full confidence is instilled in the novice, for him to start uttering words at the rhythm and with the guidance of the previous students based on the revelation of God present in His Scriptures. This needs to be the purpose and search of our lives: How to teach the fullness of the power of God today!
The most amazing thing is that Saul himself, with all his accumulated evils, including his deep desire to kill David, once he was in the presence of the spiritual influence of these holy men, “the spirit of God was upon him also” (1 Sam. 19:23), so he temporarily left out his clothing of King “and prophesied before Samuel in like manner” (1 Sam. 19:24); opportunity that David took to escape, because Saul did not change at all his evil ways and his desires to kill David, not even after prophesying himself!
The fact that Saul and his men, being a very bad man, was also prophesying, reminds us that “God is no respecter of persons” (Acts 10:34b). Another no good man expressing some of the most beautiful statements regarding the coming Messiah was Balaam, a prophet hired to curse the wandering Hebrew nation; however, “God came to Balaam at night and said to him, “If the men come to call you, rise and go with them; but only the word which I speak to you—that you shall do”” (Nm. 22:20). The spirit of God revealed Balaam awesome things expressed by Balaam as rhyme, like a poem or a song, such as: “God is not a man, that He should lie” (Nm. 23:19a). Balaam also saw, coming out of the Hebrews, the promised Savior, and the astronomical prophecy that announced his arrival: “He bows down, he lies down as a lion; And as a lion, who shall rouse him?” (Nm. 24:9a), something already known from the early prophecy of Jacob in his death-bed related to his son Judah, ancestor of Jesus Christ (Gn. 49:9); Balaam also declared: “I see him, but not now; I behold him, but not near; a star shall come out of Jacob [which is Israel]; a scepter shall rise out of Israel” (Nm. 24:17a), also a resonance of previous Scriptures (Gn. 49:10). It seems that Balaam had a good set of files related to earlier prophetic utterances in his head and their Scriptures from which the spirit of God selected for him what to speak in the form of beautiful prophetic poems.
So, these examples of Saul and Balaam prophesying, demonstrates that the spirit of God inspires and reveals truths, being manifested even by bad humans. These men are a reminder to us that truth itself is independent of the vessel, and that the song will be sung independently of the singer.
These examples also shows that we need to fill ourselves with the Word of God as much as possible to start prophesying; how? By starting repeating the words that appear in the books of the Bible (i.e., for this age, Paul’s Epistles), and also those prophecies that are not yet fulfilled (Revelation, Daniel, etc.); however, we need to remember that a prophet is one that speaks for God, not necessarily predicting the future. As a matter of fact, some of the most amazing prophecies had to do with events of the past that had no other way to be known or that were overlooked at the time, only to be revealed through prophecy:
“How you are fallen from heaven, O Lucifer”, “for you have said in your heart: "I will ascend into heaven...” (Is. 14:12a-13a). Here, there was no other way to know about these things but by prophecy, by the direct Revelation of God, who saw the heart of Lucifer before his fall. And here is another: “In the beginning God created the heavens and the earth” (Gn. 1:1), again, only God could have told us about that...
But also, the prophet brings comfort declaring the basic things related to God’s protection, of God’s care for His own, or expressing displeasure with the shameful actions of His people, and its consequences.
Are we to discard the prophetic words of Balaam because of his bad example as a human being? Certainly not! Today, we need to use more and more our spiritual discernment to do as they say, if it agrees with the Word and Revelation of God, but not as they do, if it doesn’t agree with God.
David was one of the prophetic disciples of Samuel, and he decided to transform his prophetic ministry into an art form by writing his Psalms, each one of them inspired by God and all of them filled with Inspiration and/or Revelation, and each of them with its own instrumentation, with its own rhythm. David, with the approval of God, even instructed a specific ministry of musicians to serve at the Temple and sing God’s Word and God’s Prophecy. In his Psalms David revealed things of the past of the Hebrews not to be seen anywhere else in the Bible, for example: “there was none feeble among His tribes” (Ps. 105:37b), when they departed Egypt; and “do not take your holy spirit from me” (Ps. 51:11b), where David revealed that after doing all his evil, he was afraid to lose the spirit of God, begging God not to do so. We saw that Saul had the spirit of God from time to time, until he indeed ended up without it: “the Spirit of the LORD departed from Saul” (1 Sam. 16:14a), so that at the end of his life, instead of going to God, the deceived Saul consulted evil spirits for “advice” [“there is a woman who is a medium at En Dor” (1 Sam. 28:7b)], with one evil spirit impersonating the deceased Samuel, leading Saul directly to his death, and to the death of his son.
In the Old Testament, the spirit of God did come and did go from people; however, we know now that after the day of Pentecost, the spirit of God dwells in the born again believer permanently! There is no way today to lose it, and that’s why it is the new birth, the divine nature, that’s why we are the children of God and He is our Father. We have the spiritual genome of God inside: “For by grace you have been saved through faith, and that not of yourselves; it is the gift of God” (Eph. 2:8), “having been born again, not of corruptible seed but incorruptible, through the word of God” (1 Pe. 1:23a), “His [God´s] seed remains in him [the born again one]; and cannot sin [the spiritual seed], because has [the seed] been born of God” (1 Jn. 3:9b), God’s seed is the spirit of God within us. The spirit of God within us can not sin, because its origin is God!
Another Old Testament prophet, Elisha, was so mad at the actions of the corrupt King Jehoram, that the only way to find rest and to allow himself to utter prophecy was through music: ““bring me a musician.” Then it happened, when the musician played, that the hand of the LORD came upon him” (2 Kg. 3:15).
Now, prophets, as any human, also commit mistakes at the onset, when they start by the five senses, correcting quickly their stance once alerted by God: “So it was, when they came, that he looked at Eliab and said, “Surely the LORD’s anointed is before Him!” But the LORD said to Samuel, “Do not look at his appearance or at his physical stature, because I have refused him. For the LORD does not see as man sees; for man looks at the outward appearance, but the LORD looks at the heart”” (1 Sam. 16:6-7). Jesus Christ himself needed to attempt again for a second time to be able to completely heal a blind man: “And he [Jesus] took hold of the blind man by the hand, and brought him out of the village, and when he had spit on his eyes and laid his hands upon him, he asked him, “Do you see anything?” And he looked up, and said, “I see men, but I perceive them as trees, walking.” Then he laid his hands upon his eyes again, and he looked intently and was restored, and saw everything clearly” (Mr. 8:23-25).
One young prophet was told by God to eat nothing at Bethel after uttering his hard prophecy against the corrupt King Jeroboam, but an older prophet deceived the young prophet by telling him that God had said that it was O.K. to eat with him in that city, the consequence being that the young prophet died and was buried there (1 Kg. 13)! So, God is powerful enough to tell you personally all that He wants, and once God clearly tells you something, don’t succumb to others telling you a different thing from the one that God initially told you, even if they say that God told them what you should do. The Word of God and God Himself through His Revelation is able to tell you personally all you need to do and to know!
Sometimes the prophets say something that is made null or that changes almost immediately, according to the repentance of the hearer(s): “In those days Hezekiah was sick and near death… Isaiah …said unto him, "Thus says the LORD: ‘Set your house in order, for you shall die, and not live'"” (2 Kg. 20:1), “and it happened, before Isaiah had gone out into the middle court, that the word of the LORD came to him, saying, “Return and tell Hezekiah… `I have heard your prayer, I have seen your tears; surely I will heal you… I will add to your days fifteen years…”” (2 Kg. 20:4-6). ““Arise, go to Nineveh, that great city, and cry out against it; for their wickedness has come up before Me”” (Jon. 1:2), but “the people of Nineveh believed God” (Jon. 3:5), “then God saw their works, that they turned from their evil way; and God relented from the disaster that He had said He would bring upon them, and He did not do it” (Jon. 3:10).
The prophets could also distinguish the identity and hearts of the persons consulting them. There was one blind prophet being visited by a bad woman in disguise inquiring about her child, if he will live or die. The old prophet perceived who she was because “the LORD had said to Ahijah, “Here is the wife of Jeroboam, coming to ask you something about her son, for he is sick. Thus and thus you shall say to her; for it will be, when she comes in, that she will pretend to be another woman”” (1 Kg. 14:5).
Jesus Christ, and the Word of God, being our perfect teacher, is telling us today that: “All Scripture is God-breathed and profitable for teaching, for reproof, for correction, for instruction in righteousness, that the man of God may be complete, furnished completely to every good work” (2 Tim. 3:16-17). All Scripture is given by God, God inspired the writers of the Bible, and is profitable to teach the good doctrine, for reproof if the teaching is not followed and if the practice is not according to it, and for correction to bring back to the good instruction. These are the three steps for the student to receive: 1) Teaching, 2) Reproof, if necessary and only according to the Word of God, and 3) Correction, back to the Truth. These three are the “instruction in righteousness”, enabling us to be complete, as we have now body, soul, and spirit (1 Thess. 5:23), and to use our whole being, and most specially our new spiritual nature, our distinctive from the rest of humanity, that by our free will, furnishes us completely, to fulfill our deepest desires of our heart: to be fully able to do “every good work”!
We need to do our “diligent effort”, to don’t “be ashamed”, and to present ourselves “approved before God” by “straightly cutting” the Word of Truth (2 Tim. 2:15), “rightly dividing” it [KJV], “cutting in a straight line” [Darby], “rightly handling” it [ESV], “guiding the word of truth along a straight path” [LEB], “correctly analyzing and accurately dividing [rightly handling and skillfully teaching]” [Amplified Bible]...
In order to do so, we need to remember that “whatever was written previously was written for our learning, that through patience and through the encouragement of the scriptures we might have hope” (Rom. 15:4). We don’t need to take the Scriptures out of context, we need to let them explain themselves in their verse, chapter, book, in the whole Bible by accumulation of identical or theme related Scriptures, by the first use of its words, and by carefully distinguishing to whom the different statements were written; for example: “To those who have been sanctified in Christ Jesus, called ones, holy ones, with all who in every place call upon the name of our Lord Jesus Christ—theirs and ours” (1 Cor. 1:2b). Here we see that the Epistles of Paul are directed to us and are some of the most current news from God to us!
Today we have the nine operations of the gift of holy spirit, and the three things that sustain us are: faith (belief), love, and hope. This hope is the return of Christ Jesus to transform us in spiritual immortal bodies, and to take us away from the earth to heaven while Apocalypse destroys earth, to bring us back again after seven years to defeat the Antichrist, and to reign with Christ for a thousand years, and to judge the angels that fell, and to be forever with Christ and with God on earth, in His holy city, while being able to go outside to help others to receive immortality, and to travel through the whole universe.
But for now, we also have available five additional spiritual professions given as gifts by Christ Jesus, who “gave some apostles, and some, prophets, and some, evangelists, and some, pastors and teachers, for the equipping of the holy ones for the work of the ministry and for the building up of the body of Christ, until we all attain to the unity of the faith, and of the knowledge of the Son of God, to a mature man, to the measure of the stature of the fullness of Christ” (Eph. 4:11-13). Even when we don’t know what our specific title is, we certainly, if we intensely want to serve others, we can exert one or several of those professions as needed. Is it really important to exactly know which one is our title, or is it better just to do it? Some people call these five trades: ‘the gifts of Ministries’.
For example, Paul was not only an Apostle, but he also functioned in the other four categories, according to the need of the new believers, sometimes opening new doors (evangelist), some other times edifying the groups of believers already established (pastor), sometimes he was teaching about the resurrection or the hope (teacher), sometimes prophesying about the coming son of perdition and our departure from the earth, our rapture to meet Christ in the sky and our judgment of angels (prophet), and as apostle, he brought old prophecies to be seen with the new light of our administration, like his explanation to Corinthians of “other tongues” revealed by Isaiah, the prophet.
The most important event that God wanted the Hebrew nation to remember was the Passover: “when your son asks you in time to come” (Dt. 6:20a); but today, the memorial that God wants us to teach our children and to remember, is the new and all-encompassing Passover, the sacrifice of Jesus Christ for all of us: “I received of the Lord that which also I delivered to you, that the Lord Jesus in the night in which he was betrayed took bread, and when he had given thanks, he broke it, and said, “This is my body, which is for you [, eat]. Do this in remembrance of me.” In like manner also the cup, after supper, saying, “This cup is the new covenant in my blood. Do this, as often as you drink, in remembrance of me” …For he who eats and drinks, eats and drinks judgment to himself if he does not discern the body. For this cause many among you are weak and sick, and a number of you sleep” (1 Cor. 11:23-30). The broken body of Jesus, represented in that bread, was offered to us for our physical healing; the blood shed by Jesus was offered to wash our sins; simple and united truths forgotten and sadly separated in many services. The healing while eating the meat of the Passover lamb was known in the Old Testament, for example “the LORD listened to Hezekiah and healed the people” (2 Chr. 30:20), and the already seen verse of Ps. 105:37b, indicating that all Hebrews leaving Egypt were healed when they ate the lamb.
“That we may be no longer children, tossed to and fro, and carried about with every wind of, doctrine, by the trickery of men, in craftiness, after the wiles of error, but speaking the truth in love, we may grow up in every way into him, who is the head, even Christ, from whom the whole body being fitted together and united through that which every joint supplies, according to the working in due measure of each individual part, makes the increase of the body to the building up of itself in love” (Eph. 4:14-16).
Have we been tricked in the past by those tyrants that think that they know better? Well, God promises that no more! If we are “speaking the truth in love”, God assures us that we can grow up “in every way”, “to the measure of the stature of the fullness of Christ” (Eph. 4:13), our ultimate leader, our head! “The increase of the body”, the other believers worldwide, are the body of Christ building “itself in love” Why? Because, you do your best, but God is the only one and the real one truly responsible for giving them the authentic, the genuine increase! “I [Paul] planted, Apollos watered, but God gave the increase” (1 Cor. 3:6).
Seven of the nine actions of holy spirit, the spirit of God within us, were also available in the Old Testament, with the difference already noticed, that at that time holy spirit was conditional or temporary, depending on the faithfulness and behavior of the believers, while today, after Pentecost, the gift of holy spirit is a permanently established new nature within us, it is the seed of God, the genetics of God making us His children by His divine seed within us. Even Jesus Christ himself manifested only 7/9 of the gift of holy spirit that we today enjoy as the 9/9 complete unity thanks to his sacrifice. Let’s compare Jesus (J.C.) with the Old Testament (O.T.), and our N.T. (New Testament) after Pentecost, noticing that most of these activities are intertwined with each other, so the next classification simply has the purpose to help us visualize the tremendous power we have today. And again, these are just examples, compared to the army of wonders available in the Bible itself. If God helped with His naked arm to the stubborn Hebrews of the Old Testament, how much more will not He do for us who are His beloved children?
Three operations of ministering or motion, available in the O. T., with J.C., and after Pentecost:
1
Faith (Believing):
“Elijah was a man of the same nature as us, and with fervent prayer he prayed that it might not rain, and it did not rain on the earth for three years and six months. And he prayed again, and the heavens gave rain, and the earth brought forth her fruit” (Jam. 5:17-18). The whole story can be read at 1 Kg. 17-18. Here, the heart of Elijah noticed that the actions of the evil King, and his nation, were wrong, so Elijah wanted to shake it all, so he decided “that it might not rain”, and he did believing that during 3.5 years!
“Fixing our eyes on Jesus, the author and finisher of the faith, who, for the joy that was set before him, endured the cross, thinking nothing of the shame, and has sat down at the right hand of the throne of God” (Heb. 12:2). We have here Jesus our savior, hanging on that cross while by his sheer faith he did not focused at that moment on his nakedness or injuries, he was “thinking nothing of the shame”, but he had “the joy that was set before him”! And now we have the spiritual faith of Christ!
“For an angel of the God whose I am and whom I serve stood by me this night saying, ‘Do not be afraid, Paul, you must stand before Caesar. And look!, God has granted you all those who sail with you.’ Therefore, men, keep up your courage, for I believe God, that it will be exactly as I have been told” (Acts 27:23-25). Paul needed to be bold, first to be at the presence of the angel of God, then to stand up and declare boldly to all the members of that ship the Revelation, because he believed on it!
2
Energizings of Miracles
“And Moses said to the people, “Do not be afraid. Stand still, and see the salvation of the LORD, which He will accomplish for you today. For the Egyptians whom you see today, you shall see again no more forever. The LORD will fight for you, and you shall hold your peace.” And the LORD said to Moses, “Why do you cry to Me? Tell the children of Israel to go forward. But lift up your rod, and stretch out your hand over the sea and divide it. And the children of Israel shall go on dry ground through the midst of the sea” (Ex. 14:13-16). This was the beginning of one of the most striking miracles in the Old Testament. The people complaints again against Moses, he wrongly tells them to “stand still”, and then he starts to pray, to “cry” to God, to which God replied: “Why do you cry to Me?”, like telling Moses that it was not the time to pray or to “stand still”, that was the time to move!, ¡“to go forward”! Furthermore, God had already given the proper tool to Moses, the rod with which he already had done amazing miracles for Pharaoh, but God again instructs him of it: “lift up your rod, and stretch out your hand over the sea and divide it”, which Moses did, and his nation was saved, while the Egyptians died drowned.
Jesus miraculously multiplied the food (bread and fishes) in two occasions: 1) “And those eating were about five thousand men, aside from women and children” (Mt. 14:13-21); 2) “And they that had eaten were about four thousand” (Mr. 8:1-10). In the past, the same had happened: 1) with the bread that did feed a 100 (2 Kg. 4:42-44), 2) with Elijah, being feed by the widow of Zarephath (1 Kg. 17:8-16), and 3) the oil that Elisha miraculously did multiply to pay a debt of a widow, which saved her sons (2 Kg. 4:1-7).
Sergius Paulus, a man of intelligence, “having summoned Barnabas and Saul, sought to hear the word of God. But Elymas the sorcerer… withstood them, seeking to turn the proconsul away from the faith. But …Paul, filled with holy spirit, fixed his gaze on him [Elymas] and said, “O you son of the Slanderer, full of all deceit and wickedness, you enemy of all righteousness, will you never stop making crooked the straight roads of the Lord? And now, Behold, the hand of the Lord is upon you, and you will be blind, not seeing the sun for a time.” And immediately there fell on him a mist and darkness, and he went around seeking people to lead him by the hand. Then the proconsul, when he saw what had happened, believed, being amazed at the teaching about the Lord” (Acts 13:6-12).
“Ananias, with Sapphira his wife, sold a possession, and kept back part of the price (his wife also having known about it), and brought a certain part, and laid it at the apostles’ feet. But Peter said, “Ananias, why has the Adversary filled your heart to lie to the Holy Spirit, and to keep back part of the price of the land? While it remained unsold, did it not remain your own? And after it was sold, was it not in your authority? How is it that you have contrived this thing in your heart? You have not lied to men, but to God.” And Ananias, hearing these words, fell down and breathed out his last breath... And it was about an interval of three hours later, when his wife, not knowing what had been done, came in. And Peter responded to her, “Tell me whether you sold the land for so much.” And she said, “Yes, for so much.” But Peter said to her, “How is it that you have agreed together to tempt the spirit of the Lord? Behold, the feet of those who have buried your husband are at the door, and they will carry you out.” And she fell down immediately at his feet, and breathed out her last breath” (Acts 5:1-10).
3
Gifts of Healings
“The son of the woman who owned the house became sick. And his sickness was so serious that there was no breath left in him. So she said to Elijah, “What have I to do with you, O man of God? Have you come to me to bring my sin to remembrance, and to kill my son?” And he said to her, “Give me your son.” So he took him out of her arms and carried him to the upper room where he was staying, and laid him on his own bed. Then he cried out to the LORD and said, “O LORD my God, have You also brought tragedy on the widow with whom I lodge, by [allowing] her son [to be] killed?” And he stretched himself out on the child three times, and cried out to the LORD and said, “O LORD my God, I pray, let this child’s soul come back to him.” Then the LORD heard the voice of Elijah; and the soul of the child came back to him, and he revived… And Elijah said, “See, your son lives!” Then the woman said to Elijah, “Now by this I know that you are a man of God, and that the word of the LORD in your mouth is the truth” (1 Kg. 17:17-24).
“He [Elisha] said, “About this time next year you shall embrace a son” …the woman conceived, and bore a son when the appointed time had come, of which Elisha had told her. And the child grew… and then died. And she went up and laid him on the bed of the man of God, shut the door upon him, and went out… Now when she came to the man of God at the hill, she caught him [Elisha] by the feet, but Gehazi came near to push her away. But the man of God said, “Let her alone; for her soul is in deep distress, and the LORD has hidden it from me, and has not told me.” So she said, “Did I ask a son of my lord? Did I not say, ‘Do not deceive me’?” …And the mother of the child said, “As the LORD lives, and as your soul lives, I will not leave you.” So he arose and followed her… When Elisha came into the house, there was the child, lying dead on his bed. He went in therefore, shut the door behind the two of them, and prayed to the LORD. And he went up and lay on the child, and put his mouth on his mouth, his eyes on his eyes, and his hands on his hands; and he stretched himself out on the child, and the flesh of the child became warm. He returned and walked back and forth in the house, and again went up and stretched himself out on him; then the child sneezed seven times, and the child opened his eyes” (2 Kg. 4:14-37).
“It was a cave, and a stone lay against it. Jesus says, “Take away the stone.” Martha, the sister of the deceased, says to him, “Lord, by this time there will be a bad odor, for he has been dead four days.” Jesus says to her, “Did I not say to you that if you believed, you would see the glory of God?” So they took away the stone. And Jesus lifted up his eyes, and said, “Father, I thank you that you heard me. And I knew that you always hear me, but because of the crowd standing around, I said it so that they may believe that you sent me.” And when he had said these things, he cried with a loud voice, “Lazarus, come forth!” He who was dead came forth, bound hand and foot with grave-clothes, and his face was wrapped with a handkerchief. Jesus says to them, “Loose him, and let him go”” (Jn. 11:38-44).
“When he [Jesus] drew near to the gate of the city, Behold, one who had died was being carried out, the only son of his mother, and she was a widow, and a sizeable crowd from the city was with her. And when the Lord saw her, he had compassion on her and said to her, “Do not cry.” And he went near and touched the open coffin, and those carrying it stood still. And he said, “Young man, I say to you, arise.” And the dead man sat up and began to speak. And he gave him to his mother. And fear [profound respect] seized them all, and they began glorifying God, saying, “A great prophet has arisen among us,” and, “God has visited his people.” And this report about him spread through the whole of Judea and all the surrounding country” (Lk. 7:12-17).
“They come from the ruler of the synagogue’s house saying, “Your daughter is dead. Why trouble the teacher any further?” But Jesus, ignoring the word spoken, says to the ruler of the synagogue, “Do not fear, only believe.” And he allowed no man to follow with him except Peter, and James, and John (the brother of James). And they come to the house of the ruler of the synagogue, and he sees a commotion, and many crying and wailing greatly. And when he had entered in, he says to them, “Why are you making a commotion and crying? The child is not dead, but sleeps.” And they laughed him to scorn. But he, having put them all outside, takes the father of the child, and her mother, and those who were with him, and went in where the child was. And taking the child by the hand, he says to her, “Talitha cumi” (which being translated means, “Little girl, I say to you, arise”). And immediately the little girl rose up, and walked, for she was twelve years old. And they were immediately amazed with a great amazement. And he strictly charged them that no man should know this, and he said that something should be given her to eat” (Mr. 5:35-43).
“There was at Joppa a certain disciple named Tabitha (which, when translated, is called Dorcas). She was full of good works and acts of charity which she did continuously. And it came to pass in those days that she became sick, and died. And when they had washed her, they laid her in an upper room. And since Lydda was close to Joppa, the disciples, hearing that Peter was there, sent two men to him, entreating him, “Do not delay to come to us.” And Peter arose and went with them. And when he had come, they brought him into the upper room, and all the widows stood by him crying, and showing the tunics and garments which Dorcas made while she was with them. But Peter sent them all out, and kneeled down and prayed, and turning to the body, he said, “Tabitha, arise.” And she opened her eyes, and when she saw Peter, she sat up. And he gave her his hand, and raised her up, and calling the holy ones and widows, he presented her alive. And this became known throughout all Joppa, and many believed on the Lord” (Acts 9:36-42).
“Jews came from Antioch and Iconium, and having persuaded the multitudes and having stoned Paul, dragged him out of the city, assuming that he was dead. But when the disciples gathered around him, he rose up and entered into the city” (Acts 14:19-20).
“A certain young man named Eutychus sat in the window, sinking into a deep sleep, and as Paul lectured still longer, having been overcome by his [Eutychus’s] sleep he [Eutychus] fell down from the third story, and was taken up dead. And Paul went down and threw himself on him, and embracing him said, “Do not be troubled, for his life is in him.” And when he had gone up, and had broken bread and eaten, and had talked with them a long while, even until daybreak, and so departed. And they took the young man away alive, and were not a little comforted” (Acts 20:9-12).
Three operations of revelation or perception, available in the O. T., with J.C. and after Pentecost:
4
Word of Knowledge
“He hangs the earth on nothing” (Job 26:7b), “It is He who sits above the circle of the earth” (Is. 40:22a), “Praise Him, you heavens of heavens, and you waters above the heavens!” (Ps. 148:4).
“The heart of the king of Syria was greatly troubled by this thing; and he called his servants and said to them, “Will you not show me which of us is for the king of Israel?” And one of his servants said, “None, my lord, O king; but Elisha, the prophet who is in Israel, tells the king of Israel the words that you speak in your bedroom”” (2 Kg. 6:11b-12).
“Now when he [Jesus] was in Jerusalem at the Passover, during the feast, many believed in his name, seeing his signs that he was doing. But Jesus did not trust himself to them, because he knew all people, and because he did not need anyone to testify about man, for he himself knew what was in man. Now there was a man of the Pharisees, named Nicodemus, a ruler of the Jews…” (Jn. 2:23-3:1).
“Some of the experts in the law said within themselves, “This man blasphemes.” And Jesus, knowing their thoughts said, “Why are you thinking evil in your hearts?” (Mt. 9:3-4).
“A woman who was in the city, a sinner… when she knew that he was reclining to eat in the Pharisee’s house, brought an alabaster jar of ointment, and standing behind him at his feet, crying, she began to wet his feet with her tears. And she kept wiping them with the hair of her head, and kissing his feet, and anointing them with the ointment. Now when the Pharisee who had invited him saw this, he spoke within himself, saying, “This man, if he were a prophet, would have known who and what sort of woman this is who is touching him—that she is a sinner.” And Jesus answering said to him, “Simon, I have something to say to you.” And he says, “Say it, teacher” ...And turning toward the woman, he said to Simon, “Do you see this woman? I entered into your house, yet you gave me no water for my feet, but she has wet my feet with her tears and wiped them with her hair. You gave me no kiss, but she, since the time I came in, has not ceased to kiss my feet. You did not anoint my head with oil, but she has anointed my feet with ointment. For this reason I say to you, her sins, which are many, have been forgiven, for she loved much. But he who is forgiven little, loves little”” (Lk. 7:37-47).
“The administration of the grace of God that was given to me for you, that by revelation the sacred secret [Musterion, The Mystery Now Revealed!] was made known to me, as I wrote before in brief, by which, when you read, you are able to understand my insight into the sacred secret of Christ, which in other generations was not made known to the sons of men, as it has now been revealed to his holy apostles and prophets by the spirit, that through the Good News the Gentiles are co-heirs, and fellowmembers of the body, and fellowpartakers of the promise in Christ Jesus… and to make all men see what is the administration of the sacred secret, which for ages has been hid in God who created all things, to the intent that now, to the rulers and the authorities in the heavenly places, might be made known, through the congregation [through the body of Christ, the Church], the many sided wisdom of God, according to the Age-abiding purpose which he [God] purposed in Christ Jesus our Lord” (Eph. 3:2-11).
“[Christ was] made alive in the spirit, in which also he went and heralded his victory to the spirits in prison, who at one time were defiant, when the longsuffering of God waited in the days of Noah” (1 Pe. 3:18b-20a). “God did not spare angels when they sinned, but threw them down into Tartarus, the dungeon [of the fallen angels], and committed them to chains of gloomy darkness to be kept until the judgment” (2 Pe. 2:4). “Angels that did not keep their own domain, but left their proper habitation, he has kept in everlasting bonds under darkness for the judgment of the great Day [we are going to judge them!*]. Likewise, Sodom and Gomorrah and the cities around them, in the same way as these [fallen angels] having indulged in sexual immorality and gone after unnatural flesh [heteras sarkos], are set forth as an example, suffering the punishment of the fire [for these fallen angels in the Age to Come]” (Jude 6-7). * “Do you not know that we will judge angels? How much more, then, things that pertain to this life?” (1 Cor. 6:3).
5
Word of Wisdom
“Pharaoh said to Joseph, “I have had a dream, and there is no one who can interpret it. But I have heard it said of you that you can understand a dream, to interpret it.” So Joseph answered Pharaoh, saying, “It is not in me; God will give Pharaoh an answer of peace” …“The dreams of Pharaoh are one; God has shown Pharaoh what He is about to do: The seven good cows are seven years, and the seven good heads [of wheat] are seven years; the dreams are one. And the seven thin and ugly cows which came up after them are seven years, and the seven empty heads [of wheat] blighted by the east wind are seven years of famine… the dream was repeated to Pharaoh twice because the thing is established by God, and God will shortly bring it to pass. “Now therefore, let Pharaoh select a discerning and wise man, and set him over the land of Egypt. Let Pharaoh do this, and let him appoint officers over the land, to collect one-fifth of the produce of the land of Egypt in the seven plentiful years. And let them gather all the food of those good years that are coming, and store up grain under the authority of Pharaoh, and let them keep food in the cities. Then that food shall be as a reserve for the land for the seven years of famine which shall be in the land of Egypt, that the land may not perish during the famine” …And Pharaoh said to his servants, “Can we find such a one as this, a man in whom is the spirit of God?” Then Pharaoh said to Joseph, “Inasmuch as God has shown you all this, there is no one as discerning and wise as you. You shall be over my house, and all my people shall be ruled according to your word; only in regard to the throne will I be greater than you”” (Gn. 41:15-40).
“The king [Solomon] said, “The one says, ‘This is my son, who lives, and your son is the dead one’; and the other says, ‘No! But your son is the dead one, and my son is the living one.’” Then the king said, “Bring me a sword.” So they brought a sword before the king. And the king said, “Divide the living child in two, and give half to one, and half to the other.” Then the woman whose son was living spoke to the king, for she yearned with compassion for her son; and she said, “O my lord, give her the living child, and by no means kill him!” But the other said, “Let him be neither mine nor yours, but divide him.” So the king answered and said, “Give the first woman the living child, and by no means kill him; she is his mother.” And all Israel heard of the judgment which the king had rendered; and they feared the king, for they saw that the wisdom of God was in him to administer justice” (1 Kg. 3:23-28).
“As one was cutting down a tree, the iron ax head fell into the water; and he cried out and said, “Alas, master! For it was borrowed.” So the man of God said, “Where did it fall?” And he showed him the place. So he cut off a stick, and threw it in there; and he [impaled it in the ax head and] made the iron float. Therefore he said, “Pick it up for yourself.” So he reached out his hand and took it” (2 Kg. 6:5-7).
“When they came to Capernaum, those who received the half-shekel Temple tax came to Peter and said, “Does not your teacher pay the half-shekel?” He says, “Yes.” And when he came into the house, Jesus spoke to him first, saying, “What do you think, Simon? The kings of the earth, from whom do they receive customs or poll-tax? From their sons, or from others?” And when he said, “From others,” Jesus said to him, “Therefore the sons are free. But lest we cause them to fall, go to the lake and cast in a hook, and take up the first fish that comes up, and when you have opened his mouth, you will find a stater coin. Take that and give it to them for you and me” (Mt. 17:24-27).
“Peter answered him and said, “Lord, if it is you, command me to come to you upon the waters.” And he said, “Come.” And Peter went down out from the boat and walked upon the waters to come to Jesus” (Mt. 14:28-29).
“If any of you lacks wisdom, let him ask of God, who gives to all men generously and without finding fault, and it will be given to him. But let him ask in faith, doubting nothing, for he who doubts is like a wave of the sea driven and tossed around by the wind” (Jam. 1:5-6).
“He [Peter] said to them, “You yourselves know that it is unlawful for a man who is a Jew to associate with or visit a foreigner, and yet God has showed me that I should not call any man common or unclean, and therefore when I was sent for I came without arguing” (Acts 10:28-29a); “Cornelius said, “Four days ago, about this hour, I was praying in my house at the ninth hour, and behold, a man stood before me in bright clothing and said, ‘Cornelius, your prayer has been heard, and your acts of charity have been remembered before God. Therefore send men to Joppa, and call for Simon, who is called Peter. He is staying in the house of Simon a tanner, by the sea.’ Therefore I sent to you immediately, and you did well in that you have come”” (Acts 10:30-33a).
6
Discerning of spirits
““No strength remains in me [Daniel] now, nor is any breath left in me.” Then again, the one having the likeness of a man [an angel] touched me and strengthened me. And he said, “O man greatly beloved, fear not! Peace be to you; be strong, yes, be strong!” So when he spoke to me I was strengthened, and said, “Let my lord speak, for you have strengthened me.” Then he said, “Do you know why I have come to you? And now I must return to fight with the [demonic] prince of Persia; and when I have gone forth, indeed the [demonic] prince of Greece will come. But I will tell you what is noted in the Scripture of Truth. No one upholds me against these, except Michael your [angelic] prince” (Dan. 10:17b-21).
“Shadrach, Meshach, and Abed-Nego, fell down bound into the midst of the burning fiery furnace. Then King Nebuchadnezzar was astonished; and he rose in haste and spoke, saying to his counselors, “Did we not cast three men bound into the midst of the fire?” They answered and said to the king, “True, O king.” “Look!” he answered, “I see four men loose, walking in the midst of the fire; and they are not hurt, and the form of the fourth is like the son of God [like an angel]”” (Dan. 3:23-25).
“It came to pass, when men began to multiply on the face of the earth, and daughters were born to them, that the sons of God [angels] saw the daughters of men [humans], that they were beautiful; and they took wives for themselves of all whom they chose”, “there were giants on the earth in those days, and also afterward, when the sons of God [angels] came in to the daughters of men [humans] and they bore children to them. Those were the mighty men who were of old, men of renown” (Gn. 6:1-2, 4); “there was a day when the sons of God [angels] came to present themselves before the LORD, and Satan [Literally: the Adversary] also came among them”, “the morning stars sang together, and all the sons of God [all the angels] shouted for joy?” (Job 1:6, 2:1, 38:7).
“[Jesus] rebuked the unclean spirit, saying to him, “You dumb and deaf spirit, I command you, come out of him, and enter no more into him.” And having cried out, and torn him much, he came out, and the boy became as though dead, so that most of them said, “He is dead.” But Jesus took him by the hand, and raised him up and he arose” (Mr. 9:25b-27).
“There was in their synagogue a man with an unclean spirit, and he cried out, saying, “What do we have in common with you, Jesus of Nazareth? Have you come to destroy us? I know you, who you are—the Holy One of God.” And Jesus rebuked him, saying, “Hold your peace and come out of him.” And the unclean spirit, tearing him and crying out with a loud voice, came out of him. And they were all amazed, so that they disputed among themselves, saying, “What is this? A new teaching—with authority! He even commands the unclean spirits, and they obey him.” And immediately the report of him went out everywhere into all the surrounding region of Galilee” (Mr. 1:23-28).
“A certain slave-girl, who had a spirit of divination, met us, who was bringing her owners much profit by fortune-telling. Following after Paul and us, she kept crying out, saying, “These men are servants of the Most High God, who proclaim to you the way of salvation.” And she did this for many days. But Paul, being greatly disturbed, turned and said to the spirit, “I command you in the name of Jesus Christ to come out of her.” And it came out that very hour” (Acts 16:16b-18).
“Philip went down to a city of Samaria, and proclaimed to them the Christ. And the multitudes, with one accord, were paying attention to the things that were spoken by Philip when they heard and saw the signs that he did. For out of many of the ones who had unclean spirits, the demons were coming out, crying with a loud voice, and many who had been paralyzed and lame were healed. And there was much joy in that city” (Acts 8:5-8).
The only operation or action of speech, inspiration or utterance, available in the O. T., with J.C. and after Pentecost:
7
Word of Prophecy
“I will not leave you nor forsake you” (Jos. 1:5b).
“I have inscribed [engraved, graven, marked, written, pictured, tattooed, indelibly imprinted] you on the palms of My hands” (Is. 49:16a).
“I have loved you with an everlasting love; therefore with lovingkindness I have drawn you” (Jer. 31:3b).
“Your words were found, and I ate them, and Your word was to me the joy and rejoicing of my heart; for I am called by Your name, O LORD God of hosts” (Jer. 15:16).
‘Call to Me, and I will answer you, and show you great and mighty things, which you do not know’ (Jer. 33:3).
“My people are destroyed for lack of knowledge” (Os. 4:6a).
“Come to me, all you who labor and are carrying heavy burdens, and I will give you rest” (Mt. 11:28).
“Then Jesus said to those Jews who had believed him, “If you remain in my word, then are you truly my disciples, and you will know the truth, and the truth will set you free”” (Jn. 8:31-32).
“I [Jesus] am the door. If anyone enters by me, he will be saved, and will go in and go out, and will find pasture. The thief does not come, except to steal, and kill, and destroy. I [Jesus] came that they may have life, and may have it abundantly. I [Jesus] am the good shepherd. The good shepherd lays down his life for the sheep” (Jn. 10:9-11).
“Jesus says to him, “I am the way, and the truth, and the life. No one comes to the Father except through me. If you had known me, you would have known my Father also. From now on you know him, and have seen him”” (Jn. 14:6-7).
“A new commandment I give to you, that you love one another. Just as I [Jesus] have loved you, you also are to love one another. By this all men will know that you are my disciples, if you have love for one another” (Jn. 13:34-35).
“You [God] loved me [Jesus] before the foundation of the world [kataboles kosmon]” (Jn. 17:24).
“He [God] chose us [born-again ones] in him [Jesus] before the foundation of the world [kataboles kosmon]” (Eph. 1:4a).
“Do not be anxious about anything, but in everything by prayer and supplication, with thanksgiving, let your petitions be made known to God. And the peace of God, which passes all understanding, will guard your hearts and your thoughts in Christ Jesus” (Fil. 4:6-7).
“I can do all things through him [God in Christ in me, the gift of holy spirit] who empowers me” (Fil. 4:13).
“My God will supply every need of yours according to his riches in glory in Christ Jesus” (Fil. 4:19).
“Consider this: he who sows sparingly will also reap sparingly, and he who sows bountifully will also reap bountifully” (2 Cor. 9:6).
Etc. and etc., as basically all the Word of God is prophecy, it is what God wanted us to know, and what He did for us, and what He did reveal to us, etc.
The only two operations that were not done or performed by any prophet or believer, not even by Jesus Christ, before the day of Pentecost are: 8) Speaking in Tongues and 9) Interpretation of Tongues, seen in the previous chapter; however, Jesus Christ and others, as we already saw, were fully aware of the impending coming of something bigger spiritually: “John answered, saying to them all, “I indeed baptize you in water, but the one who is mightier than I is coming, the thong of whose sandals I am not worthy to loosen. He will baptize you in holy spirit and fire”” (Lk. 3:16). For example, let’s track some of the Scriptures of the Old Testament known by Jesus Christ when he declared that the believers will manifest holy spirit, which includes the speaking in tongues, like rivers of living waters flowing from their interior:
“On the last day, the great day of the feast, Jesus stood and cried out, saying, “If anyone is thirsty, let him come to me and drink. The one who is believing in me, as the Scripture has said, rivers of living water will continuously flow out of his [the new believer’s] belly.” Now he said this about the spirit, which those who believed on him were going to receive, for as yet there was no spirit, because Jesus was not yet glorified” (Jn. 7:37-39).
Now, where did Jesus learn that: “Rivers of living water will continuously flow out of his belly”? First, we can see that this statement is highly related to another nearby one: “Jesus answered and said to her [the Samaritan woman], “Everyone who drinks of this water will thirst again, but whoever drinks of the water that I will give him will never ever thirst, but the water that I will give him will become in him a well of water springing up to life”” (Jn. 4:13-14). Jesus was completely instructed in all the Scriptures of the Old Testament, and as a matter of fact, Jesus defeated the Adversary first by only quoting his knowledge of the Scriptures remembering the textual, proper passages for the precise answer, responding: "It is Written!" (Mt. 4:4, 7, 10, etc.), so, it is possible to defeat the evil one with our knowledge of the Word of God! On the other hand, in Jn. 7:38 Jesus declared “as the Scripture has said”, which the Aramaic Peshitta is more precise by saying “as the Scriptures have said”, so, in this particular case, it is not something textually “written”, but it is something “said”!, and not only by one, but by multiple Scriptures!
Jesus Christ captured the accurate sense of every Scripture of the Old Testament announcing the arrival of the gift of holy spirit and its exuberant manifestation, like an incredible but true geyser of fresh, drinking and clean “rivers of living water”, and as Jesus told the Samaritan woman, also as “a well of water springing up [welling up, flowing up, gushing up, bubbling up, inexhaustible] to life”! This described properly what happens spiritually when we manifest holy spirit, the spirit of God, Christ in us, the hope of glory!
Jesus knew that the Old Testament said: “the words of a man’s mouth are deep waters; the wellspring of wisdom is a flowing brook” (Pr. 18:4), here it is key to see that “words” are equated to “deep waters”; “with joy you will draw water from the wells of salvation” (Is. 12:3), “for I will pour water on him who is thirsty, and floods on the dry ground; I will pour My spirit on your descendants” (Is. 44:3a), “and in that day it shall be that living waters shall flow from Jerusalem” (Zech. 14:8a), and this last one, was read on the Temple in the Feast of Tabernacles when Jesus did speak on the eight day, the feast-day of no waters. So, our constant Speaking in Tongues within ourselves is like an inexhaustible caudal of waters of eternal and spiritual life.
One of the most surprising events is that John the Baptist was filled with holy spirit since he was inside the womb of his mother Elizabeth, and while he was growing, he was being strengthened in that holy spirit that he had, which was not the situation with Jesus, who received holy spirit near to his 30 years. Of John the Baptist we read that "the child grew and became strong in spirit" (Lk 1:80); on the other hand, "Jesus kept increasing in wisdom and stature and in favor with God and men" (Lk 2:52), this is very similar to the way Samuel himself was growing: “the child Samuel grew on, and was in favour both with the LORD, and also with men” (1 Sam. 2:26). God, the father of Jesus, said at the water baptism of Jesus that Jesus was His beloved son in which he was pleased. Jesus Christ was conceived by the manifestation of a miracle inside the womb of Mary, by the deed and grace of God, who is Spirit and who is Holy; however, Jesus learned and believed in the Scriptures like anyone of us, through a slow learning process by the use of his five senses. Jesus needed to demonstrate to us that that is possible! Such was the condition to reach our salvation. Jesus needed to be on equal grounds with Adam, the one who lost holy spirit. Jesus is the Word manifested in flesh for his own obedience, a will that hesitated, but got stronger on Gethsemani. The moment in which Jesus received a permanent, immortal spirit nature, was at his resurrection! “Who was declared to be the Son-of- God-in-power (in respect to the spirit of holiness) by his resurrection from among the dead: Jesus Christ our Lord” (Rom. 1:4).
Each disciple of Jesus wanted to be above the others; however, Jesus told them that if they were able to believe like little children, they will be able to own the kingdom of heaven, which is manifested today through the use of the gift of holy spirit that we have inside since we believe in our Lord and Savior, the living Jesus; we need to receive this holy education like little ones if we expect to apply it at full capacity! Those beloved children, belittled by the disciples, are innocent and cleaner in their minds than the adults contaminated in their brains with fears, bombarded with useless or negative information, lasciviousness, anger, hatreds, etc. Children believe more easily, and are closer to perform miracles and wonders, than the adults.
“By grace you have been saved through faith, and this is not of yourselves, it is the gift of God, not from works, so that no one can boast. For we are his handiwork, having been created in Christ Jesus to do good works, which God prepared in advance so that we would walk in them” (Eph. 2:8-10). We are freely saved, because of what our Lord Jesus did for us, but after our salvation, our Lord expects for us to do something important for love, to manifest the gift of holy spirit, something so costly for him.
The nine evidences demonstrating that we have holy spirit are what we, the born again believers, can do now. God is not weaker at all now in the age of grace, it is us and our understanding (or its lack thereof) of the Word of God, of His Revelation, and/or our belief on it what makes all the difference between a sterile and/or dead religion based only in dogmas and rituals, contrasted with the active ministry of the spiritual power of love!
Note:
[1] p. 15 of Salmon, D. Joseph Lancaster. British and Foreign School Society, Longmans, 1904, 76 p. [Both free for now at Google Books]
Updated Oct 22, 2020, 4:44 PM
Nov 8, 2011, 3:28 PM
Biblia y la Educación Espiritual, la Escuela de Profetas
Por Fernando Castro-Chavez
http://fdocc.ucoz.com/fdocc-educacion.doc , http://fdocc.ucoz.com/fdocc-educacion.pdf
“Instruye al niño en su camino, y ni aun de viejo se apartará de él” (Pr. 22:6); “Tú, mi Dios, me has enseñado desde mi juventud, y aún ahora sigo hablando de tus maravillas” (Ps. 71:17), “entiendo más que mis maestros, porque tus testimonios son mi meditación” (Ps. 119:99), etc.
¿Cuántos padres quisieran la mejor educación para sus hijos? ¿Cuántos profesores deberían de estar proporcionando la mejor educación para sus estudiantes? ¿Y qué hay acerca de Dios y de Su perfecto prototipo para la humanidad? Jesucristo es nuestro prototipo, el maestro perfecto. Antes que nada hemos de reconocer los límites naturales de nuestra mente racional y la solución a esto proporcionada por Dios mediante el sacrificio completo de Su hijo Jesucristo: Las nueve herramientas de la manifestación y el fruto con nueve atributos del don de espíritu santo.
El estudiante de la Palabra de Dios necesita con toda seriedad desear entender a Dios y Su don espiritual; como dice Proverbios: ¡“Si recibes mis palabras… haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinas tu corazón a la prudencia… si invocas a la inteligencia… si la buscas como a la plata, y la rebuscas como a un tesoro, entonces… hallarás el conocimiento de Dios”! “Así entenderás lo que es el derecho y la justicia, la equidad y todo buen camino” (Pr. 2:1-5, 9).
El gran educador José Lancaster, el primero en “mostrar como, con la Biblia como el único libro de texto, el profesor puede enseñar las muchas y grandes verdades en las que los Cristianos están de acuerdo… de tal manera que los hijos de todas las denominaciones podrán, con perfecta imparcialidad, crecer juntos en el temor [en el profundo respeto] del Señor y el conocimiento de Su Palabra”[1], escribió en su gran libro de 1805 “Mejoras en Educación”: “Nos dirigimos a las Santas Escrituras como dictadas y escritas por inspiración Divina... Timoteo conocía las Escrituras desde la infancia; y sería bueno para esta nación si todos aquellos de la generación actual, fueran entrenados desde su niñez en este bendito conocimiento”, y que “cuando la obediencia a los preceptos Divinos se mantiene a ritmo con el conocimiento, en la mente de cualquier hombre, entonces ese hombre es Cristiano; y cuando los frutos del Cristianismo son producidos, ese hombre es un discípulo de nuestro Bendito Señor”.
Jesucristo dijo: “Así que pidan, y se les dará. Busquen, y encontrarán. Llamen, y se les abrirá”, “si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará espíritu santo a quienes se lo pidan!” (Lk. 11:9, 13). ¡Las “buenas cosas” del pasaje paralelo (Mt. 7:11) procedentes de Dios, son Su don de “espíritu santo a quienes se lo pidan”!
Jesús disfrutaba decir la mayor cantidad de información con la menor cantidad de palabras posibles, por ejemplo, cuando él compactaba las más importantes leyes del Antiguo Testamento: “Todo lo que quieran que la gente haga con ustedes, eso mismo hagan ustedes con ellos, porque en esto se resumen la ley y los profetas” (Mt. 7:12); ““Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente [y con todas tus fuerzas (Mr. 12:30)].” Éste es el primero y más importante mandamiento. Y el segundo es semejante al primero: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas”” (Mt. 22:37-40).
Busquemos en el Antiguo Testamento al primer maestro sistemático de la profecía: Samuel; dentro de su escuela, la profecía se incrementó tremendamente. El profesor de Samuel fue Elí, un hombre espiritualmente diluido; sin embargo, fue Elí quien con todas sus imperfecciones entendió, a la tercera vez, que Dios estaba llamando a su aprendiz Samuel, y le dijo que respondiera de la siguiente manera: ¡ ‘Habla, Señor, que tu siervo escucha’ (1 Sam. 3:9)!
Samuel se dio cuenta de la tremenda carencia de instrucción relacionada con cómo reconocer y proclamar a Dios, Su Palabra, y Su Revelación. En los libros de Samuel aprendemos dos veces acerca de su “grupo de profetas”:
1) “Te encontrarás con un grupo de profetas que descienden del santuario que está en el cerro. Irán profetizando y tocando salterios, panderos, flautas y arpas” (1 Sam 10:5b). Aquí aprendemos acerca de la importancia de un grupo para obtener confianza, aprendiendo mediante el ejemplo de los más experimentados, y del uso de instrumentos musicales para la inspiración; se mencionan los de cuerdas, de percusión, de viento, y de su hablar (declamar), y/o cantar al ritmo de la música como una forma de ayudar a proclamar la Palabra de Dios, ¡y para recibir Su Revelación! El siguiente pasaje nos habla de la función vital de Samuel como el fundador y promotor de la escuela de profetas:
2) “Al llegar, vieron a un grupo de profetas dirigidos por Samuel, que estaban profetizando. Entonces el espíritu de Dios vino sobre los mensajeros [de Saúl], y también ellos comenzaron a profetizar” (1 Sam. 19:20). Samuel fue el fundador y líder de ese grupo de profetas, siendo David, el ungido Rey, uno de sus miembros. El poder espiritual del grupo, con sus instrumentos musicales, y su experiencia practicando profecía, fue tan influyente que los mensajeros enviados por el malvado Rey Saúl para atrapar a David, ¡ellos mismos comenzaron también a profetizar! Esto indica que cualquiera con la adecuada instrucción y/o ambiente es capaz de profetizar. Esto es tan simple como puede ser posible. Saúl entonces envió otros dos grupos de mensajeros, ¡y todos ellos también profetizaron! (1 Sam. 19:21). Si tres grupos de hombres no tan buenos y sin previa experiencia fueron capaces de profetizar inspirados y guiados por el ejemplo de los profetas y del espíritu de Dios que ellos manifestaron, esto indica que ciertamente es bastante simple poder manifestar profecía una vez que la instrucción y/o el ejemplo, y la plena confianza es inculcada en el principiante, para que éste comience a pronunciar palabras al ritmo y con la guía de los previos estudiantes basadas en la revelación de Dios que se encuentra en Sus Escrituras. Este ha de ser el propósito y búsqueda de nuestras vidas: ¡Cómo enseñar la plenitud del poder de Dios hoy!
Lo más sorprendente es que Saúl mismo, con todas sus maldades acumuladas, incluyendo su profundo deseo de matar a David, en cuanto se encontró en la presencia de la influencia espiritual de estos santos hombres, “el espíritu de Dios también vino sobre él” (1 Sam. 19:23), de forma tal que él mismo, temporalmente, dejó su ropaje de Rey y “siguió profetizando todo el día y toda la noche” (1 Sam. 19:24); oportunidad que David aprovechó para escapar, ya que Saúl no cambió sus perversos caminos y sus deseos de matar a David, ¡ni siquiera después de haber, él mismo, profetizado!
El hecho de que Saúl y sus hombres, siendo un hombre muy malo, estaba también profetizando, nos recuerda que “Dios no hace acepción de personas” (Hch. 10:34b). Otro hombre no bueno expresando algunas de las más hermosas declaraciones referentes al Mesías que habría de venir fue Balaam, un profeta contratado para maldecir a la nación hebrea errante; sin embargo, “durante la noche, Dios vino y le dijo a Balaam: “Puesto que estos hombres han acudido a ti, levántate y vete con ellos. Pero harás sólo lo que yo te diga”” (Nm. 22:20). El espíritu de Dios le reveló a Balaam cosas impresionantes expresadas por Balaam en rima, como un poema o una canción, tales como: “Dios no es hombre, para que mienta” (Nm. 23:19a). Balaam también vio, surgiendo de entre los hebreos, al Salvador prometido, y la profecía astronómica que anunciaría su llegada: “Cuando se acuesta a descansar, parece un león: nadie se atreve a despertarlo” (Nm. 24:9a), algo que ya era sabido gracias a una profecía antigua de Jacob en su lecho de muerte relacionada con su hijo Judá, antepasado de Jesucristo (Gn. 49:9); Balaam también declaró: “Yo lo veré, pero no en este momento; lo contemplaré, pero no de cerca. De Jacob [que es Israel] saldrá una estrella; un cetro surgirá en Israel” (Nm. 24:17a), siendo esta también una resonancia de previas Escrituras (Gn. 49:10). Parece que Balaam tenía un buen conjunto de archivos relacionados con previas declaraciones proféticas en su cabeza y sus Escrituras de las que el espíritu de Dios seleccionó aquello que él había de decir en la forma de hermosos poemas proféticos.
Así de que estos ejemplos de Saúl y de Balaam profetizando nos demuestran que el espíritu de Dios inspira y revela verdades, siendo manifestado aún por seres humanos malos. Estos hombres son un recuerdo para nosotros de que la verdad misma es independiente del recipiente, y que la canción será cantada independientemente del cantante.
Estos ejemplos también nos muestran que necesitamos llenarnos a nosotros mismos con la Palabra de Dios lo más que sea posible para comenzar a profetizar; ¿Cómo? Mediante el comenzar repitiendo las palabras que aparecen en los libros de la Biblia (v.gr., para esta era, las Epístolas de Pablo), y también aquellas profecías que aún no se han cumplido (Apocalipsis, Daniel, etc.); sin embargo, necesitamos recordar que un profeta es alguien que habla por Dios, no necesariamente prediciendo el futuro. De hecho, algunas de las más asombrosas profecías tienen que ver con eventos del pasado que no había otra manera de saberlos o que fueron pasados por alto en su momento, tan sólo para ser revelados mediante profecía:
“¡Cómo caíste del cielo, lucero de la mañana!”, “tú, que en tu corazón decías: “Subiré al cielo...” (Is. 14:12a-13a). Aquí, no había otra forma de saber acerca de estas cosas sino solamente mediante profecía, mediante la directa Revelación de Dios, quien vio el corazón de Lucifer antes de su caída. Y aquí vemos otra: “Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra” (Gn. 1:1), de nuevo, solamente Dios pudo habernos hablado acerca de eso...
Pero también, el profeta trae alivio al declarar las cosas básicas relacionadas con la protección de Dios, del cuidado que Dios tiene para los suyos, o expresar indignación por las acciones vergonzosas de Su gente, y sus consecuencias.
¿Vamos acaso a descartar las palabras proféticas de Balaam debido a su mal ejemplo como ser humano? ¡Ciertamente que no! Hoy en día, necesitamos usar más y más nuestro discernimiento espiritual para hacer como ellos dicen, si es que está de acuerdo con la Palabra y la Revelación de Dios, pero no hacer como ellos hacen, si es que eso no está de acuerdo con Dios.
David fue uno de los discípulos proféticos de Samuel, y él decidió transformar su ministerio profético en una forma artística mediante el escribir sus Salmos, cada uno de ellos inspirado por Dios y todos ellos llenos de Inspiración y/o Revelación, y cada uno de ellos con su propia instrumentación, con su propio ritmo. David, con la aprobación de Dios, aún instruyó a un específico ministerio de músicos que sirvieran en el Templo y que cantaran la Palabra de Dios y la Profecía de Dios. En sus Salmos David reveló cosas del pasado de los hebreos que no se encuentran en ningún otro lugar de la Biblia, por ejemplo: “En sus tribus no había un solo enfermo” (Ps. 105:37b), cuando partieron de Egipto; y “¡no quites de mí tu santo espíritu!” (Ps. 51:11b), en dónde David reveló que después de hacer toda su maldad, estaba temeroso de perder el espíritu de Dios, rogándole a Dios que no lo hiciera. Vemos que Saúl tenía el espíritu de Dios de tiempo en tiempo, hasta que ciertamente terminó perdiéndolo: “el espíritu del Señor ya se había apartado de Saúl” (1 Sam. 16:14a), de tal forma que al final de su vida, en vez de acudir a Dios, el engañado Saúl consultó a los espíritus malignos buscando “consejo” [“En Endor hay una mujer que tiene espíritu de adivinación [que es médium]” (1 Sam. 28:7b)], con un espíritu maligno que impersonó al fallecido Samuel, llevando a Saúl directamente a su muerte, y a la muerte de su hijo.
En el Antiguo Testamento, el espíritu de Dios llegaba y se apartaba de la gente; sin embargo, sabemos que ahora después del día de Pentecostés, ¡el espíritu de Dios mora en el creyente renacido de manera permanente! Ahora no existe forma de perderlo, y es por eso que es el nuevo nacimiento, la naturaleza divina, es por eso que nosotros somos los hijos de Dios y que Él es nuestro Padre. Nosotros tenemos el genoma espiritual de Dios por dentro: “Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Ef. 2:8), “habéis renacido, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios” (1 Pe. 1:23a), “la simiente de Dios permanece en él [el creyente renacido]; y no puede pecar [la simiente espiritual], porque [la simiente] ha nacido de Dios” (1 Jn. 3:9b), la simiente de Dios es el espíritu de Dios dentro de nosotros. El espíritu dentro de nosotros no puede pecar, ¡debido a que su origen es Dios!
Otro profeta del Antiguo Testamento, Eliseo, estaba tan enojado por las acciones del corrupto Rey Joram, que la única forma de alcanzar reposo y permitirse a sí mismo el pronunciar profecía fue mediante la música: ““¡tráiganme un tañedor!” Y mientras el tañedor tocaba, la mano del Señor vino sobre Eliseo” (2 Re. 3:15).
Hay que considerar que los profetas, como cualquier ser humano, también cometen errores al comenzar, cuando ellos comienzan con los cinco sentidos, corrigiendo rápidamente su postura una vez que ha sido alertados por Dios: “cuando todos estuvieron reunidos, Samuel vio a Eliab, y pensó: “Seguramente, éste es el que Dios ha escogido.” Pero el Señor le dijo: "No te dejes llevar por su apariencia ni por su estatura, porque éste no es mi elegido. Yo soy el Señor, y veo más allá de lo que el hombre ve. El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero yo miro el corazón"” (1 Sam. 16:6-7). Jesucristo mismo necesitó intentar de nuevo por segunda vez para poder sanar por completo a un ciego: “Entonces [Jesús], tomando la mano del ciego, lo sacó fuera de la aldea; escupió en sus ojos, puso sus manos sobre él y le preguntó si veía algo. Él, mirando, dijo: “Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan”. Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirara; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos” (Mr. 8:23-25).
A un joven profeta Dios le dijo que no comiera nada en Betel después de pronunciar su dura profecía en contra del corrupto Rey Jeroboam, pero un profeta más viejo engañó al joven profeta diciéndole que Dios le había dicho que estaba bien si comía con él en esa ciudad, siendo la consecuencia que ¡el joven profeta murió y fue sepultado allí! (1 Re. 13) Así de que, Dios es lo suficientemente poderoso como para decirte personalmente todo lo que Él desea, y una vez que Dios claramente te dice algo, no sucumbas ante otros diciéndote una cosa diferente de aquello que Dios inicialmente te dijo a ti, aún si ellos dicen que Dios les dijo que eso es lo que tú debes de hacer. ¡La Palabra de Dios y Dios Mismo mediante Su Revelación es capaz de decirte personalmente todo lo que tú necesitas hacer y saber!
Algunas veces, los profetas dicen algo que es nulificado o que casi de inmediato cambia, conforme al arrepentimiento de quien(es) escucha(n): “Por esos días Ezequías cayó gravemente enfermo... Isaías …le dijo: "Así dice el Señor: “Pon tu casa en orden, porque no vas a sanar, sino que morirás.”"” (2 Re. 20:1), “"Pero antes de que Isaías llegara a la mitad del patio, la palabra del Señor vino a Isaías, y le dijo: "Regresa y dile a Ezequías… “He escuchado tu oración, y he visto tus lágrimas. Te voy a devolver la salud… Voy a darte quince años más de vida”” (2 Re. 20:4-6). ““Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive, y predica contra ella, porque hasta mí ha llegado la maldad de sus habitantes”” (Jon. 1:2), pero “los habitantes de Nínive creyeron a Dios” (Jon. 3:5), “al ver Dios lo que hicieron, y que se habían apartado de su mal camino, también él se arrepintió de hacerles el daño que les había anunciado, y desistió de hacerlo” (Jon. 3:10).
Los profetas también pueden distinguir la identidad y los corazones de las personas consultándoles. Hubo un profeta ciego que fue visitado por una mala mujer disfrazada preguntando acerca de su hijo, si viviría o moriría. El viejo profeta percibió quien era ella debido a que “el Señor le había dicho: "Ajías, la mujer de Jeroboán va a venir a consultarte acerca de su hijo enfermo. Viene disfrazada, pero cuando llegue le dirás lo que yo te mande"” (1 Re. 14:5).
Jesucristo, y la Palabra de Dios, siendo nuestro perfecto maestro, hoy nos dice que: “Toda la Escritura es inspirada [exhalada] por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Tim. 3:16-17). Toda Escritura es dada por Dios, Dios inspiró a los escritores de la Biblia, y es provechosa para enseñar la buena doctrina, para reprender si la enseñanza no se sigue y si la práctica no se lleva a cabo conforme a ella, y para corrección para traer de regreso a la buena instrucción. Estos son los tres pasos para que el estudiante reciba: 1) Enseñar, 2) Reprender, si es necesario y únicamente conforme a la Palabra de Dios, y 3) Corrección, de regreso a la Verdad. Estos tres son la “instrucción en justicia”, habilitándonos a estar completos, como ahora que tenemos cuerpo, alma, y espíritu (1 Tes. 5:23), y a usar todo nuestro ser, y más especialmente nuestra nueva naturaleza espiritual, nuestro distintivo del resto de la humanidad, que por nuestra libre voluntad, nos equipa completamente, para llevar a cabo los más profundos deseos de nuestro corazón: ¡el ser plenamente capaces de hacer “toda buena obra”!
Cada creyente ha de tener “diligencia”, para no “avergonzarse”, y para presentarse “ante Dios aprobado” porque ese creyente “usa bien” la Palabra de Verdad (2 Tim. 2:15), “que maneja con precisión” (LBLA, NBLH), “porque sabe analizar y exponer correctamente” (Castilian), “que enseña debidamente” (DHH), “que enseña correctamente” (TLA), “que traza bien” (RVA), “que enseña correctamente a poner en práctica” (PDT), “que interpreta rectamente” (NVI), “que explica correctamente” (NTV); y del ingles: “cortando rectamente” (KJV), “dividiendo correctamente” [KJV], “cortando en línea recta” [Darby], “manejando correctamente” [ESV], “guiando a la palabra de verdad a través de un camino recto” [LEB], “analizando correctamente y dividiendo con exactitud [manejando correctamente y enseñando hábilmente]” [Amplified Bible] la Biblia, etc.
Para hacer esto, necesitamos recordar que “las cosas que se escribieron antes, se escribieron para nuestra enseñanza, a fin de que tengamos esperanza por medio de la paciencia y la consolación de las Escrituras” (Rom. 15:4). No necesitamos tomar a las Escrituras fuera de contexto, necesitamos dejarlas explicarse a sí mismas en su versículo, capítulo, libro, en toda la Biblia por acumulación de Escrituras idénticas o relacionadas en el tema, por el primer uso de sus palabras, y por cuidadosamente distinguir a quién fueron escritas las diferentes declaraciones; por ejemplo: “A los que han sido santificados en Cristo Jesús y llamados santos, junto con todos los que en todas partes invocan el nombre del Señor Jesucristo, Señor suyo y nuestro” (1 Cor. 1:2b). ¡Aquí vemos que las Epístolas de Pablo son dirigidas a nosotros y son unas de las más actuales noticias de Dios para nosotros!
Ahora tenemos las nueve operaciones del don de espíritu santo, y las tres cosas que nos sostienen son: fe (creencia), amor, y esperanza. Esta esperanza es el regreso de Cristo Jesús para transformarnos en cuerpos espirituales inmortales, y para llevarnos de la tierra al cielo mientras el Apocalipsis destruye a la tierra, para traernos de regreso después de siete años para derrotar al Anticristo, y para reinar con Cristo por mil años, y para juzgar a los ángeles que cayeron, y para estar para siempre con Cristo y con Dios sobre la tierra, en Su santa ciudad, además de poder salir para ayudar a otros a recibir inmortalidad, y para viajar a través de todo el universo.
Pero por ahora, también tenemos disponibles cinco profesiones espirituales adicionales dadas como dones por Cristo Jesús, quien “constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a estar unidos por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios; hasta que lleguemos a ser un hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Ef. 4:11-13). Aún cuando nosotros no sabemos cual es nuestro título específico, nosotros ciertamente, si tenemos el intenso anhelo de servir a otros, nosotros podemos ejercer una o varias de estas profesiones conforme sea necesario. ¿Acaso es importante saber exactamente cual es nuestro título, o más bien el simplemente llevarlo a cabo? Algunas personas llaman a estos cinco oficios: ‘los dones de Ministerios’.
Por ejemplo, Pablo no solamente era un Apóstol, sino que también funcionó en las otras cuatro categorías, conforme a la necesidad de los nuevos creyentes, algunas veces abriendo nuevas puertas (evangelista), algunas otras edificando los grupos de creyentes ya establecidos (pastor), en ocasiones enseñó acerca de la resurrección o la esperanza (maestro), algunas otras profetizó acerca de la venida del hijo de perdición y nuestra partida de la tierra, de nuestra arrebatamiento para encontrarnos con Cristo en el cielo, y de nuestro juzgar a los ángeles (profeta), y como apóstol, Pablo trajo viejas profecías para que fueran vistas a la nueva luz de nuestra administración, como su explicación a los Corintios de las “otras lenguas” reveladas por Isaías, el profeta.
El más importante evento que Dios quería que la nación Hebrea recordara era la Pascua: “El día de mañana, cuando tu hijo te pregunte” (Dt. 6:20a); pero ahora, el memorial que Dios desea que le enseñemos a nuestros hijos y que recordemos, es la nueva y totalmente inclusiva Pascua, el sacrificio de Jesucristo por todos nosotros: “Yo recibí del Señor lo mismo que les he enseñado a ustedes: Que la noche que fue entregado, el Señor Jesús tomó pan, y que luego de dar gracias, lo partió y dijo: “Tomen y coman. Esto es mi cuerpo, que por ustedes es partido; hagan esto en mi memoria”. Asimismo, después de cenar tomó la copa y dijo: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que la beban, en mi memoria” …Porque el que come y bebe de manera indigna, y sin discernir el cuerpo del Señor, come y bebe para su propio castigo. Por eso hay entre ustedes muchos enfermos y debilitados, y muchos han muerto” (1 Cor. 11:23-30). El cuerpo partido de Jesús, representado en ese pan, se nos ofreció para nuestra sanidad física; la sangre derramada por Jesús fue ofrecida para lavar nuestros pecados; simples y unidas verdades olvidadas y tristemente separadas en muchos servicios. La sanidad al comer la carne del cordero de la Pascua era conocida en el Antiguo Testamento, por ejemplo “el Señor escuchó la oración de Ezequías, y sanó al pueblo” (2 Cr. 30:20), y el verso ya visto de Sal. 105:37b, indicando que todos los hebreos que salieron de Egipto fueron sanados al comer el cordero.
“Para que ya no seamos niños fluctuantes, arrastrados para todos lados por todo viento de doctrina, por los engaños de aquellos que emplean con astucia artimañas engañosas, sino que profesemos la verdad en amor y crezcamos en todo en Cristo, que es la cabeza, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor” (Ef. 4:14-16).
¿Acaso hemos sido engañados en el pasado por esos tiranos que piensan que ellos saben más? Bueno pues, ¡Dios nos promete que nunca más! Si es que hablamos “la verdad en amor”, Dios nos asegura que podemos crecer “en todo en Cristo”, “a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (EF. 4:13), nuestro líder máximo, ¡nuestra cabeza! El Cuerpo de Cristo, los otros creyentes por todo el mundo, reciben “su crecimiento”, como cuerpo de Cristo “para ir edificándose en amor” ¿Por qué? Porque, tú haces tu mejor, pero Dios es el único, el real y verdaderamente responsable de darles el auténtico, ¡el genuino crecimiento! “Yo [Pablo] sembré, y Apolos regó, pero el crecimiento lo ha dado Dios” (1 Cor. 3:6).
Siete de las nueve acciones de espíritu santo, el espíritu de Dios dentro nuestro, también estuvieron disponibles en el Antiguo Testamento, con la diferencia ya indicada, de que en ese tiempo el santo espíritu era condicional o temporal, dependiendo de la fidelidad y comportamiento de los creyentes, mientras que ahora, después de Pentecostés, el don de espíritu santo es una nueva naturaleza permanentemente establecida dentro de nosotros, es la simiente de Dios, la genética de Dios haciéndonos Sus hijos mediante Su divina semilla dentro de nosotros. Aún Jesucristo mismo manifestó solamente 7/9 del don de espíritu santo que ahora disfrutamos como los 9/9 de la unidad completa gracias a su sacrificio. Comparemos a Jesús (J.C.) con el Antiguo Testamento (A.T.), y nuestro N.T. (Nuevo Testamento) después de Pentecostés, notando que la mayoría de estas actividades están entrelazadas unas con otras, así que la siguiente clasificación tiene simplemente el propósito de ayudarnos a visualizar el tremendo poder que tenemos ahora. Y de nuevo, estos son solamente ejemplos, comparados con el ejército de maravillas disponibles en la Biblia misma. Si Dios ayudó a brazo desnudo a los testarudos hebreos del Antiguo Testamento, ¿cuánto más no hará por nosotros que somos sus amados hijos?
Tres operaciones de ministrar o movimiento, disponibles en el A.T., con J.C., y después de Pentecostés:
1
Fe (Creyendo):
“Elías era un hombre con limitaciones semejantes a las nuestras. Pero oró con fervor para que no lloviera, y durante tres años y seis meses no llovió sobre la tierra. Después volvió a orar, y el cielo dejó caer su lluvia, y la tierra dio sus frutos” (Stgo. 5:17-18). La historia completa se puede leer en 1 Re. 17-18. Aquí, el corazón de Elías notó que las acciones del malvado Rey, y su nación, estaban equivocadas; Elías quería sacudir todo eso, y decidió “que no lloviera”, ¡y lo hizo creyendo en eso durante 3.5 años!
“Fijemos la mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que le esperaba [por el gozo puesto delante de él] sufrió la cruz y menospreció el oprobio, y se sentó a la derecha del trono de Dios” (Heb. 12:2). Aquí tenemos a Jesús, nuestro salvador, colgando de esa cruz mientras que por pura fe no se enfocó en ese momento en su desnudez o heridas, sino que ¡“menospreció el oprobio”, “por el gozo puesto delante de él [que le esperaba]”! ¡Y ahora tenemos la fe espiritual de Cristo!
“Pues esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, y me ha dicho: "Pablo, no temas; es necesario que comparezcas ante César; además, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo". Por tanto, tened buen ánimo, porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho” (Hch. 27:23-25). Pablo necesitaba ser valiente, primero ante la presencia del ángel de Dios, luego para pararse y declarar valerosamente ante todos los miembros de ese barco la Revelación, ¡ya que él creyó en ella!
2
Energizaciones de Milagros
“Moisés respondió al pueblo: “No temáis; estad firmes y ved la salvación que Jehová os dará hoy, porque los egipcios que hoy habéis visto, no los volveréis a ver nunca más. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos”. Entonces Jehová dijo a Moisés: “¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen. Y tú, alza tu vara, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los hijos de Israel pasen por medio del mar en seco”” (Éx. 14:13-16). Este fue el comienzo de uno de los más sorprendentes milagros en el Antiguo Testamento. La gente se quejó en contra de Moisés, quien erróneamente les dijo “estad firmes”, y entonces comenzó a orar, a “clamar” a Dios, a lo que Dios le respondió: “¿Por qué clamas a mí?”, como diciéndole a Moisés que ese no era el tiempo de orar o de “estad firmes”, ¡ese era el tiempo de moverse!, ¡“que marchen”! Además, Dios ya le había dado la herramienta adecuada a Moisés, la vara con la que él ya había hecho asombrosos milagros para el Faraón, pero de nuevo Dios le instruye acerca de ello: “alza tu vara, extiende tu mano sobre el mar y divídelo”, lo que hizo Moisés, y su nación fue salva, mientras que los egipcios murieron ahogados.
Jesús milagrosamente multiplicó la comida (pan y pescados) en dos ocasiones: 1) “Los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños” (Mt. 14:13-21); 2) “Los que comieron eran como cuatro mil” (Mr. 8:1-10). En el pasado, lo mismo sucedió: 1) con el pan que alimentó a cien (2 Re. 4:42-44), 2) con Elías, siendo alimentado por la viuda de Sarepta (1 Re. 17:8-16), y 3) el aceite que Eliseo milagrosamente multiplicó para pagar la deuda de una viuda, lo que salvó a sus hijos (2 Re. 4:1-7).
Sergio Paulo, varón muy prudente, “mandó llamar a Bernabé y a Saulo, porque deseaba oír la palabra de Dios. Pero el mago Elimas… se lo impedía y procuraba apartar de la fe al procónsul… Pablo… lleno de espíritu santo, fijó la mirada en el mago y dijo: “¡Eres un hijo del diablo! ¡Estás lleno de mentira y de maldad, y eres enemigo de la justicia! ¿Cuándo dejarás de trastornar los caminos rectos del Señor? Pon atención, porque la mano del Señor está en tu contra y vas a quedarte ciego; no podrás ver el sol por algún tiempo”. Y al instante quedó completamente ciego; y caminaba en círculos, buscando alguien que lo llevara de la mano. Cuando el procónsul vio lo que había sucedido, quedó maravillado de la enseñanza del Señor y creyó” (Hch. 13:6-12).
“Ananías, junto con Safira, su mujer, vendió un terreno y, con el consentimiento de ella, sustrajo algo del dinero que recibió; así que llevó sólo una parte y la entregó a los apóstoles. Entonces Pedro le dijo: “Ananías, ¿por qué le permitiste a Satanás que entrara en ti para mentirle al Espíritu Santo y sustraer parte de tu dinero? ¿Acaso el terreno no era tuyo? Y, si lo vendías, ¿acaso no era tuyo el dinero? ¿Por qué decidiste hacer esto? No les has mentido a los hombres, sino a Dios”. Al oír Ananías estas palabras, cayó muerto… Como tres horas más tarde, entró su mujer sin saber lo que había sucedido. Y Pedro le dijo: “Dime: ¿vendieron ustedes el terreno en ese precio?” Y ella respondió: “Sí, en ese precio”. Pedro le dijo entonces: “¿Por qué se pusieron de acuerdo para poner a prueba al espíritu del Señor? He aquí que vienen los que fueron a sepultar a tu marido, y ellos te sacarán también a ti”. Al instante, ella cayó muerta a los pies de Pedro” (Hch. 5:1-10).
3
Dones de Sanidades
“El hijo de la viuda cayó gravemente enfermo y se murió. Entonces ella le dijo al profeta: "¿Qué tengo yo que ver contigo, varón de Dios? ¿Has venido a hacerme recordar mis pecados, y a hacer que mi hijo se muera?" Y Elías le dijo: "Déjame ver a tu hijo". Y se lo quitó de los brazos, y lo llevó al lugar donde él dormía, y lo recostó sobre su cama; luego, clamó al Señor y le dijo: "Señor, mi Dios, ¿acaso a la viuda que me hospedó en su casa, y que me dio de comer, vas a afligirla dejando morir a su hijo?" Dicho esto, se tendió sobre el niño tres veces, mientras clamaba al Señor con estas palabras: "Señor y Dios mío, te ruego que le devuelvas la vida a este niño". El Señor oyó su petición, y el alma del niño volvió a su cuerpo, y el niño recobró la vida… Entonces el profeta tomó al niño y lo llevó con su madre, y le dijo: "Mira, ¡tu hijo está vivo!" Entonces la mujer le dijo: "Hoy he comprobado que tú eres un varón de Dios, y que en tus labios la palabra del Señor se hace verdad" (1 Re. 17:17-24).
“Eliseo le dijo: "Dentro de un año, por estos días, tendrás un hijo en tus brazos" …la mujer concibió y un año después, por el tiempo que Eliseo le había dicho, dio a luz un hijo. Y el niño creció [y] …murió. Entonces ella subió al aposento del varón de Dios, lo puso sobre la cama, y cerrando la puerta salió de allí… en cuanto llegó al monte, donde estaba [Eliseo] el varón de Dios, se arrojó a sus pies. Guejazí se acercó y trató de levantarla, pero el varón de Dios le dijo: "Déjala, que se encuentra muy amargada. Pero el Señor no me ha dicho qué es lo que pasa, sino que me ha encubierto el motivo". Entonces ella dijo: "¿Acaso yo le pedí un hijo a mi señor? ¿No dije, más bien, que no te burlaras de mí?"…la madre del niño le dijo: "Juro por el Señor, y por tu vida, que no voy a dejarte aquí". Entonces Eliseo se levantó y la siguió… Cuando Eliseo llegó a la casa, el niño yacía tendido sobre la cama, sin vida. Entonces Eliseo entró y cerró la puerta tras de sí, y oró al Señor. Luego, subió a la cama y se tendió sobre el niño, juntando boca con boca, ojos con ojos, y manos con manos. Así, se mantuvo tendido sobre el niño, hasta que el cuerpo del niño comenzó a entrar en calor. Luego Eliseo se levantó y comenzó a pasearse de un lado a otro de la casa, y después volvió a subirse a la cama, y se tendió otra vez sobre el niño; en ese momento el niño estornudó siete veces, y abrió sus ojos” (2 Re. 4:14-37).
“Era una cueva y tenía una piedra puesta encima. Jesús dijo: “Quiten la piedra”. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: “Señor, ya huele mal, pues ha estado allí cuatro días”. Jesús le dijo: “¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?” Entonces quitaron la piedra. Y Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: “Padre, te doy gracias por haberme escuchado. Yo sabía que siempre me escuchas; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado”. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: “¡Lázaro, ven fuera!” Y el que había muerto salió, con las manos y los pies envueltos en vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Entonces Jesús les dijo: “Quítenle las vendas, y déjenlo ir”” (Jn. 11:38-44).
“Cuando [Jesús] se acercó a la puerta de la ciudad, vio que llevaban a enterrar al hijo único de una viuda. Mucha gente de la ciudad acompañaba a la madre. Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: “No llores”. Luego se acercó al féretro y lo tocó, y los que lo llevaban se detuvieron. Entonces Jesús dijo: “Joven, a ti te digo, ¡levántate!” En ese momento, el que estaba muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. El miedo [respeto profundo] se apoderó de todos, y unos alababan a Dios y decían “Un gran profeta se ha levantado entre nosotros”, y otros más decían “Dios ha venido a ayudar a su pueblo”. Y la fama de Jesús se difundió por toda Judea y por toda la región vecina” (Lc. 7:12-17).
“De la casa del jefe de la sinagoga vinieron a decirle: “Ya no molestes al Maestro. Tu hija ha muerto”. Pero Jesús, que oyó lo que decían, le dijo al jefe de la sinagoga: “No temas. Sólo debes creer”. Y con la excepción de Pedro, Jacobo y Juan, el hermano de Jacobo, no permitió que nadie más lo acompañara. Cuando llegó a la casa del jefe de la sinagoga, vio mucho alboroto, y gente que lloraba y lamentaba. Al entrar, les dijo: “¿A qué viene tanto llanto y alboroto? La niña no está muerta, sino dormida”. La gente se burlaba de él, pero él ordenó que todos salieran. Tomó luego al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con él, y entró adonde estaba la niña. Jesús la tomó de la mano, y le dijo: “¡Talita cumi!”, es decir, “A ti, niña, te digo: ¡levántate!” Enseguida la niña, que tenía doce años, se levantó y comenzó a caminar. Y la gente se quedó llena de asombro. Pero Jesús les insistió mucho que no dijeran a nadie lo que había ocurrido, y les mandó que dieran de comer a la niña” (Mr. 5:35-43).
“En Jope había una discípula llamada Tabitá, es decir, Dorcas. Tabitá siempre hacía muchas buenas obras y ayudaba mucho a la gente pobre. Pero sucedió que en esos días se enfermó y murió. Entonces lavaron su cadáver, y luego lo pusieron en una sala. Como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos supieron que Pedro estaba allí; entonces enviaron a dos hombres para pedirle que fuera a Jope urgentemente. Pedro se levantó y se fue con ellos. Cuando llegó, lo llevaron a la sala. Allí, todas las viudas lo rodearon y, mientras lloraban, le mostraron las túnicas y los vestidos que Dorcas había hecho cuando vivía. Entonces Pedro pidió que salieran todos; luego se puso de rodillas y, dirigiéndose al cuerpo, oró y dijo: “Tabitá, ¡levántate!” Ella abrió los ojos y, cuando vio a Pedro, se puso de pie. Pedro le dio la mano y la levantó; luego llamó a los santos y a las viudas, y les entregó viva a Tabitá. Esto llegó a saberse en toda Jope, y muchos creyeron en el Señor” (Hch. 9:36-42).
“Llegaron de Antioquía y de Iconio unos judíos que persuadieron a la multitud para que apedreara a Pablo; después de eso lo arrastraron y lo llevaron fuera de la ciudad, pues creían que estaba muerto. Pero los discípulos lo protegieron, y Pablo se levantó y entró en la ciudad, y al día siguiente salió con Bernabé para Derbe” (Hch. 14:19-20).
“Un joven que se llamaba Eutico estaba sentado en la ventana del tercer piso. Como Pablo se extendió demasiado en su predicación, a Eutico lo venció el sueño y se cayó, así que cuando lo levantaron estaba muerto. Entonces Pablo bajó y se echó sobre él, lo abrazó y dijo: “No se alarmen. Está vivo”. Después volvió a subir, y partió el pan y comió; luego siguió hablando hasta que amaneció, y entonces se fue. Para consuelo de todos, al joven se lo llevaron vivo” (Hch. 20:9-12).
Tres operaciones de revelación o percepción, disponibles en el A.T., con J.C., y después de Pentecostés:
4
Palabra de Ciencia
“La tierra pende en medio del vacío” (Job 26:7b); “Él está sentado sobre el círculo de la tierra” (Is. 40:22a); “¡Que alaben al Señor los cielos de los cielos, y las aguas que están sobre los cielos!” (Sal. 148:4).
“El rey de Siria se molestó mucho por esto, así que llamó a sus oficiales y les dijo: "¿No me van a decir quién de ustedes está a favor del rey de Israel?" Uno de sus oficiales dijo: "Ninguno de nosotros lo está. Lo que pasa, mi señor y rey, es que el profeta Eliseo está en Israel, y es él quien va y le cuenta al rey de Israel todo lo que Su Majestad dice, incluso en la intimidad de su alcoba"” (2 Re. 6:11b-12).
“Mientras Jesús estaba en Jerusalén durante la fiesta de la pascua, muchos, al ver las señales que hacía, creyeron en su nombre. Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos y no tenía necesidad de que nadie le dijera nada acerca del hombre, pues él sabía lo que en el hombre había. Entre los fariseos había un hombre que, entre los judíos, era muy importante. Se llamaba Nicodemo…” (Jn. 2:23-3:1).
“Algunos de los escribas se decían a sí mismos: “Éste blasfema”. Pero Jesús, que conocía los pensamientos de ellos, dijo: “¿Por qué piensan mal dentro de ustedes mismos?”” (Mt. 9:3-4).
“Cuando una mujer de la ciudad, que era pecadora, se enteró de que Jesús estaba a la mesa, en la casa del fariseo, llegó con un frasco de alabastro lleno de perfume. Llorando, se arrojó a los pies de Jesús y comenzó a bañarlos con lágrimas y a secarlos con sus cabellos; también se los besaba, y los ungía con el perfume. Cuando el fariseo que lo había convidado vio esto, pensó: “Si éste fuera profeta, sabría que la mujer que lo está tocando es una pecadora”. Entonces Jesús le dijo: “Simón, tengo que decirte algo”. Simón dijo: “Dime, Maestro”…Entonces se volvió a la mujer y le dijo a Simón: “Mira a esta mujer. Cuando llegué a tu casa, no me diste agua para lavarme los pies, pero ésta los ha bañado con sus lágrimas y los ha secado con sus cabellos. No me diste un beso, pero ésta no ha dejado de besarme los pies desde que entré. No ungiste mi cabeza con aceite, pero ésta ha ungido mis pies con perfume. Por eso te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho. Pero a quien poco se le perdona, poco ama”” (Lc. 7:37-47).
“La administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros, pues por revelación me fue declarado el misterio [Musterion], como antes lo he escrito brevemente. Al leerlo podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, el cual en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el espíritu: que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio… y de aclarar a todos cuál sea el plan [la administración] del misterio escondido desde los siglos en Dios, el creador de todas las cosas, para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia [el cuerpo de Cristo, la congregación de creyentes renacidos] a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que [Dios] llevó a cabo por medio de Cristo Jesús nuestro Señor” (Ef. 3:2-11).
“En espíritu [Cristo] fue vivificado; en espíritu también, fue y predicó [proclamó] a los espíritus encarcelados [su victoria], a los que en otro tiempo desobedecieron, en los días de Noé, cuando Dios esperaba con paciencia mientras se preparaba el arca” (1 Pe. 3:18b-20a). “Dios ni siquiera perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los arrojó al Tártaro [el calabozo o prisión de los ángeles caídos], dentro de fosas tenebrosas, donde están encerrados hasta el día del juicio” (2 Pe. 2:4). “Ángeles que no cuidaron su dignidad, sino que abandonaron su propia mansión, los ha retenido en prisiones eternas y oscuras, para el juicio del gran día [¡nosotros vamos a juzgarlos!*]. También Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, que lo mismo que aquéllos [ángeles caídos] practicaron la inmoralidad sexual y los vicios contra la naturaleza [carne extraña, sarkos heteras], fueron puestas como ejemplo, de un fuego eterno sufriendo [para esos ángeles caídos en la Era Venidera]” (Judas 6-7). * “¿No saben ustedes que nosotros juzgaremos a los ángeles? ¡Pues con más razón los asuntos de esta vida!” (1 Cor. 6:3).
5
Palabra de Sabiduría
“El faraón le dijo [a José], “He tenido un sueño, y no hay quien lo interprete. Pero he oído decir que tú oyes un sueño y lo puedes interpretar” José le respondió al faraón: “No depende de mí. Pero Dios dará al faraón una respuesta propicia” ...“El sueño de mi señor el faraón es uno solo. Dios le ha hecho saber lo que él [Dios] está por hacer. Las siete vacas hermosas son siete años, y las [siete] espigas hermosas también son siete años. El sueño es uno solo. También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas son siete años, y las siete espigas delgadas y marchitadas por el viento solano serán siete años de hambre... El hecho de que Su Majestad haya tenido el mismo sueño dos veces, significa que Dios ha decidido [establecido] hacer esto, y que muy pronto lo hará. Su Majestad debe buscarse ya un hombre inteligente y sabio, y ponerlo al frente de la tierra de Egipto. Debe también poner gobernadores al frente del país, y tomar la quinta parte de lo que produzca la tierra de Egipto durante los siete años de abundancia. Se deben almacenar todos los alimentos de estos buenos años que vienen, y bajo el control de Su Majestad recogerse y guardarse el trigo, para el sustento de las ciudades. Estas provisiones deben quedar almacenadas para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto. Así el país no perecerá de hambre”…el faraón les dijo a sus siervos: “¿Podremos encontrar a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios?” A José le dijo: “Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay nadie tan inteligente y sabio como tú. Así que tú estarás al frente de mi casa, y todo mi pueblo se someterá a lo que digas; solamente en el trono seré mayor que tú”” (Gn. 41:15-40).
“El rey [Salomón] dijo: "Una de ustedes afirma que su hijo está vivo, y que el niño muerto es de la otra; y la otra afirma que el niño vivo es el suyo, y que el niño muerto es de la otra". Entonces el rey dio una orden: "¡Tráiganme una espada!" En cuanto se la llevaron, el rey ordenó: "Traigan al niño vivo, y pártanlo por la mitad, y den una mitad a una, y la otra mitad a la otra". Entonces la madre del niño vivo, llena de compasión por su hijo, suplicó al rey: "¡Ay, Su Majestad! ¡No lo maten! ¡Que se quede esta mujer con el niño vivo!" Pero la otra dijo: "Ni para ti, ni para mí. ¡Que lo partan por la mitad!" Entonces el rey intervino, y dijo: "Entreguen el niño vivo a la primera mujer [la llena de compasión], que es la verdadera madre". Y cuando todo el pueblo de Israel supo del juicio que había emitido el rey, sintieron respeto por él, pues se dieron cuenta de que Dios le había dado sabiduría para impartir justicia” (1 Re. 3:23-28).
“Mientras uno de ellos derribaba un árbol, [la cabeza de] el hacha se le cayó al agua; entonces comenzó a gritar: "¡Ay, señor, el hacha era prestada!" El varón de Dios le preguntó: "¿Y dónde cayó?" Cuando aquél le mostró el lugar, Eliseo cortó un palo y lo echó al agua [ensartándolo en el hoyo de la cabeza del hacha], con lo que hizo que el hacha flotara; entonces le ordenó que recogiera el hacha, y aquél extendió la mano y la sacó del agua” (2 Re. 6:5-7).
“Cuando llegaron a Capernaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban las dos dracmas [de impuesto para el Templo] y le preguntaron: “¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?” Él dijo: “Sí”. Al entrar él en casa, Jesús le habló primero, diciendo: “¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos o de los extraños?” Pedro le respondió: “De los extraños”. Jesús le dijo: “Luego los hijos están exentos. Sin embargo, para no ofenderlos, ve al mar, echa el anzuelo y toma el primer pez que saques, ábrele la boca y hallarás una moneda. Tómala y dásela por mí y por ti”” (Mt. 17:24-27).
“Pedro le dijo: “Señor, si eres tú, manda que yo vaya hacia ti sobre las aguas”. Y él le dijo: “Ven”. Entonces Pedro salió de la barca y comenzó a caminar sobre las aguas en dirección a Jesús” (Mt. 14:28-29).
“Si alguno de ustedes requiere de sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios se la da a todos en abundancia y sin hacer ningún reproche. Pero tiene que pedir con fe y sin dudar nada, porque el que duda es como las olas del mar, que el viento agita y lleva de un lado a otro” (Stgo. 1:5-6).
“Entonces [Pedro] les dijo: “Como ustedes saben, para un judío es muy repugnante juntarse o acercarse a un extranjero [gentil], Pero Dios me ha hecho ver que no puedo llamar a nadie gente común o impura. Por eso, cuando me llamaron vine sin replicar”” (Hch. 10:28-29a); “Cornelio le dijo: “Hace cuatro días, como a esta hora, es decir, a las tres de la tarde, yo estaba orando en mi casa. De pronto, vi que delante de mí estaba un varón vestido con ropas resplandecientes. Ese varón me dijo: “Cornelio, Dios ha escuchado tus oraciones, y la ayuda que has dado a otros la ha recibido como una ofrenda. Envía a tus hombres a Jope, y haz que venga Simón, al que también se le conoce como Pedro. Está hospedado en casa de Simón el curtidor, junto al mar.” Así que los mandé por ti; y has hecho bien en venir”” (Hch. 10:30-33a).
6
Discernimiento de espíritus
“"¡Al instante me faltaron las fuerzas [a mí Daniel], y me quedé sin aliento!" Pero aquel [ángel] que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, me dio nuevas fuerzas, y me dijo: "La paz sea contigo, amado Daniel. No tengas miedo, sino sobreponte y cobra ánimo". Mientras aquel [ángel con apariencia de] hombre me hablaba, recobré las fuerzas, y dije: "Mi señor me ha infundido ánimo. Hábleme ahora". Y me dijo: "¿Sabes por qué he venido a verte? Pues porque ahora tengo que volver a pelear contra el [diabólico] príncipe de Persia, y cuando termine de pelear con él, vendrá el [diabólico] príncipe de Grecia. Aparte de Miguel [Arcángel], el príncipe de ustedes, nadie me ayuda [a mí, el ángel] contra ellos"” (Dan. 10:17b-21).
“Mientras los tres jóvenes [Sadrac, Mesac y Abednego] caían atados dentro del candente horno de fuego. El rey Nabucodonosor se espantó, y rápidamente se levantó y dijo a los de su consejo: "¿Acaso no eran tres los jóvenes que arrojaron atados al fuego?" Ellos le respondieron: "Así es en verdad, Su Majestad". Y el rey dijo: "Pues yo veo a cuatro jóvenes sueltos, que se pasean en medio del fuego y sin que sufran daño alguno. ¡Y el aspecto del cuarto joven es como el de un hijo de los dioses [cómo un ángel]! "” (Dan. 3:23-25).
“Cuando los hombres comenzaron a multiplicarse por toda la faz de la tierra, y les nacieron hijas, sucedió que los hijos de Dios [ángeles] vieron que las hijas de los hombres [humanas] eran hermosas. Entonces tomaron mujeres para sí, las que escogieron de entre ellas”, “en esos días había gigantes en la tierra, y también después de que los hijos de Dios [ángeles] se unieran a las hijas de los hombres [humanas] y les engendraran hijos. Éstos fueron los grandes héroes que desde la antigüedad ganaron renombre” (Gn. 6:1-2, 4); “un día acudieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios [ángeles], y entre ellos vino también Satanás [literalmente: el Adversario]”, “alababan juntas todas las estrellas del alba y se regocijaban todos los hijos de Dios [todos los ángeles]?” (Job 1:6, 2:1, 38:7).
“[Jesús] reprendió al espíritu impuro y le dijo: “Espíritu sordo y mudo, ¡yo te ordeno que salgas de este muchacho, y que nunca vuelvas a entrar en él!” El espíritu salió gritando y sacudiendo con violencia al muchacho, el cual se quedó como muerto. En efecto, muchos decían: “Está muerto”. Pero Jesús lo tomó de la mano, lo enderezó, y el muchacho se puso de pie” (Mr. 9:25b-27).
“Un hombre que tenía un espíritu impuro comenzó a gritar en la sinagoga: “Oye, Jesús de Nazaret, ¿qué tienes contra nosotros? ¿Has venido a destruirnos? ¡Yo sé quién eres tú! ¡Eres el Santo de Dios!” Pero Jesús lo reprendió, y le dijo: “¡Cállate, y sal de ese hombre!” El espíritu impuro sacudió al hombre con violencia y, gritando con todas sus fuerzas, salió de aquel hombre. Todos quedaron muy asombrados, y se preguntaban unos a otros: “¿Y esto qué es? ¿Acaso es una nueva enseñanza? ¡Con toda autoridad manda incluso a los espíritus impuros, y éstos lo obedecen!” Y muy pronto la fama de Jesús se difundió por toda la provincia de Galilea” (Mr. 1:23-28).
“Nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba: “¡Estos hombres son siervos del Dios altísimo! Ellos os anuncian el camino de salvación”. Esto lo hizo por muchos días, hasta que, desagradando a Pablo, se volvió él y dijo al espíritu: “Te mando en el nombre de Jesucristo que salgas de ella”. Y salió en aquella misma hora” (Hch. 16:16b-18).
“Felipe llegó a la ciudad de Samaria, y allí les predicaba a Cristo. Toda la gente escuchaba con atención lo que les decía Felipe, y oían y veían los milagros que hacía. Muchos de los que tenían espíritus malignos eran sanados, y los espíritus salían de ellos lanzando fuertes gritos; también muchos de los cojos y paralíticos quedaban sanos, y había una gran alegría en toda la ciudad” (Hch. 8:5-8).
La única operación del habla, de inspiración o de declaración, disponible en el A.T., con J.C., y después de Pentecostés:
7
Palabra de Profecía
“No te dejaré, ni te desampararé” (Jos. 1:5b).
“En las palmas de Mis manos te he grabado [como un tatuaje, esculpido, escrito, marcado, indeleblemente impreso]” (Is. 49:16a).
“Yo te amo con amor eterno. Por eso te he prolongado mi misericordia” (Jer. 31:3b).
“Fueron halladas tus palabras, y yo las comí. Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón” (Jer. 15:16).
‘Clama a mí, y yo te responderé; te daré a conocer cosas grandes y maravillosas que tú no conoces’ (Jer. 33:3).
“Mi pueblo ha sido destruido porque le faltó conocimiento” (Os. 4:6a).
“Vengan a mí todos ustedes, los agotados de tanto trabajar, que yo los haré descansar” (Mt. 11:28).
“Entonces Jesús dijo a los judíos que habían creído en él: “Si ustedes permanecen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”” (Jn. 8:31-32).
“Yo [Jesús] soy la puerta; el que por mí entra, será salvo; y entrará y saldrá, y hallará pastos. El ladrón no viene sino para hurtar, y matar y destruir; yo [Jesús] he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Yo [Jesús] soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas” (Jn. 10:9-11).
“Un mandamiento nuevo les doy: Que se amen unos a otros. Así como yo [Jesús] los he amado, ámense también ustedes unos a otros. En esto conocerán todos que ustedes son mis discípulos, si se aman unos a otros” (Jn. 13:34-35).
“Jesús le dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieran, también conocerían a mi Padre; y desde ahora lo conocen, y lo han visto”” (Jn. 14:6-7).
“[Dios] me has amado [a mí Jesús] desde antes de la fundación del mundo [kataboles kosmon]” (Jn. 17:24).
“[Dios] nos escogió [a nosotros creyentes renacidos] en él [Jesús] antes de la fundación del mundo [kataboles kosmon]” (Ef. 1:4a).
“Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Fil. 4:6-7).
“¡todo lo puedo por medio de aquel [Dios en Cristo en mí, el don de espíritu santo] que me fortalece!” (Fil. 4:13).
“Mi Dios suplirá todo lo que les falte, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Fil. 4:19).
“Acuérdense de esto: El que siembra poco, poco cosecha; el que siembra mucho, mucho cosecha” (2 Cor. 9:6).
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Jn. 2).
Etc. y etc., ya que básicamente toda la Palabra de Dios es profecía, es lo que Dios quería que nosotros supiéramos, y lo que Él hizo por nosotros, y lo que él nos reveló a nosotros, etc.
Las únicas dos operaciones que no fueron realizadas o llevadas a cabo por ningún profeta o creyente, ni siquiera por Jesucristo, antes del día de Pentecostés son: 8) Hablar en Lenguas e 9) Interpretación de Lenguas, vistas en el previo capítulo; sin embargo, Jesucristo y otros, como ya vimos, estaban plenamente conscientes de la venida inminente de algo más grande espiritualmente: “Juan les dijo a todos: “A decir verdad, yo los bautizo en agua, pero después de mí viene uno que es más poderoso que yo, y de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado. Él los bautizará en espíritu santo y fuego”” (Lc. 3:16). Por ejemplo, sigámosle la pista a algunas de las Escrituras del Antiguo Testamento conocidas por Jesucristo cuando él declaró que los creyentes manifestarían espíritu santo, lo que incluye el hablar en lenguas, como ríos de aguas vivas fluyendo de su interior:
“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y en voz alta dijo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. Del interior del que cree en mí, correrán ríos de agua viva, como dice la Escritura”. Jesús se refería al espíritu que recibirían los que creyeran en él. El espíritu aún no había venido, porque Jesús aún no había sido glorificado” (Jn. 7:37-39).
Ahora, ¿dónde aprendió Jesús que: “Del interior del que cree en mí, correrán ríos de agua viva”? Primero, podemos ver que esta declaración está altamente relacionada con otra cercana: “Jesús le respondió [a la mujer Samaritana]: “Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás. Más bien, el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que fluye hacia arriba para vida eterna”” (Jn. 4:13-14). Jesús estaba completamente instruido en todas las Escrituras del Antiguo Testamento, y de hecho, Jesús derrotó al Adversario primeramente mediante solamente citar su conocimiento de las Escrituras al recordar los pasajes adecuados y textuales para la respuesta precisa, contestando: "¡Escrito Está!" (Mt. 4:4, 7, 10, etc.), así de que ¡sí se puede vencer al maligno con nuestro conocimiento de la Palabra de Dios! Por otro lado, en Jn. 7:38 Jesús declaró “como dice la Escritura”, que el texto Arameo Peshitta es más preciso al decir “como lo han dicho las Escrituras”, por lo que, en este caso en particular, no es algo textualmente “escrito”, sino que se trata de algo ¡“dicho”!, y no solamente por una, sino ¡por múltiples Escrituras!
Jesucristo capturó el sentido exacto de toda Escritura del Antiguo Testamento que anunciaba la llegada del don de espíritu santo y su sobresaliente manifestación, como un increíble pero cierto géiser de frescos, potables y limpios “ríos de aguas vivas”, y como Jesús le dijo a la mujer Samaritana, también como ¡“una fuente de agua que fluye hacia arriba [que salta, que brota, burbujeando, inagotable] para vida eterna”! Esto describió adecuadamente lo que pasa espiritualmente cuando manifestamos espíritu santo, el espíritu de Dios, ¡Cristo en nosotros, la esperanza de gloria!
Jesús sabía lo que el Antiguo Testamento había dicho: “Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; y arroyo que rebosa es la fuente de la sabiduría” (Pr. 18:4), aquí es clave el ver que “palabras” son equiparadas con “aguas profundas”; “con gran gozo sacarán ustedes agua de las fuentes de la salvación” (Is. 12:3), “voy a derramar aguas sobre el desierto y ríos sobre la tierra seca, y también voy a derramar mi espíritu sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos” (Is. 44:3a), “cuando llegue ese día, de Jerusalén brotarán aguas vivas” (Zac. 14:8a); y esta última se leía en el Templo en la fiesta de los Tabernáculos en la que Jesús habló al octavo día, el día sin aguas de esa fiesta. Así que, nuestro constante hablar en lenguas en nuestro interior es como un caudal inagotable de aguas de vida eterna y espiritual.
Uno de los más sorprendentes eventos es que Juan el Bautista estaba lleno con espíritu santo desde que estaba dentro del vientre de su madre Elisabet, y mientras crecía, él se fortalecía en ese espíritu santo que tenía, lo que no fue la situación con Jesús, quien recibió espíritu santo cerca de sus 30 años. De Juan el Bautista leemos que "el niño fue creciendo y fortaleciéndose en espíritu" (Lc. 1:80); por otro lado, "Jesús siguió creciendo en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y con los hombres" (Lc. 2:52), lo que es bastante similar a la forma en que Samuel mismo crecía: “El joven Samuel iba creciendo, y era acepto delante de Dios y delante de los hombres” (1 Sam. 2:26). Dios, el padre de Jesús, dijo en el bautismo de agua de Jesús que Jesús era Su amado hijo en quien se complacía. Jesucristo fue concebido mediante la manifestación de un milagro dentro del vientre de María, por la obra y gracia de Dios, quien es Espíritu y quien es Santo; sin embargo, Jesús aprendió y creyó en las Escrituras como cualquiera de nosotros, mediante un lento proceso de aprendizaje mediante el uso de sus cinco sentidos. ¡Jesús necesitaba demostrarnos a nosotros que eso es posible! Esa era la condición para alcanzar nuestra salvación. Jesús necesitaba estar en igualdad de condiciones con Adán, aquel que perdió espíritu santo. Jesús es la Palabra manifestada en la carne por su propia obediencia, una voluntad que vaciló, pero que se fortaleció en Getsemaní. El momento en el que Jesús recibió una naturaleza permanente, inmortal y espiritual, ¡fue al momento de su resurrección! “[Jesús] fue declarado hijo de Dios con poder, según el espíritu de santidad [como espíritu santificador], por su resurrección de entre los muertos” (Rom. 1:4).
Cada discípulo de Jesús quería destacarse por encima de los otros; sin embargo, Jesús les dijo que si acaso ellos eran capaces de creer como niños pequeños, ellos serían dueños del reino de los cielos, el cual se manifiesta hoy mediante el uso del santo espíritu que llevamos por dentro desde que creímos en nuestro Señor y Salvador, el Jesús viviente; ¡necesitamos recibir esta santa educación cual niños si esperamos aplicarla a plena capacidad! Los amados niños, menospreciados por los discípulos, son inocentes y más limpios en sus mentes que los adultos contaminados en sus cerebros con temores, bombardeados con información inútil o negativa, lascivia, ira, odios, etc. Los niños creen más fácilmente, y están más cercanos a llevar a cabo milagros y maravillas, que los adultos.
“Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es de Dios el don. No por obras, para que nadie se gloríe, pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas” (Ef. 2:8-10). Somos salvos gratis, por lo que nuestro Señor Jesús hizo por nosotros, pero después de nuestra salvación, nuestro Señor espera que hagamos algo importante por amor, que manifestemos el don de espíritu santo que tanto le costó.
Las nueve evidencias demostrando que tenemos espíritu santo son lo que nosotros, los creyentes renacidos, podemos hacer ahora. De ninguna manera que Dios es más débil hoy en la era de gracia.
Updated Oct 22, 2020, 4:44 PM
Nov 8, 2011, 3:20 PM
Las Bases Bíblicas de las Ciencias Espirituales (v.1.1, 11/01/2011)
Las Bases Bíblicas de las Ciencias Espirituales (v.1.1, 11/01/2011)
http://fdocc.ucoz.com/fdocc-lenguas.doc ,
http://fdocc.ucoz.com/fdocc-lenguas.pdf
Por Fernando Castro-Chávez
Introducción
La Biblia es el fundamento adecuado para toda actividad humana, sea ésta espiritual, mental o física.
La genética con Mendel, la astronomía con Newton, y la microbiología con Pasteur, entre otras, fueron inicialmente inspiradas por el deseo de entender mejor la obra de nuestro Dios.
Pablo nos dice: “Examínenlo todo; retengan lo bueno” (1 Tes. 5:21), “para que aprueben lo mejor” (Fil. 1:10a). Para hacer esto, necesitamos el poder espiritual que solamente Dios puede proporcionar.
La Biblia es un libro viviente, nuestra primera conexión con Dios, siempre útil, siempre llena de novedad. Necesitamos equilibrar la vida entre el conocimiento de las Escrituras y nuestra nueva naturaleza espiritual.
Quisiera que los lectores estén plenamente conscientes, y de ser posible, y conforme a su libre albedrío, que sean capaces de manifestar el don de espíritu santo desde el principio. Es el profundo deseo de Dios, un acto de tu libre decisión.
Hemos de presentarnos a nosotros mismos individualmente aprobados solamente ante Dios, acercándonos a Él con una mente pura: “Procura con diligencia presentarte ante Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Tim. 2:15).
Nuestro mínimo común denominador, la clave de nuestra salvación está claramente resumida en la próxima Escritura: “Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo” (Rom. 10:9). ¡Solamente esta creencia es lo que ahora te salva, y nada más!
Pero existe un producto final, práctico y clave de nuestra salvación, compuesto de nueve atributos de nuestro espíritu: “Pero el fruto del espíritu[1] es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no hay ley” (Gál. 5:22-23).
Aquí aprendemos acerca de las nueve características del fruto espiritual que vamos a producir con nuestra salvación:
1. Amor
2. Gozo
3. Paz
4. Paciencia
5. Benignidad (Gentileza)
6. Bondad
7. Fe (Creencia)
8. Mansedumbre
9. Templanza (Auto-Control)
El fruto del espíritu es como un cítrico con nueve gajos. Pero primero, la semilla necesita ser plantada en un buen suelo donde las hojas y las ramas crezcan para finalmente producir el buen fruto:
“El árbol comienza a florecer en el tercer año después de ser plantado... El fruto temprano probablemente será pequeño y no comestible, pero después de cinco a siete años, la mayoría de los árboles de naranja producirán buenos frutos comestibles… Como productor necesitas asegurarte de que estás proporcionando el tipo correcto de suelo y de condiciones para tu árbol.” Brandi Brown.
Si queremos un buen fruto, hemos de considerar las acciones necesarias entre la siembra de la semilla y el comer el fruto maduro. Aquí añado en corchetes la diferencia entre la persona y sus provechos; por el contexto inmediato aprendemos que habla de 9 diferentes provechos o bienes dados a todo creyente:
“Pero la manifestación del espíritu le es dada a cada uno [de los creyentes] para provecho. A uno [de los provechos] el espíritu le da palabra de sabiduría; a otro [provecho], el mismo espíritu le da palabra de ciencia; a otro [provecho], el mismo espíritu le da fe; y a otro [provecho], dones de sanidades por el mismo espíritu; a otro [provecho] más, el hacer milagros; a otro [provecho], profecía; a otro [provecho], el discernir los espíritus; a otro [provecho], diversos géneros de lenguas; y a otro [provecho], el interpretar lenguas” (1 Cor. 12:7-10). ¡Y todos los creyentes renacidos necesitamos de todo esto!
El paquete recibido por todo humano cuando es salvo son nueve nuevas acciones potenciales que necesitamos intensamente desear usar; el don espiritual es como una Navaja Suiza de pescador con nueve diferentes funciones. Como el fruto, en singular, que contiene nueve gajos o segmentos, la manifestación espiritual es singular, y contiene nueve componentes o herramientas provechosas que tú puedes usar (o mal usar) por tu sola libre voluntad.
Tres de estas herramientas son activadas por el libre uso de nuestra habla (‘de inspiración’):
1. Hablar en Lenguas (Géneros de Lenguas)
2. Interpretación de Lenguas
3. Profecía
Tres de estas herramientas son activadas por el libre uso de nuestra percepción (‘de revelación’):
4. Palabra de Ciencia (Mensaje de Ciencia)
5. Palabra de Sabiduría (Mensaje de Sabiduría)
6. Discernimiento de espíritus
Tres de estas herramientas son activadas por el libre uso de nuestras acciones (‘de ministración’):
7. Fe (Creencia)
8. Milagros (Energizaciones de Milagros)
9. Dones de Sanidades
Una acción de la manifestación del espíritu dentro de nosotros que también aparece como un gajo o segmento de su fruto es la fe o creencia; una vez que comienzas a actuar con toda tu creencia (pistis), el resultado también será el crecimiento de su segmento en el fruto: Actúa creyendo y el fruto será más y más creencia, sin límites o agotamiento, sin ley.
Esta es la básica y mínima introducción relacionada con la dotación espiritual que Dios te ha dado gracias a lo que Jesucristo hizo por ti cuando ofreció su vida por tu salvación, y cuando derramó la promesa del don de espíritu santo, “y ya que él fue exaltado por la diestra de Dios, recibió del Padre la promesa del espíritu santo, y ha derramado esto que ahora están viendo y oyendo” (Hch. 2:33).
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en Cristo nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales” (Ef. 1:3); si realmente tenemos toda bendición espiritual que hemos de necesitar, es mejor que comencemos diligentemente a aprender acerca de cómo usar todo esto. Vamos a necesitar una gran cantidad de discernimiento espiritual en nuestra vida espiritual. “Yo quisiera que todos ustedes hablaran en lenguas” (1 Cor. 14:5a) ¿Porqué? ¡Porque lo puedes hacer!
Es vital tomar en cuenta que los manuscritos originales de la Biblia estaban perfectos al momento de que fueron revelados, pero desde entonces han sido diluidos mediante múltiples revisiones, versiones, y aún doctrinas de hombres. El creyente puede aproximar la revelación original mediante espíritu santo.
Dios, quien es Santo y quien es Espíritu, al momento mismo en que creímos y recibimos nuestra salvación por gracia, libremente proporciona lo que Él es: su santo espíritu, su más grande don a nosotros; ¡ahora nosotros ya tenemos su naturaleza divina!
“Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas [a los creyentes renacidos] por su divino poder [de Dios], mediante el conocimiento de aquel [Jesús] que nos llamó por su gloria y excelencia. Por medio de ellas [Dios] nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas ustedes [creyentes renacidos] lleguen a ser partícipes de la naturaleza divina” (2 Pe. 1:3-4a).
Dios es el único autor de la Biblia, con múltiples escritores que fueron inspirados por Él. Dios dio revelación a muchos escritores a través de la historia, pero “la profecía nunca fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por espíritu santo” (2 Pe. 1:21), ¡la santa naturaleza espiritual de Dios estaba sobre ellos y ahora se encuentra en nosotros!
La Biblia tiene integridad, es consistente en sí misma y es verdadera y exacta, hecha con simetría y con belleza estructural; el mismo Dios que diseñó los frutos y nos dio inteligencia para diseñar una Navaja Suiza, es El Que nos ha revelado Su Palabra para que podamos vivir en una libertad espiritual total, sin estar encadenados a ninguna religión de hombres.
“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor. Pero el más importante de todos es el amor” (1 Cor. 13:13). El fundamento de nuestros estudios ha de ser el amor, al amor añadimos conocimiento en el que podemos creer, sostenidos por la esperanza.
Biblia y la Sociedad Espiritual,
El Poder desde lo Alto,
¡Tú Hoy!
Después del día de Pentecostés, todos los creyentes del primer siglo tenían todo en común: “y todos los que habían creído se mantenían unidos y lo compartían todo; vendían sus propiedades y posesiones, y todo lo compartían entre todos, según las necesidades de cada uno” (Hch. 2:44-45).
Aquí, el círculo interno de la “sociedad” es ese grupo de creyentes con los que convivimos de tiempo en tiempo, el cuerpo de Cristo en nuestra comunidad, la Iglesia de Cristo de la cual Cristo es la cabeza, el fundamento y la piedra angular. Si nos hacemos espiritualmente fuertes aquí, los efectos benéficos se van a ver y manifestar para que el resto de la humanidad vea. Sin embargo, estos tópicos divinos son inagotables, por lo que este es solamente un anticipo que crecerá en tu corazón con la directa guía y consejo de la Palabra y de la revelación de Dios. Por favor, lee por ti mismo toda la Biblia, cuidadosamente adquiriendo el vocabulario de alabanza de los Salmos, y en el contexto de este estudio, todas las Epístolas a la Iglesia escritas por Pablo el Apóstol ¡para que comprendas todo detalle relacionado con la nueva naturaleza del espíritu santo dentro de ti!
Jesús les dijo a sus Apóstoles que esperaran hasta que fueran investidos (vestidos desde adentro), con Poder: “Yo voy a enviar sobre ustedes la promesa de mi Padre; pero ustedes, quédense en la ciudad de Jerusalén hasta que desde lo alto sean investidos de poder” (Lc. 24:49). ¿Ya has sido investido con poder desde lo alto? Ya verás cómo saberlo.
Manifestar el don prometido del poder desde lo alto de Dios, ciertamente impacta y transforma nuestras sociedades, familias y comunidades. El poder enviado por Cristo Jesús desde el cielo fue entonces la más grande promesa cumplida por Dios: “…la promesa del Padre, la cual ustedes oyeron de mí. Como saben, Juan bautizó con agua, pero dentro de algunos días ustedes serán bautizados con espíritu santo” (Hch. 1:4b-5), “…cuando venga sobre ustedes el santo espíritu recibirán poder, y serán mis testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hch. 1:8). Donde sea que vivamos ahora, en Mérida, la Ciudad de México, Houston, etc., eso es “lo último de la tierra”.
El poder desde lo alto es tan importante para Dios que Él utiliza múltiples sinónimos para referirse a él, y es lo mismo que ser bautizado, no con agua sino con espíritu santo, es el ser renacido, es el nuevo nacimiento, ¡el lavamiento de la regeneración, el nuevo comienzo y renovación!, entre otras cosas: “pues ustedes han nacido de nuevo, y no de una simiente perecedera, sino de una simiente imperecedera, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre” (1 Pe. 1:23), “bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por su gran misericordia y mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva” (1 Pe. 1:3), “[Dios] nos salvó, y no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en espíritu santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo, nuestro salvador” (Ti. 3:5-6).
Y debido a que esto es tan importante, estos son tan solo algunos equivalentes en los que Dios subraya Su don de espíritu santo prometido a nosotros. Veamos los cinco más tempranos eventos registrados de seres humanos recibiendo el don de espíritu santo en el libro de los Hechos. En la investigación científica, al menos tres (3) repeticiones separadas son necesarias, ante el uso de la misma variable independiente (recibiendo el don de espíritu santo), y suficientes para categóricamente declarar que algo es lo que es, así como para confirmar una hipótesis. Nuestra hipótesis aceptada en este caso es que todo ser humano que recibe el don de espíritu santo es capaz de comenzar a hablar en lenguas inmediatamente después de recibirlo, así de que el hablar en lenguas es solamente uno de nueve (1/9) variables dependientes (las acciones que manifiestan espíritu santo): “Dios ha derramado su amor en nuestro corazón mediante espíritu santo, dado a nosotros” (Rom. 5:5b); veamos primero brevemente las tres repeticiones que específicamente mencionan el hablar en lenguas como la acción inmediata después de haber renacido (después de haber recibido espíritu santo):
1
“Cuando llegó el día de Pentecostés, todos ellos estaban juntos y en el mismo lugar. De repente, un estruendo como de un fuerte viento vino del cielo, y sopló y llenó toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron unas lenguas como de fuego, que se repartieron y fueron a posarse sobre cada uno de ellos. Todos ellos fueron llenos de espíritu santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu los llevaba a expresarse” (Hch. 2:1-4), “…’y cretenses y árabes, ¡y todos los escuchamos hablar en nuestra lengua acerca de las maravillas de Dios!’ Todos ellos estaban atónitos y perplejos, y se decían unos a otros: ’¿Y esto qué significa? ’ Pero otros se burlaban, y decían: ’¡Están borrachos con dulce vino nuevo!’” (Hch. 2:11-13), “…al oír esto [Rom. 10:9], todos sintieron un profundo remordimiento en su corazón, y les dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: ’Hermanos, ¿qué debemos hacer?’ Y Pedro les dijo: ’Arrepiéntanse, y bautícense todos ustedes en el nombre de Jesucristo, para que sus pecados les sean perdonados. Entonces recibirán el don del santo espíritu” (Hch. 2:37-38). ¡Cada uno de los lectores puede hoy fácilmente recibir espíritu santo por la pura gracia de Dios!
Aquí, los 12 Apóstoles recibieron el don de espíritu santo y la primera cosa que hicieron fue que ellos, por su propia voluntad, comenzaron a hablar en otras lenguas, cada uno una lengua o lenguas diferentes que ellos no eran capaces de entender pero que Dios les estaba entregando, de tal forma que la gente de la diáspora que había venido a celebrar el viejo Pentecostés de toda nación conocida en aquel tiempo, fueron capaces de escuchar en sus propias lenguas: “¡las maravillas de Dios!”. Este fue mayor que el efecto de ‘Los Salmos’ para aquellos capaces de entender las lenguas que se estaban hablando, ya que ellos sabían que los Apóstoles eran gente iletrada de Galilea, los que estaban hablando con fluidez en sus propias lenguas “¡las poderosas obras de Dios!” Sin embargo, algunos se burlaron diciendo que estaban borrachos con algo ligero como el “Kool-Aid” actual. Pedro entonces proclamó la sorprendente verdad encapsulada en Rom. 10:9, y los corazones de sus oyentes se derritieron al punto de que ellos mismos preguntaron: “¿qué hemos de hacer?” De tal forma que Pedro les dijo que se arrepintieran, confesando el nombre de Jesucristo para remisión de pecados, y que entonces ellos recibirían “el don del santo espíritu”, ¡Disponible para todos! Y el milagro de que otros pueden entender las mismas palabras que son lenguas desconocidas para aquel que las hablo, se repite en reuniones de creyentes de múltiples nacionalidades.
2
“Mientras Pedro les hablaba así [Rom. 10:9], el espíritu santo cayó sobre todos los que lo escuchaban. Los judíos circuncidados que habían acompañado a Pedro estaban atónitos de que también los no judíos recibieran el don del santo espíritu, pues los oían hablar en lenguas y magnificar a Dios” (Hch. 10:44-46a).
Aquí, Pedro estaba hablando y expandiendo las verdades que tenemos condensadas en Rom. 10:9 a la casa gentil de Cornelio, en Cesarea. Mientras ellos escuchaban eso, ¡el don de espíritu santo “fue derramado” sobre todos ellos! Y lo que definitivamente convenció a los seis creyentes de la circuncisión que fueron con Pedro, del hecho de que estos gentiles también habían renacido, como ellos, es que los escucharon ¡“hablar en lenguas y magnificar a Dios”! El “magnificar a Dios” tal vez fue que estos gentiles estaban dando también palabras de profecía, como el próximo derramamiento a otro grupo de gentiles nos indica, y/o dando la interpretación de las lenguas con las que magnificaban “a Dios”, y/o el milagro de que lo que fueron lenguas desconocidas para miembros de entre estos gentiles, fueron palabras claras en hebreo.
3
“Cuando [Pablo] llegó a Éfeso, se encontró con algunos discípulos y les preguntó: ’¿Recibieron ustedes espíritu santo cuando creyeron en el Señor Jesús?’ Y ellos respondieron: ’No, ¡ni siquiera habíamos oído hablar de espíritu santo!» Pablo les preguntó entonces: ’¿Pues qué enseñanza recibieron al ser bautizados?’ Y ellos respondieron: ’La del bautismo de Juan.’ Pablo les dijo: ’El bautismo de Juan enseñaba el arrepentimiento. Le decía al pueblo que tenía que creer en el que vendría después de él, es decir, en Jesús.’ Al oír esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Cuando Pablo les impuso las manos sobre la cabeza, el espíritu santo vino sobre ellos, y empezaron a hablar en lenguas y a profetizar. Eran doce hombres en total”, “…esto se prolongó durante dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús” (Hch. 19:1-7, 10).
Pablo les dijo a los creyentes en Éfeso que cuando ellos escucharon las verdades de Rom. 10:9, ellos entonces recibieron el don de espíritu santo: “También ustedes, luego de haber oído la palabra de verdad, que es el evangelio que los lleva a la salvación, y luego de haber creído en él [en Jesucristo], fueron sellados con el espíritu santo de la promesa” (Eph 1:13), y también en Corinto: “y es Dios el que también nos ha marcado con su sello, y el que, como garantía [arras], ha puesto al espíritu en nuestros corazones” (2 Cor. 1:22).
Aquí, los Efesios fueron “bautizados en el nombre del Señor Jesús”, y después “el espíritu santo vino sobre ellos, y empezaron a hablar en lenguas y a profetizar”. Esto claramente nos indica que el bautismo de agua de Juan ¡ya había expirado!
Dos previos eventos de seres humanos recibiendo espíritu santo también se describen en el libro de Hechos:
4
“Los apóstoles que estaban en Jerusalén se enteraron de que en Samaria se había recibido la palabra de Dios, y enviaron a Pedro y a Juan. Cuando éstos llegaron, oraron por ellos para que recibieran espíritu santo, porque espíritu santo aún no había descendido sobre ninguno de ellos, ya que sólo habían sido bautizados en el nombre de Jesús. En cuanto les impusieron las manos, recibieron en manifestación espíritu santo. Y al ver Simón que espíritu santo se recibía por la imposición de manos de los apóstoles, les ofreció dinero y les dijo: ’Denme también a mí este poder, para que cuando yo imponga las manos sobre cualquier persona, ésta reciba espíritu santo’” (Hch. 8:14-19).
Aquí, Felipe estaba haciendo maravillosas sanidades y milagros en Samaria pero fue incapaz de llevarlos a manifestar espíritu santo, Felipe estaba, como Apolos en Éfeso antes de la llegada de Pablo en el ejemplo anterior, atorado en el bautismo de agua de Juan, así de que los Apóstoles Pedro y Juan fueron a ayudar a los Samaritanos para que manifestaran espíritu santo, y cuando los Samaritanos recibieron espíritu santo, un Simón el mago vio la manifestación del espíritu, y muy probablemente lo que Simón vio es que los vio hablando en lenguas, y él quería comprar con dinero el gratuito poder de impartir el don de espíritu santo, de tal forma que Pedro lo reprendió, y ¡Simón mismo recibió y se arrepintió!
5
“Ananías fue y, una vez dentro de la casa, le impuso las manos y le dijo: ’Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno de espíritu santo’ (Hch. 9:17).
Pablo mismo narró varias veces su testimonio de haber recibido y manifestado espíritu santo, impartido por un discípulo llamado Ananías; y acerca de lo frecuente que Pablo hablaba en lenguas en su vida personal de oración, leemos: “[Yo Pablo] hablo en lenguas más que todos ustedes” (1 Cor. 14:18b).
Pablo declaró que por su libre voluntad, él era capaz de hablar en lenguas ¡más que todos los creyentes de Corinto de su tiempo juntos! La forma de Pablo de agradecerle a Dios era mediante su hablar en lenguas; cuando hablamos en lenguas, agradecemos a Dios de una forma perfecta; ¡esta es la más que excelente manera espiritual de agradecerle a Dios! “Tú, a la verdad, bien das gracias” (1 Cor. 14:17a).
La persona que habla en lenguas no entiende las palabras que pronunció, por lo que el entendimiento de la persona es pasado por alto, pero la naturaleza espiritual interna de esa persona es edificada: “El que habla en lengua desconocida, se edifica a sí mismo” (1 Cor. 14:4a), porque la persona hablando en lenguas habla directamente, cara a cara, con Dios: “pues el que habla en lenguas desconocidas le habla a Dios, pero no a los hombres; y nadie [que esté hablando en lenguas] entiende porque, en espíritu, habla de manera misteriosa [secretos divinos]” (1 Cor. 14:2), y debido a que hablas espiritual y directamente con Dios, ¡“Tú, a la verdad, bien das gracias”! (1 Cor. 14:17a), ¡tú le estás dando gracias de la mejor manera posible a Dios, tu Padre!, ¡Y tú también puedes interpretar tus gracias espirituales a Dios para beneficio y bendición de todos los otros creyentes!, ¡Tú directamente alcanzas el corazón de Dios cuando hablas en lenguas!, ¡Mientras que el adversario y sus huestes no entienden lo que se dijo cuando hablamos en lenguas, ni lo que le acabamos de decir a Dios, ni lo que Dios te reveló!, ¡Es por eso que éstos son “secretos sagrados”! Su campo es el espiritual, y aquellos a los cuales estas cosas son “secretas” son aquellos espíritus malignos que quisieran mantener a la humanidad ciega en relación con la ventaja infinita del hablar en lenguas, porque: “la batalla que libramos no es contra gente de carne y hueso, sino… ¡contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes!” (Ef. 6:12).
Ha de quedar bien claro que cada uno y todos los creyentes renacidos del primer siglo fueron capaces de hablar en lenguas, y de interpretar lenguas: “Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación” (1 Cor. 14:26a), “…toda la iglesia reunida en un solo lugar, y … todos hablan en lenguas …” (1 Cor. 14:23a); el problema era que estaban haciéndolo todos al mismo tiempo y sin interpretación, hasta el punto de que la nueva gente que llegaba no sabía lo que estaba sucediendo, cuando el propósito de manifestar espíritu santo es el “hacerlo para edificación” (1 Cor. 14:26b), y “podéis profetizar todos, uno por uno” (1 Cor. 14:31a), de nuevo, todos estos creyentes renacidos eran capaces y estaban habilitados con las nueve operaciones de la manifestación del espíritu santo para edificarse a sí mismos y para luego poder edificar a los otros.
La siguiente ecuación es muy importante para entender el hablar en lenguas, nuestro juguete temporal:
Orar en espíritu = Orar en una lengua desconocida [desconocida para aquel que habla] (1)
Esta sorprendente ecuación se origina en el siguiente versículo: “Si yo oro en una lengua desconocida, es mi espíritu el que ora, pero mi entendimiento no se beneficia” (1 Cor. 14:14).
Jesucristo anunció que “estas señales acompañarán a los que crean: En mi nombre expulsarán demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán en sus manos serpientes, y si beben algo venenoso, no les hará daño. Además, pondrán sus manos sobre los enfermos, y éstos sanarán” (Mr. 16:17-18).
Antes, Jesús había declarado que: “el que cree en mí, hará también las obras que yo hago; y aun mayores obras hará, porque yo voy al Padre” (Jn. 14:12). Uno de los mayores trabajos espirituales que Jesús no pudo hacer, ya que él era el pago para ello, es el hablar con nuevas lenguas, ¡algo que nosotros podemos hacer hoy mismo! Y desde luego, nosotros podemos llevar a otros a que hablen en lenguas.
Así de que, exploremos algunas escrituras que tienen que ver con el orar en espíritu, comenzando con la voz del Maestro: “Pero viene la hora, y ya llegó, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre busca que lo adoren tales adoradores. Dios es Espíritu; y es necesario que los que lo adoran, lo adoren en espíritu y en verdad” (Jn. 4:23-24). Aquí, mediante la percepción que nos proporciona la ecuación (1), Jesucristo dijo que hay que:
Adorar al Padre en espíritu y en verdad = Adorar al Padre en lenguas desconocidas y en verdad (2)
¡El hablar en lenguas es adorar! La figura de dicción “endíadis” comunica un sentido con dos palabras:
El adorar con lo espiritualmente verdadero, con lo verdaderamente espiritual = El adorar con las lenguas desconocidas de verdad, con verdaderas lenguas desconocidas [para aquel que las habla] (3)
Mediante el uso de la ecuación (1), queda también claro que en el clímax o ápice de la revelación a la Iglesia, la Epístola a los Efesios, la Epístola del Amor, el hablar en lenguas aparece dos veces. Hablar en lenguas ha sido establecido como nuestra prueba de amor hacia Dios, hacia Su hijo Jesucristo, y hacia el resto de Sus hijos, los otros creyentes renacidos. Su primer uso en Efesios es: “Hablen consigo mismos[2] con salmos, himnos y cánticos espirituales; canten y alaben al Señor con el corazón” (Ef. 5:19).
Hablando consigo mismos con cánticos espirituales = Hablando consigo mismos con cánticos en lenguas (4)
El siguiente uso en Efesios aparece un poco después para corroborar lo que se ha dicho previamente: “Oren en todo tiempo con toda oración y súplica en espíritu, y manténganse atentos [perseverantes], siempre orando por todos los santos” (Ef. 6:18).
Orando en todo tiempo en espíritu por todos los santos = Orando en todo tiempo en lenguas por todos los santos (5)
Pablo les dijo que oraran en todo momento, y en otras de sus cartas lo reitera: “Oren sin cesar” (1 Tes. 5:17). Debido a lo que leemos en Efesios, sabemos que la única manera para el Cristiano de orar sin cesar, de orar todo el tiempo, es mediante el uso del espíritu, que es mediante el hablar en lenguas, como la Escritura clave lo dice: “Entonces, ¿qué debo hacer? Pues orar con el espíritu, pero también con el entendimiento; cantar [salmodiar] con el espíritu, pero también con el entendimiento” (1 Cor. 14:15).
¿Por qué orar y aún cantar en una lengua o lenguas desconocidas? “pues no sabemos qué nos conviene pedir” con nuestro propio entendimiento (Rom. 8:26); en el mismo versículo, ésta ignorancia acerca de la perfecta oración con nuestro propio lenguaje en el que nacimos se llama “nuestra debilidad”, pero ¡Dios ya ha mandado Su ayuda con el espíritu santo de Su don que habita dentro nuestro! Sí, nosotros no sabemos como orar adecuadamente con nuestra mente racional, pero como el mismo versículo lo dice: “el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”. Estos gemidos son el hablar en lenguas palabras que nuestra mente no entiende. Sin embargo, ¡el comienzo y el final del hablar en lenguas están bajo nuestro control total, pero no así nuestro entendimiento de las palabras habladas!
Otro libro que usa la equivalencia que se presenta en la ecuación (1) es Judas: “amados hermanos, sigan edificándose [a vosotros mismos] sobre la base de su santísima fe, oren en espíritu santo” (Jd. 20); esta es otra forma de decir que nuestra oración espiritual, que es el hablar en lenguas, es para edificar nuestro ser interior, edificándonos en nuestra santísima fe, que es otra de las evidencias de que en verdad tenemos espíritu santo. Aquí, la ecuación es:
Orando en espíritu santo = Orando en lenguas desconocidas (6)
“Para que por su espíritu, y conforme a las riquezas de su gloria, [Dios] los fortalezca interiormente con poder” (Ef. 3:16). ¡Un Cristiano puede aún cantar mientras manifiesta el espíritu e interpreta lo que dijo!
“Quiero que sepan que nadie que hable por espíritu de Dios puede maldecir a Jesús; y que nadie puede llamar ‘Señor’ a Jesús, si no es por espíritu santo” (1 Cor. 12:3). ¡Este es un discurso santo! Aquí no hay maldiciones.
Nadie que hable por espíritu de Dios puede decir: “¡maldito Jesús!” = Nadie que hable en lenguas puede decir: “¡maldito Jesús!” (7)
Nadie puede llamar ‘Señor’ a Jesús, si no es por espíritu santo = Nadie puede llamar ‘Señor’ a Jesús, si no es por hablar en lenguas (8)
¿Por qué realmente hacemos a Jesús nuestro Señor viviente espiritualmente solamente mediante nuestro hablar espiritual o en lenguas? Debido a que éste fue el ápice de su ministerio, esta fue la promesa originada en el corazón de Dios, su Padre, derramada por Jesucristo mismo, quien recibió tal trofeo espiritual y esas medallas espirituales debido a su victoria ¡al punto de que Jesús es capaz de compartirlas con todo aquel que en él cree! Desde el día de Pentecostés, e inmediatamente después de recibir el don de espíritu santo para nosotros, cosechado por Jesucristo en el cielo, debido a su incondicional y completa obediencia a su Padre, todo creyente humano que se describe en el libro de los Hechos hizo una cosa y una cosa predominante después de haber recibido el nuevo nacimiento y la salvación: ¡Ellos hablaron en lenguas!
Otros versículos corroboran el hecho de que el hablar en lenguas es evidencia de que tenemos el espíritu de Dios; ya que si no, ¿de que otra manera nos convenceríamos a nosotros mismos en cualquier momento de que ya tenemos el santo espíritu dentro de nosotros mismos?
“El espíritu de la verdad… estará en ustedes”! (Jn. 14:16-17); “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios… y coherederos con Cristo” (Rom. 8:16-17), “por cuanto ustedes son hijos, Dios envió a sus corazones el espíritu de su Hijo, el cual clama: ‘¡Abba, Padre!’ (Gál. 4:6). ¡Nosotros podemos clamar en lenguas!
El testimonio a nuestro espíritu = El testimonio a nuestro hablar en lenguas (9)
Para realmente decirle a Dios, nuestro Padre, esa íntima expresión como si fuéramos el más pequeño de sus hijos diciéndole: ¡Abba!, ¡Papá!, esto puede verdadera y solamente ser dicho mediante nuestro hablar en lenguas que es como los primeros balbuceos con sentido que un bebé confiado puede pronunciar. “Ustedes no han recibido un espíritu que los esclavice nuevamente al miedo, sino que han recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ‘¡Abba, Padre!’” (Rom. 8:15), “que el Dios de la paciencia y de la consolación les conceda a ustedes un mismo sentir, según Cristo Jesús, para que todos juntos y a una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo” (Rom. 15:5-6). La una sola voz que todos los creyentes renacidos tienen es la oración en el espíritu, el hablar en lenguas, y debido a que esto va más allá de las mentes y los pensamientos de los creyentes, es la región genuina en donde realmente podemos tener unidad, independientemente de las diferencias en pensamiento.
Los próximos ejemplos son directos recordatorios del don de espíritu santo dados por Dios a ti: “En esto sabemos que él permanece en nosotros: por el espíritu que él nos ha dado” (1 Jn. 3:24), “en esto sabemos que permanecemos en él, y él en nosotros: en que él nos ha dado de su espíritu” (1 Jn. 4:13), “no apaguen el espíritu” (1 Tes. 5:19), “guarda el buen depósito mediante espíritu santo que habita en nosotros” (2 Tim. 1:14), “el que siembra para el espíritu, del espíritu cosechará vida eterna” (Gál. 6:8b).
“Yo rogaré al Padre, y él les dará otro consolador (parakletos), para que esté con ustedes para siempre: es decir, el espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir porque no lo ve, ni lo conoce; pero ustedes lo conocen, porque permanece con ustedes, y estará en ustedes” (Jn. 14:16-17), “en aquel día ustedes [futuros creyentes renacidos] sabrán que yo [Jesús] estoy en mi Padre, y que ustedes [creyentes] están en mí [Jesús], y que yo [Jesús] estoy en ustedes [creyentes]” (Jn. 14:20), “yo [Jesús] en ellos [futuros creyentes renacidos], y tú [Dios] en mí [Jesús], para que sean perfectos en unidad [eis], para que el mundo crea que tú [Dios] me enviaste, y que los has amado a ellos [creyentes renacidos] como también a mí [Jesús] me has amado” (Jn. 17:23).
“’Del interior del que cree en mí, correrán ríos de agua viva, como dice la Escritura’. Jesús se refería al espíritu que recibirían los que creyeran en él; espíritu aún no había venido, porque Jesús aún no había sido glorificado” (Jn. 7:38-39). Actualmente, necesitamos estar a la altura de su resurrección, ¡necesitamos caminar basados en su resurrección! ¿Y cómo logramos hacer eso? Mediante el manifestar el don de espíritu santo que llevamos por dentro, ¡mediante el hablar en lenguas lo más que podamos!
Ríos de aguas vivas continuamente fluyendo del interior del creyente, esos son nuestra oración espiritual continua:
Jesús se refería al espíritu… el espíritu aún no había venido = Jesús se refería al hablar en lenguas… el hablar en lenguas aún no había venido (10 y 11)
“Ese velo les será quitado cuando se conviertan al Señor [Jesús]. Porque el Señor [Jesús] es el Espíritu [Jesús]; y donde está el espíritu del Señor [Jesús], allí hay libertad. Por lo tanto, todos nosotros, que miramos la gloria del Señor [Jesús] a cara descubierta, como en un espejo, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen [espiritual], como por el espíritu del Señor [Jesús]” (2 Cor. 3:16-18), ¡“es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria”! (Col. 1:27b). ¡Somos transformados en la misma imagen espiritual de Cristo!
Cristo en ti = el espíritu del Señor Jesús en ti = el don de espíritu santo en ti (12)
Y, ¿cómo es que Jesucristo sabía tantas cosas acerca del hablar en lenguas?, aún cuando Jesús mismo sabía que él no sería capaz de hablar en lenguas, ya que él era la palabra viviente, quien necesitaba morir y ser levantado para poder compartir su nueva naturaleza resucitada con nosotros. Sí, Jesús necesitaba primero recibir su naturaleza espiritual, y hoy tenemos necesidad de que la naturaleza resucitada y espiritual de Cristo Jesús entre a nuestras vidas, ¡y que permanezca allí hasta el final!
Y Jesús lo sabía debido a que: “En la ley está escrito: ‘Yo hablaré con este pueblo en otras lenguas y con otros labios, pero ni así me obedecerán’, dice el Señor. Las lenguas son una señal…” (1 Cor. 14:21-22a). Así que, basado en los paralelismos del Antiguo Testamento, Cristo sabía de la venida del hablar en lenguas. Aquí se encuentra la escritura original mencionada por Pablo: “[sav lasav sav lasav, kav lakav kav lakav]... ba be bi bo bu!" Pues bien, si no hacen caso, será en lenguaje enredado, en idioma extraño, como Dios hablará a este pueblo. Ya él les había dicho antes: "Aquí está la calma, aquí está el descanso; que descanse el fatigado." Pero no quisieron hacerle caso” (Is. 28:10b-12, Dios Habla Hoy).
Ya había sido profetizado que el hablar en lenguas sería también una señal para una nación dura de cerviz, Israel, que en su conjunto, no creería ni escucharía; pero también, ¡que el hablar en lenguas es el reposo y el descanso para nuestras almas! El hablar en lenguas es también una señal para todo incrédulo en general cuando se lleva a cabo decentemente y con orden.
Dios mismo nos está diciendo: “...no impidan que se hable en lenguas extrañas, siempre y cuando todo se haga decentemente y con orden” (1 Cor. 14:39b-40), pero “procuren abundar para la edificación de la iglesia [la congregación, la reunión de creyentes]” (1 Cor. 14:12b), ya que, cuando tú hablas en lenguas sin interpretar, tu estás hablando perfectamente con Dios, no con seres humanos; este es un acto de tu libre voluntad, tu no necesitas hacer esto para ser salvo; sin embargo, este es tu gran acto de amor.
A las nueve acciones del don de espíritu santo dentro de nuestras vidas también se les llama “operaciones”. Tim Raub, mi hermano en Cristo y santo abogado de Corpus Christi, Texas, dijo que toda la Biblia es un documento legal, que usa términos legales tales como “coherederos con Cristo”, y que es como un contrato en el que puedes considerar a Dios totalmente comprometido y responsable por Su Palabra. Dios te da derechos, como en una Constitución; por ejemplo, ¡el ser coheredero con Cristo te da el derecho legal a toda su herencia!, ¡Te da el derecho a todo lo que Cristo tiene y tendrá por siempre en esa herencia procedente del Dios vivo!; ¡Todo lo que Cristo tiene (al 100%), es también tuyo! Esta es una “propiedad comunitaria” en la casa de Dios, donde tu tienes el derecho de ir a todos los cuartos de la casa como Cristo lo tiene; y a donde quiera que Jesucristo vaya, tu también puedes ir, ¡y tu también irás!; ¡Todo lo del Reino de Jesucristo es también tuyo!, pero todo se lleva a cabo por tu libre voluntad, ¡tu salvación espiritual, y su subsiguiente manifestación para edificación!
Cuando tu hablas en lenguas, hablas directamente con Dios, en palabras que pueden ser palabras que pertenecen a lenguajes humanos pasados, presentes o futuros que te son desconocidos a ti que hablas, o aún pudieras estar hablando en lenguas el lenguaje de los ángeles: “Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal resonante, o címbalo retumbante” (1 Cor. 13:1). Así que, ¿cómo es que es más excelente que yo hable en esas lenguas desconocidas para mí? ¡Con amor! Y yo lo hago más y más debido a que amo a Dios y a Su hijo Jesucristo, mi Señor, y en reconocimiento por lo que ellos han hecho por mí, y debido a que yo se que las nueve operaciones de la manifestación del espíritu santo dentro de mí son como juguetes de niños, como cosas necesarias mientras nosotros, los creyentes, continuamos aquí en este cuerpo mortal antes de nuestra gran y final transformación.
“El amor jamás dejará de existir. En cambio, las profecías se acabarán, las lenguas dejarán de hablarse, y el conocimiento llegará a su fin. Y es que sólo conocemos y profetizamos de manera imperfecta, pero cuando venga lo perfecto, lo que es imperfecto se acabará” (1 Cor. 13:8-10). Una vez que estemos cara a cara con Cristo Jesús, ¡finalmente tendremos nuestros cuerpos espirituales e inmortales! Entonces y solamente entonces, cuando Jesús regrese, el hablar en lenguas, la manifestación de palabra de profecía, la manifestación de palabra de ciencia, etc., no serán ya necesarias debido a que en aquel momento, ¡nosotros también tendremos el conocimiento espiritual perfecto acerca de todas las cosas!
“Ahora vemos con opacidad, como a través de un espejo, pero en aquel día veremos cara a cara; ahora conozco en parte, pero en aquel día conoceré tal y como soy conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor. Pero el más importante de todos es el amor” (1 Cor. 13:12-13). Ahora mismo, Dios nos conoce con claridad y precisión; en cambio nosotros, solamente conocemos en parte, parcialmente, pero entonces nosotros también lo conoceremos todo. Pero tanto ahora como entonces, ¡nosotros podemos vivir en amor! El amor es más permanente que el uso actual del don de espíritu santo; entonces tendremos, no este anticipo que es el don de espíritu santo, ¡sino que nosotros mismos seremos también espiritualmente inmortales como Cristo! Y, ¿a quién le vamos a ofrecer las aguas vivas de la inmortalidad y el fruto de la vida? A las naciones mortales restantes, al resto de la humanidad que aún no habrá escuchado acerca de la disponibilidad inmediata de inmortalidad si creen en el amor de Dios hacia ellos, ¡y si creen en Su viviente hijo Jesucristo, levantado por Dios de entre los muertos!
Tim Raub concluyó su Seminario acerca del hablar en lenguas compartiendo que Dios “es poderoso para hacer que todas las cosas excedan a lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros” (Ef. 3:20), diciendo que para siempre obtener tu Efesios 3:20, ¡tu necesitas estar hablando en lenguas mucho, pero mucho más! ¿Por qué? Debido a que Dios es el único que es capaz de “hacer que todas las cosas excedan a lo que pedimos o entendemos”, y a que “no sabemos qué nos conviene pedir” con nuestro propio y limitado entendimiento (Rom. 8:26), y debido a que este santo espíritu es “el poder que actúa en nosotros”; este poder es el poder desde lo alto, el don de espíritu santo, nuestra salvación espiritual hoy y por siempre, es el nuevo nacimiento, cuyo uso más constante y su aplicación es mediante nuestro hablar en lenguas. ¿Deseas milagros para ti, para aquellos a los que amas, y para aquellos a los que realmente quisieras ayudar? Pues entonces, ¡habla en lenguas constantemente durante todos los días de tu vida! Ve al espejo, confiesa Romanos 10:9, y comienza ahora mismo a hablar en lenguas, ¡lo más que hables en lenguas, la mayor confianza que vas a desarrollar!
Ahora, si tú te encuentras edificado personalmente, fortalecido en ese espíritu santo que Dios te ha dado, ¡entonces te va a ser muy fácil edificar a otros! ¿Y cómo podrás edificar a otros con tu hablar en lenguas? La ecuación para hacerlo se muestra a continuación, sabiendo que este es su uso solamente cuando hablas en lenguas audiblemente en tu reunión de creyentes o congregación, o cuando alguien más, al menos una persona aparte de ti, espera saber que es lo dijiste cuando hablaste en lenguas:
Hablar en lenguas con interpretación = Palabra de profecía (13)
“Así que, yo quisiera que todos ustedes hablaran en lenguas, pero más quisiera que profetizaran; porque profetizar es más importante que hablar en lenguas, a menos que el que las hable también las interprete, para que la iglesia sea edificada” (1 Cor. 14:5). ¿Dónde es que nosotros profetizamos? ¡En la reunión o congregación! ¿Dónde es que nosotros hablamos en lenguas con interpretación? ¡En la congregación! ¿Dónde es que nosotros hablamos en lenguas sin interpretación? ¡En nuestra vida personal de oración! ¿Dónde es la palabra de profecía y la interpretación de lenguas más útil? ¡En la congregación! ¿Dónde hemos de profetizar y hablar en lenguas con interpretación? ¡En la congregación! ¿Se hace esto comúnmente hoy en día? Desgraciadamente no, pero, ¡parece que nosotros mismos somos los que hemos de comenzar a hacerlo más y más! Esto es lo que trae la presencia del Dios viviente dentro de cada una de nuestras reuniones, cuando nos congregamos. Una importante clave en este versículo es que la misma persona que habló en lenguas es la que ha de traer la interpretación.
La interpretación no es una traducción textual o literal, es la suma y substancia de lo que se dijo mientras se hablaba en lenguas; la interpretación no es premeditada, sino que es el pensamiento inmediato que viene a tu mente al momento mismo en el que comienzas a abrir tu boca para ofrecer la interpretación. ¡Hablar en lenguas con interpretación es la inspiración del santo espíritu dentro de ti! Tu interpretas en tu propio lenguaje (o en el lenguaje de la mayoría de los oyentes, lenguaje que tú conoces), trayendo palabras en el nombre de Dios, en tercera (“Así dice Dios…”) o en primera persona (“Yo soy tu Dios…”), y aún pudiera ser una alabanza inspirada (“Tu Dios declara…”, recordándome de los Salmos, y de las palabras habladas por Zacarías después del nacimiento de su hijo Juan, y de las palabras de María cuando visitaba a su prima Elisabeth). ¿Quienes somos nosotros para condicionar o para ponerle lazo al espíritu? “De la abundancia del corazón habla la boca” (Mt. 12:34b, Lc. 6:45b). ¡Amen!
Necesitas recordar que nadie, absolutamente nadie puede ponerle límites al don de espíritu santo y al cómo es que ha de ser expresado o manifestado. Las cosas se necesitan llevar a cabo decentemente y en orden, ¡sí! Pero sin condicionar de ninguna manera la forma en que la interpretación se ha de llevar a cabo, si es un mensaje directamente de Dios o en Su nombre, o si es solamente un acto de adoración, alabanza, oración, clamor, o agradecimiento inspirado, o si es un cántico nuevo; esto le corresponde solamente al creyente que está manifestando el don de espíritu santo que mora dentro de él, y a Dios.
“Ustedes vayan en pos del amor, y procuren alcanzar las cosas espirituales, y sobre todo que profeticéis” (1 Cor. 14:1). La operación de profecía, una de las nueve manifestaciones del espíritu santo, ha de traer un mensaje procedente de Dios, ya sea en primera persona (como si Dios mismo estuviera hablando), o en tercera persona (acerca de Dios), y ha de edificar, ha de exhortar, ha de confortar, y es para el beneficio de los que escuchan, de los otros creyentes, de tal forma que el contexto es el de llevar a cabo acciones que sean provechosas a la Iglesia, que es las reuniones de los creyentes, miembros del cuerpo de Cristo, y de aquellos nuevos deseosos de aprender, aún cuando solamente dos o más creyentes se encuentren juntos, porque “si en este mundo dos de ustedes se ponen de acuerdo en lo que piden, mi Padre, que está en los cielos, se lo concederá. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo, en medio de ellos” (Mt. 18:19-20), ya que “el otro” también necesita edificación (1 Cor. 14:17).
“El que profetiza les habla a los demás para edificarlos, exhortarlos y consolarlos” (1 Cor. 14:3). La palabra de profecía es fácil y claramente entendible por los oyentes, y ha de edificar, motivar y consolar. Podemos claramente ver que esta palabra de profecía es una declaración originada en el corazón de Dios, y se expresa por nosotros debido al espíritu santo de Dios que mora dentro de nosotros; nosotros hablamos palabra de profecía y leguas con interpretación inspirados por Dios.
“El que profetiza, edifica a la iglesia” (1 Cor. 14:4b). Este es el contexto de las cartas a los Corintios: ¿Cómo podré hacer cosas que edifiquen a los otros? Pero, antes de que yo sea capaz de edificar a otros, ¡yo mismo necesito primero ser edificado! ¿Cómo? Mediante mi constante hablar en espíritu, que es mi hablar en lenguas.
“Hermanos, ¿de qué les serviría a ustedes que yo fuera a visitarlos y les hablara en lenguas, a menos que les comunicara alguna revelación, o conocimiento, o profecía, o enseñanza?” (1 Cor. 14:6). ¿Dónde se aplica esto? ¡En la reunión de creyentes! ¡No hay nada malo o erróneo en nuestro hablar en lenguas siempre en nuestra vida personal!
“Si no usan la lengua para comunicar un mensaje claro y comprensible, ¿cómo se va a entender lo que dicen? Es como si hablaran al aire” (1 Cor. 14:9). ¡Esta declaración de nuevo se aplica solamente al manifestar espíritu santo mediante inspiración en la reunión de creyentes! Tristemente, la gente que menosprecia el hablar en lenguas en la iglesia, la mayoría de las veces es la misma que es totalmente incapaz de dar palabra de profecía.
“Por lo tanto, el que hable en una lengua extraña, pida en oración poder interpretarla” (1 Cor. 14:13). La misma persona que habló en lengua desconocida, como leímos previamente, es la que necesita creer que puede interpretar. El cuerpo de Cristo, el grupo, no es edificado a no ser que él, el individuo que previamente habló en lenguas, interprete (1 Cor. 14:5). Nosotros interpretamos mediante el hablar en nuestro propio lenguaje, sin premeditación, inmediatamente después de que hablamos en lenguas.
“Si tú alabas a Dios sólo en espíritu, ¿qué hará el que solamente está escuchando? ¿Cómo dirá ‘Amén’ a tu acción de gracias, si no sabe lo que has dicho?” (1 Cor. 14:16). ¿Dónde se aplica esta declaración? ¡En la reunión de creyentes! (y/o cuando al menos otra persona esté escuchándote) ¿Por qué? Porque “tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado” (1 Cor. 14:17). Y porque ¡tú necesitas edificar a toda la congregación o al creyente individual que te esté escuchando!
Si tú alabas a Dios sólo en espíritu = Si tú alabas a Dios sólo en lenguas (14)
“En la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para poder enseñar a los demás, que diez mil palabras en una lengua extraña” (1 Cor. 14:19). Aquí el contexto se explica a sí mismo: “en la iglesia”.
“Si alguno habla en lengua extraña, que sean dos o a lo más tres, y por turno; y que uno interprete. Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios” (1 Cor. 14:27-28). Así que, cuando mucho, tres creyentes en la congregación necesitan hablar en lenguas, cada uno a su debido momento, y cada uno de ellos ha de también interpretar. Si ellos no creen aún que ellos pueden también interpretar, ¡ellos pueden seguir en su interior hablando en lenguas para sí mismos y para Dios! Los siguientes versículos indican que la palabra de profecía necesita también llevarse a cabo de la misma manera: “De la misma manera, que hablen dos o hasta tres profetas, y que los demás juzguen [disciernan] lo dicho” (1 Cor. 14:29). Este versículo es muy importante ya que enseña que la manifestación del espíritu santo en palabra de profecía es una declaración inspirada, ¡sí!, pero, ya que los seres humanos somos tan imperfectos, algunas veces algo erróneo procedente de nuestras propias imaginaciones puede infiltrarse junto con la inspiración genuina dada por el don de espíritu santo, de forma tal que los miembros de la congregación son los que “juzguen” o “disciernan” aquello que se dijo; y si lo que se dijo es erróneo, entonces hay que restaurar con amor y sabiduría al creyente que dijo semejantes cosas. Si se comparten testimonios en tu congregación, este es también un buen consejo de solamente tres por reunión compartiendo. Así de que, por reunión: 3 + 3 = 6 proporciona de nuevo un mismo nivel para el hablar en lenguas con interpretación y el dar palabra de profecía en la congregación:
3 lenguas con interpretación + 3 palabras de profecía = 6, límite saludable superior para las operaciones que usan la boca (15)
“Los espíritus de los profetas, están sujetos a los profetas, pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos” (1 Cor. 14:32-33). Esta Escritura confirma que el creyente renacido se encuentra al 100% en control de su manifestación de espíritu santo, esta Escritura también muestra que el 100% de los creyentes, tan sólo por tener espíritu santo dentro de ellos, son 100% santos o santificados, así como lo somos nosotros. “¿Hablan todos lenguas? ¿Interpretan todos?” (1 Cor. 12:30b) La respuesta es: ¡Sí, todos pueden hablar lenguas e interpretar, pero NO al mismo tiempo!
“Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que les escribo son mandamientos del Señor” (1 Cor. 14:37). Estas sorprendentes cosas que hemos leído acerca del hablar en lenguas, acerca de su interpretación por los mismos que hablaron en lenguas, y acerca del uso adecuado de la palabra de profecía como operación de espíritu santo presente en la congregación, son “mandamientos del Señor” Jesús; “siempre y cuando todo se haga decentemente y con orden” (1 Cor. 14:40), ya que independientemente de lo santo que eran los santos creyentes en Corinto (y todos ellos tenían el don de espíritu santo), todos ellos estaban practicando erróneamente la manifestación del espíritu, como actualmente múltiples grupos Pentecostales sucumben al dejarse a sí mismos caer al suelo, o peor aún, al empujar a otros para que caigan al suelo, o con uno hablando en lenguas mientras otro “interpreta”, cuando en realidad el segundo lo que hizo fue el pronunciar su propia palabra de profecía, etc.
Recordando que, sin importar que tan imperfectos fueron ellos o nosotros mismos lo somos hoy, los creyentes renacidos, todos son ¡“amados de Dios”! “…en Roma que fueron llamados a ser santos” (Rom. 1:7a), “a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús y llamados a ser santos, junto con todos los que en todas partes invocan el nombre del Señor Jesucristo, Señor suyo y nuestro” (1 Cor. 1:2), “…saludamos a la iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya” (2 Cor. 1:1b), “a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Éfeso” (Ef. 1:1b), “a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, junto con los obispos y diáconos” (Fil. 1:1b), “a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas” (Col. 1:2a), a ti santo hermano, etc.
Ejemplo de tres igualmente válidas interpretaciones de lenguas: 1) En primera persona: “Yo soy Dios y los he elegido”; en tercera persona: “Tu Dios te ha elegido”; como agradecimiento, alabanza y adoración: ¡“Te agradezco Dios que nos hayas elegido”!, etc., etc.
Notas:
[1] Nuevo Testamento, mi “Reina Valera” Cotejada, con la regla de usar la mayúscula “E” para referirse a Dios, ‘Espíritu’ Santo, como el dador, y minúscula “s” para referirse al don de Dios, ‘espíritu’ santo, conforme a la enseñanza de Jesucristo, quien declaró: “lo que nace del Espíritu, espíritu es” (Jn. 3:6b). En itálicas las palabras añadidas por el traductor.
[2] “Entre ustedes” en la versión Reina Valera, “jeautois”, también puede ser traducida como “consigo mismos”, la conversación personal dentro de nosotros mismos. Esta traducción alterna fluye con precisión en el contexto “con el corazón”. Yo puedo hablar en una lengua conmigo mismo; pero si lo hago con otra persona, yo he de interpretar espiritualmente lo que acabo de decir audiblemente en lenguas; sin embargo, la interpretación no ha sido explícitamente incluida en este versículo en particular.
Updated Oct 22, 2020, 4:44 PM
Nov 1, 2011, 5:32 PM
The Biblical Basis of the Spiritual Sciences (v.1.1, 11/01/2011)
The Biblical Basis of the Spiritual Sciences (v.1.1, 11/01/2011)
By Fernando Castro-Chavez
Introduction
The Bible is the rightful foundation for every human activity, being it spiritual, mental or physical.
Genetics with Mendel, astronomy with Newton, and microbiology with Pasteur, among others, were initially inspired by the desire to better understand the handiwork of our God.
Paul tells us to “test everything and hold fast to what is good” (1 Thess. 5:21)[1] and to “determine the things that are best” (Phil. 1:10a). To do so, we need the spiritual power that only God can provide.
The Bible is a living book, our first connection to God, and it is always useful, always full of novelty.
We need to balance our life between our knowledge of the Scriptures and our spiritual new nature.
I want the readers to be fully aware of, and if possible, according to their free will, that they may be able to manifest the gift of holy spirit from the start. It is the deep desire of God, an act of your free decision.
We need to present ourselves individually approved only unto God, arriving to Him with a pure mind:
“Make a diligent effort to present yourself approved before God, a workman who does not need to be ashamed, straightly cutting the word of truth” (2 Tim. 2:15).
Our minimum common denominator, the key for salvation is clearly summarized in the next Scripture:
“If you confess with your mouth, “Jesus is Lord,” and believe in your heart that God raised him out from among the dead, you will be saved” (Rom. 10:9). Only this belief is what saves you now, nothing else!
But there is a key and practical end product of our salvation, composed by nine attributes of our spirit:
“The fruit of the spirit is love, joy, peace, longsuffering, kindness, goodness, faithfulness, meekness, self-control. There is no law against such things” (Gal. 5:22-23).
Here we learn of the nine characteristics of the spiritual fruit that we will produce with our salvation:
1. Love
2. Joy
3. Peace
4. Longsuffering
5. Kindness (Gentleness)
6. Goodness
7. Faithfulness (Faith)
8. Meekness
9. Temperance (Self-Control)
The fruit of the spirit is like one citric fruit with nine segments. But first, the seed needs to be planted in a good ground where leaves and branches grow to finally produce the good fruit. Brandi Brown wrote:
“The tree will begin to flower in the third year after being planted... This early fruit likely will be small and inedible, but after five to seven years, most orange trees will produce good, edible fruit… As the grower you need to make sure that you are providing the right type of soil and conditions for your tree.”
If we want a good fruit, we need to consider the actions needed between the planting of the seed and the eating of the ripe fruit. Next, I added in brackets the difference between the person and its goods; by its nearest context we learn that it’s talking about 9 different profits or goods given to every believer:
“To each one [person] the manifestation of the spirit is given for the common good. For to one [good] is given through the spirit a message [word] of wisdom, and to another [good] a message [word] of knowledge because of the same spirit, to a different one [good] faith by the same spirit, and to another [good] gifts of healings by the one spirit, and to another [good] energizings of miracles, to another [good] prophecy, to another [good] discerning of spirits, to a different one [good] various kinds of tongues, and to another [good] the interpretation of tongues” (1 Cor. 12:7-10). All believers need these!
The package received by every human when he is saved are nine potential new actions that we need to eagerly desire to use; the spiritual gift is like a fisherman’s Swiss Army Knife with nine different gadgets.
Like the fruit, in singular, containing nine components or segments, the spiritual manifestation is singular, and contains nine components or profitable tools that you can use (or misuse) by your free will.
Three of those tools are activated by the free use of our speech (‘of inspiration’):
1. Speaking in Tongues (S.I.T., Kinds of Tongues)
2. Interpretation of Tongues
3. Prophecy
Three of those tools are activated by the use of our perception (‘of revelation’):
4. Word of Knowledge (Message of Knowledge)
5. Word of Wisdom (Message of Wisdom)
6. Discerning of spirits
Three of those tools are activated by our motion or our actions (‘of ministering’):
7. Faith (Believing)
8. Miracles (Energizings of Miracles)
9. Gifts of Healings
One action of the manifestation of the spirit within us that also appears as a segment of its fruit is faith or believing; once you start acting with all your belief (pistis), the result will also be the growth of its segment in the fruit: Act believing and the fruit will be more believing, with no limit or end, with no law.
This is the basic and minimal introduction related to the spiritual endowment given by God to you thanks of what Jesus Christ did for you when he offered his life for your salvation, and when he poured down the promise of the gift of holy spirit, “being exalted to the right hand of God, and having received from the Father the promise of the holy spirit, he has poured out this that you see and hear” (Acts 2:33).
“Blessed be the God and Father of our Lord Jesus Christ, who has blessed us in Christ with every spiritual blessing in the heavenly places” (Eph. 1:3); if we already have all spiritual blessing that we will ever need, we better start learning diligently about how to use it all. We will need a lot of spiritual discerning in our spiritual life. “I want all of you to speak in tongues” (1 Cor. 14:5a). Why? Because you can do it!
It is vital to take into account that the original manuscripts of the Bible were perfect at the time of their revelation, but have since been diluted through multiple revisions, versions, and even doctrines of men. The faithful believer can approach the original revelation through holy spirit.
God, who is Holy and who is Spirit, at the very moment that we believed and received our salvation by grace, freely provides what He is: His holy spirit, his greatest gift to us; now we have His divine nature!
“His [God’s] divine power has granted to us [born-again ones] all things that pertain to life and godliness through the knowledge of him [Jesus] who called us by his [Jesus’] own glory and virtue, through which he [God] has given to us [born-again ones] his [God’s] precious and exceedingly great promises, so that through these you [born-again ones] may become partakers of the divine nature” (2 Pe. 1:3-4a).
God is the only one author of the Bible, with multiple writers that were inspired by Him. God gave revelation to many writers throughout history, but “no prophecy ever came by the will of man, but men spoke from God, being moved by holy spirit” (2 Pe. 1:21), the holy spiritual nature of God was on them and now is within us!
The Bible is self-consistently true and accurate, made with symmetry and with structural beauty; the same God that designed the fruits and gave us intelligence to design a Swiss Army Knife, is The One that revealed us His Word that we may live in a total spiritual freedom, without any men’s religion bondages.
“But now remains faith, hope, love, these three, and the greatest of these is love” (1 Cor. 13:13). The foundation of our studies has to be love, to love we add knowledge to believe in, sustained by the hope.
Bible and the Spiritual Society,
The Power from on High,
You Now!
After the day of Pentecost, all the first-century believers had everything in common: “And all those who believed were together, and had all things in common, and they began selling their property and possessions, and were dividing them among all, as anyone had need” (Acts 2:44-45).
Here the inner circle of “society” is the group of believers whit which we hang out from time to time, the body of Christ in our neighborhood, the Church of Christ of which Christ is the head, the foundation and cornerstone. If we get spiritually stronger here, the beneficial effects are going to be seen and manifested for all the rest of humanity to see. However, these divine topics are inexhaustible, so this is just a token that will grow in your heart with the direct guidance and counseling of the Word and the revelation of God. Please, read by yourself the whole Bible, carefully acquiring the vocabulary of praise seen in the Psalms, and in the context of this study, the whole Epistles to the Church written by Paul the Apostle, for you to understand every detail related to the new nature of the holy spirit within you!
Jesus told his Apostles to wait until they were endued (dressed from within), with Power: “And take notice!, I am sending the promise of my Father upon you, but you, stay in the city until you are clothed with power from on high” (Lk. 24:49). Are you already clothed with power from on high? You will know.
To manifest the promised gift of the power from on high, from God, certainly impacts and transforms our societies, families and communities. The power sent by Christ Jesus from heaven was then the biggest fulfilled promise from God: “…the promise of the Father, which, he said, “you heard from me, because John baptized with water, but you will be baptized with holy spirit not many days from now” (Acts 1:4-5), “…you will receive power when the holy spirit has come upon you and you will be my witnesses both in Jerusalem, and in all Judea and Samaria, and to the uttermost part of the earth” (Acts 1:8). Wherever we live now, Merida, Mexico City, Houston, etc., that’s “the uttermost part of the earth”.
The power from on high is so important to God that he used multiple synonyms to refer to it, and is the same as being baptized, not with water but with holy spirit, it is to be born again, the new birth, the washing of regeneration, the new beginning and renewal!, among other things: “For you have been born again, not of corruptible seed, but of incorruptible, through the living and enduring word of God” (1 Pe. 1:23), “blessed be the God and Father of our Lord Jesus Christ, who according to his great mercy has given us new birth into a living hope by means of the resurrection of Jesus Christ out from among the dead” (1 Pe. 1:3), “he [God] saved us, not by works done in righteousness that we did ourselves, but according to his mercy. He [God] saved us through the washing of a new beginning and renewal by holy spirit, which he [God] poured out on us abundantly through Jesus Christ our Savior” (Ti. 3:5-6).
And because it is so important, these are only but few equivalent ways in which God underlines His promised gift of holy spirit towards us; lets see the five earliest recorded events of humans receiving the gift of holy spirit in the book of Acts. In scientific research, at least three (3) separate replicates are necessary, while using the same independent variable (receiving the gift of holy spirit), and sufficient to categorically declare that something is what it is, and to confirm one hypothesis. Our accepted hypothesis in this case is that every human that receives the gift of holy spirit is capable to start speaking in tongues immediately after receiving it, so the speaking in tongues is only one of the nine (1/9) dependent variables (the actions that manifest holy spirit): “The love of God has been poured out into our hearts through holy spirit, which was given to us” (Rom. 5:5b); lets briefly go first to the three replicates that expressly mention the speaking in tongues as the immediate action after being born again (after having received holy spirit):
1
“And when the day of Pentecost arrived, they were all together in one place. And suddenly from heaven came a sound like a strong rushing wind, and it filled the whole house where they were sitting. And there appeared to them tongues as of fire, which being divided came to rest upon each one of them. And they were all filled with holy spirit, and began to speak in other tongues, as the Spirit was giving them utterance” (Acts 2:1-6), “…Cretans and Arabians, we hear them speaking in our tongues the mighty works of God. And they were all amazed, and were perplexed, saying one to another, “What does this mean?” But others mocking said, “They are filled with sweet new wine” (Acts 2:11-13), “…now when they heard this [Rom. 10:9], they were pricked in their heart, and said to Peter and the rest of the apostles, “Men and brothers, what shall we do?” And Peter said to them, “Repent and be baptized, every one of you, in the name of Jesus Christ for the remission of your sins, and you will receive the gift of the holy spirit” (Acts 2:37-38). Every one of you can today easily receive holy spirit by God’s grace!
Here, the 12 Apostles received the gift of holy spirit and the very first thing that they did was that they, by their own free will, started to speak in other tongues, each one a different tongue or tongues that they were not able to understand but that God was giving to them, so that the diaspora’s people coming to celebrate the old Pentecost from every nation known at that time, where able to hear in their own tongues: “the mighty works of God”!. This was bigger than the effect of ‘The Psalms’ for the ones able to understand the tongues spoken, because they knew that the Apostles were illiterate people from Galilee, fluently speaking in their own tongues “the mighty works of God”! However, some mocked them saying that they were drunk with something soft like the contemporary “Kool-Aid”. Peter then proclaimed the amazing truth encapsulated in Rom. 10:9, and the hearts of his hearers melted to the point that they themselves asked: “what shall we do?”! So Peter told them to repent, confessing the name of Jesus Christ for remission of sins, and that then they “will receive the gift of the holy spirit”, available to all! And the miracle that others can understand the same words that are unknown tongues for the one speaking them, repeats itself in gatherings of believers of multiple nationalities.
2
“While Peter was still speaking these words [Rom. 10:9], the holy spirit fell on all those who were listening to the word. And the believers from the circumcision were amazed, all those who came with Peter, because on the Gentiles also the gift of the holy spirit was poured out. For they heard them speaking in tongues and exalting God” (Acts 10:44-46).
Here, Peter was speaking and expanding the truths that we have condensed in Rom. 10:9 to the gentile house of Cornelius, at Caesarea. While they were listening that, the gift of holy spirit “was poured out” and fell on all of them! And the very thing that convinced the six believers from the circumcision that went with Peter, of the fact that these Gentiles had also been born again, like them, was that they heard them “speaking in tongues and exalting God”! The “exalting God” maybe was that these Gentiles were also giving words of prophecy, as the next pouring out to another group of Gentiles indicates, and/or giving the interpretation of the tongues with which they were “exalting God”, and/or the miracle of that what were unknown tongues for members within this group of gentiles, where clear words in Hebrew.
3
“Paul… came to Ephesus and found some disciples. And he said to them, “Did you receive holy spirit when you believed?” And they said to him, “No, we have not heard that there is holy spirit.” And he said, “Into what then were you baptized?” And they said, “Into John’s baptism.” And Paul said, “John baptized with the baptism of repentance, saying to the people that they should believe on him who was coming after him, that is, on Jesus.” And when they heard this, they were baptized into the name of the Lord Jesus. And when Paul had laid his hands upon them, the holy spirit came on them, and they spoke in tongues, and prophesied. And there were about twelve men in all”, “…and this continued for two years, so that all those who lived in Asia heard the word of the Lord, both Jews and Greeks” (Acts 19:1-7, 10).
Paul told the believers at Ephesus that when they heard the truths of Rom. 10:9, they then received the gift of holy spirit: “When you heard the word of truth, the Good News of your salvation—in whom [Jesus], having also believed, you were sealed with the promised holy spirit” (Eph 1:13), also in Corinth: “[God] sealed us, and put the spirit in our hearts as a deposit [warranty, arrabon], guaranteeing what is to come” (2 Cor. 1:22).
Here, the Ephesians “were baptized into the name of the Lord Jesus”, then “the holy spirit came on them, and they spoke in tongues, and prophesied”. This clearly indicates that the water baptism of John had already expired!
Two previous events of human beings receiving holy spirit are also described in the book of Acts:
4
“Now when the apostles who were at Jerusalem heard that Samaria had received the word of God, they sent to them Peter and John, who, when they had come down, prayed for them in order that they might receive holy spirit, for as yet it was fallen upon none of them, they had only been baptized in the name of the Lord Jesus. Then they laid their hands on them, and they received holy spirit. Now when Simon saw that through the laying on of the apostles’ hands the holy spirit was given, he offered them money, saying, “Give me also this power, so that everyone on whom I lay my hands, he may receive holy spirit””(Acts 8:14-19).
Here, Philip was doing amazing healings and miracles in Samaria but was unable to bring them to manifest holy spirit, he was, like Apollos at Ephesus before the arrival of Paul in the previous example, stuck on the water baptism of John, so the Apostles Peter and John went to help them to manifest holy spirit, and when the Samaritans received holy spirit, one Simon the sorcerer saw the manifestation of the spirit, and most probably he saw them speaking in tongues, and he wanted to buy with money the free power to impart the gift of holy spirit, so Peter rebuked him for that, and Simon himself received and repented!
5
“And Ananias departed, and entered into the house, and laying his hands on him said, “Brother Saul, the Lord has sent me, Jesus who appeared to you on the road on which you came, so that you may receive your sight and be filled with holy spirit” (Acts 9:17).
Paul himself narrated several times his testimony of having received and manifested holy spirit, imparted this time by one disciple called Ananias, and about how frequently Paul did speak in tongues in his personal prayer life, we read: “I [Paul] speak in tongues more than you all” (1 Cor. 14:18b).
Paul declared that by his free will, he was able to speak in tongues more than all the Corinthian believers of his time put together! Paul’s way to give thanks to God was by his speaking in tongues; when we speak in tongues, we give perfect thanks to Him; this is the par excellence, spiritual way to thank God! “For indeed you are giving thanks well” (1 Cor. 14:17a).
The person who speaks in tongues does not understand the words pronounced by him/her, so the understanding of that person is disregarded, but the inner spiritual nature of that person is edified: “He who speaks in a tongue edifies himself” (1 Cor. 14:4a), because the person speaking in tongues speaks directly, face to face, with God: “he who speaks in a tongue does not speak to men, but to God, for no man [speaking in a tongue] understands [what he said], but by the spirit he speaks sacred secrets” (1 Cor. 14:2), and because you speak spiritually and directly to God, “indeed you are giving thanks well”! (1 Cor. 14:17a), you are giving thanks well to God, your Father! And you can also interpret your spiritual thanks to God for the benefit and blessing of other believers! You directly reach the heart of God when you speak in tongues! While the adversary and his hosts do not understand what is said while we speak in tongues, nor what you just told God, nor of what God revealed to you! That’s why those are “sacred secrets”! Their field is the spiritual, and the ones to whom these things are “secret” are those evil spirits that want to keep humanity blind regarding the infinite advantages of speaking in tongues, “for we do not wrestle against flesh and blood, but… against the spiritual forces of evil in the heavenly places” (Eph. 6:12).
It needs to be clear that each and every one of the born-again believers of the first century were capable of speaking in tongues, and of interpreting tongues: “when you come together, each one has a psalm, has a teaching, has a revelation, has a tongue, has an interpretation” (1 Cor. 14:26a), “if the whole congregation comes together and everyone speaks in tongues…” (1 Cor. 14:23a); the problem was that they were doing it at the same time and with no interpretation, to the point that the new people arriving did not know what was going on, when the purpose of manifesting holy spirit is to “be done for edifying” (1 Cor. 14:26b), and “you are all able to prophesy one by one” (1 Cor. 14:31), again, all these born-again ones were able and were endued with the nine operations of the manifestation of holy spirit to edify themselves and then to be able to edify others.
The next equation is very important to understand the speaking in tongues, our temporary toy:
Praying in the spirit = Praying in an unknown tongue [unknown for the one who speaks] (1)
This amazing equation originates in the next verse: “if I pray in a tongue, my spirit prays, but my understanding is unfruitful” (1 Cor. 14:14).
Jesus Christ announced that “these signs will accompany those who believe: in my name will they cast out demons, they will speak with new tongues, they will take up serpents, and if they drink any deadly thing, it will absolutely not hurt them, they will lay hands on the sick, and they will recover” (Mk. 16:17-18).
Earlier, Jesus declared that “he who believes on me, the works that I do, he will do also, and greater works than these will he do, because I go to the Father” (Jn. 14:12). One greater spiritual work that Jesus Christ could not do, because he was the payment for it, it is the speaking with new tongues, something that we can do today! And of course, we can lead others to speak in tongues as well.
So, let’s explore some scriptures dealing with praying in the spirit, starting with the voice of the Master: “But the hour comes, and now is, when the true worshippers will worship the Father in spirit and truth, for such does the Father seek to be his worshippers. God is spirit, and those who worship him must worship in spirit and truth” (Jn. 4:23-24). Here, through the insight of equation (1), Jesus said that to:
Worship the Father in spirit and truth = Worship the Father in unknown tongues and truth (2)
The speaking in tongues is worshiping! The figure “hendiadys” conveys one meaning with two words:
To worship with the spiritually true, with the truly spiritual = To worship with the unknown tongues of truth, with truthful unknown tongues [for the one speaking them] (3)
By using equation (1), it is also clear that in the apex of the revelation to the Church, the Epistle to the Ephesians, the Epistle of Love, the speaking in tongues appears twice. Speaking in tongues has been established as our token of love towards God, towards His son Jesus Christ, and towards the rest of His children, the other born again believers. Its first use in Ephesians is: “speaking to yourselves[2] in psalms and hymns and spiritual songs, singing and making melody with your heart to the Lord” (Eph. 5:19).
Speaking to yourselves in spiritual songs = Speaking to yourselves by songs in tongues (4)
The next one in Ephesians appears a little later to corroborate what was previously said: “Be praying at all times in the spirit with all kinds of prayer and supplication. And to that end, keep watching with all perseverance, and supplication for all the holy ones” (Eph. 6:18).
Praying at all times in spirit for all the holy = Praying at all times in tongues for all the holy (5)
Paul told them to pray at all times, and in other of his letters he reiterated: “Pray without ceasing” (1 Thess. 5:17). Because of what we read in Ephesians, we know that the only way for the Christian to pray without ceasing, to pray at all times, is by the use of the spirit, which is by speaking in tongues, as our earlier key Scripture says: “What, then, is to be done? I will pray with the spirit, and I will pray with the understanding also. I will sing with the spirit, and I will sing with the understanding also” (1 Cor. 14:15).
Why to pray and even to sing in an unknown tongue or tongues? “For we do not know what we need to pray for” with our own understanding (Rom. 8:26); in the same verse, this ignorance about the perfect prayer with our own language of birth is called “our infirmity”, but God already sent His help with the holy spirit of His gift dwelling within us! Yes, we don’t know how to properly pray with our rational brain, but as the same verse says: “the Spirit himself intercedes for us along with groans too deep for words”. This groans are the speaking in tongues words that our mind does not understand. However, the starting and the ending of the speaking in tongues are under our total control, not so our understanding of the words spoken!
Another book that uses the equivalence presented in equation (1) is Jude: “beloved, continue building yourselves up in your most holy faith, praying by holy spirit” (Jd. 20); this is another way to say that our spiritual prayer, which is the speaking in tongues, is to edify our inner self, edifying in our most holy faith, which is another evidences that we have indeed holy spirit. Here, the equation is:
Praying by holy spirit = Praying by unknown tongues (6)
“He [God] would grant you, according to the riches of his glory, to be strengthened with power by his spirit in the inner man” (Eph. 3:16). A Christian can even sing while manifesting spirit and interpreting!
“I make known to you that no one speaking by the spirit of God says, “Jesus is accursed,” and no one is able to say, “Jesus is Lord,” except by holy spirit” (1 Cor. 12:3). This is a holy speech! No cursing here.
No one speaking by the spirit of God says “accursed Jesus!” = No one speaking in tongues says “accursed Jesus!” (7)
No one is able to say “Jesus is Lord,” except by holy spirit = No one is able to say “Jesus is Lord,” except by speaking in tongues (8)
Why we really make Jesus our living Lord spiritually only by our spiritual speaking in tongues? Because this was the apex of his ministry, this was the promise originated in the heart of God, his Father, poured down by Jesus Christ himself, who received such spiritual trophy and those spiritual medals due to his victory, to the point that Jesus is able to share them with everybody that believes in him! Since the day of Pentecost, and immediately after receiving the gift of holy spirit for us, harvested by Jesus Christ from heaven, due to his unconditional and complete obedience to his Father, every human believer described in the book of Acts did one thing and one predominant thing after having received the new birth and salvation: They did speak in tongues!
Other verses corroborate the fact that the speaking in tongues is evidence that we have the spirit of God; because, how else will we be self-convinced at any moment that we have the holy spirit within us?
“The spirit of truth… will be in you”! (Jn. 14:16-17); “The Spirit himself bears witness together with our spirit, that we are children of God… and co-heirs with Christ” (Rom. 8:16-17), “because you are sons, God sent the spirit of his Son into our hearts, crying out, “Abba” (Father)” (Gal. 4:6). Crying in tongues!
Witness together with our spirit = Witness together with our speaking in tongues (9)
To really say to God, our Father, such intimate expression like if we were the smallest son and daughter telling him: Abba!, Daddy!, this can truly and only be said through our speaking in tongues which is like the first meaningful babblings of a trusting baby: “you did not receive a spirit of slavery to fall back into fear, but you received a spirit of adoption, in connection with which we cry, “Abba” (Father)” (Rom. 8:15), “now may the God of patience and encouragement grant you to be of the same mind with one another, in accord with Christ Jesus, so that in one accord you may with one mouth glorify the God and Father of our Lord Jesus Christ” (Rom. 15:5-6). The one voice or mouth that all the born-again believers have is the prayer in the spirit, the speaking in tongues, and because this goes beyond the minds and thoughts of the believers, it is the genuine place where we can really have unity, independently of the differences in thought.
The next examples are to be direct reminders by the gift of holy spirit given by God to you: “By this we know that he abides in us, from the spirit that he gave to us” (1 Jn. 3:24), “by this we know that we abide in him and he in us, because he has given us of his spirit” (1 Jn. 4:13), “do not quench the spirit” (1 Thess. 5:19), “the good deposit that was committed to you, guard through holy spirit which dwells in us” (2 Tim. 1:14), “he who sows to the spirit will of the spirit reap life in the Age to come” (Gal. 6:8b).
“I will ask the Father, and he will give you another helper (parakletos), that it may be with you forever. This helper is the spirit of truth, which the world is not able to receive, for it does not see it, neither knows it. You know it, for it is present with you, and will be in you” (Jn. 14:16-17), “in that day you [future born-again believer] will know that I [Jesus] am in my Father, and you [believer] in me [Jesus], and I [Jesus] in you [believer]” (Jn. 14:20), “I [Jesus] in them [future born-again believers], and you [God] in me [Jesus], that they [believers] may be perfected into one [eis] so that the world may know that you [God] sent me [Jesus], and loved them [born-again believers] just as you [God] loved me [Jesus]” (Jn. 17:23).
“The one who is believing in me, as the Scripture has said, rivers of living water will continuously flow out of his belly.” Now he said this about the spirit, which those who believed on him were going to receive, for as yet there was no spirit, because Jesus was not yet glorified” (Jn. 7:38-39). Today, we need to be at the height of his resurrection, we need to be walking based on his resurrection! And how do we do it? By manifesting the gift of holy spirit that we have inside, by speaking in tongues the most we can!
Rivers of living water continuously flowing out of the belly of the believer, that’s our continuous prayer:
He said this about the spirit …yet there was no spirit = he said this about the speaking in tongues …yet there was no speaking in tongues (10 and 11)
“Whenever one turns to the Lord [Jesus], the veil is taken away. Now the Lord [Jesus] is the Spirit [Jesus], and where the spirit[3] of the Lord [Jesus] is—freedom! And we all, with unveiled faces reflecting as in a mirror the glory of the Lord [Jesus], are being transformed into the same [spiritual] appearance [of Jesus], from glory into glory, even as from the Lord [Jesus] who is the Spirit [Jesus]” (2 Cor. 3:16-18), “is Christ in you, the hope of glory”! (Col. 1:27b). We are transformed into the spiritual image of Christ!
Christ in you = the spirit of the Lord Jesus in you = the gift of holy spirit in you (12)
Now, how did Jesus Christ knew so many things about the speaking in tongues?, even when he himself knew that he will not be able to speak in tongues, as he was the living word that needed to die and to be raised in order to share his new and resurrected nature with us. Yes, Jesus needed first to receive his spiritual nature, and now we have the need for the resurrected and spiritual nature of Christ to enter inside our own lives, and to remain there until the end!
And Jesus knew it because: “in the law it is written, By men with other tongues and by the lips of others I will speak to this people, and not even then will they hear me, says the Lord. So then, tongues are for a sign…” (1 Cor. 14:21-22a). So, based on the parallels of the Old Testament, Christ knew of the coming of the speaking in tongues. Here is the original scripture mentioned by Paul: “[sav lasav sav lasav, kav lakav kav lakav]... a little here, a little there.” Very well then, with foreign lips and strange tongues God will speak to this people, to whom he said, “This is the resting place, let the weary rest”; and, “This is the place of repose”— but they would not listen” (Is. 28:10b-12, NIV).
It was prophesied that the speaking in tongues will be also a sign to the hard headed Israel which, as a whole, will not believe or listen; also, that the speaking in tongues is the rest and repose to our souls! The speaking in tongues is also a sign to the unbelieving in general when it is done decently and in order.
God Himself is telling us: “...do not forbid anyone to speak in tongues. But let all things be done decently and in order” (1 Cor. 14:39b-40), but “seek so that you may abound, with a view to the edification of the congregation” (1 Cor. 14:12b), because, when you only speak in tongues with no interpretation, you are speaking perfectly with God, not with human beings; this is the act of your free will, you don’t need to do it to be saved; however, this is your great act of love.
The nine actions of the gift of holy spirit inside our lives are also called “operations”. Tim Raub, my brother in Christ and holy attorney of Corpus Christi, Texas, said that the whole Bible is a legal document, using legal terms like “joint-heirs with Christ”, like a contract where you can hold God accountable for His Word. God gives you rights, like a Constitution; for example, to be joint-heir with Christ entitles you to all of his inheritance! Entitles you to everything that Christ is entitled in his inheritance now and forever coming from the living God! Everything that Christ is entitled to (100%), so are you! This is “community property” in the house of God, where you are entitled to go to every room of the house as Christ does; and everywhere where Jesus Christ will go, you can also go, and you will go too! Everything in the Kingdom of Jesus Christ is also yours!, but everything is done by your free will, your spiritual salvation, and its subsequent manifestation for edification!
When you speak in tongues, you speak directly to God, in words that may be words belonging to human past, present or future languages unknown to you, or you could even be speaking in tongues the language of angels: “If I speak with the tongues of men and of angels but do not have love, I have become a sounding brass, or a clanging cymbal” (1 Cor. 13:1). So, how it is more excellent for me to speak in those tongues of humans or of angels? With love! And I do it more and more because I love God and His son Jesus Christ, my Lord, and in acknowledgment for what they have done for me, and because I know that the nine operations of the manifestation of holy spirit within me are like children’s toys, like necessary things while we, the believers, are still in this mortal body before our great and final transformation.
“Love never fails, but where there are prophecies, they will be done away; where there are tongues, they will cease; where there is a message of knowledge, it will be done away. For we know in part, and we prophesy in part, but when the perfect one comes, that which is in part will be done away” (1 Cor. 13:8-10). Once face to face with Christ Jesus, we will finally own our own spiritual and immortal bodies! Then and only then, at the return of Jesus, the speaking in tongues, the manifestation of word of prophecy, the manifestation of word of knowledge, etc., will not be necessary because then, we will also have the perfect spiritual knowledge about everything!
“For now we see in a mirror, darkly, but then face to face. Now I know in part, but then will I know fully even as also I was fully known. But now remains faith, hope, love, these three, and the greatest of these is love” (1 Cor. 13:12-13). Right now, God knows us clearly and precisely; while we, on the other hand, know only in part, partially, but then we will know everything. But now and then, we can live in love! Love is more enduring that the current use of the gift of holy spirit; then we will have, not this token which is the gift of holy spirit, but we ourselves will be spiritually immortal like Christ! And to whom we are going to offer the living waters of immortality and the fruit of life? To the remaining mortal nations, to the rest of humanity that will have not yet heard about the immediate availability of immortality if they believe in the love of God for them, and if they believe in His living son Jesus Christ, raised by God out from among the dead!
Tim Raub concluded his Seminar on speaking in tongues by sharing that God “is able to do exceeding abundantly beyond all that we ask or think, according to the power that works in us” (Eph. 3:20); saying that to always obtain your Ephesians 3:20, you need to be speaking in tongues very, but very much more! Why? Because God is the only one able to do “exceeding abundantly beyond all that we ask or think” because “we do not know what we need to pray for” with our own and limited understanding (Rom. 8:26), and because this holy spirit is “the power that works in us”; this power is the power from on high, the gift of holy spirit, our spiritual salvation now and forever, this is the new birth, whose most constant use and application is through our speaking in tongues. Do you want miracles for you, for the ones you love, and for the ones you really want to help? Then, speak in tongues more and more, most constantly every day of your life! Go to the mirror, confess Romans 10:9, and start right now speaking in tongues, the more you speak in tongues, the most confidence you are going to develop!
Now, if you are personally edified, strong in that holy spirit that God gave you, then it will be easy for you to edify others! How to edify others with your speaking in tongues? The equation to do so is shown next, knowing that such is the use only when you speak audibly in tongues in your fellowship, believers meeting or congregation, or when somebody else, at least one other person near or around you wanting to know what did you say in tongues:
Speaking in tongues with interpretation = Word of prophecy (13)
“Now I want all of you to speak in tongues, but even more that you would prophesy, for greater is he who prophesies than he who speaks in tongues, unless he interpret, that the congregation may receive edification” (1 Cor. 14:5). Where do we prophesy? In the meeting or congregation! Where do we speak in tongues with interpretation? In the congregation! Where do we speak in tongues without interpretation? In our personal prayer life! Where is the word of prophecy and the interpretation of tongues most useful? In the congregation! Where should we be prophesying and speaking in tongues with interpretation? In the congregation! Is that commonly done at the present time? Sadly not, but it seems that we need to start doing it more and more! This is what brings the presence of the living God within each one of our meetings, fellowships or congregations, when we are together. An important clue in this verse is that the same person that did speak in tongues is the one bringing the interpretation.
The interpretation is not a textual or literal translation, it is the sum and substance of what was said while speaking in tongues; the interpretation is not premeditated, it is the immediate thought that comes to your mind immediately at the very same moment that you start opening your mouth to present the interpretation. Speaking in tongues with interpretation is the inspiration of the holy spirit within you! You interpret in your own language (or in the language of most of the hearers, a language that you know), bringing words in the name of God, in third (“thus says God…”) or in first person (“I am your God…”), and it may even be a worship inspired statement (“your God declares…”, reminding me of the Psalms, and the words spoken by Zechariah after the birth of his son John, and of the words of Mary when visiting her cousin Elizabeth). Who are we to condition or to put a leash on the spirit? “For out of the abundance of the heart the mouth speaks” (Mt. 12:34b, Lk. 6:45b). Amen!
You need to keep in mind that nobody, absolutely no one can put limits to the gift of holy spirit and how it has to be expressed or manifested. Things need to be done decently and in order, yes! But without conditioning at all the way the interpretation has to be done, if it is a message from God or in His name, or if it is only an inspired worship, praise, prayer, cry, an inspired giving of thanks, or if it is a new song; that’s up only to the believer that is manifesting the gift of holy spirit dwelling within, and to God.
“Diligently pursue love, yet earnestly desire spiritual things, but especially that you may prophesy” (1 Cor. 14:1). The operation of prophecy, one of the nine manifestations of the holy spirit, has to bring a message from God, either in the first person (as if God Himself were speaking), or in the third person (about God), and it has to edify, to encourage, to comfort, and it is for the benefit of the hearers, the other believers, so the context is to do things that profit the Church, which is the meetings of the believers, the members of the body of Christ, and of those new ones willing to learn, even when only two or more believers are together, for “if two of you shall agree on earth about anything that they ask, it will be done for them by my Father who is in heaven. For where two or three are gathered together in my name, I am there in the midst of them” (Mt. 18:19-20), as “the other” also needs to be edified (1 Cor. 14:17).
“He who prophesies speaks to men for edification, and encouragement, and comfort” (1 Cor. 14:3). The word of prophecy is easily and clearly understood by the hearers and should edify, motivate or encourage and comfort them. We can clearly see here that word of prophecy is an utterance originated in the heart of God and is expressed by us due to the holy spirit of God that dwells within us; we speak word of prophecy and tongues with interpretation inspired by God.
“He who prophesies edifies the congregation” (1 Cor. 14:4b). This is the context of the letters to Corinthians: How will I do things to edify the others? But, before I can be able to edify others, I need first to be edified myself! How? Through my constant speaking in the spirit, which is my speaking in tongues.
“But now, brothers, if I come to you speaking in tongues, how will I benefit you, unless I speak to you either by revelation, or by knowledge, or by prophecy, or by a teaching?” (1 Cor. 14:6). Where does it apply? In the gathering of believers or congregation! There’s nothing bad or wrong with our speaking in tongues always in our private life!
“Unless you utter by the tongue a message easy to understand, how will it be known what is being said? For you will be speaking into the air” (1 Cor. 14:9). This statement again only applies to manifesting holy spirit by inspiration in the congregation of believers! Sadly, people demoting the speaking in tongues in the Church, most of the times are the same ones totally unable to give word of prophecy.
“Therefore, let the one speaking in a tongue pray so that he may interpret” (1 Cor. 14:13). The same person that did the speaking in an unknown tongue, as we read it before, is the one that needs to believe that he can interpret it. The body of Christ, the group, is not edified unless he, the individual who previously did speak in tongues, interprets (1 Cor. 14:5). We interpret by speaking in our own language, without premeditation, immediately after we did speak in tongues.
“If you bless with the spirit, how will he who occupies the place of the unlearned say “Amen!” at your giving of thanks, seeing he does not know what you are saying?” (1 Cor. 14:16). Where does this statement apply? n the meeting of believers! (and/or when at least one other person is listening to you) Why? “For indeed you are giving thanks well, but the other is not being edified” (1 Cor. 14:17), and because you need to edify the whole congregation or to the individual believer that is listening to you!
If you bless with the spirit = If you bless with the speaking in tongues (14)
“In the congregation I had rather speak five words with my understanding, that I might instruct others also, than ten thousand words in a tongue” (1 Cor. 14:19). The context here is self-explanatory: “In the congregation”.
“If any man speaks in a tongue, let it be by two, or at the most three, and that in turn, and the same one must interpret. But if there is no interpreter, let him keep silence in the congregation, and let him speak to himself and to God” (1 Cor. 14:27-28). So, at the most three believers in the congregation need to speak in tongues, each one in his turn, and each of them should interpret as well. If they don’t believe yet that they are also able to interpret, they can continue doing their speaking in tongues to themselves and to God! The next verses indicate that the word of prophecy needs also to be done in the same way: “let the prophets speak by two or three, and let the others thoroughly examine what was said” (1 Cor. 14:29). This verse is very important because it teaches that the manifestation of the holy spirit in prophecy is an inspired utterance, yes! But, as imperfect and as we humans are, sometimes something wrong out of our own minds can crept-in together to the genuine inspiration given by the gift of holy spirit, so the rest of the congregation needs to “thoroughly examine” what was said; and if it was wrong, then to restore with love and wisdom the believer that uttered such things. If testimonies are shared in your congregation, this is also a good advice of only three per meeting sharing them. So, per meeting: 3 + 3 = 6 provides again an equal ground to the speaking in tongues with interpretation and to the word of prophecy in the congregation:
3 tongues with interpretation + 3 words of prophecy = 6, sound upper limit for utterance operations (15)
“And spirits, spiritual utterances, from prophets are subject to prophets; for God is not a God of confusion, but of peace, as in all the congregations of the holy ones” (1 Cor. 14:32-33). This Scripture reiterates that the born-again believer is in 100% control of his manifestation of holy spirit, this Scripture also shows that 100% of the believers, just by having holy spirit within, are 100% holy (saint) or sanctified, such as we are. “Do all speak with tongues? Do all interpret?” (1 Cor. 12:30b) Yes, all can speak in tongues and interpret, but NOT at the very same time!
“If anyone thinks himself to be a prophet, or spiritual, he must fully realize that the things that I write to you—that they are a commandment of the Lord” (1 Cor. 14:37). These amazing things that we have read about the speaking in tongues, about their interpretation by the same ones that did the speaking in tongues, and about the proper use of the word of prophecy as an operation of holy spirit present in the congregation, are “a commandment of the Lord” Jesus; “But let all things be done decently and in order” (1 Cor. 14:40), because no matter how saint the saints at Corinth were they (and all of them had the gift of holy spirit), they were all practicing wrongly the manifestation of the spirit, as of today multiple Pentecostal groups succumb by letting themselves to the ground, or even worse, by pushing others to fall to the ground, or by one speaking in tongues while another “interprets”, when in reality the second one did utter his own word of prophecy, etc.
Remembering that, no matter how imperfect they and we ourselves are right now, the born-again ones, all of them “are loved by God”! “…in Rome, called ones, holy ones” (Rom. 1:7a), “to the congregation of God that is at Corinth, to those who have been sanctified in Christ Jesus, called ones, holy ones, with all who in every place call upon the name of our Lord Jesus Christ—theirs and ours” (1 Cor. 1:2), “…with all the holy ones who are in the whole province of Achaia” (2 Cor. 1:1b), “to the holy and faithful ones in Christ Jesus in Ephesus” (Eph. 1:1b), “to all the holy ones in Christ Jesus who are at Philippi along with overseers and deacons” (Phil. 1:1b), “to the holy ones and faithful brothers in Christ who are at Colossae” (Col. 1:2a), to you holy brother, etc…
Example of three equally valid interpretations of tongues: 1) In first person: “I am God and I have chosen you”; in third person: “Your God has chosen you”; as thanksgiving, praise, and worship: “I thank you God that you did choose us”!, etc., etc.
Footnotes:
[1] New Testament REV, translation by John Schoenheit: http://www.stfonline.org/pdf/rev/REV_whole.pdf , strategy of translation: http://www.stfonline.org/pdf/rev/commentary_whole.pdf , unless otherwise stated. In italics the words added by the translator. J. Schoenheit is one of the few translators that more or less follows the rule of using capital “S” to refer to God as the giver, ‘Holy Spirit’, and a small “s” to refer to God’s gift as ‘holy spirit’ according to the teaching of Jesus Christ who declared: “that which is born of the Spirit is spirit” (Jn. 3:6b).
[2] Schoenheit translates the Greek word “jeautois” as “to one another”, but it can also be translated as “yourselves”, the personal self-talk within ourselves. It flows with the context “with your heart” with precision. I can speak in a tongue to myself or within myself; but if I do it with another person, I should spiritually interpret what I just said audibly in tongues; however, interpretation has not been explicitly included in this particular verse.
[3] Schoenheit translates it with capital letter “Spirit”, but the flow indicates that it refers to the gift of the spirit of the Lord, which is the gift of holy spirit!
245,000 books in 'Google Books' include the words "Speaking in Tongues".
Updated Oct 22, 2020, 4:44 PM
Oct 28, 2011, 1:49 PM
No Ayuno en Mateo 17:21 ni en Marcos 9:29
Tengo en mi corazón el no discutir ni contender con ningún creyente; edificar, manifestar espíritu santo y su fruto son cosas mucho más urgentes en estos 'días malos'. Como tú, yo tampoco creo que Jesús se haya referido a sus propios discípulos como "perversos" (Mt. 17:17), Jesús claramente expuso al padre del muchacho como el directo responsable de creer por su propio hijo; además, los textos griegos indican que la palabra "ayuno" no se encontraba en ningún versículo relacionado: http://fdocc.ucoz.com/no-ayuno.doc [2.05 MB] Si dicho creyente desea pensar de otra manera con respecto a este específico pasaje, pienso yo que es su problema. Conservemos esa santa paz por la cual Jesucristo derramó su vida.
Updated Oct 22, 2020, 12:31 AM
Sep 19, 2011, 1:48 PM
Génesis 1:3
"y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz."
Muchas cosas muy importantes se concluyen de este versículo al contemplarlo como parte del todo que es la Biblia, que esta luz es diferente a la luz del sol y las estrellas, la cual no fue encendida sino hasta el día número cuatro del reordenamiento del universo, esta luz también es diferente de la luz de la que se compone Dios mismo, ya que "Dios es luz", y de la luz con la que Dios se viste. La luz del Génesis 1:3 era lo suficientemente cálida como para permitir que se derritiera el previo congelamiento universal o primera glaciación en la que se extinguieron los dinosaurios debido a la rebelión de Lucifer.
Este versículo también nos indica que cualquiera que hayan sido los componentes energéticos de esta primera luz del reordenamiento universal, éstos ya existían en el universo ya que Dios hace un uso exquisitamente preciso de las palabras, la palabra crear es la única que indica que Dios necesitó originar o traer en existencia algo a partir de la nada, lo cual se ve en el libro del Génesis solamente en tres ocasiones: En Génesis 1:1, que fue la primera creación, con los primeros cielos y la primera tierra ("En el principio creó Dios los cielos y la tierra."), en Génesis 1:21 cuando trajo en existencia la vida de aliento o vida de alma para los animales acuáticos y para las aves ("Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno."), todos los previos animales (dinosaurios y sus contemporáneos) se ahogaron y Dios tuvo que crear de nuevo a partir de nada, vida de alma; finalmente, en Génesis 1:27, en donde vemos que Dios crea a partir de la nada una naturaleza espiritual en el hombre semejante pero distinta a la suya ("Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó"), esto, desde luego que no lo hizo Dios con ninguno de los animales, por lo que el ser humano es único y privilegiado en este aspecto, siendo este el atributo que nos distingue del resto de las bestias. Es hermoso el considerar este asunto de los tres usos de la palabra crear: Primero cuando Dios origina la materia, los átomos, el DNA, las moléculas y proteínas. Segundo, cuando Dios origina vida de aliento o vida de alma, aquello que automáticamente circula en nuestra sangre y que le permite a nuestro corazón bombear automáticamente, lo que nos permite respirar, esto es lo que tenemos en común con el resto de los animales, así que la vida de alma es animal y es humana. Tercero, lo que es exclusivamente humano es el espíritu que Dios creó en el hombre pero que no creó en ni uno sólo de los animales, el espíritu que se perdió con la desobediencia de Adán y que fue recuperado "al doble" e incondicionalmente por Jesucristo, nuestro señor y salvador.
“Y dijo Dios”, esa fue una orden que Dios dio, la cual se obedeció y lo que Dios dijo sucedió. Es muy interesante que la palabra “orden” nos indica un imperativo verbal, como cuando escuchamos “es una orden”; pero al mismo tiempo indica poner en orden, que fue el primer uso que Dios le dio a su “orden”, ya que con Sus Palabras, Dios comenzó a ordenar un universo en ruinas debido a la rebelión de Lucifer.
Todo esto se percibe del uso tan simple de las palabras en la Palabra de Dios y al usar el principio de la acumulación de escrituras que hablan acerca de un mismo tema o época, o que usan la misma palabra.
Updated Oct 22, 2020, 12:31 AM
Jul 29, 2011, 7:18 PM
Génesis 1:2
y la tierra quedó desordenada* y vacía, y tinieblas sobre la faz del abismo, y el espíritu de Dios se estremecía** sobre la faz de las aguas.***
* Isaías 45:18, usando la misma palabra hebrea que aquí se traduce como "desordenada", nos dice que Dios no creó a la tierra en ese estado. Dios mismo es El que habla. La rebelión de Lucifer es la que causó que la tierra quedara "desordenada y vacía".
** Traducción del Dr. Raúl Cruz-Mireles.
*** Estas son las aguas que rodean al universo, Dios vive por encima de ellas, donde también mora Jesucristo.
Algunas de las cosas que he aprendido en relación con la esperanza, las que seguramente habrán de inspirar a mis amados lectores a investigar por sí mismos directamente en la Biblia si todas estas cosas son así, y son las siguientes:
1. Que nosotros, una vez inmortales, también vamos a estar en ese lugar celeste viviendo con Cristo y con Dios durante los siete años del reinado del Anticristo sobre la tierra.
2. Que luego vamos a regresar junto con Jesucristo a derrotar al Anticristo para quedarnos a morar por siempre sobre una tierra renovada.
3. Que en un tiempo futuro, ¡Dios mismo se viene a vivir aquí!, a la Nueva Tierra a la que se trae su bellísima Ciudad Santa.
4. Que también va a haber Nuevos Cielos; seguramente que a partir de la Ciudad Santa los seres inmortales vamos a ser capaces de viajar por todos esos Nuevos Cielos junto con los ángeles.
5. Que afuera de la Ciudad Santa va a seguir existiendo una humanidad mortal capaz de decidir por su libre albedrío si acepta a Jesucristo como su Señor, si acepta del agua de la vida, y/o si acepta comer del fruto de la vida.
6. Que en caso de aceptar, de inmediato se le va a permitir a ese justo ser humano (hombre o mujer) el adquirir su inmortalidad, y entrar a la Ciudad Santa para convivir personalmente con Dios y con su amado hijo Jesucristo.
7. Que para ese entonces ya no habrá océanos, por lo que todo lo que hoy es mar será habitable por seres humanos; desde luego que habrá lagos y ríos de aguas dulces.
8. Que en ese entonces jamás habrá sobrepoblación sobre la tierra, ya que siempre habrá seres humanos lo suficientemente buenos y nobles como para aceptar libremente a Jesucristo como el Señor de sus vidas.
9. Todos los seres humanos transformados en inmortales serán los genuinos herederos de la Nueva Tierra, quienes serán también capaces ¡de explorar el Universo entero!
Mi representación del Gén. 1:2, la primera glaciación, cuando todo el Sistema Solar quedó cubierto por las aguas, congelando sus "centros de nucleación" (sol y planetas), al tiempo que su rotación y órbitas quedaron "paralizadas". Esto acabó con los dinosaurios y con sus contemporáneos.Mi representación del Gén. 1:2, la primera glaciación, cuando todo el Sistema Solar quedó cubierto por las aguas, congelando sus "centros de nucleación" (sol y planetas), al tiempo que su rotación y órbitas quedaron "paralizadas". Esto acabó con los dinosaurios y con sus contemporáneos.
Updated Oct 22, 2020, 12:31 AM
Jul 26, 2011, 6:24 PM
Jeremías 4:23
Otra escritura bastante intrigante que se puede colocar entre Génesis 1:1 y Génesis 1:2 es cuando el profeta Jeremías reprende al rebelde Israel de ayer, y en profecía, al Israel de hoy, mencionando cosas del pasado, cosas del tiempo en el que Jeremías vivía y cosas del futuro, de los tiempos de los que se habla en el Apocalipsis.
Jeremías dijo:
Jeremías 4:23
"Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada (tohu) y vacía; y a los cielos, y no había en ellos luz."
Al comenzar este capítulo, el contexto se indica:
Jeremías 4:1-2
"Si te volvieres, oh Israel, dice Jehová, vuélvete a mí. Y si quitares de delante de mí tus abominaciones, y no anduvieres de acá para allá, y jurares: Vive Jehová, en verdad, en juicio y en justicia, entonces las naciones serán benditas en él, y en él se gloriarán."
Y justo antes del versículo que estamos considerando, el profeta indignado dijo:
Jeremías 4:22
"Porque mi pueblo es necio, no me conocieron; son hijos ignorantes y no son entendidos; sabios para hacer el mal, pero hacer el bien no supieron."
"Sabios para hacer el mal", estas palabras resuenan hasta el día de hoy...
"Pero hacer el bien no supieron", enfatiza al doble lo que se acaba de decir.
Aún el profeta Jesucristo, nuestro Salvador, dijo que el Israel del futuro sería siete veces peor que el Israel que le crucificó, cuando dijo:
Mateo 12:43-45
"Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación."
"Así también acontecerá a esta mala generación" se refiere a Israel, y así lo entendió el estudioso del Siglo XIX Ethelbert W. Bullinger.
El Anticristo va a ser entronado como líder por encima del resto de los gobernantes mundiales, pero nosotros los creyentes renacidos vamos a estar en ese momento en el cielo con nuestro Señor Jesucristo; sin embargo, debido a lo "global" presente y futuro, todo el planeta tierra va a sufrir de las consecuencias de “esta mala generación”, como Jeremías lo profetiza:
Jeremías 4:27-28
"Porque así dijo Jehová: Toda la tierra será asolada; pero no la destruiré del todo. Por esto se enlutará la tierra, y los cielos arriba se oscurecerán, porque hablé, lo pensé, y no me arrepentí, ni desistiré de ello."
... el contexto de “esta mala generación” aquí, es bastante semejante al de la destrucción causada por la rebelión de Lucifer.
Una muy importante clave del estudio de la Biblia es el entender que los profetas hablan también de cosas del pasado que no se sabían, como en los siete casos
que aquí se han mostrado con los profetas Ezequiel, dos veces con Isaías, con
Jeremías, y con los profetas del Nuevo Testamento que incluyen a Juan, Pedro,
Pablo, y a Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Un profeta es alguien que habla por Dios, no solamente prediciendo el futuro o revelando los secretos del pasado. Por ejemplo, la siguiente declaración es una de las más bellas profecías referentes a la restauración futura de Israel, directamente de la mano de Dios en la Nueva Tierra:
Jeremías 31:3b
“Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.”
En el tiempo en que vivimos, la siguiente es una profecía referente al amor de Dios hacia nosotros hoy:
Romanos 5:5b
“el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el espíritu santo que nos fue dado.”
Updated Oct 22, 2020, 12:31 AM
Jul 18, 2011, 11:24 AM
2 Pedro 3:5-6
Este último que también habla de lo ocurrido entre Génesis 1:1 y Génesis 1:2 se lo reveló Dios al profeta Pedro, el Apóstol, cuando hablaba acerca de aquellos que desprecian las Escrituras, especialmente del liderazgo incrédulo y corrupto:
2 Pedro 3:5-6"Estos ignoran voluntariamente que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua."
Reina-Valera 1995 (RVR1995).
Aquí "en el tiempo antiguo" se refiere al Génesis 1:1 y a todo lo que allí vivía (dinosaurios, etc.).
Esto es una tremenda enseñanza para los hombres de ciencia que creen en la Palabra de Dios ya que indica que el mundo de entonces "pereció" y esta es la palabra clave que nos indica que aquí no se trata del diluvio que cubrió toda la tierra en los días de Noé, sino que se trata del diluvio que cubrió al universo entero. 100% de los seres que respiraban perecieron en los días de la rebelión de Lucifer, cuando se extinguieron los dinosaurios y los otros seres que vivían en Gén. 1:1.
En el caso del diluvio en los días de Noé, no todo el mundo "pereció anegado en agua", ya que se salvó Noé, su esposa, sus tres hijos (Sem, Cam y Jafet) y las esposas de sus tres hijos, además de todos los animales terrestres que se encontraban dentro del arca, que eran básicamente mamíferos, aves, reptiles...
La primera era glacial o el anegamiento del universo lo represento con el siguiente dibujo:
Mi representación del Gén. 1:2, la primera glaciación, cuando todo el Sistema Solar quedó cubierto por las aguas, congelando sus "centros de nucleación" (sol y planetas), al tiempo que su rotación y órbitas quedaron "paralizadas". Esto acabó con los dinosaurios y con sus contemporáneos.
Updated Oct 22, 2020, 12:05 AM
Jul 13, 2011, 6:32 PM
1 Timoteo 3:6
Este es otro versículo que se refiere al tiempo de entre Génesis 1:1 y Génesis 1:2. Dios se lo revela al profeta Pablo, el Apóstol, cuando está hablando acerca del carácter de los líderes espirituales o supervisores en la Iglesia de Cristo:
1 Timoteo 3:6
"no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo."
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
No un neófito es que no sea un bebé espiritual y describe a una de las más fuertes tentaciones de los novatos: "la vanidad", que en otras traducciones es "se llene de orgullo":
"Por lo tanto, el dirigente no debe ser un recién convertido, no sea que se llene de orgullo y caiga bajo la misma condenación en que cayó el diablo."
Dios Habla Hoy (DHH)
O sea "presuntuoso":
"No debe ser un recién convertido, no sea que se vuelva presuntuoso y caiga en la misma condenación en que cayó el diablo." Nueva Versión Internacional (NVI)
O esté "inflándose":
"No un neófito, porque inflándose no caiga en juicio del diablo."
Reina-Valera Antigua (RVA)
Es tremendo el ver que también los líderes espirituales o "religiosos" pueden caer en la condenación del maligno, y cuantos de ellos no han causado tanto daño a la Iglesia de Cristo por sus despreciables presunciones y vanidades!
Así de que no solamente líderes políticos cayeron, como esos reyes a los que se refirieron los profetas Ezequiel 28 e Isaías 14 (quien según Bullinger se dirigia en profecía al anticristo, representado con las palabras "rey de Babilonia" y "el Asirio").
Updated Oct 22, 2020, 12:05 AM
Jul 13, 2011, 6:14 PM
Apocalipsis 12:4
Otro versículo que necesitamos colocar entre Gén. 1:1 y Gén. 1:2 es lo que Dios le reveló al profeta Juan, el Apóstol:
Apocalipsis 12:4
"Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra."
(Nueva Versión Internacional)
"las estrellas del cielo" es equivalente a ángeles.
Por ejemplo, Job 38:7 dice que alababan todas las estrellas del alba.
Como le explicaba a Mariana, ese Lucifer tenía a cargo un tercio de los ángeles, Miguel otro tercio y Gabriel el tercio restante.
El lugar que Lucifer dejó vacante, Jesucristo lo tomó al pagar el precio de nuestra salvación con su vida.
Lucifer significa Lucero de la mañana, el planeta que le representaba era Venus.
Jesucristo adquirió ese calificativo y aún más, ya que Jesús dice que él es "la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana (Venus)." (Ap. 22:16).
Nosotros aún no somos pero vamos a ser como los ángeles en el cielo (Mt. 22:30).
Algo maravilloso es que al parecer cada ángel posee su estrella o planeta. En el mundo antiguo a los planetas también se les llamaba "estrellas móviles". El planeta de Miguel parece ser Marte, el de Gabriel parece ser Mercurio, ya que de esta sabiduría original se derivaron las mitologías paganas. Satán ahora parece estar representado por Saturno, aparte de múltiples constelaciones en el cielo que no me sorprendería que su número de estrellas sumaran un tercio.
De las 48 constelaciones que se conocían en el mundo antiguo y que Bullinger describe cuidadosamente en su libro "The Witness of the Stars", me encuentro con que seis (6) representan a Satán y sus huestes son: Scorpio, Serpens, Draco, Cetus, Lepus, Hydra. El triple seis es el número del anticristo.
Sin embargo, me parece maravilloso que sobre todas ellas Jesús es representado como derrotándolas y dominándolas, aplastándolas o sobre ellas, por ejemplo:
1. Aplastando el rojo corazón (estrella "Antares") de "Scorpio" está el pie de Jesús representado en "Ophiuchus", quien al mismo tiempo está
2. dominando a la serpiente "Serpens", evitando que alcance a la "Corona Borealis".
3. Draco, quien quiso adueñarse de la estrella "Polaris" o estrella del norte está siendo aplastado por el pie de Jesús representado en "Hércules".
4. El monstruo "Cetus" aparece bajo las patas del cordero "Aries", que es otra representación de Jesus.
5. La cabeza de "Lepus" está siendo aplastada por Jesús representado esta vez en "Orión".
6. "Hydra" yace bajo los pies de "Leo" y la cabeza de "Hydra" yace bajo "Cáncer", la representación original se ha perdido pero ciertamente, después de todo lo que hemos visto aquí, ciertamente que representaba a nuestro Señor.
Aquí hay algunas cosas que puse acerca de eso: http://fdocc.blogspot.com/2006/01/hero-for-ages.html
y también en: http://fdocc.blogspot.com/2005/12/constellations-and-their-intelligent.html
Aplastando el rojo corazón ("Antares") de "Scorpio" está el pie de Jesús representado en "Ophiuchus", quien al mismo tiempo está dominando a la serpiente "Serpens", evitando que alcance a la "Corona Borealis".
Updated Oct 22, 2020, 12:05 AM
Jul 13, 2011, 6:00 PM
Ezequiel 28:12-19
Entre el Génesis 1:1 y el Génesis 1:2 podemos colocar más detalles proféticos acerca de la rebelión de Lucifer.
Esta vez, mientras el profeta Ezequiel entona lamentaciones negativas sobre el rey de Tiro, recibe una revelación adicional acerca de la caída de Lucifer. Dios mismo es quien habla acerca de Lucifer:
Entre otras cosas, Ezequiel 28:12-19 nos dice
"Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría,y de acabada hermosura.
En Edén, en el huerto de Dios, estuviste. De toda piedra preciosa era tu vestidura: ...esmeralda y oro.
¡Los primores de tus tamboriles y flautas fueron preparados para ti en el día de tu creación!
Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios.
Allí estuviste, y en medio de las piedras de fuego te paseabas.
Perfecto eras en todos tus caminos desde el día en que fuiste creado hasta que se halló en ti maldad.
A causa de tu intenso trato comercial, te llenaste de iniquidad y pecaste, por lo cual yo te eché del monte de Dios y te arrojé de entre las piedras del fuego, querubín protector.
Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra...
Con tus muchas maldades y con la iniquidad de tus tratos comerciales profanaste tu santuario;
yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra ante los ojos de todos los que te miran.
Todos los que te conocieron de entre los pueblos se quedarán atónitos por causa tuya; serás objeto de espanto, y para siempre dejarás de ser."
Aquí aprendemos que de entre todos los otros ángeles y arcángeles (Miguel y Gabriel), Lucifer era "el sello de la perfección", era perfecto, y además: "lleno de sabiduría", Lucifer conocía todos los detalles acerca del funcionamiento del universo. No solamente era perfecto y sabio, era además "de acabada hermosura", completamente hermoso, bello, atractivo.
Música muy especial ("tamboriles y flautas") fue preparada para su llegada, lo que pudiera indicar que Lucifer fue el último de los ángeles y arcángeles en ser creado!!!
Paréntesis: Esto último para mí es muy interesante, ya que cuando nuestro señor Jesucristo nació, fue recibido por ley como el rey de Israel, con el doble toque de trompetas que solamente se llevaba a cabo una vez al año, sin que los lideres Israelitas lo supieran! Así de que, no solamente la astronomía de Dios, sino que tambien la Ley de Dios, se sincronizaron al unísono para anunciar el nacimiento de Jesús. Recordemos que Jesús ocupa el lugar que Lucifer dejó vacante al ser expulsado por Dios, y esta vez, sin posibilidad alguna de traición o rebelión! Bravo!
Lucifer es llamado el "querubín grande, protector", esto indica que se destacaba por encima del resto de los arcángeles y que era el encargado de que todo el universo y la creación funcionaran en orden.
Lucifer de hecho ya estaba "en el santo monte de Dios", allí lo puso Dios mismo. pero no se conformó con eso, él quería ocupar el lugar mismo de Dios!
De Lucifer dice Dios que "en medio de las piedras de fuego" se paseaba. De nuevo indicando que estaba al centro del resto de los ángeles, aquí representados por "las piedras de fuego", otra forma de llamar a las estrellas!
Pero, en Lucifer se halló maldad, sus muchas responsabilidades y lo bueno que era al llevarlas a cabo lo envanecieron...
De nuevo vemos que Dios lo arrojó fuera de su puesto. La caída de Lucifer es bastante lenta o gradual, hasta que quede completamente convertido en cenizas!!!
Concluyendo:
De lo mas alto cayó Lucifer por su sobrebia y vanidad, y por querer ser como Dios, hasta que, muy pero muy lentamente, quede en la nada, convertido en cenizas.
En cambio Jesucristo, procedente de entre lo más humilde de la humanidad, por su total sujeción a Dios, llegó hasta las máximas alturas, a la diestra de Dios, para que desde allí pueda darnos la mano para triunfar en esta vida, sabiendo que nos espera una eternidad al lado de Jesús, y de Dios mismo!
Updated Oct 22, 2020, 12:05 AM
Jul 12, 2011, 6:53 PM
Isaías 14:12-17
Entre el Génesis 1:1 y el Génesis 1:2 podemos colocar la rebelión de Lucifer.
El profeta Isaías, al estar pronunciando palabras en contra del rey de Babilonia, recibe revelación de Dios para que, desde entonces, todos sepamos de los sorprendentes detalles acerca de la caida del malvado Lucifer.
Entre otras cosas, en Isaías 14:11-17 leemos:
"¡Cómo caíste del cielo, Lucero, hijo de la mañana!...
Tú que decías en tu corazón: "Subiré al cielo. En lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono y en el monte del testimonio me sentaré,en los extremos del norte; sobre las alturas de las nubes subiré y seré semejante al Altísimo".
Mas tú derribado eres hasta el seol... los que te vean; te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel..."
Lucifer cayó del cielo, de su posición alta en la que se encontraba.
Dios fue capaz de leer los pensamientos más íntios de Lucifer en aquel distante momento de rebeldía, y nos los ha dejado claramente expuestos para que todos lo veamos y no nos dejemos engañar por el "poder del mundo".
Qué sorprendente, en contraste, es el genuino poder y amor de Dios hacia los suyos!
Dios leyó el corazón de Lucifer quien entre otras cosas quería ser como Dios, quería ser "semejante al Altísimo".
Ese ser inicuo va a quedar expuesto en su insignificancia comparado con la eternidad que nos espera y va a ser completamente derrotado y consumido al final de sus tiempos.
Updated Oct 22, 2020, 12:05 AM
Jul 12, 2011, 6:15 PM
Isaías 45:18
Génesis 1:1 Dios en el principio creó los cielos y la tierra completos, perfectamente perfectos.
Para mi estimado Hazael y colegas espirituales con los que platiqué este domingo (Ryan and Rob Mitchell, Justin Schindler, etc.), aquí mi representación gráfica del formato edificante original para la más famosa ecuación de Einstein, la que intenta explicar matemáticamente Gén 1:1. Comentarios?
Hablando del Génesis 1:1, Isaías 45:18 nos dice:
"Porque así dice el SEÑOR que creó los cielos (El es el Dios que formó la tierra y la hizo, El la estableció y no la hizo un lugar desolado*, sino que la formó para ser habitada): Yo soy el SEÑOR y no hay ningún otro."
* La palabra traducida
"desolado"
es en hebreo
"tohu"
que en Génesis 1:2 se va a traducir como
"desordenada"
En Is. 45:18, la versión "Dios Habla Hoy" la traduce
"vacía"
Mientras que una nota en la versión "Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy" la traduce
"en vano"
La "Reina Valera Contemporánea" la traduce:
"sin un propósito"
Así de que Dios no formó a la tierra del Génesis 1:1 tohu, desolada, desordenada, vacía, en vano o sin un propósito.
El propósito de Dios al formar la tierra es "para ser habitada".
Y al principio no era aún habitada por seres humanos. Los dinosaurios y sus contemporáneos vivían en los primeros cielos y la primera tierra, pero el Adversario quiso todo para sí mismo, excluyendo a Dios... eso, la rebelión de Lucifer, sucedió entre Génesis 1:1 y Génesis 1:2...
Updated Oct 22, 2020, 12:05 AM
Jul 12, 2011, 8:08 AM
Notas Relacionadas con la Biblia
Para evitar la volatilidad del Facebook, y del Internet en general, en mis notas voy a comenzar a rescatar algunas observaciones relacionadas con Dios usando la mayor brevedad posible. Comenzando con Gn. 1:1 dice que Dios en el principio...
Updated Oct 22, 2020, 12:05 AM
Jul 10, 2011, 9:14 AM
Updated Nov 8, 2011, 3:15 PM
Nov 8, 2011, 3:15 PM
Biblia y la Educación Espiritual, la Escuela de Profetas
“Te encontrarás con un grupo de profetas que descienden del santuario que está en el cerro. Irán profetizando y tocando salterios, panderos, flautas y arpas” (1 Sam. 10:5b)
Grupos de profetas fueron instruidos por Samuel, después de Samuel hubo un aumento en profecía, desencadenando los libros de los Profetas.
http://fdocc.ucoz.com/fdocc-educacion.pdf
http://fdocc.ucoz.com/fdocc-educacion.doc
Biblia y la Educación Espiritual,
La Escuela de Profetas.
Por Fernando Castro-Chavez
“Instruye al niño en su camino, y ni aun de viejo se apartará de él” (Pr. 22:6); “Tú, mi Dios, me has enseñado desde mi juventud, y aún ahora sigo hablando de tus maravillas” (Ps. 71:17), “entiendo más que mis maestros, porque tus testimonios son mi meditación” (Ps. 119:99), etc.
¿Cuántos padres quisieran la mejor educación para sus hijos? ¿Cuántos profesores deberían de estar proporcionando la mejor educación para sus estudiantes? ¿Y qué hay acerca de Dios y de Su perfecto prototipo para la humanidad? Jesucristo es nuestro prototipo, el maestro perfecto. Antes que nada hemos de reconocer los límites naturales de nuestra mente racional y la solución a esto proporcionada por Dios mediante el sacrificio completo de Su hijo Jesucristo: Las nueve herramientas de la manifestación y el fruto con nueve atributos del don de espíritu santo.
El estudiante de la Palabra de Dios necesita con toda seriedad desear entender a Dios y Su don espiritual; como dice Proverbios: ¡“Si recibes mis palabras… haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinas tu corazón a la prudencia… si invocas a la inteligencia… si la buscas como a la plata, y la rebuscas como a un tesoro, entonces… hallarás el conocimiento de Dios”! “Así entenderás lo que es el derecho y la justicia, la equidad y todo buen camino” (Pr. 2:1-5, 9).
El gran educador José Lancaster, el primero en “mostrar como, con la Biblia como el único libro de texto, el profesor puede enseñar las muchas y grandes verdades en las que los Cristianos están de acuerdo… de tal manera que los hijos de todas las denominaciones podrán, con perfecta imparcialidad, crecer juntos en el temor [en el profundo respeto] del Señor y el conocimiento de Su Palabra”[1], escribió en su gran libro de 1805 “Mejoras en Educación”: “Nos dirigimos a las Santas Escrituras como dictadas y escritas por inspiración Divina... Timoteo conocía las Escrituras desde la infancia; y sería bueno para esta nación si todos aquellos de la generación actual, fueran entrenados desde su niñez en este bendito conocimiento”, y que “cuando la obediencia a los preceptos Divinos se mantiene a ritmo con el conocimiento, en la mente de cualquier hombre, entonces ese hombre es Cristiano; y cuando los frutos del Cristianismo son producidos, ese hombre es un discípulo de nuestro Bendito Señor”.
Jesucristo dijo: “Así que pidan, y se les dará. Busquen, y encontrarán. Llamen, y se les abrirá”, “si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará espíritu santo a quienes se lo pidan!” (Lk. 11:9, 13). ¡Las “buenas cosas” del pasaje paralelo (Mt. 7:11) procedentes de Dios, son Su don de “espíritu santo a quienes se lo pidan”!
Jesús disfrutaba decir la mayor cantidad de información con la menor cantidad de palabras posibles, por ejemplo, cuando él compactaba las más importantes leyes del Antiguo Testamento: “Todo lo que quieran que la gente haga con ustedes, eso mismo hagan ustedes con ellos, porque en esto se resumen la ley y los profetas” (Mt. 7:12); ““Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente [y con todas tus fuerzas (Mr. 12:30)].” Éste es el primero y más importante mandamiento. Y el segundo es semejante al primero: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas”” (Mt. 22:37-40).
Busquemos en el Antiguo Testamento al primer maestro sistemático de la profecía: Samuel; dentro de su escuela, la profecía se incrementó tremendamente. El profesor de Samuel fue Elí, un hombre espiritualmente diluido; sin embargo, fue Elí quien con todas sus imperfecciones entendió, a la tercera vez, que Dios estaba llamando a su aprendiz Samuel, y le dijo que respondiera de la siguiente manera: ¡ ‘Habla, Señor, que tu siervo escucha’ (1 Sam. 3:9)!
Samuel se dio cuenta de la tremenda carencia de instrucción relacionada con cómo reconocer y proclamar a Dios, Su Palabra, y Su Revelación. En los libros de Samuel aprendemos dos veces acerca de su “grupo de profetas”:
1) “Te encontrarás con un grupo de profetas que descienden del santuario que está en el cerro. Irán profetizando y tocando salterios, panderos, flautas y arpas” (1 Sam 10:5b). Aquí aprendemos acerca de la importancia de un grupo para obtener confianza, aprendiendo mediante el ejemplo de los más experimentados, y del uso de instrumentos musicales para la inspiración; se mencionan los de cuerdas, de percusión, de viento, y de su hablar (declamar), y/o cantar al ritmo de la música como una forma de ayudar a proclamar la Palabra de Dios, ¡y para recibir Su Revelación! El siguiente pasaje nos habla de la función vital de Samuel como el fundador y promotor de la escuela de profetas:
2) “Al llegar, vieron a un grupo de profetas dirigidos por Samuel, que estaban profetizando. Entonces el espíritu de Dios vino sobre los mensajeros [de Saúl], y también ellos comenzaron a profetizar” (1 Sam. 19:20). Samuel fue el fundador y líder de ese grupo de profetas, siendo David, el ungido Rey, uno de sus miembros. El poder espiritual del grupo, con sus instrumentos musicales, y su experiencia practicando profecía, fue tan influyente que los mensajeros enviados por el malvado Rey Saúl para atrapar a David, ¡ellos mismos comenzaron también a profetizar! Esto indica que cualquiera con la adecuada instrucción y/o ambiente es capaz de profetizar. Esto es tan simple como puede ser posible. Saúl entonces envió otros dos grupos de mensajeros, ¡y todos ellos también profetizaron! (1 Sam. 19:21). Si tres grupos de hombres no tan buenos y sin previa experiencia fueron capaces de profetizar inspirados y guiados por el ejemplo de los profetas y del espíritu de Dios que ellos manifestaron, esto indica que ciertamente es bastante simple poder manifestar profecía una vez que la instrucción y/o el ejemplo, y la plena confianza es inculcada en el principiante, para que éste comience a pronunciar palabras al ritmo y con la guía de los previos estudiantes basadas en la revelación de Dios que se encuentra en Sus Escrituras. Este ha de ser el propósito y búsqueda de nuestras vidas: ¡Cómo enseñar la plenitud del poder de Dios hoy!
Lo más sorprendente es que Saúl mismo, con todas sus maldades acumuladas, incluyendo su profundo deseo de matar a David, en cuanto se encontró en la presencia de la influencia espiritual de estos santos hombres, “el espíritu de Dios también vino sobre él” (1 Sam. 19:23), de forma tal que él mismo, temporalmente, dejó su ropaje de Rey y “siguió profetizando todo el día y toda la noche” (1 Sam. 19:24); oportunidad que David aprovechó para escapar, ya que Saúl no cambió sus perversos caminos y sus deseos de matar a David, ¡ni siquiera después de haber, él mismo, profetizado!
El hecho de que Saúl y sus hombres, siendo un hombre muy malo, estaba también profetizando, nos recuerda que “Dios no hace acepción de personas” (Hch. 10:34b). Otro hombre no bueno expresando algunas de las más hermosas declaraciones referentes al Mesías que habría de venir fue Balaam, un profeta contratado para maldecir a la nación hebrea errante; sin embargo, “durante la noche, Dios vino y le dijo a Balaam: “Puesto que estos hombres han acudido a ti, levántate y vete con ellos. Pero harás sólo lo que yo te diga”” (Nm. 22:20). El espíritu de Dios le reveló a Balaam cosas impresionantes expresadas por Balaam en rima, como un poema o una canción, tales como: “Dios no es hombre, para que mienta” (Nm. 23:19a). Balaam también vio, surgiendo de entre los hebreos, al Salvador prometido, y la profecía astronómica que anunciaría su llegada: “Cuando se acuesta a descansar, parece un león: nadie se atreve a despertarlo” (Nm. 24:9a), algo que ya era sabido gracias a una profecía antigua de Jacob en su lecho de muerte relacionada con su hijo Judá, antepasado de Jesucristo (Gn. 49:9); Balaam también declaró: “Yo lo veré, pero no en este momento; lo contemplaré, pero no de cerca. De Jacob [que es Israel] saldrá una estrella; un cetro surgirá en Israel” (Nm. 24:17a), siendo esta también una resonancia de previas Escrituras (Gn. 49:10). Parece que Balaam tenía un buen conjunto de archivos relacionados con previas declaraciones proféticas en su cabeza y sus Escrituras de las que el espíritu de Dios seleccionó aquello que él había de decir en la forma de hermosos poemas proféticos.
Así de que estos ejemplos de Saúl y de Balaam profetizando nos demuestran que el espíritu de Dios inspira y revela verdades, siendo manifestado aún por seres humanos malos. Estos hombres son un recuerdo para nosotros de que la verdad misma es independiente del recipiente, y que la canción será cantada independientemente del cantante.
Estos ejemplos también nos muestran que necesitamos llenarnos a nosotros mismos con la Palabra de Dios lo más que sea posible para comenzar a profetizar; ¿Cómo? Mediante el comenzar repitiendo las palabras que aparecen en los libros de la Biblia (v.gr., para esta era, las Epístolas de Pablo), y también aquellas profecías que aún no se han cumplido (Revelación, Daniel, etc.); sin embargo, necesitamos recordar que un profeta es alguien que habla por Dios, no necesariamente prediciendo el futuro. De hecho, algunas de las más asombrosas profecías tienen que ver con eventos del pasado que no había otra manera de saberlos o que fueron pasados por alto en su momento, tan sólo para ser revelados mediante profecía:
“¡Cómo caíste del cielo, lucero de la mañana!”, “tú, que en tu corazón decías: “Subiré al cielo...” (Is. 14:12a-13a). Aquí, no había otra forma de saber acerca de estas cosas sino solamente mediante profecía, mediante la directa Revelación de Dios, quien vio el corazón de Lucifer antes de su caída. Y aquí vemos otra: “Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra” (Gn. 1:1), de nuevo, solamente Dios pudo habernos hablado acerca de eso...
Pero también, el profeta trae alivio al declarar las cosas básicas relacionadas con la protección de Dios, del cuidado que Dios tiene para los suyos, o expresar indignación por las acciones vergonzosas de Su gente, y sus consecuencias.
¿Vamos acaso a descartar las palabras proféticas de Balaam debido a su mal ejemplo como ser humano? ¡Ciertamente que no! Hoy en día, necesitamos usar más y más nuestro discernimiento espiritual para hacer como ellos dicen, si es que está de acuerdo con la Palabra y la Revelación de Dios, pero no hacer como ellos hacen, si es que eso no está de acuerdo con Dios.
David fue uno de los discípulos proféticos de Samuel, y él decidió transformar su ministerio profético en una forma artística mediante el escribir sus Salmos, cada uno de ellos inspirado por Dios y todos ellos llenos de Inspiración y/o Revelación, y cada uno de ellos con su propia instrumentación, con su propio ritmo. David, con la aprobación de Dios, aún instruyó a un específico ministerio de músicos que sirvieran en el Templo y que cantaran la Palabra de Dios y la Profecía de Dios. En sus Salmos David reveló cosas del pasado de los hebreos que no se encuentran en ningún otro lugar de la Biblia, por ejemplo: “En sus tribus no había un solo enfermo” (Ps. 105:37b), cuando partieron de Egipto; y “¡no quites de mí tu santo espíritu!” (Ps. 51:11b), en dónde David reveló que después de hacer toda su maldad, estaba temeroso de perder el espíritu de Dios, rogándole a Dios que no lo hiciera. Vemos que Saúl tenía el espíritu de Dios de tiempo en tiempo, hasta que ciertamente terminó perdiéndolo: “el espíritu del Señor ya se había apartado de Saúl” (1 Sam. 16:14a), de tal forma que al final de su vida, en vez de acudir a Dios, el engañado Saúl consultó a los espíritus malignos buscando “consejo” [“En Endor hay una mujer que tiene espíritu de adivinación [que es médium]” (1 Sam. 28:7b)], con un espíritu maligno que impersonó al fallecido Samuel, llevando a Saúl directamente a su muerte, y a la muerte de su hijo.
En el Antiguo Testamento, el espíritu de Dios llegaba y se apartaba de la gente; sin embargo, sabemos que ahora después del día de Pentecostés, ¡el espíritu de Dios mora en el creyente renacido de manera permanente! Ahora no existe forma de perderlo, y es por eso que es el nuevo nacimiento, la naturaleza divina, es por eso que nosotros somos los hijos de Dios y que Él es nuestro Padre. Nosotros tenemos el genoma espiritual de Dios por dentro: “Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Ef. 2:8), “habéis renacido, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios” (1 Pe. 1:23a), “la simiente de Dios permanece en él [el creyente renacido]; y no puede pecar [la simiente espiritual], porque [la simiente] ha nacido de Dios” (1 Jn. 3:9b), la simiente de Dios es el espíritu de Dios dentro de nosotros. El espíritu dentro de nosotros no puede pecar, ¡debido a que su origen es Dios!
Otro profeta del Antiguo Testamento, Eliseo, estaba tan enojado por las acciones del corrupto Rey Joram, que la única forma de alcanzar reposo y permitirse a sí mismo el pronunciar profecía fue mediante la música: ““¡tráiganme un tañedor!” Y mientras el tañedor tocaba, la mano del Señor vino sobre Eliseo” (2 Re. 3:15).
Hay que considerar que los profetas, como cualquier ser humano, también cometen errores al comenzar, cuando ellos comienzan con los cinco sentidos, corrigiendo rápidamente su postura una vez que ha sido alertados por Dios: “cuando todos estuvieron reunidos, Samuel vio a Eliab, y pensó: “Seguramente, éste es el que Dios ha escogido.” Pero el Señor le dijo: "No te dejes llevar por su apariencia ni por su estatura, porque éste no es mi elegido. Yo soy el Señor, y veo más allá de lo que el hombre ve. El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero yo miro el corazón"” (1 Sam. 16:6-7). Jesucristo mismo necesitó intentar de nuevo por segunda vez para poder sanar por completo a un ciego: “Entonces [Jesús], tomando la mano del ciego, lo sacó fuera de la aldea; escupió en sus ojos, puso sus manos sobre él y le preguntó si veía algo. Él, mirando, dijo: “Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan”. Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirara; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos” (Mr. 8:23-25).
A un joven profeta Dios le dijo que no comiera nada en Betel después de pronunciar su dura profecía en contra del corrupto Rey Jeroboam, pero un profeta más viejo engañó al joven profeta diciéndole que Dios le había dicho que estaba bien si comía con él en esa ciudad, siendo la consecuencia que ¡el joven profeta murió y fue sepultado allí! (1 Re. 13) Así de que, Dios es lo suficientemente poderoso como para decirte personalmente todo lo que Él desea, y una vez que Dios claramente te dice algo, no sucumbas ante otros diciéndote una cosa diferente de aquello que Dios inicialmente te dijo a ti, aún si ellos dicen que Dios les dijo que eso es lo que tú debes de hacer. ¡La Palabra de Dios y Dios Mismo mediante Su Revelación es capaz de decirte personalmente todo lo que tú necesitas hacer y saber!
Algunas veces, los profetas dicen algo que es nulificado o que casi de inmediato cambia, conforme al arrepentimiento de quien(es) escucha(n): “Por esos días Ezequías cayó gravemente enfermo... Isaías …le dijo: "Así dice el Señor: “Pon tu casa en orden, porque no vas a sanar, sino que morirás.”"” (2 Kg. 20:1), “"Pero antes de que Isaías llegara a la mitad del patio, la palabra del Señor vino a Isaías, y le dijo: "Regresa y dile a Ezequías… “He escuchado tu oración, y he visto tus lágrimas. Te voy a devolver la salud… Voy a darte quince años más de vida”” (2 Kg. 20:4-6). ““Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive, y predica contra ella, porque hasta mí ha llegado la maldad de sus habitantes”” (Jon. 1:2), pero “los habitantes de Nínive creyeron a Dios” (Jon. 3:5), “al ver Dios lo que hicieron, y que se habían apartado de su mal camino, también él se arrepintió de hacerles el daño que les había anunciado, y desistió de hacerlo” (Jon. 3:10).
Los profetas también pueden distinguir la identidad y los corazones de las personas consultándoles. Hubo un profeta ciego que fue visitado por una mala mujer disfrazada preguntando acerca de su hijo, si viviría o moriría. El viejo profeta percibió quien era ella debido a que “el Señor le había dicho: "Ajías, la mujer de Jeroboán va a venir a consultarte acerca de su hijo enfermo. Viene disfrazada, pero cuando llegue le dirás lo que yo te mande"” (1 Re. 14:5).
Jesucristo, y la Palabra de Dios, siendo nuestro perfecto maestro, hoy nos dice que: “Toda la Escritura es inspirada [exhalada] por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Tim. 3:16-17). Toda Escritura es dada por Dios, Dios inspiró a los escritores de la Biblia, y es provechosa para enseñar la buena doctrina, para reprender si la enseñanza no se sigue y si la práctica no se lleva a cabo conforme a ella, y para corrección para traer de regreso a la buena instrucción. Estos son los tres pasos para que el estudiante reciba: 1) Enseñar, 2) Reprender, si es necesario y únicamente conforme a la Palabra de Dios, y 3) Corrección, de regreso a la Verdad. Estos tres son la “instrucción en justicia”, habilitándonos a estar completos, como ahora que tenemos cuerpo, alma, y espíritu (1 Tes. 5:23), y a usar todo nuestro ser, y más especialmente nuestra nueva naturaleza espiritual, nuestro distintivo del resto de la humanidad, que por nuestra libre voluntad, nos equipa completamente, para llevar a cabo los más profundos deseos de nuestro corazón: ¡el ser plenamente capaces de hacer “toda buena obra”!
Cada creyente ha de tener “diligencia”, para no “avergonzarse”, y para presentarse “ante Dios aprobado” porque ese creyente “usa bien” la Palabra de Verdad (2 Tim. 2:15), “que maneja con precisión” (LBLA, NBLH), “porque sabe analizar y exponer correctamente” (Castilian), “que enseña debidamente” (DHH), “que enseña correctamente” (TLA), “que traza bien” (RVA), “que enseña correctamente a poner en práctica” (PDT), “que interpreta rectamente” (NVI), “que explica correctamente” (NTV); y del ingles: “cortando rectamente” (KJV), “dividiendo correctamente” [KJV], “cortando en línea recta” [Darby], “manejando correctamente” [ESV], “guiando a la palabra de verdad a través de un camino recto” [LEB], “analizando correctamente y dividiendo con exactitud [manejando correctamente y enseñando hábilmente]” [Amplified Bible] la Biblia, etc.
Para hacer esto, necesitamos recordar que “las cosas que se escribieron antes, se escribieron para nuestra enseñanza, a fin de que tengamos esperanza por medio de la paciencia y la consolación de las Escrituras” (Rom. 15:4). No necesitamos tomar a las Escrituras fuera de contexto, necesitamos dejarlas explicarse a sí mismas en su versículo, capítulo, libro, en toda la Biblia por acumulación de Escrituras idénticas o relacionadas en el tema, por el primer uso de sus palabras, y por cuidadosamente distinguir a quién fueron escritas las diferentes declaraciones; por ejemplo: “A los que han sido santificados en Cristo Jesús y llamados santos, junto con todos los que en todas partes invocan el nombre del Señor Jesucristo, Señor suyo y nuestro” (1 Cor. 1:2b). ¡Aquí vemos que las Epístolas de Pablo son dirigidas a nosotros y son unas de las más actuales noticias de Dios para nosotros!
Ahora tenemos las nueve operaciones del don de espíritu santo, y las tres cosas que nos sostienen son: fe (creencia), amor, y esperanza. Esta esperanza es el regreso de Cristo Jesús para transformarnos en cuerpos espirituales inmortales, y para llevarnos de la tierra al cielo mientras el Apocalipsis destruye a la tierra, para traernos de regreso después de siete años para derrotar al Anticristo, y para reinar con Cristo por mil años, y para juzgar a los ángeles que cayeron, y para estar para siempre con Cristo y con Dios sobre la tierra, en Su santa ciudad, además de poder salir para ayudar a otros a recibir inmortalidad, y para viajar a través de todo el universo.
Pero por ahora, también tenemos disponibles cinco profesiones espirituales adicionales dadas como dones por Cristo Jesús, quien “constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a estar unidos por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios; hasta que lleguemos a ser un hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Ef. 4:11-13). Aún cuando nosotros no sabemos cual es nuestro título específico, nosotros ciertamente, si tenemos el intenso anhelo de servir a otros, nosotros podemos ejercer una o varias de estas profesiones conforme sea necesario. ¿Acaso es importante saber exactamente cual es nuestro título, o más bien el simplemente llevarlo a cabo? Algunas personas llaman a estos cinco oficios: ‘los dones de Ministerios’.
Por ejemplo, Pablo no solamente era un Apóstol, sino que también funcionó en las otras cuatro categorías, conforme a la necesidad de los nuevos creyentes, algunas veces abriendo nuevas puertas (evangelista), algunas otras edificando los grupos de creyentes ya establecidos (pastor), en ocasiones enseñó acerca de la resurrección o la esperanza (maestro), algunas otras profetizó acerca de la venida del hijo de perdición y nuestra partida de la tierra, de nuestra arrebatamiento para encontrarnos con Cristo en el cielo, y de nuestro juzgar a los ángeles (profeta), y como apóstol, Pablo trajo viejas profecías para que fueran vistas a la nueva luz de nuestra administración, como su explicación a los Corintios de las “otras lenguas” reveladas por Isaías, el profeta.
El más importante evento que Dios quería que la nación Hebrea recordara era la Pascua: “El día de mañana, cuando tu hijo te pregunte” (Dt. 6:20a); pero ahora, el memorial que Dios desea que le enseñemos a nuestros hijos y que recordemos, es la nueva y totalmente inclusiva Pascua, el sacrificio de Jesucristo por todos nosotros: “Yo recibí del Señor lo mismo que les he enseñado a ustedes: Que la noche que fue entregado, el Señor Jesús tomó pan, y que luego de dar gracias, lo partió y dijo: “Tomen y coman. Esto es mi cuerpo, que por ustedes es partido; hagan esto en mi memoria”. Asimismo, después de cenar tomó la copa y dijo: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que la beban, en mi memoria” …Porque el que come y bebe de manera indigna, y sin discernir el cuerpo del Señor, come y bebe para su propio castigo. Por eso hay entre ustedes muchos enfermos y debilitados, y muchos han muerto” (1 Cor. 11:23-30). El cuerpo partido de Jesús, representado en ese pan, se nos ofreció para nuestra sanidad física; la sangre derramada por Jesús fue ofrecida para lavar nuestros pecados; simples y unidas verdades olvidadas y tristemente separadas en muchos servicios. La sanidad al comer la carne del cordero de la Pascua era conocida en el Antiguo Testamento, por ejemplo “el Señor escuchó la oración de Ezequías, y sanó al pueblo” (2 Cr. 30:20), y el verso ya visto de Sal. 105:37b, indicando que todos los hebreos que salieron de Egipto fueron sanados al comer el cordero.
“Para que ya no seamos niños fluctuantes, arrastrados para todos lados por todo viento de doctrina, por los engaños de aquellos que emplean con astucia artimañas engañosas, sino que profesemos la verdad en amor y crezcamos en todo en Cristo, que es la cabeza, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor” (Ef. 4:14-16).
¿Acaso hemos sido engañados en el pasado por esos tiranos que piensan que ellos saben más? Bueno pues, ¡Dios nos promete que nunca más! Si es que hablamos “la verdad en amor”, Dios nos asegura que podemos crecer “en todo en Cristo”, “a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (EF. 4:13), nuestro líder máximo, ¡nuestra cabeza! El Cuerpo de Cristo, los otros creyentes por todo el mundo, reciben “su crecimiento”, como cuerpo de Cristo “para ir edificándose en amor” ¿Por qué? Porque, tú haces tu mejor, pero Dios es el único, el real y verdaderamente responsable de darles el auténtico, ¡el genuino crecimiento! “Yo [Pablo] sembré, y Apolos regó, pero el crecimiento lo ha dado Dios” (1 Cor. 3:6).
Siete de las nueve acciones de espíritu santo, el espíritu de Dios dentro nuestro, también estuvieron disponibles en el Antiguo Testamento, con la diferencia ya indicada, de que en ese tiempo el santo espíritu era condicional o temporal, dependiendo de la fidelidad y comportamiento de los creyentes, mientras que ahora, después de Pentecostés, el don de espíritu santo es una nueva naturaleza permanentemente establecida dentro de nosotros, es la simiente de Dios, la genética de Dios haciéndonos Sus hijos mediante Su divina semilla dentro de nosotros. Aún Jesucristo mismo manifestó solamente 7/9 del don de espíritu santo que ahora disfrutamos como los 9/9 de la unidad completa gracias a su sacrificio. Comparemos a Jesús (J.C.) con el Antiguo Testamento (A.T.), y nuestro N.T. (Nuevo Testamento) después de Pentecostés, notando que la mayoría de estas actividades están entrelazadas unas con otras, así que la siguiente clasificación tiene simplemente el propósito de ayudarnos a visualizar el tremendo poder que tenemos ahora. Y de nuevo, estos son solamente ejemplos, comparados con el ejército de maravillas disponibles en la Biblia misma. Si Dios ayudó a brazo desnudo a los testarudos hebreos del Antiguo Testamento, ¿cuánto más no hará por nosotros que somos sus amados hijos?
Tres operaciones de ministrar o movimiento, disponibles en el A.T., con J.C., y después de Pentecostés:
1
Fe (Creyendo):
“Elías era un hombre con limitaciones semejantes a las nuestras. Pero oró con fervor para que no lloviera, y durante tres años y seis meses no llovió sobre la tierra. Después volvió a orar, y el cielo dejó caer su lluvia, y la tierra dio sus frutos” (Stgo. 5:17-18). La historia completa se puede leer en 1 Re. 17-18. Aquí, el corazón de Elías notó que las acciones del malvado Rey, y su nación, estaban equivocadas; Elías quería sacudir todo eso, y decidió “que no lloviera”, ¡y lo hizo creyendo en eso durante 3.5 años!
“Fijemos la mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que le esperaba [por el gozo puesto delante de él] sufrió la cruz y menospreció el oprobio, y se sentó a la derecha del trono de Dios” (Heb. 12:2). Aquí tenemos a Jesús, nuestro salvador, colgando de esa cruz mientras que por pura fe no se enfocó en ese momento en su desnudez o heridas, sino que ¡“menospreció el oprobio”, “por el gozo puesto delante de él [que le esperaba]”! ¡Y ahora tenemos la fe espiritual de Cristo!
“Pues esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, y me ha dicho: "Pablo, no temas; es necesario que comparezcas ante César; además, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo". Por tanto, tened buen ánimo, porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho” (Hch. 27:23-25). Pablo necesitaba ser valiente, primero ante la presencia del ángel de Dios, luego para pararse y declarar valerosamente ante todos los miembros de ese barco la Revelación, ¡ya que él creyó en ella!
2
Energizaciones de Milagros
“Moisés respondió al pueblo: “No temáis; estad firmes y ved la salvación que Jehová os dará hoy, porque los egipcios que hoy habéis visto, no los volveréis a ver nunca más. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos”. Entonces Jehová dijo a Moisés: “¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen. Y tú, alza tu vara, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los hijos de Israel pasen por medio del mar en seco”” (Éx. 14:13-16). Este fue el comienzo de uno de los más sorprendentes milagros en el Antiguo Testamento. La gente se quejó en contra de Moisés, quien erróneamente les dijo “estad firmes”, y entonces comenzó a orar, a “clamar” a Dios, a lo que Dios le respondió: “¿Por qué clamas a mí?”, como diciéndole a Moisés que ese no era el tiempo de orar o de “estad firmes”, ¡ese era el tiempo de moverse!, ¡“que marchen”! Además, Dios ya le había dado la herramienta adecuada a Moisés, la vara con la que él ya había hecho asombrosos milagros para el Faraón, pero de nuevo Dios le instruye acerca de ello: “alza tu vara, extiende tu mano sobre el mar y divídelo”, lo que hizo Moisés, y su nación fue salva, mientras que los egipcios murieron ahogados.
Jesús milagrosamente multiplicó la comida (pan y pescados) en dos ocasiones: 1) “Los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños” (Mt. 14:13-21); 2) “Los que comieron eran como cuatro mil” (Mr. 8:1-10). En el pasado, lo mismo sucedió: 1) con el pan que alimentó a cien (2 Re. 4:42-44), 2) con Elías, siendo alimentado por la viuda de Sarepta (1 Re. 17:8-16), y 3) el aceite que Eliseo milagrosamente multiplicó para pagar la deuda de una viuda, lo que salvó a sus hijos (2 Re. 4:1-7).
Sergio Paulo, varón muy prudente, “mandó llamar a Bernabé y a Saulo, porque deseaba oír la palabra de Dios. Pero el mago Elimas… se lo impedía y procuraba apartar de la fe al procónsul… Pablo… lleno de espíritu santo, fijó la mirada en el mago y dijo: “¡Eres un hijo del diablo! ¡Estás lleno de mentira y de maldad, y eres enemigo de la justicia! ¿Cuándo dejarás de trastornar los caminos rectos del Señor? Pon atención, porque la mano del Señor está en tu contra y vas a quedarte ciego; no podrás ver el sol por algún tiempo”. Y al instante quedó completamente ciego; y caminaba en círculos, buscando alguien que lo llevara de la mano. Cuando el procónsul vio lo que había sucedido, quedó maravillado de la enseñanza del Señor y creyó” (Hch. 13:6-12).
“Ananías, junto con Safira, su mujer, vendió un terreno y, con el consentimiento de ella, sustrajo algo del dinero que recibió; así que llevó sólo una parte y la entregó a los apóstoles. Entonces Pedro le dijo: “Ananías, ¿por qué le permitiste a Satanás que entrara en ti para mentirle al Espíritu Santo y sustraer parte de tu dinero? ¿Acaso el terreno no era tuyo? Y, si lo vendías, ¿acaso no era tuyo el dinero? ¿Por qué decidiste hacer esto? No les has mentido a los hombres, sino a Dios”. Al oír Ananías estas palabras, cayó muerto… Como tres horas más tarde, entró su mujer sin saber lo que había sucedido. Y Pedro le dijo: “Dime: ¿vendieron ustedes el terreno en ese precio?” Y ella respondió: “Sí, en ese precio”. Pedro le dijo entonces: “¿Por qué se pusieron de acuerdo para poner a prueba al espíritu del Señor? He aquí que vienen los que fueron a sepultar a tu marido, y ellos te sacarán también a ti”. Al instante, ella cayó muerta a los pies de Pedro” (Hch. 5:1-10).
3
Dones de Sanidades
“El hijo de la viuda cayó gravemente enfermo y se murió. Entonces ella le dijo al profeta: "¿Qué tengo yo que ver contigo, varón de Dios? ¿Has venido a hacerme recordar mis pecados, y a hacer que mi hijo se muera?" Y Elías le dijo: "Déjame ver a tu hijo". Y se lo quitó de los brazos, y lo llevó al lugar donde él dormía, y lo recostó sobre su cama; luego, clamó al Señor y le dijo: "Señor, mi Dios, ¿acaso a la viuda que me hospedó en su casa, y que me dio de comer, vas a afligirla dejando morir a su hijo?" Dicho esto, se tendió sobre el niño tres veces, mientras clamaba al Señor con estas palabras: "Señor y Dios mío, te ruego que le devuelvas la vida a este niño". El Señor oyó su petición, y el alma del niño volvió a su cuerpo, y el niño recobró la vida… Entonces el profeta tomó al niño y lo llevó con su madre, y le dijo: "Mira, ¡tu hijo está vivo!" Entonces la mujer le dijo: "Hoy he comprobado que tú eres un varón de Dios, y que en tus labios la palabra del Señor se hace verdad" (1 Re. 17:17-24).
“Eliseo le dijo: "Dentro de un año, por estos días, tendrás un hijo en tus brazos" …la mujer concibió y un año después, por el tiempo que Eliseo le había dicho, dio a luz un hijo. Y el niño creció [y] …murió. Entonces ella subió al aposento del varón de Dios, lo puso sobre la cama, y cerrando la puerta salió de allí… en cuanto llegó al monte, donde estaba [Eliseo] el varón de Dios, se arrojó a sus pies. Guejazí se acercó y trató de levantarla, pero el varón de Dios le dijo: "Déjala, que se encuentra muy amargada. Pero el Señor no me ha dicho qué es lo que pasa, sino que me ha encubierto el motivo". Entonces ella dijo: "¿Acaso yo le pedí un hijo a mi señor? ¿No dije, más bien, que no te burlaras de mí?"…la madre del niño le dijo: "Juro por el Señor, y por tu vida, que no voy a dejarte aquí". Entonces Eliseo se levantó y la siguió… Cuando Eliseo llegó a la casa, el niño yacía tendido sobre la cama, sin vida. Entonces Eliseo entró y cerró la puerta tras de sí, y oró al Señor. Luego, subió a la cama y se tendió sobre el niño, juntando boca con boca, ojos con ojos, y manos con manos. Así, se mantuvo tendido sobre el niño, hasta que el cuerpo del niño comenzó a entrar en calor. Luego Eliseo se levantó y comenzó a pasearse de un lado a otro de la casa, y después volvió a subirse a la cama, y se tendió otra vez sobre el niño; en ese momento el niño estornudó siete veces, y abrió sus ojos” (2 Re. 4:14-37).
“Era una cueva y tenía una piedra puesta encima. Jesús dijo: “Quiten la piedra”. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: “Señor, ya huele mal, pues ha estado allí cuatro días”. Jesús le dijo: “¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?” Entonces quitaron la piedra. Y Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: “Padre, te doy gracias por haberme escuchado. Yo sabía que siempre me escuchas; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado”. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: “¡Lázaro, ven fuera!” Y el que había muerto salió, con las manos y los pies envueltos en vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Entonces Jesús les dijo: “Quítenle las vendas, y déjenlo ir”” (Jn. 11:38-44).
“Cuando [Jesús] se acercó a la puerta de la ciudad, vio que llevaban a enterrar al hijo único de una viuda. Mucha gente de la ciudad acompañaba a la madre. Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: “No llores”. Luego se acercó al féretro y lo tocó, y los que lo llevaban se detuvieron. Entonces Jesús dijo: “Joven, a ti te digo, ¡levántate!” En ese momento, el que estaba muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. El miedo [respeto profundo] se apoderó de todos, y unos alababan a Dios y decían “Un gran profeta se ha levantado entre nosotros”, y otros más decían “Dios ha venido a ayudar a su pueblo”. Y la fama de Jesús se difundió por toda Judea y por toda la región vecina” (Lc. 7:12-17).
“De la casa del jefe de la sinagoga vinieron a decirle: “Ya no molestes al Maestro. Tu hija ha muerto”. Pero Jesús, que oyó lo que decían, le dijo al jefe de la sinagoga: “No temas. Sólo debes creer”. Y con la excepción de Pedro, Jacobo y Juan, el hermano de Jacobo, no permitió que nadie más lo acompañara. Cuando llegó a la casa del jefe de la sinagoga, vio mucho alboroto, y gente que lloraba y lamentaba. Al entrar, les dijo: “¿A qué viene tanto llanto y alboroto? La niña no está muerta, sino dormida”. La gente se burlaba de él, pero él ordenó que todos salieran. Tomó luego al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con él, y entró adonde estaba la niña. Jesús la tomó de la mano, y le dijo: “¡Talita cumi!”, es decir, “A ti, niña, te digo: ¡levántate!” Enseguida la niña, que tenía doce años, se levantó y comenzó a caminar. Y la gente se quedó llena de asombro. Pero Jesús les insistió mucho que no dijeran a nadie lo que había ocurrido, y les mandó que dieran de comer a la niña” (Mr. 5:35-43).
“En Jope había una discípula llamada Tabitá, es decir, Dorcas. Tabitá siempre hacía muchas buenas obras y ayudaba mucho a la gente pobre. Pero sucedió que en esos días se enfermó y murió. Entonces lavaron su cadáver, y luego lo pusieron en una sala. Como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos supieron que Pedro estaba allí; entonces enviaron a dos hombres para pedirle que fuera a Jope urgentemente. Pedro se levantó y se fue con ellos. Cuando llegó, lo llevaron a la sala. Allí, todas las viudas lo rodearon y, mientras lloraban, le mostraron las túnicas y los vestidos que Dorcas había hecho cuando vivía. Entonces Pedro pidió que salieran todos; luego se puso de rodillas y, dirigiéndose al cuerpo, oró y dijo: “Tabitá, ¡levántate!” Ella abrió los ojos y, cuando vio a Pedro, se puso de pie. Pedro le dio la mano y la levantó; luego llamó a los santos y a las viudas, y les entregó viva a Tabitá. Esto llegó a saberse en toda Jope, y muchos creyeron en el Señor” (Hch. 9:36-42).
“Llegaron de Antioquía y de Iconio unos judíos que persuadieron a la multitud para que apedreara a Pablo; después de eso lo arrastraron y lo llevaron fuera de la ciudad, pues creían que estaba muerto. Pero los discípulos lo protegieron, y Pablo se levantó y entró en la ciudad, y al día siguiente salió con Bernabé para Derbe” (Hch. 14:19-20).
“Un joven que se llamaba Eutico estaba sentado en la ventana del tercer piso. Como Pablo se extendió demasiado en su predicación, a Eutico lo venció el sueño y se cayó, así que cuando lo levantaron estaba muerto. Entonces Pablo bajó y se echó sobre él, lo abrazó y dijo: “No se alarmen. Está vivo”. Después volvió a subir, y partió el pan y comió; luego siguió hablando hasta que amaneció, y entonces se fue. Para consuelo de todos, al joven se lo llevaron vivo” (Hch. 20:9-12).
Tres operaciones de revelación o percepción, disponibles en el A.T., con J.C., y después de Pentecostés:
4
Palabra de Ciencia
“La tierra pende en medio del vacío” (Job 26:7b); “Él está sentado sobre el círculo de la tierra” (Is. 40:22a); “¡Que alaben al Señor los cielos de los cielos, y las aguas que están sobre los cielos!” (Sal. 148:4).
“El rey de Siria se molestó mucho por esto, así que llamó a sus oficiales y les dijo: "¿No me van a decir quién de ustedes está a favor del rey de Israel?" Uno de sus oficiales dijo: "Ninguno de nosotros lo está. Lo que pasa, mi señor y rey, es que el profeta Eliseo está en Israel, y es él quien va y le cuenta al rey de Israel todo lo que Su Majestad dice, incluso en la intimidad de su alcoba"” (2 Re. 6:11b-12).
“Mientras Jesús estaba en Jerusalén durante la fiesta de la pascua, muchos, al ver las señales que hacía, creyeron en su nombre. Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos y no tenía necesidad de que nadie le dijera nada acerca del hombre, pues él sabía lo que en el hombre había. Entre los fariseos había un hombre que, entre los judíos, era muy importante. Se llamaba Nicodemo…” (Jn. 2:23-3:1).
“Algunos de los escribas se decían a sí mismos: “Éste blasfema”. Pero Jesús, que conocía los pensamientos de ellos, dijo: “¿Por qué piensan mal dentro de ustedes mismos?”” (Mt. 9:3-4).
“Cuando una mujer de la ciudad, que era pecadora, se enteró de que Jesús estaba a la mesa, en la casa del fariseo, llegó con un frasco de alabastro lleno de perfume. Llorando, se arrojó a los pies de Jesús y comenzó a bañarlos con lágrimas y a secarlos con sus cabellos; también se los besaba, y los ungía con el perfume. Cuando el fariseo que lo había convidado vio esto, pensó: “Si éste fuera profeta, sabría que la mujer que lo está tocando es una pecadora”. Entonces Jesús le dijo: “Simón, tengo que decirte algo”. Simón dijo: “Dime, Maestro”…Entonces se volvió a la mujer y le dijo a Simón: “Mira a esta mujer. Cuando llegué a tu casa, no me diste agua para lavarme los pies, pero ésta los ha bañado con sus lágrimas y los ha secado con sus cabellos. No me diste un beso, pero ésta no ha dejado de besarme los pies desde que entré. No ungiste mi cabeza con aceite, pero ésta ha ungido mis pies con perfume. Por eso te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho. Pero a quien poco se le perdona, poco ama”” (Lc. 7:37-47).
“La administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros, pues por revelación me fue declarado el misterio [Musterion], como antes lo he escrito brevemente. Al leerlo podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, el cual en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el espíritu: que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio… y de aclarar a todos cuál sea el plan [la administración] del misterio escondido desde los siglos en Dios, el creador de todas las cosas, para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia [el cuerpo de Cristo, la congregación de creyentes renacidos] a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que [Dios] llevó a cabo por medio de Cristo Jesús nuestro Señor” (Ef. 3:2-11).
“En espíritu [Cristo] fue vivificado; en espíritu también, fue y predicó [proclamó] a los espíritus encarcelados [su victoria], a los que en otro tiempo desobedecieron, en los días de Noé, cuando Dios esperaba con paciencia mientras se preparaba el arca” (1 Pe. 3:18b-20a). “Dios ni siquiera perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los arrojó al Tártaro [el calabozo o prisión de los ángeles caídos], dentro de fosas tenebrosas, donde están encerrados hasta el día del juicio” (2 Pe. 2:4). “Ángeles que no cuidaron su dignidad, sino que abandonaron su propia mansión, los ha retenido en prisiones eternas y oscuras, para el juicio del gran día [¡nosotros vamos a juzgarlos!*]. También Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, que lo mismo que aquéllos [ángeles caídos] practicaron la inmoralidad sexual y los vicios contra la naturaleza [carne extraña, sarkos heteras], fueron puestas como ejemplo, de un fuego eterno sufriendo [para esos ángeles caídos en la Era Venidera]” (Judas 6-7). * “¿No saben ustedes que nosotros juzgaremos a los ángeles? ¡Pues con más razón los asuntos de esta vida!” (1 Cor. 6:3).
5
Palabra de Sabiduría
“El faraón le dijo [a José], “He tenido un sueño, y no hay quien lo interprete. Pero he oído decir que tú oyes un sueño y lo puedes interpretar” José le respondió al faraón: “No depende de mí. Pero Dios dará al faraón una respuesta propicia” ...“El sueño de mi señor el faraón es uno solo. Dios le ha hecho saber lo que él [Dios] está por hacer. Las siete vacas hermosas son siete años, y las [siete] espigas hermosas también son siete años. El sueño es uno solo. También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas son siete años, y las siete espigas delgadas y marchitadas por el viento solano serán siete años de hambre... El hecho de que Su Majestad haya tenido el mismo sueño dos veces, significa que Dios ha decidido [establecido] hacer esto, y que muy pronto lo hará. Su Majestad debe buscarse ya un hombre inteligente y sabio, y ponerlo al frente de la tierra de Egipto. Debe también poner gobernadores al frente del país, y tomar la quinta parte de lo que produzca la tierra de Egipto durante los siete años de abundancia. Se deben almacenar todos los alimentos de estos buenos años que vienen, y bajo el control de Su Majestad recogerse y guardarse el trigo, para el sustento de las ciudades. Estas provisiones deben quedar almacenadas para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto. Así el país no perecerá de hambre”…el faraón les dijo a sus siervos: “¿Podremos encontrar a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios?” A José le dijo: “Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay nadie tan inteligente y sabio como tú. Así que tú estarás al frente de mi casa, y todo mi pueblo se someterá a lo que digas; solamente en el trono seré mayor que tú”” (Gn. 41:15-40).
“El rey [Salomón] dijo: "Una de ustedes afirma que su hijo está vivo, y que el niño muerto es de la otra; y la otra afirma que el niño vivo es el suyo, y que el niño muerto es de la otra". Entonces el rey dio una orden: "¡Tráiganme una espada!" En cuanto se la llevaron, el rey ordenó: "Traigan al niño vivo, y pártanlo por la mitad, y den una mitad a una, y la otra mitad a la otra". Entonces la madre del niño vivo, llena de compasión por su hijo, suplicó al rey: "¡Ay, Su Majestad! ¡No lo maten! ¡Que se quede esta mujer con el niño vivo!" Pero la otra dijo: "Ni para ti, ni para mí. ¡Que lo partan por la mitad!" Entonces el rey intervino, y dijo: "Entreguen el niño vivo a la primera mujer [la llena de compasión], que es la verdadera madre". Y cuando todo el pueblo de Israel supo del juicio que había emitido el rey, sintieron respeto por él, pues se dieron cuenta de que Dios le había dado sabiduría para impartir justicia” (1 Re. 3:23-28).
“Mientras uno de ellos derribaba un árbol, [la cabeza de] el hacha se le cayó al agua; entonces comenzó a gritar: "¡Ay, señor, el hacha era prestada!" El varón de Dios le preguntó: "¿Y dónde cayó?" Cuando aquél le mostró el lugar, Eliseo cortó un palo y lo echó al agua [ensartándolo en el hoyo de la cabeza del hacha], con lo que hizo que el hacha flotara; entonces le ordenó que recogiera el hacha, y aquél extendió la mano y la sacó del agua” (2 Re. 6:5-7).
“Cuando llegaron a Capernaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban las dos dracmas [de impuesto para el Templo] y le preguntaron: “¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?” Él dijo: “Sí”. Al entrar él en casa, Jesús le habló primero, diciendo: “¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos o de los extraños?” Pedro le respondió: “De los extraños”. Jesús le dijo: “Luego los hijos están exentos. Sin embargo, para no ofenderlos, ve al mar, echa el anzuelo y toma el primer pez que saques, ábrele la boca y hallarás una moneda. Tómala y dásela por mí y por ti”” (Mt. 17:24-27).
“Pedro le dijo: “Señor, si eres tú, manda que yo vaya hacia ti sobre las aguas”. Y él le dijo: “Ven”. Entonces Pedro salió de la barca y comenzó a caminar sobre las aguas en dirección a Jesús” (Mt. 14:28-29).
“Si alguno de ustedes requiere de sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios se la da a todos en abundancia y sin hacer ningún reproche. Pero tiene que pedir con fe y sin dudar nada, porque el que duda es como las olas del mar, que el viento agita y lleva de un lado a otro” (Stgo. 1:5-6).
“Entonces [Pedro] les dijo: “Como ustedes saben, para un judío es muy repugnante juntarse o acercarse a un extranjero [gentil], Pero Dios me ha hecho ver que no puedo llamar a nadie gente común o impura. Por eso, cuando me llamaron vine sin replicar”” (Hch. 10:28-29a); “Cornelio le dijo: “Hace cuatro días, como a esta hora, es decir, a las tres de la tarde, yo estaba orando en mi casa. De pronto, vi que delante de mí estaba un varón vestido con ropas resplandecientes. Ese varón me dijo: “Cornelio, Dios ha escuchado tus oraciones, y la ayuda que has dado a otros la ha recibido como una ofrenda. Envía a tus hombres a Jope, y haz que venga Simón, al que también se le conoce como Pedro. Está hospedado en casa de Simón el curtidor, junto al mar.” Así que los mandé por ti; y has hecho bien en venir”” (Hch. 10:30-33a).
6
Discernimiento de espíritus
“"¡Al instante me faltaron las fuerzas [a mí Daniel], y me quedé sin aliento!" Pero aquel [ángel] que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, me dio nuevas fuerzas, y me dijo: "La paz sea contigo, amado Daniel. No tengas miedo, sino sobreponte y cobra ánimo". Mientras aquel [ángel con apariencia de] hombre me hablaba, recobré las fuerzas, y dije: "Mi señor me ha infundido ánimo. Hábleme ahora". Y me dijo: "¿Sabes por qué he venido a verte? Pues porque ahora tengo que volver a pelear contra el [diabólico] príncipe de Persia, y cuando termine de pelear con él, vendrá el [diabólico] príncipe de Grecia. Aparte de Miguel [Arcángel], el príncipe de ustedes, nadie me ayuda [a mí, el ángel] contra ellos"” (Dan. 10:17b-21).
“Mientras los tres jóvenes [Sadrac, Mesac y Abednego] caían atados dentro del candente horno de fuego. El rey Nabucodonosor se espantó, y rápidamente se levantó y dijo a los de su consejo: "¿Acaso no eran tres los jóvenes que arrojaron atados al fuego?" Ellos le respondieron: "Así es en verdad, Su Majestad". Y el rey dijo: "Pues yo veo a cuatro jóvenes sueltos, que se pasean en medio del fuego y sin que sufran daño alguno. ¡Y el aspecto del cuarto joven es como el de un hijo de los dioses [cómo un ángel]! "” (Dan. 3:23-25).
“Cuando los hombres comenzaron a multiplicarse por toda la faz de la tierra, y les nacieron hijas, sucedió que los hijos de Dios [ángeles] vieron que las hijas de los hombres [humanas] eran hermosas. Entonces tomaron mujeres para sí, las que escogieron de entre ellas”, “en esos días había gigantes en la tierra, y también después de que los hijos de Dios [ángeles] se unieran a las hijas de los hombres [humanas] y les engendraran hijos. Éstos fueron los grandes héroes que desde la antigüedad ganaron renombre” (Gn. 6:1-2, 4); “un día acudieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios [ángeles], y entre ellos vino también Satanás [literalmente: el Adversario]”, “alababan juntas todas las estrellas del alba y se regocijaban todos los hijos de Dios [todos los ángeles]?” (Job 1:6, 2:1, 38:7).
“[Jesús] reprendió al espíritu impuro y le dijo: “Espíritu sordo y mudo, ¡yo te ordeno que salgas de este muchacho, y que nunca vuelvas a entrar en él!” El espíritu salió gritando y sacudiendo con violencia al muchacho, el cual se quedó como muerto. En efecto, muchos decían: “Está muerto”. Pero Jesús lo tomó de la mano, lo enderezó, y el muchacho se puso de pie” (Mr. 9:25b-27).
“Un hombre que tenía un espíritu impuro comenzó a gritar en la sinagoga: “Oye, Jesús de Nazaret, ¿qué tienes contra nosotros? ¿Has venido a destruirnos? ¡Yo sé quién eres tú! ¡Eres el Santo de Dios!” Pero Jesús lo reprendió, y le dijo: “¡Cállate, y sal de ese hombre!” El espíritu impuro sacudió al hombre con violencia y, gritando con todas sus fuerzas, salió de aquel hombre. Todos quedaron muy asombrados, y se preguntaban unos a otros: “¿Y esto qué es? ¿Acaso es una nueva enseñanza? ¡Con toda autoridad manda incluso a los espíritus impuros, y éstos lo obedecen!” Y muy pronto la fama de Jesús se difundió por toda la provincia de Galilea” (Mr. 1:23-28).
“Nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba: “¡Estos hombres son siervos del Dios altísimo! Ellos os anuncian el camino de salvación”. Esto lo hizo por muchos días, hasta que, desagradando a Pablo, se volvió él y dijo al espíritu: “Te mando en el nombre de Jesucristo que salgas de ella”. Y salió en aquella misma hora” (Hch. 16:16b-18).
“Felipe llegó a la ciudad de Samaria, y allí les predicaba a Cristo. Toda la gente escuchaba con atención lo que les decía Felipe, y oían y veían los milagros que hacía. Muchos de los que tenían espíritus malignos eran sanados, y los espíritus salían de ellos lanzando fuertes gritos; también muchos de los cojos y paralíticos quedaban sanos, y había una gran alegría en toda la ciudad” (Hch. 8:5-8).
La única operación del habla, de inspiración o de declaración, disponible en el A.T., con J.C., y después de Pentecostés:
7
Palabra de Profecía
“No te dejaré, ni te desampararé” (Jos. 1:5b).
“En las palmas de Mis manos te he grabado [como un tatuaje, esculpido, escrito, marcado, indeleblemente impreso]” (Is. 49:16a).
“Yo te amo con amor eterno. Por eso te he prolongado mi misericordia” (Jer. 31:3b).
“Fueron halladas tus palabras, y yo las comí. Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón” (Jer. 15:16).
‘Clama a mí, y yo te responderé; te daré a conocer cosas grandes y maravillosas que tú no conoces’ (Jer. 33:3).
“Mi pueblo ha sido destruido porque le faltó conocimiento” (Os. 4:6a).
“Vengan a mí todos ustedes, los agotados de tanto trabajar, que yo los haré descansar” (Mt. 11:28).
“Entonces Jesús dijo a los judíos que habían creído en él: “Si ustedes permanecen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”” (Jn. 8:31-32).
“Yo [Jesús] soy la puerta; el que por mí entra, será salvo; y entrará y saldrá, y hallará pastos. El ladrón no viene sino para hurtar, y matar y destruir; yo [Jesús] he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Yo [Jesús] soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas” (Jn. 10:9-11).
“Un mandamiento nuevo les doy: Que se amen unos a otros. Así como yo [Jesús] los he amado, ámense también ustedes unos a otros. En esto conocerán todos que ustedes son mis discípulos, si se aman unos a otros” (Jn. 13:34-35).
“Jesús le dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieran, también conocerían a mi Padre; y desde ahora lo conocen, y lo han visto”” (Jn. 14:6-7).
“[Dios] me has amado [a mí Jesús] desde antes de la fundación del mundo [kataboles kosmon]” (Jn. 17:24).
“[Dios] nos escogió [a nosotros creyentes renacidos] en él [Jesús] antes de la fundación del mundo [kataboles kosmon]” (Ef. 1:4a).
“Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Fil. 4:6-7).
“¡todo lo puedo por medio de aquel [Dios en Cristo en mí, el don de espíritu santo] que me fortalece!” (Fil. 4:13).
“Mi Dios suplirá todo lo que les falte, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Fil. 4:19).
“Acuérdense de esto: El que siembra poco, poco cosecha; el que siembra mucho, mucho cosecha” (2 Cor. 9:6).
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Jn. 2).
Etc. y etc., ya que básicamente toda la Palabra de Dios es profecía, es lo que Dios quería que nosotros supiéramos, y lo que Él hizo por nosotros, y lo que él nos reveló a nosotros, etc.
Las únicas dos operaciones que no fueron realizadas o llevadas a cabo por ningún profeta o creyente, ni siquiera por Jesucristo, antes del día de Pentecostés son: 8) Hablar en Lenguas e 9) Interpretación de Lenguas, vistas en el previo capítulo; sin embargo, Jesucristo y otros, como ya vimos, estaban plenamente conscientes de la venida inminente de algo más grande espiritualmente: “Juan les dijo a todos: “A decir verdad, yo los bautizo en agua, pero después de mí viene uno que es más poderoso que yo, y de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado. Él los bautizará en espíritu santo y fuego”” (Lc. 3:16). Por ejemplo, sigámosle la pista a algunas de las Escrituras del Antiguo Testamento conocidas por Jesucristo cuando él declaró que los creyentes manifestarían espíritu santo, lo que incluye el hablar en lenguas, como ríos de aguas vivas fluyendo de su interior:
“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y en voz alta dijo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. Del interior del que cree en mí, correrán ríos de agua viva, como dice la Escritura”. Jesús se refería al espíritu que recibirían los que creyeran en él. El espíritu aún no había venido, porque Jesús aún no había sido glorificado” (Jn. 7:37-39).
Ahora, ¿dónde aprendió Jesús que: “Del interior del que cree en mí, correrán ríos de agua viva”? Primero, podemos ver que esta declaración está altamente relacionada con otra cercana: “Jesús le respondió [a la mujer Samaritana]: “Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás. Más bien, el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que fluye hacia arriba para vida eterna”” (Jn. 4:13-14). Jesús estaba completamente instruido en todas las Escrituras del Antiguo Testamento, y de hecho, Jesús derrotó al Adversario primeramente mediante solamente citar su conocimiento de las Escrituras al recordar los pasajes adecuados y textuales para la respuesta precisa, contestando: "¡Escrito Está!" (Mt. 4:4, 7, 10, etc.), así de que ¡sí se puede vencer al maligno con nuestro conocimiento de la Palabra de Dios! Por otro lado, en Jn. 7:38 Jesús declaró “como dice la Escritura”, que el texto Arameo Peshitta es más preciso al decir “como lo han dicho las Escrituras”, por lo que, en este caso en particular, no es algo textualmente “escrito”, sino que se trata de algo ¡“dicho”!, y no solamente por una, sino ¡por múltiples Escrituras!
Jesucristo capturó el sentido exacto de toda Escritura del Antiguo Testamento que anunciaba la llegada del don de espíritu santo y su sobresaliente manifestación, como un increíble pero cierto géiser de frescos, potables y limpios “ríos de aguas vivas”, y como Jesús le dijo a la mujer Samaritana, también como ¡“una fuente de agua que fluye hacia arriba [que salta, que brota, burbujeando, inagotable] para vida eterna”! Esto describió adecuadamente lo que pasa espiritualmente cuando manifestamos espíritu santo, el espíritu de Dios, ¡Cristo en nosotros, la esperanza de gloria!
Jesús sabía lo que el Antiguo Testamento había dicho: “Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; y arroyo que rebosa es la fuente de la sabiduría” (Pr. 18:4), aquí es clave el ver que “palabras” son equiparadas con “aguas profundas”; “con gran gozo sacarán ustedes agua de las fuentes de la salvación” (Is. 12:3), “voy a derramar aguas sobre el desierto y ríos sobre la tierra seca, y también voy a derramar mi espíritu sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos” (Is. 44:3a), “cuando llegue ese día, de Jerusalén brotarán aguas vivas” (Zac. 14:8a); y esta última se leía en el Templo en la fiesta de los Tabernáculos en la que Jesús habló al octavo día, el día sin aguas de esa fiesta. Así que, nuestro constante hablar en lenguas en nuestro interior es como un caudal inagotable de aguas de vida eterna y espiritual.
Uno de los más sorprendentes eventos es que Juan el Bautista estaba lleno con espíritu santo desde que estaba dentro del vientre de su madre Elisabet, y mientras crecía, él se fortalecía en ese espíritu santo que tenía, lo que no fue la situación con Jesús, quien recibió espíritu santo cerca de sus 30 años. De Juan el Bautista leemos que "el niño fue creciendo y fortaleciéndose en espíritu" (Lc. 1:80); por otro lado, "Jesús siguió creciendo en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y con los hombres" (Lc. 2:52), lo que es bastante similar a la forma en que Samuel mismo crecía: “El joven Samuel iba creciendo, y era acepto delante de Dios y delante de los hombres” (1 Sam. 2:26). Dios, el padre de Jesús, dijo en el bautismo de agua de Jesús que Jesús era Su amado hijo en quien se complacía. Jesucristo fue concebido mediante la manifestación de un milagro dentro del vientre de María, por la obra y gracia de Dios, quien es Espíritu y quien es Santo; sin embargo, Jesús aprendió y creyó en las Escrituras como cualquiera de nosotros, mediante un lento proceso de aprendizaje mediante el uso de sus cinco sentidos. ¡Jesús necesitaba demostrarnos a nosotros que eso es posible! Esa era la condición para alcanzar nuestra salvación. Jesús necesitaba estar en igualdad de condiciones con Adán, aquel que perdió espíritu santo. Jesús es la Palabra manifestada en la carne por su propia obediencia, una voluntad que vaciló, pero que se fortaleció en Getsemaní. El momento en el que Jesús recibió una naturaleza permanente, inmortal y espiritual, ¡fue al momento de su resurrección! “[Jesús] fue declarado hijo de Dios con poder, según el espíritu de santidad [como espíritu santificador], por su resurrección de entre los muertos” (Rom. 1:4).
Cada discípulo de Jesús quería destacarse por encima de los otros; sin embargo, Jesús les dijo que si acaso ellos eran capaces de creer como niños pequeños, ellos serían dueños del reino de los cielos, el cual se manifiesta hoy mediante el uso del santo espíritu que llevamos por dentro desde que creímos en nuestro Señor y Salvador, el Jesús viviente; ¡necesitamos recibir esta santa educación cual niños si esperamos aplicarla a plena capacidad! Los amados niños, menospreciados por los discípulos, son inocentes y más limpios en sus mentes que los adultos contaminados en sus cerebros con temores, bombardeados con información inútil o negativa, lascivia, ira, odios, etc. Los niños creen más fácilmente, y están más cercanos a llevar a cabo milagros y maravillas, que los adultos.
“Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es de Dios el don. No por obras, para que nadie se gloríe, pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano pa
Updated Nov 8, 2011, 3:14 PM
Nov 8, 2011, 3:14 PM
Updated Jul 10, 2011, 9:07 AM
Jul 10, 2011, 9:07 AM
Updated Jul 10, 2011, 9:06 AM
Jul 10, 2011, 9:06 AM
Updated Jul 7, 2011, 7:03 PM
Jul 7, 2011, 7:03 PM
Updated Jun 16, 2011, 9:07 AM
Jun 16, 2011, 9:07 AM